Partida Rol por web

Haciéndose a la mar, el Sakkaku surcó el agua azul a ritmo calmado, pero gracias a la gran habilidad de Lux como navegante, utilizó el mapa para trazar la ruta más óptima, y supo aprovechar cada viento que tenían a favor, como resultado, lo que sería un viaje largo se redujo bastante. Tanto que a poco más de la tarde del segundo día, faltarían sólo unas pocas horas para llegar a Islas Polestar.

De pronto, algo ensombreció el cielo, y algo más extraño aún, empezaron a llover plumas. 
En lo alto, dos aves tan grandes como casas luchaban uno contra el otro. Una de esas aves tenía un plumaje plateado, mientras que la otra contaba con plumas de todos colores. Y se veían decididas a acabar la una con la otra.
Volaban a grandes velocidades, recorriendo en segundos decenas de metros para chocar estrepitosamente entre ellas, arrancándose varias plumas en el proceso.

Con el barco estando dentro del área en que esas titánicas aves luchaban, tarde o temprano terminarían por golpear el barco por accidente, o peor aún, el perdedor podría caer justo sobre ustedes, dando un duro golpe al ya de por sí dañado Sakkaku.

Las aves se encuentran luchando a 20 metros de altura por encima de la cubierta del barco.

      Luego de un poco para una charla y unas clases de navegación, el resto del viaje estaba resultando bastante tranquilo ... quizás fue enserio que los tipos del casino no nos iban a seguir... dando tiempo para practicar un poco de lucha con Ko-ko y otros trucos, aunque la agradable mañana se vio un tanto ensombrecida por...

   Ehhhhhh.... se que soy un chico de campo y ciertos temas se me logran escapar pero... ¡¡¿ es normal el tamaño de esas aves ?!! - apuntando al cielo en donde se estaban enfrentando ambos nubes emplumadas que no dejaban de llenar todo con plumas ... al menos es solo eso de momento...

    Pero viendo que esto igual se podía tornar mucho mas peligroso si no hacíamos algo ... y empezar un combate en alta mar con el estado del barco.  tampoco era plan..., cojo a Ko-ko y avanzando hasta la zona mas abierta de la cubierta empieza mi intento.

    Ko-ko... un poco de apoyo aquí... - poniendo a Ko-ko en mi cabeza y comenzando a gritar a ver si podía lograr tener su atención.

    heeeeeeeeeeeeey.... señores del cielo... ¿ a que se debe tanto alboroto ? - mientras mi compañero ayudaba en parte  a traducir o eso esperaba - llevamos a una persona herida abordo y vuestra lucha de intereses puede afectar en algo su salud... a si que les pedimos  si no es mucha la molestia si pueden detenerse mientras pasamos debajo suyo... ¿ se puede ?

Se había convertido en una rutina habitual el verme entrenar cerca de la proa del barco, todos los días, desde que amanecía hasta que debía ir a hacer la comida, sin descanso practicaba por mi cuenta. Y eso pareció incrementarse después de partir del casino, pasaba las tardes entrenando también pero con algunas diferencias, mientras que por la mañana me centraba en mis capacidades físicas, la tarde era pura técnica con la espada había pedido algunos consejos a Cokket sobre como practicar por mi cuenta y lo estaba llevando a cabo, además parecía intentar algo... de vez en cuando me concentraba en un único ataque, trataba de crear técnicas personales nuevas, en concreto dos, una de ellas parecía consistir en golpear todo a mi alrededor mientras que la otra en un rápido ataque hacia delante en el que recorría una buena distancia.

Mientras hacía eso, una enorme sombra cubrió el barco, eso me extraño, antes de mirar hacia arriba varias plumas pasaron por delante mía cayendo lentamente, eran bastante grandes en realidad, y al levantar la cabeza pude entender que pasaba. Dos enormes aves peleaban justo encima nuestra, Alvert no tardo en intentar dialogar con aquellas bestias, todavía me resultaba extraño que pudiera hablar con los animales y de hecho no le había preguntado por como funcionaba su fruta del diablo.

Por el momento poco podía hacer y de hecho en general esta situación se me escapaba de las manos. Por lo que solo pude envainar ambas espadas y correr hacia el timón con la esperanza de encontrar a Shire o Lux y que estás dieran instrucciones.

Durante los días de viaje no hacía gran cosa, cuando no estaba en mi camarote se me podía ver en cubierta leyendo a la sombra de las velas en popa o haciendo compañía a Elisea para que no se sintiese fuera de lugar. Agradecía que el trayecto fuese apacible pare descansar, pero ya cerca de nuestro destino una pluma de un color vivo cubrió la página que estaba leyendo.

Por el tamaño de la pluma no me extrañé todo lo que debería al ver tamaños pájaros sobre nuestro barco, pero no podía obviar el peligro que suponían para un barco como el nuestro, que a duras penas se mantenía a flote. Alvert fue el primero en intentar hacer algo, aunque yo dudaba de que con palabras fuese a conseguir nada, cuando me dirigí al centro del barco para ver que hacer me crucé con Ryuta. - ¿Cómo vamos de comida?.- Pregunté de forma retórica girando uno de mis kúnais en mi dedo índice. - Entra a la sala del timón y dile a Lux que vire a estribor, trataremos de llevara los pájaros en sentido contrario.- Me puse los guantes con los diales en ellos y grité: - ¡Todos! Haced lo que podáis para alejar a esos de aquí, si tienen que caer que no sea encima nuestro.- Apenas terminé de decirlo los kunáis ya volaban de mis manos en dirección al pájaro multicolor que había interrumpido mi lectura.

Tranquila en mi puesto en el timón del barco, pasaban las horas y mis órdenes para las velas se escuchaban por encima del sonido que hacía Sakkaku al atravesar el océano, en dirección a las Islas Polestar. Según me decían mis instintos deberían quedar unas horas para llegar a nuestro destino pero de pronto el viento traía el sonido de unas aves. Cuando unas sombras oscurecieron el sol encima de Sakkaku vimos que dos grandes aves peleaban. 

Escuché des de mi puesto cómo la Capitana Shire le decía a Alvert que viniera:-Ya los he escuchado capitana!.-grité y como no tenía a nadie que pudiera replegar las velas añadí:-Agarráos bien que el viraje será brusco!.-y tiré del timón a estribor, haciendo que el barco entero casi vuelque para esquivar a las aves mientras el resto hacía lo posible por alejarlos. 

Viendo lo peligrosas que podían ser esas aves si las dejaban continuar con su lucha, Alvert fue a cubierta en busca de una solución diplomática. Los grandes aves se detuvieron un momento para ver al granjero gritar y al gallo cacarear. Sin embargo, por la expresión que pusieron, lo único que habían entendido del mensaje era que había un sujeto ofreciéndoles pollo para comer, así que ambas aves volaron en dirección a la cubierta.

Ante la crisis que representaban esos enormes pájaros, Ryuta detuvo su arduo entrenamiento para avisar a la capitana y navegante sobre el asunto. En su camino, se topó con Shire, quien enseguida puso un plan en marcha para alejar a las aves.
Así fue como Shire lanzó sus kunáis al aire, que aunque no todos se enterraron en el ave arcoíris, la red de esas armas se atoró en una de sus alas. Provocando que este detuviera su descenso tratando de quitarse la red.

Lux, atenta a lo que estaba pasando, hizo caso a las instrucciones y giró el barco con gran destreza, dejando el Sakkaku en un ángulo muy peligroso por un momento, en su búsqueda por aumentar la distancia con las inmensas aves. La movida fue tan brusca que incluso la colorida ave sostenida por la red pareció asustarse por el miedo de volcarse al agua con todo y barco.
Afortunadamente, este oportuno movimiento, también logró que el ave plateada no pudiera ni rozar el barco en su camino a degustar a la tercera ave a la redonda, pero definitivamente esa ave grisácea no se veía contenta de haber sido alejada de su objetivo.

Rufa salió desde dentro del barco, sin duda, resultado de tan repentino cambió de posición.
-¡¿Qué pasa aquí?! -preguntó la ladrona con su pistola en mano. Luego vio con sorpresa a las dos aves-. Oh, eso pasa.

Un ave se encuentra enojada a 20 metros.
Otra ave se encuentra a 10 metros, con una red sobre una de sus alas.

Los días de calma había vuelto a verse,una vez salidos de la isla,aunque al principio me sentí fuera de lugar,intente ayudar lo mas que pude,prácticamente siendo mula de carga para edward siempre que necesitara algo de musculo,intentaba mantenerme en forma practicando algunos de mis trucos diarios,para no perder la buena forma.

un dia la calma se había acabado,siendo que unas extrañas aves brillantes y sorprendentemente grandes estaban sobre nuestro barco,al principio pensé que no serian molestias al menos si no las molestamos,por desgracia para nosotros parecían hambrientas y con ciertas ganas de comerse a nuestra estrella pollo

!!SEÑORITO ALBERT,BAJE A KO-KO,CREO QUE TIENEN HAMBRE!!

dije corriendo lo mas que podía hacia donde estaba la señorita Capitana,la cual había tirado algunos kunais hacia ella,parecía estar atrapada en una red,a un  que a un volaba cerca al barco

Señorita Capitana,necesita algo de ayuda aquí? dije casi bromeando quedandome lo mas cerca que pudiera de ella,en caso de que algo malo pasara ,con ambos sables en mano

Cuando pudo ver a aquellas dos aves no pudo más que sorprenderse por su tamaño, si bien podían cazar a alguna de ellas no tendrían problemas de suministros, no parecían tener buenas intenciones contra ellos y el barco no estaba en condiciones para aguantar un ataque directo de algo de ese tamaño.

Edward no podía hacer mucho desde su posición, y dudaba que ponerse a lanzar cañonazos contra las aves fuera una buena idea, si ya estaban cabreadas si les disparaban sería peor, solo podía esperar a que respondieran a la pregunta de Daiki y ver que podría hacer para no acabar en el fondo del mar.

       B...bueno....bueno... c..creo que... ¡¡ Corre !! - le decía y comenzaba a correr por la cubierta a Ko-ko al notar como el pajarraco gigante se nos tiraba encima con una mirada mas que conocida para mi compañero y quizás si no fuera por la pronta acción de Shire igual estaríamos en un aprieto mas que evidente - g...gracias - recuperando de apoco el aliento y observando el ave atrapada.

     Entonces... ¿ y ahora que ? - mirando con duda al resto observando como tratar con estos animales y tomando una pose defensiva en caso de que se acercaran mas a nuestra nave ... a esa distancia poco y nada puedo hacer... y tocar el mar como que igual no... 

Atentos a cada movimiento de las amenazas emplumadas, Daiki se colocó al lado de Shire, y Edward esperaba las reacciones de todos para saber cómo actuar, pues cualquier decisión apresurada podría tener consecuencias muy malas para el barco.
Alvert, por su parte, corrió con su propia ave a la mano, antes de averiguar de primera mano las intenciones de la gran ave plateada, las cuales parecían más que negativas.

El ave de colorido plumaje trató de zafarse de la red de kunais, sin éxito alguno. Esa ave se vio más cansada, sin duda todo el esfuerzo de tratar de quitarse la red y mantenerse volando a tan baja altura, estaba provocando ser demasiado para el animal. Probablemente fue debido a esto, que empezó a volar más bajo, hasta apoyar sus patas sobre el costado del Sakkaku. Y como era de esperarse, todo el peso extra recargado en sólo un lado de la nave, empezó a ladear el barco, amenazando con voltearlo si la atascada ave no se quitaba de ahí. No contenta con eso, el ave también se mostró agresiva. Extendió sus alas amenazadoramente e hizo un agudo chillido.

La ave plateada en el cielo, aún no parecía calmada, pero viendo que nadie en el barco parecía realmente ser una amenaza, y el hecho de que su plumífero enemigo había encontrado nuevos rivales para luchar, el ave se esfumó del lugar.

Una ave agresiva se encuentra a 6 metros, sosteniéndose de un costado del barco, su peso amenazando con volcarlos en cualquier momento.

El repentino movimiento del barco me pillo completamente desprevenido, y es que aunque Lux hubiera avisado apenas tuve tiempo para reaccionar en mirar hacia ella mientra procesaba lo que había dicho y ya estaba girando, por lo que me moví un poco de mi posición pero no tarde en clavar ambos pies en el suelo y estabilizarme. Nos encontrábamos en una situación problemática, nadie era especialmente diestro en distancias como esta, por suerte Shire pudo enredar a una de las aves mientras que la otra fallaba en lanzarse contra nosotros.

En una situación solo podía ser de utilidad haciendo una única cosa, desenvaine ambas espadas y respire lentamente para concentrarme.

- Yo me encargare de que no toquen el barco si se acercan demasiado, vosotros buscad la manera de sacárnoslas de encima -me acerque con paso tranquilo hasta el palo mayor para estar lo mas en el centro posible de la acción y acto seguido una de las aves hizo su ataque, mis ojos dorados giraron hasta clavarse sobre ella mientras daba ese horrible chillido

De inmediato me gire, salte contra una de sus patas y girando sobre mi propio eje lancé un terrible golpe sobre sus patas para que soltara el barco.

Por suerte el ave plateada dejó la inútil lucha y huyó en cuanto tuvo oportunidad, pero su compañera con afán de complicarnos las cosas aterrizó de forma brusca en el barco haciéndome perder el equilibrio por un momento, por suerte pude mantener el agarre de los hilos que la tenían presa, aunque ya no pareciese tan ventajoso como hace unos segundos. 

Vio como Ryuta iba a lanzarse al ataque aprovechando que ahora estaba a su alcance y fue entonces cuando pensé que era el momento de poner toda la carne en el asador. - ¡Daiki, Edward, todos! Es ahora o nunca, dirigid todo lo que tengáis contra ella.- En ese momento activé los diales y una potente descarga recorrió los hilos hasta los kunáis clavados en la carne del ave, eso debería aturdirla para optimizar los ataques del resto. Si después de eso no moría o huía el Sakkaku correría peligro de verdad.

ya oyeron a la señorita capitana,AL ATAQUE!!! dije,saltando tan rapido como pude hacia el ave,con ambos sables,intentando mantener el equilibrio y intentando golpear una de las alas de la ave y acabar con ella,pero al intentar cortar ,solo logre rosar una de sus allas

Por muchos intentos que hice al final una de las aves se posó sobre Sakkaku y casi lo vuelca, pude contrarrestar el balanceo con precisos movimientos del timón para evitar que el ave nos hiciera volcar y enfrentarnos a los peligros del mar:-Que alguien corte los cabos que tiene ese pajarraco antes de que nos haga volcar del todo!!.-grité tirando fuerte del timón para contrarrestar de nuevo la inclinación del barco.  

Por suerte una de aquellas aves se fue de allí, pero la otra tenía ganas de guerra y lo peor de todo es que se posó en el maltrecho barco, eso era muy malo, el barco ya estaba demasiado tocado como para aguantar una lucha contra aquel pájaro, pero tampoco es que tuvieran muchas más opciones.

Siguiendo las órdenes de Shire, Edward agarró su martillo y se lanzó contra el pájaro, dudaba que pudieran acabar con el ave, pero podrían hacerle el suficiente daño como para que huyera y les dejara seguir su camino en paz.

Con el barco en un claro desbalance, Lux hizo su mejor esfuerzo para nivelar al barco en el agua. Cosa difícil teniendo al pájaro como tremendo contrapeso. Afortunadamente, Shire puso manos a la obra y pronto la red se llenó con electricidad, la cual llegó de inmediato al ave por medio de los kunais, provocando que el plumífero se detuviera en seco, sin duda paralizado por la fuerte corriente eléctrica. 
Con esto, los demás fueron al ataque. Ryuta atacó rápidamente con ambas espadas a mano, y rasgó una pata del animal con gran facilidad, esparciendo su sangre por ese lado de la cubierta. Daiki, por su parte, también fue con entusiasmo hacia el gran ave, sin embargo, el barco seguía moviéndose por los cambios de peso y los intentos de la navegante para mantenerlos en posición, así que la ofensiva del gyojin apenas y rozó las plumas de un ala.
Por último, Edward tomó su martillo con fuerza, decidido a alejar al ave de una vez por todas. Igual que Daiki, le estaba afectando los movimientos de cubierta, pero la corriente eléctrica manteniendo al ave en su lugar, ayudó a que su martillo impactara contra el pecho del animal. Todo el dolor acumulado terminó por dejar al ave fuera de combate.

La buena noticia es que ya no tenían a un pájaro gigante que amenazara con destruir al barco, la mala era que aún tenían un gran peso de un sólo lado del barco. Las habilidades de Lux como navegante les permitieron seguir su camino sin que se volcaran, aunque más adelante, grandes nubes bulbosas se empezaron a formar rápidamente en el horizonte.

En pocas horas ya se encontraban en Islas Polestar, pero más en específico, Loguetown. Lugar de inicios y finales.
Desde los puertos podían ver extensos edificios y de apariencia antigua, pero en muy buenas condiciones. A lo lejos, se erguía un gran letrero con el nombre de la ciudad, y en el fondo, una prominente catedral con grandes cúpulas. De pronto, la visión de la ciudad fue oscurecida por muchas nubes impidiendo la luz del sol. 

Estando en Loguetown, podrían cumplir sus objetivos de reparar el barco y conseguir suficiente abastecimiento para el viaje, así como cualquier otro objetivo antes de enfrentarse a los duros retos de la Grand Line.
 

Las formación de esas nubes no sólo eran redondas, sino que estaban formadas por anchas protuberancias, y en base a su altura, tamaño y la velocidad con que se acumulaban, te daba indicios de lo que venía. Una inminente tormenta eléctrica se acercaba, seguro que los truenos y relámpagos no tardaban en legar.

al final,el ave logro ser derrotada,gracias a los logros de los señoritos Edward,Ryuta y la señorita capitana ,apesar del peso de el avesucha logramos llegar a puerto,la señorita Lux es bastante mejor que el viejo Gorwell que llevaba el barco de la Estrella verde,al llegar a la nueva isla en mi mente no dejaba de recorrer ideas,¿quienes estaran aqui?, ¿que haran? estaba algo sorprendido jamas nos acercabamos tanto a las grandes islas en el Estrella verde,asi que ver una catedral tan grande por un momento,a un que la neblina se volvio algo molesta,pero aun asi era facinante,no podia evitar mostrar una sonrija de oreja a oreja a un que no tengo estas claro

apenas llegamos,salte del barco al puerto,exagerdamente ancioso.

!QUE ESPERAMOS COMPAÑEROS,HAY UNA GRAN ISLA QUE EXPLORAR Y MUCHAS COSAS QUE BUSCAR¡

dije de la forma mas alta y fuerte que podia,haciendo la pose mas exagerada y "heroica" que se me ocurrio,la cual era doblar una rodilla inclinarme a ese lado y señalar el horizonte,mientras tenia la otra mano en la cadera

no tengo idea de,que buscaremos aqui,pero si necesitan algo de musculo,aqui esta el GRAN DAIKI BURUZAME!! para ayudar

Finalmente, y tras batallar y arrastrar el ave gigante, llegamos a Loguetown. Allí debíamos reabastecernos y encontrar lo necesario antes de seguir hacia La Grand Line:-Chicos! Esos nubarrones no traen nada bueno. La humedad está aumentando y el viento esta en auge así que tendremos una buena tormenta y estoy casi segura que caerán unos buenos rayos así que tened cuidado y no tardéis en volver.-dije tras estudiar las nubes tormentosas que hay sobre Loguetown.

Tal y como cuando peleamos contra aquel obsesionado por los juegos de azar en el casino di un terrible golpe sobre el ave y Edward llego justo para acabar el trabajo, aproveche el plumaje del ave para limpiar ambas espadas que en cuanto acabe enfunde de inmediato. Por desgracia no había soltado el barco tras mi ataque debido a la electricidad de Shire por lo que acabo por desplomarse encima del barco, con una expresión de pena acaricie su plumaje.

- Lo siento grandullón... -encima era demasiado grande como para convertirlo en provisiones por lo que no tenía ninguna utilidad- ¿Que hacemos con el ave? Va a tardar en despertar y nada nos asegura que cuando lo haga este de buenos ánimos -pregunte al resto de la tripulación, por mi parte poco podía hacer realmente, tal vez el mejor en esta situación fuera Alvert pero no estaba completamente convencido

Igualmente gracias a Lux conseguimos llegar hasta Loguetown sin mayores problemas a pesar de la enorme diferencia de peso lo cual desde luego era un gran trabajo. Finalmente estaba en aquel lugar que vio el fin de la persona mas famosa y temida en todos los mares el "infame" Gold D. Roger aquel que se autoproclamo Rey de los Piratas, no podía con la emoción de ver aquella famosa plaza en la que fue ejecutado y realmente poco mas podía hacer en este lugar. Totalmente limpio de dinero quitando el turismo solo podría acompañar a quien fuera de compras... que bien pensado si el dinero que tenía Shire se iba a usar para el barco una parte sería de provisiones por lo que debería acompañarla para encargarme de eso.

- Shire, si sales a comprar te acompaño -dije al momento, después me acerque al timón donde estaba Lux y con una sonrisa le levante un pulgar- Buen trabajo, si no llegas a estar al timón nos habríamos hundido hace mucho. Cuando compremos algo te cocinare lo que me pidas -susurre tapando un lateral de mi boca con una mano para que el resto no lo escuchara