Partida Rol por web

La curiosidad de Hoku sobre los trozos de meteoritos fue en aumento, no se imaginaba que pudieran tener la conexión que se estaba planteando Monorme. Estaba deseando que Sombra localizara a Max para poder ver lo que iba a pasar.

Hoku sonrió cuando el pokémon mono les dio libertad sobre la forma de llamarlo. Sabía que Monorme era ridículo, pero le resultaba gracioso. Te buscaremos un nombre mejor. Dijo conteniéndose la risa.

El luchador se pudo serio por un momento y preguntó las dudas que le surgían mientras esperaban que sombra trajera a Max. Has dicho que este es tu mundo, ¿eso que significa? ¿lo creaste tú? ¿O simplemente lo gobiernas? Hoku era consciente de todo lo que se contaba sobre la creación, Arceus y ese tipo de leyendas y le parecía interesante descubrir más sobre como era en este mundo.

Franek se mantenía más pensativo de lo habitual sobretodo ante el tema de los nombres, y cuando les dieron vía libre para llamarlo como quisieran, Franek no pudo sino pensar en que lo más indispensable sería una PokéDex, pero ante la negativa de recibir un nombre Franek prefirió callar y no ahondar mucho en el tema, habían cosas que le interesaban más, y al parecer era lo mismo que le interesaba a aquel pokémon simio, los trozos de meteorito y cuantos humanos más había ahí; y lo mismo que preguntó Hoku.

-Acaso, ¿Es posible que usted sea una especie de Rey, o Dios en este mundo? Si no sabes la diferencia, un Dios en caso dado sería el creador de las cosas y todos los seres vivientes aquí existen gracias a usted. En cambio un Rey es declarado gobernante del lugar y lo gestiona aunque nunca haya creado nada ayuda a mantener un balance-

Pensaba que quizás podían conversar mientras llegaba Max, el pokémon era enorme y se sentía magnánimo además de intimidante, así que podría comprender con la razón. O eso es lo que Franek esperaba cuando se dirigía con respeto.

-Yo aparecí de la nada cuando agarré el trozo de meteorito, y antes, cuando toqué esta flauta una de nuestras compañeras humana desapareció delante de nuestros ojos, simplemente se desvanció en el aire- Dice Franek mientras le enseña además su pequeña flauta blanca de cristal, un poco nervioso de mostrarla y le pidieran tocarla, sabía que no era efectivo en criaturas más poderosas, pero quizás si podría llegar a ser molesto.

Sombra asintió a las palabras de su entrenador y salió volando con la intención de ir a buscar a Max que se había quedado a los pies del volcán esperándoles. Pero cuando trató de distanciarse se dio cuenta de que una barrera invisible se lo impedía. Era como si Sombra y Ríntaro estuvieran atados por una cuerda invisible que habían estirado al máximo.

La pokémon fantasma llegó junto a Ríntaro negando con la cabeza pues había sido incapaz de cumplir la orden que le había pedido.

El gran simio asintió cuando Franek lo denominó como Dios o Rey y lanzó su mirada al infinito, como si pudiera ver a través dle humo negro que los rodeaba. Sí, supongo que soy algo de lo que tú dices. Soy una especie de Dios o de Rey, pero lo cierto es que este mundo se creó a la vez que me creé yo, o yo me creé y luego se creó el mundo. No estoy seguro. La realidad es que yo fui capaz de alterar este mundo a mi antojo, aunque ahora mismo ya no. El cráter en el que nos encontramos, es el agujero del volcán que yo cree. "Monorme" sonrió orgulloso de lo que había hecho.Supongo que el fuego es mi elemento, mi pasión y me sentía cómodo con una ubicación como esta en el centro de este lugar.

Luego volvió a mirar a los humanos. Quizá la clave de lo que os ha pasado sean esos meteoritos de los que habláis, si ese "Maxumano" tiene uno, podríamos ir a buscarlo y ver si también es como el vuestro y también encaja. Dijo buscando con la mirada los pedruscos que aún no le habían dejado analizar para ayudarles.

Cuando vio como Sombra no podía alejarse le susurro -Tranquila, parece que algo evita que nos alejemos- luego puso su mirada en el enorme simio -Nuestros compañeros se quedaron abajo justo antes de que subiéramos la montaña, podríamos ir con Max o uno de nosotros bajar a llamarlo, parece que algo relacionado con nuestra presencia aquí evita a nuestros compañeros alejarse mucho de nosotros-

Los ojos del chico brillaron con gran fuerza, todo a su alrededor lo fascinaba, probablemente su mente ya había aceptado la idea de permanecer definitivamente en este lugar.

El relato del mono impresionó a Hoku, estaban ante lo que claramente era un pokémon legendario de aquel lugar. Mantuvo la compostura por la situación, pero para sus adentros no podía estar más emocionado.

¿Y por qué ya no puedes alterar el mundo? Preguntó el luchador curioso. 

¿Maxumano? Jajajajajaja. Pensó el moreno gigantón al escucharlo. Y luego soy yo el de los nombres malos... Intentó que no se le notara que se estaba partiendo de la risa internamente, pero no pudo contener una pequeña sonrisilla. Vayamos a buscar a Max y descubramos más sobre los meteoritos. Hizo un arco con el brazo para indicar que le siguieran y comenzó a caminar de vuelta.

Franek cada vez estaba más relajado ante la presencia de aquel ser, "Monorme"; resonaba en su cabeza pero no se atrevería a llamarlo así en voz alta. Ahora podía ser capaz de admirar el lugar cuando Monorme se lo presentaba orgulloso.

-La verdad es que Helen y yo nos criamos juntos a las faldas de un lugar así, las aguas termales a los pies de un volcán son bástamente apreciadas por los humanos, tanto por sus propiedades curativas como recreativas y suelen ser regiones turísticas y conservadas con bastante esmero- agrega Franek ante lo que para el, era una forma de admirar lo maravilloso de los volcanes.

Aunque el calor podía llegar a ser sofocante, era algo a lo que Franek podía estar acostumbrado, aun así alejarse un poco del centro del cráter para buscar a Max parecía una idea refrescante en ese momento.

-Me parece buena idea, Hoku, te sigo. ¿Vamos Helen? Realmente siento que necesito un poco de aire menos denso- Franek regaló una sonrisa a Rintaro -No te vayas a alejar mucho, Rintaro, volveremos cuanto antes- es lo único que le pudo decir, era joven y era su primera aventura, arrastrarlo a cada movimiento que hagan los demás podría frustrar su experiencia, y cada vez más, estar cerca de Monorme parecía ser lo más seguro por el momento.

Treparon por la ladera del cráter hasta llegar a la zona más alta. La cantidad de humo que salía de él dificultaba la visión lo cuál complicaba la posibilidad de echar un vistazo al lugar donde se encontraban.

Además, el humo impedía encontrar huellas o cualquier rastro que pudiera servir de ayuda. Desde luego que Pittien no estaba tomando las mejores decisiones pues cuanto más se alejaba del grupo más parecía distanciarse y cada vez encontraba menos opciones.

Ahora no podía ver nada de lo que sucedía ahí abajo y su idea de encontrar arriba una sauna y bebidas refrescantes no parecía haber sido escuchada, por lo que no encontró nada de eso en aquel lugar.

En aquel lugar, Pittien pronto comprendió que no había nada que hacer, y que había sido una mala decisión. No se veía nada, ni siquiera las huellas de hacía 2 minutos, así que decidió moverse lo más rápido posible, e intentar orientarse una vez hubiese salido de aquel lugar. Además, quizás fuese el momento de volver hacia dónde estaban las cuevas, y de volver a ver gente. De ese modo, intentó volver sobre sus pasos.