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BASE DE LA NEMA EN LUISIANA: SALA DE REUNIONES:

MIÉRCOLES, 08 DE ENERO DE 2098.

HORA: 17:55.

LUGAR: BASE DE LA NEMA EN LUISIANA.

CLIMA EXTERIOR: TEMP.: 13,3 ºC. 1028 MBAR. VIEN: 13,0 KM/H, E. VIS: 16,1 KM. DESPEJADO (PUNTO DE ROCÍO 4,4 ºC. PRECIPITACIÓN: 0,0 mm.).

En cuanto recibe el mensaje, Sandra va directamente a la sala de reuniones. Aún no hay casi nadie, es de las primeras. No sabiendo qué hacer permanece en pie esperando instrucciones.

Fiel a su costumbre, no habla con nadie de los presentes aunque hace un saludo a todos, marcial a los mandos y apenas un gesto a los compañeros. Según van incorporándose el resto los saluda igualmente con un gesto según van entrando.

MIÉRCOLES, 08 DE ENERO DE 2098.

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—Buenas, —dijo al personal. Se atusó el bigote y miró todo con curiosidad, de pie junto a la puerta.

Había dormido bien, y esta noche no había tenido guardia, así que se encontraba relajado.

MIÉRCOLES, 08 DE ENERO DE 2098.

HORA: 17:57.

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Eduardo se presenta en la sala de reuniones. Lleva el uniforme de gala de capitán de la USAAF y no parece especialmente tenso, ni incómodo. Aunque sí pensativo. Después de todo ese ha sido su uniforme durante toda su carrera, hasta ahora. O mejor dicho, el uniforme del rango al que llegó.

Tal vez ahora estaría cerca de promocionar.

El pensamiento no lo turbaba. Había tomado una decisión por buenos motivos. Era algo que estaba hecho, y de nada servía llorar por la leche derramada. Sin embargo... había algo que le removía, aun. Confiaba que cuando NEMA empezara a funcionar eso cambiaría.

MIÉRCOLES, 08 DE ENERO DE 2098.

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Jean Pierre acudió a la sala de reuniones luciendo impecable con su uniforme de gala de pacificador de la NEMA. Y es que la ocasión no era para menos, el realizar el juramento tenía mucha importancia para él y cuidó hasta el último detalle en su apariencia para guardar respeto a la solemnidad del acto. 

Al llegar saludó educado con los presentes y se ubicó junto a los delta que ya se encontraban allí, aguardando pacientemente a que la ceremonia comenzara. 

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Después de un día de entrenamiento y estudio, me di el lujo de asearme otra vez para prepararme con mi mejor traje de gala. Es la hora de la ceremonia de juramento y no es un evento que me perdería. Una vez estoy ataviado con mi traje de gala, lo más formal que puedo vestirme, además de perfumado, me dirijo hacia la sala de reuniones.

Cuando llego, veo que varios están ya presentes a pesar de que todavía faltan unos minutos. Busco un asiento en el que quedar, supongo que por equipo y número de código. Me ubico en mi lugar después de saludar cordialmente a los presentes y me quedo a la espera de que el evento comience.

MIÉRCOLES, 08 DE ENERO DE 2098.

HORA: 17:56.

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El cuello de la camisa, junto con el nudo de la corbata asfixiaban a Nigel, que hacía bastante tiempo que no se vestía tan elegante, y mucho menos con el traje de gala reglamentario. Fue por eso que se tiró todo el camino hacía la sala de reuniones estirándose el cuello de la camisa y aflojando y volviendo a apretar el nudo de la corbata.

Al llegar vio varias caras conocidas, unas más que otras. Saludó a quien le devolvía la mirada con un leve gesto de la cabeza, levantando el mentón o acompañándolo con un discreto "hola".

- ¿Cómo va eso, Dwayne? - Saludó al pasar cerca de su compañero Delta, aquel con quién llegó a Baton Rouge y con el que se vio envuelto en el traslado de Hatchetman por el ataque recibido hacía pocos días.

Se acercó a Jean, su compañero de guardia y también Delta, que incluso veía asiduamente en el gimnasio. - Si no lo veo, no lo creo. ¡Qué elegante, Jean! Acostumbrado a verte de faena esto es un gran cambio. - Dijo a modo de saludo y para romper el hielo con su camarada.

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El Alférez Branaghan se había preparado para la ocasión. Vestía su uniforme de gala de Capitán de Navío de la USNavy, junto a todas las insignias que había conseguido durante su larga carrera antes de retirarse.

Había llegado a la sala puntual. Ni un minuto antes ni un minuto después, y ahora esperaba con calma a que llegaran todos los miembros de ambos equipos. Estudiaba con la mirada, en especial, a los miembros del equipo Delta como si estuviera evaluándolos. Y de tanto en tanto hacía un leve asentimiento para sí, orgulloso.

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Después de un entrenamiento intensivo, llego a la sala de reuniones preparado para el evento que tendrá lugar. Me ha dado tiempo a darme una ducha y ponerme el uniforme de gala, mirarme en el espejo y volver a pensar que esto es lo que quiero hacer. A ver, por mi profesión seguro que podría encontrar trabajo en cualquier compañía de explotación de los fondos marinos o quizá en Marte. Pero la idea de ayudar a otros puede más que cualquier otro pensamiento.

Así que con la convicción de que hago lo que realmente quiero hacer plenamente restablecida, entro en la sala de reuniónes saludando a todos los que encuentro con una sonrisa y un gesto de la mano.

Mis ojos se clavan directamente en la mujer que permanece como apartada. No es la primera vez que la veo pero siempre parece igual de distante con todos, y no puedo evitar preguntarme qué pasará por su cabeza. Joder, si es que creo que ni siquiera he escuchado su voz.

Me dirijo hacia los asientos y compruebo si están marcados dónde se tiene que sentar cada uno o es libre. Aún así me voy a parar a saludar a mi compañero de guardia, Dwayne. ¿Qué tal va todo? Todavía estás a tiempo de echarte atrás le digo con una sonrisa, gastando una pequeña broma para distender el ambiente.

MIÉRCOLES, 08 DE ENERO DE 2098.

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Nada más llegar, uno de los Delta que lo había traído a la base, Eduardo, le había hecho un tour acelerado por la base. Buenos tipos, ese y el tal Andrew, aunque se había llevado un buen susto nada más conocerlos.

Durante el tour había ido saludando a todo el mundo pero sin quedarse prácticamente con ningún nombre, y apenas ninguna cara. Luego de guardia, y apenas terminar, oh, arréglate que es la ceremonia de juramento. Qué estrés. Si lo llega a saber hubiera venido una semana antes....

Parker se había arreglado con el traje de gala que había traído en la bolsa de deporte que usaba para los viajes. Estaba un poco arrugado. Cómo no iba a estarlo, si no había tenido tiempo ni de colgarlo.

De modo que allí estaba, en la sala de reuniones, un poco despistado y siempre en medio como un pasmarote. Se acercó a los que creía que eran los Delta. ¿O estos eran los Charlie? A ver... El señor mayor estaba ahí... no, el viejo destartalado de la barba que parecía un vagabundo no, sino el más educado con pinta de importante que ahora iba vestido de capitán de barco, ese era el jefe de los Delta. Buf. Se acercó, esta vez sí, a su grupo. Qué desastre. Bueno, ya iría cogiendo el ritmo, suponía. Al fin y al cabo era su primer día.

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Megumi se había acicalado y estaba hecha un primor, incluso se había permitido un ligero maquillaje. Se había perfumado suavemente, cepillado su melena hasta dejarla reluciente, y vestido con su uniforme de gala que previamente había planchado con esmero.

Antes de todo eso había ayudado a Palson y Hatchetman para que estuvieran tan presentables como fuera posible. Y con éste último del brazo y cuidando de su gotero, si no hubo ningún contratiempo, se presentó en la Sala de Reuniones.

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Angus se apresuró en acudir a la Sala de Reuniones, anundándose la corbata poco antes de llegar. Se le había echado el tiempo encima, después de realizar unas visitas a ciertas personas, conociendo de paso mejor al personal y a las instalaciones. Finalmente acudió raudo a sus aposentos donde terminó de asearse y enfundarse el traje de gala. Mac Nyvel no estaba acostumbrado a los trajes de etiqueta, pocas veces vestidos en su vida, pero no tenía ningún problema en llevar uno puesto durante unas horas eventualmente.

Con paso ligero se personó en la Sala, donde otros compañeros ya habían llegado. Su reloj marcaba cinco minutos antes del comienzo, temiendo si tendría algún minuto de retraso, pero observando el reloj digital de la estancia comprobó que ambos marcaban la misma hora, estando sincronizados.

En el interior reconoció rostros familiares, como el de Matt, Eduardo, Lio o Jesse, y otros que no conocía de nada, así que aprovechó para presentarse. Por fin conoció a su superior. El alférez Douglas Branaghan, le informaron. No había podido aún presentarse a él por la ausencia del oficial cuando llegó por la noche o al día siguiente, cuando el alférez Kalmer lo requirió para ir a buscar a delta 12. Por un motivo u otro, superior sin conocer. Lo haría en la ceremonia del juramento.

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Costó... pero parecía "decente" dentro del traje de gala; desde luego, le faltaba porte, pose, o como quieras llamarlo; el caso es que, incluso a través de una pared, parecería claro que él no encajaba en un uniforme de gala; era como meter un Pacman en un Tetris. Y lo peor de todo, que eso era lo que él pensaba, y claro, la confianza lo es todo, sobre todo cuando vas "de bonito".

Por lo menos, y eso le hacía sonreír, era de los elegidos que iban del brazo de una chica, y además, guapa; lo del gotero era un tema circunstancial. Mientras consiguiese que no se cayese al suelo y se le desmoronase la apariencia que intentaba mantener, todo iría bien. Sonrisas condescendientes a un lado y a otro... Demonios... parecía S.M. el Rey de Inglaterra saludando desde el coche de caballos a la plebe arremolinada para verle y deslumbrarse con un chute de pompa.

Mientras sonreía a uno y a otro lado, sin hacerlo a nadie en concreto, murmuró entre dientes.

-Megumi, por mi padre, no me sueltes, que como tropiece, doy el cante.

MIÉRCOLES, 08 DE ENERO DE 2098.

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-Joder... ¿Quién es apuesto? Tú lo eres.- Se respondió Alexi a sí mismo mientras se miraba al espejo de su dormitorio en la base. 

Se terminó de colgar hasta la última medalla en su uniforme de gala de Capitán de la USAF y se dirigió hacia la Sala de Reuniones, se estaba por dar un momento muy importante. 

Saludó a los presentes con un gesto mientras esperaban que el resto de componentes también llegasen. 

-Si ves que te caes, intenta hacerlo hacia tu izquierda que yo te sostendré, compañero.- Le dijo por lo bajo a Hatchetman, a quien tenía en su derecha como correspondía siguiendo el orden de "callsign" del equipo.

MIÉRCOLES, 08 DE ENERO DE 2098.

HORA: 17:58.

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Cuando Robert llego a la sala de reuniones ya estaba bastante concurrida, el sargento lucía el uniforme de gala que lo identificaba como un navy seal. Todavía no había tenido la oportunidad de ver aquella sala adornada para la ocasión, sin duda se trataba de una ceremonia formal.

A pesar de que había mucha gente en la sala el silencio se hacía escuchar, apenas alguna frase suelta y algún murmullo a los que Mercio se apunto.

- ¿Soy el único que tiene la sensación de que se va a casar?

MIÉRCOLES, 08 DE ENERO DE 2098.

HORA: 17:55.

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El uniforme de gala que llevaba era el mismo que me habían entregado por pertenecer a la infantería de mi país, por desgracia apenas había tenido ocasiones para usarlo y con los sucesivos lavados la ropa había encogido de forma que mis abultados músculos suponían un problema para las costuras. Recé porque no se me descosiera en un momento como aquel, el primer acto solemne que tenía en mi nuevo destino, para ello me concentré en apenas realizar movimientos, especialmente con mis brazos, pues la tela de la camisa estaba más tensa que Eduardo Manostijeras poniéndose un preservativo.

Respiré con firmeza antes de entrar en la sala de reuniones y saludé únicamente con la cabeza a los presentes, para luego avanzar hasta la zona en la que estaban los Deltas y reunirme allí con mis compañeros. Pese a mis esfuerzos por aparentar tranquilidad alguna que otra gota de sudor recorría mi afeitada cabeza. Únicamente tenía que aguantar un acto protocolario y después tendría tiempo de encargar a un sastre que apañara mi ropa para posibles eventos futuros.

MIÉRCOLES, 08 DE ENERO DE 2098.

HORA: 17:58.

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Tras recibir la llamada, Ramiro se encaminó hacia la sala de reuniones. Ya había bastante gente allí, y algunos compañeros de su escuadra así que, tras saludar brevemente se encaminó hacia uno de los asientos vacíos, cerca de su escuadra Delta. 

Ya tendría tiempo de conocer y familiarizarse con otras escuadras, pero por el momento estaría al lado de la suya. 

MIÉRCOLES, 08 DE ENERO DE 2098.

HORA: 18:00.

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Tras unos minutos en que los presentes charlaron amigablemente entre ellos en voz baja, las luces cambiaron, y el Coronel Berkeley se puso ante un atril preparado al efecto en la Sala de Reuniones. Tras él aguardaban, en posición solmene y ataviados con sus mejores galas, los miembros del Equipo Alfa.

- "Damas, Caballeros. Soy el Coronel Simon Berkeley, el Director de esta Base y de las operaciones de la "Northern Eagle Military Alliance" en el estado de la unión de Luisiana.

Permítanme darles de manera oficial la bienvenida al servicio, a la NEMA, y a esta Base que espero sea para ustedes como un segundo hogar en los meses y años venideros.

No es tarea fácil servir en la NEMA, tiene todavía poca implantación en el territorio, y sus funciones son múltiples y diversas, como lo son sus miembros. Tenemos funciones tanto militares, como policiales, y también de protección civil, asistencia en catástrofes naturales, incendios, y demás desastres.

Como organización militarizada y orientada a la defensa interior, no tenemos autoridad para actuar de motu propio. Debemos seguir órdenes superiores o actuar a petición de las autoridades federales, estatales, o locales.

Debemos servir y proteger. Debemos extremar el respeto con la población civil, evitando en todo momento dañar a los inocentes y a las propiedades. Sólo debemos tener mano dura con los criminales, y sólo cuando el uso de la fuerza haya sido previa y debidamente autorizado.

Si lo han entendido, medítenlo unos momentos, y entonces vayan pasando por el atril. Les tomaré Juramento de Alistamiento y serán oficialmente Soldados y Agentes de la NEMA desde ese momento." -

MIÉRCOLES, 08 DE ENERO DE 2098.

HORA: 18:00.

LUGAR: BASE DE LA NEMA EN LUISIANA.

CLIMA EXTERIOR: TEMP.: 13,3 ºC. 1028 MBAR. VIEN: 13,0 KM/H, E. VIS: 16,1 KM. DESPEJADO (PUNTO DE ROCÍO 4,4 ºC. PRECIPITACIÓN: 0,0 mm.).

El Doctor Sidelis fue el primero en dar el paso. Su uniforme parecía más el atuendo de un científico que el de un militar, carente de insignias y medallas, pero dotado de una extraña dignidad, como la de un Rector de Universidad o similar.

Se adelantó hasta situarse ante el atril en el que aguardaba el Coronel. Levantó la mano derecha y posó la izquierda sobre tres libros: la Biblia, la Constitución de los Estados Unidos y el Acta Constitutiva de la Carta Fundacional de la Alianza Norteamericana.

...

- "Yo, Gosken Sidelis, juro solemnemente que apoyaré y defenderé la Constitución de los Estados Unidos y la Carta Fundacional de la Alianza Norteamericana contra todos los enemigos, extranjeros y domésticos; que tendré verdadera fe y lealtad a las mismas; y que obedeceré las órdenes del Presidente de los Estados Unidos y las órdenes de los oficiales nombrados sobre mí, de acuerdo con los reglamentos y el Código Uniforme de Justicia Militar. Que así sea con la ayuda de Dios." -

El Coronel le puso un pin de la NEMA y una insignia plateada de Jefe de Equipo. Tras un intercambio de saludos, el Doctor se apartó unos pasos para dejar sitio al siguiente.