Cuando agarró el meteorito escuchó un fuerte chasquido, después una horrible sensación de vacío bajo los pies, como si cayera por un agujero eterno y de una profundidad incalculable para después oler un fuerte y desagradable aroma a azufre. La sensación había sido similar a los saltos que a veces pegaba al soñar.
Todo había sido muy raro. Excesivamente raro. No entendía nada. ¿Qué había pasado? Miró alrededor y después miró al cielo, no reconocía absolutamente nada. Sobre su cabeza había miles de estrellas, pero no era capaz de reconocerlas, también había un enorme planeta de color azul que podía apreciarse como se apreciaba la luna desde la ciudad de donde venía.
¿Acaso todo eso significaba que estaba en un planeta totalmente diferente?
¡No podía ser!
Acabo de añadir un anexo a las reglas para que te hagas una idea de cómo va a ir la partida.
La partida empieza ahora, perdona el retraso, pero es que aún hay jugadores que faltan, pero ya no espero más.
Aún no te pongo direcciones posibles porque en este post solo narraremos las sensaciones causadas.
A pesar de que Rintaro había recorrido todo Kanto sintió una sensación que lo abrumo, fue como si le trasportaran a lo profundo del bosque nuevamente y como si le transformaran nuevamente en un niño de 5 años, miraba hacia todos lados, pero no vio a nadie más a su lado, o su mente jugo con el impidiéndole ver la realidad, cayo de rodillas y su frente bajo hasta el suelo susurraba un nombre y golpeaba el suelo con la roca aun en su mano.
-Sombra, Sombra, Sombra …-
No supo en qué momento perdió el conocimiento de la realidad mientras intentaba huir con el meteorito. Lo siguiente que vio fue un cielo estrellado, demasiado brillante para ser un cielo nocturno, y una cosa que flotaba en el cielo parecida a un planeta. No tenía idea de lo que acababa de pasar. Se incorporó, sentada en el suelo, desorientada de lo que estaba sucediendo. Se palpó para ver si algo le faltaba, y entonces...
- ¿Oddy? ¿Oddy, estás allí? -una sensación de desasosiego la embriagó. ¿Dónde estaba su pokemón?
Miró a todas partes. A lo lejos vio una sombra, pero no parecía un pokemón, sino... ¿un niño? No estaba segura, pero intentó ponerse de pie y desde la distancia gritó para ver si obtenía respuesta.
- ¡¿HOLA?! ¡¿HAY ALGUIEN ALLÍ?!
Sentía su voz temblando. Estaba asustada, y desorientada. ¿Qué era lo que iba a pasar?
Frenek quedó paralizado unos largos segundos de la impresión por lo que estaba sucediendo, no quería moverse ni un milímetro y solo pudo enarcar una ceja con claro desconcierto mientras volteaba los ojos en todas las direcciones. Aquello era verdaderamente irreal. Cuando la impresión momentánea acabó pudo por fin mover su cabeza igualmente desconcertado.
Mudo, buscando a su compañera con la mirada, escuchó unas voces cuyo tono de voz reflejaban lo mismo que el sentía, "¿Dónde están los turistas? ¿Y Helen?", pensó, si habían otros en la misma situación que el debía mantener la compostura y trasmitir la mayor cantidad de serenidad posible, desesperándose no conseguiría ayudar a nadie, ni mucho menos descubrir que estaba pasando ahí. Sin soltar aquella piedra se levantó y siguió las voces.
-Do... ¿Ustedes también?- preguntó a los dos que también estaban ahí con el mientras señalaba el trozo de meteorito entre sus manos, se moría de ganas por preguntar dónde estaban pero era obvio que ninguno lo sabía.
-¿No han visto a nadie más?- preguntó con la voz tan serena como podía, aunque solo fuese un guarda, la insignia en su uniforme le había permitido transmitir seguridad a los en más de una ocasión.
Las voces de los otros dos le sacaron de su estado de pánico, Sombra no estaba, pero a diferencia de aquel día en el bosque, habían más personas a su alrededor.
-Ho… Hola- dijo mientras se incorporaba -Soy Rintaro- cuando les miro, noto que eran mayores que él, eso le permitió tranquilizarse un poco, pero no pudo reprimir ver a su alrededor desconcertado y en búsqueda de su amiga, y quedo fascinado y aterrado a partes iguales.
London se dio cuenta como a su lado había un pequeño pokémon que le acariciaba la pierna. Oddish se había camuflado entre toda la maleza que había allí y no se había dado cuenta de que estaba a su lado. Así que no tenía nada de lo que preocuparse porque él estaba ahí.
Segundos después descendió del cielo una enorme criatura que parecía haberlos estado vigilando. Helen atendió a Franek que parecía haberle llamado y allí se presentó. Tan solo estaba observando la zona, pero no tenía intención de alejarse demasiado de su compañero. Aunque era necesario investigar ese lugar para saber dónde estaban.
Cuando Sombra se materializó todos se asustaron al verla, incluido Rintaro que estaba más que acostumbrada a sus bromas. La pokémon se había hecho invisible durante unos segundos para después asustarles a los tres. ¡No tenían nada de lo que preocuparse, pues sus compañeros estaban junto a ellos!
Lo preocupante era aquel bosque en el que se encontraban pues era muy diferente a cualquiera que hubieran visto antes. La hierba que había a sus pies era de color anaranjado, las copas de los árboles de un tono rosáceo y sus troncos blancos del color de los huesos.
Todo era muy extraño, nadie jamás había visto un lugar así, y al mirar al cielo lo tenían aún más claro. Desconocían si ese lugar era peligroso o no, o si habría más gente allí. Lo único en lo que podían confiar era en sus pokémon que podrían protegerlos.
Os dejo aquí las posibles direcciones que podéis tomar. Si decidí una, dejadlo indicado en "Notas de juego".
A) Norte; El bosque lo oculta todo, así que no sabéis qué puede haber más allá.
B) Este; El bosque lo oculta todo, así que no sabéis qué puede haber más allá.
C) Sur; El bosque lo oculta todo, así que no sabéis qué puede haber más allá.
D) Oeste; El bosque lo oculta todo, así que no sabéis qué puede haber más allá.
Luego del susto inicial por la aparición de Sombra, los ojos de Rintaro se llenaron de brillo y en su rostro se notó inmediatamente como recuperaba el valor, corrió a su lado y la abrazo.
-Sombra, no vuelvas a desaparecer, me tenías preocupado- dijo mientras aun le abrazaba, luego miro a su alrededor y se quedó como esperando que sus compañeros mayores habalran.
Después de haber sentido tanta tensión, la aparición de su Flygon desde el cielo regaló un suspiro de alivio a Franek; suspiro que se convirtió en un ahogo en cuanto apareciera el Gengar compañero del joven, obligando a Franek a apretar los labios y volverse a tensar hasta que se aclaró que solo era un pokémon travieso solamente.
-Hola Rintaro, yo soy Franek, pero puedes llamarme Fran si gustas. Ella es Helen, no te dejes intimidar por su aspecto, es todo menos agresiva, aunque viendo a tu Gengar intuyo no juzgas por apariencias. Y usted señorita? Ehm...-
Hace una pequeña pausa esperando escuchar el nombre de la otra joven, pero prosigue con su pregunta en tono condescendiente, demostrando su disposición a ayudarles aunque no sepa lo que sucede.
-Ustedes dos, ¿Se encuentran bien?
Sombra mostró su sonrisa más que maligna cuando Franek la señaló y habló de ella. Tenía razón, Rintaro no juzgaba por las apariencias, pero quizá debiera hacerlo. Aquella Gengar parecía de todo menos amistosa.
Os dejo aquí las posibles direcciones que podéis tomar. Si decidí una, dejadlo indicado en "Notas de juego".
A) Norte; El bosque lo oculta todo, así que no sabéis qué puede haber más allá.
B) Este; El bosque lo oculta todo, así que no sabéis qué puede haber más allá.
C) Sur; El bosque lo oculta todo, así que no sabéis qué puede haber más allá.
D) Oeste; El bosque lo oculta todo, así que no sabéis qué puede haber más allá.
-Perdonen a sombra es un poco traviesa- dijo señalando a su compañera
-Me ha salvado de muchos aprietos, intento evitar que tomara esta extraña piedra que cayó del cielo, pero creo que fui más rápido y ahora no se ni dónde estoy- miro en todas direcciones.
-No estoy seguro si deberíamos avanzar ni en qué dirección deberíamos ir, pero no me gustan los bosques y menos en la noche-
Estaba aliviada de al menos no ser la única en aquel inhóspito lugar, en el que todos parecían haber caído por equivocación. También estaba feliz de haber encontrado a Oddy, al cual levantó para cargarlo entre sus brazos, porque él solía ser un pokemón muy consentido.
- Vaya... esto es tan extraño... Pero me alegro de no estar sola y haberme encontrado con ustedes. Mi nombre es London. Espero que nos llevemos bien y logremos volver a casa.
Miró a su al rededor. Por todas partes estaban rodeados de bosque. Hizo una pequeña mueca, y recordó lo que en todas partes repiten sobre la supervivencia.
- Creo que primero deberíamos encontrar un río, o alguna fuente de agua corriente, y luego seguir en la dirección que este vaya. Normalmente hay asentamientos de personas junto a los ríos, ¿no es así? Yo creo que Oddy podría ayudarnos con eso. Lo pokemon tipo planta son muy sensibles al agua.
Esperaba que su idea no fuera tan descabellada, y que sus compañeros pudieran confiar en ella y en su pequeño Oddish.
¿Oddy? Preguntó a su compañera sin terminar de entender. Cuando London le explicó más o menos lo que quería que hiciera, el pokémon de tipo planta estiró sus patas que se introdujeron bajo tierra. Apenas unos segundos más tarde, sacó un látigo de su cuerpo que señaló en dirección norte.
Os dejo aquí las posibles direcciones que podéis tomar. Si decidí una, dejadlo indicado en "Notas de juego".
A) Norte; El bosque lo oculta todo, así que no sabéis qué puede haber más allá.
B) Este; El bosque lo oculta todo, así que no sabéis qué puede haber más allá.
C) Sur; El bosque lo oculta todo, así que no sabéis qué puede haber más allá.
D) Oeste; El bosque lo oculta todo, así que no sabéis qué puede haber más allá.
-Un gusto, Rintaro, London, Oddy, Sombra- saluda mencionando los nombres de todos, como pasando lista mientras asiente con la cabeza al saludar a cada uno nuevamente. Entonces London decidió dar unas órdenes a su pequeño compañero tipo planta y parece ser una decisión más que inteligente, pues por un momento pensó en pedir a Helen hacer un reconocimiento aéreo, pero hacerlo así era aparentemente más seguro y así quedaba Helen libre para hacer sus labores de vigía aérea.
-Parece que Oddy ya tiene una idea de hacia donde debemos ir primero, no podemos quedarnos aquí para siempre. Espero no les moleste que vaya delante, no conozco la zona pero tengo algo de experiencia- Dice a los dos jóvenes señalando el emblema de guarda de la Zona safari si su gorra mientras les regala una sonrisa amigable, Franek esperaba que esa seguridad al hablar funcionara como bálsamo en tan peculiar situación.
-Helen, por favor vigila la retaguardia desde la altura de la copa de los árboles, y si ves algo extraño baja de inmediato con nosotros sin hacer ruido- Ordenó Frenek a su Flygon mientras le acariciaba debajo del cuello y la despedía antes que se fuese levitando -Cuídate mucho-
Entonces Franek comenzó a guiar por primera vez en un camino completamente desconocido, pero sabía muy bien que alguien tenía que hacerlo; si había una forma de llegar ahí, seguramente habrá una de salir.
Comienzo a dirigirme hacia el Norte.
Si alguno de los otros decide no seguirme, me quedo al borde esperando antes de hacer cualquier cosa.
Rintaro sale corriendo detrás de Fran con la esperanza de que encuentren un camino que les saque al menos del bosque, él quisiera volver a casa, pero no antes de explorar esté extraño lugar, talvez hay pokemon desconocidos, y lugares maravillosos, todo eso es mejor que volver a pueblo Lavanda al aniversario décimo de la muerte de sus padres.
-wow no había notado que eras guardia en la zona safari, solo he ido en una única ocasión, pero estuve muy poco tiempo ¿Hay muchos pokemon allí?- intento entablar conversación para olvidar en que sitio estaban y le hizo señales a Sombra para que viniera también.
London esbozó una incipiente sonrisa al ver que su idea era bien aceptada. Tampoco se había percatado de que Franek era guarda de la zona safari, pero eso le alivió bastante. Tomó a Oddy en brazos nuevamente y comenzó a caminar detrás de los otros dos, mientras observaba el paisaje.
- Es bueno saber que contamos con un guarda silvestre. Creo que hay una buena posibilidad de que encontremos cosas interesantes y algún poblado -comentó con tranquilidad.
Confiaba mucho en la experiencia del otro, porque era un profesional, al igual que ella en el campo de la ciencia, y ambos debían encargarse de cuidar bien de Rintaro y los pokemón. Precisamente se fijó en sombra y en Helen. Ambos parecían igual de confiables que Oddy.
- Yo soy pasante científica y también frecuento lugares silvestres de cuando en cuando, así que esforcémonos por cuidar de nuestros amigos y salir de aquí con agradables experiencias. Por cierto... si alguno resulta herido o algo parecido, avísenme de inmediato. Puedo ayudar con eso.