Partida Rol por web

Ríntaro y Franek junto a sus pokémon subieron a lo alto de la montaña tratando de no quitar ojo de las sombras de los pokémon que veían. Ambas criaturas estaban iluminadas bajo las luces de las estrellas y no tardaron en llegar a una distancia prudencial.

Allí reconocieron un par de figuras. Uno de ellos debía de ser Monorme, solo que su tamaño era el doble que antes y ahora poseía 6 brazos en lugar de dos, además de sus dos patas. También le recubría un extraño brillo morado. Bajo uno de los brazos llevaba la unión de todos los meteoritos que le habían dado.

Junto a él y gravemente herido estaba otro pokémon, tirado en el suelo y con muchos moratones y sangrando por la boca. La escena era bastante horrible.

El pokémon tenía apariencia humana, era del mismo tamaño que el Monorme que habían conocido, y tenía alas, cola y unas prominentes orejas. Su pelaje era de color marrón claro con manchas blancas y negras. Estaba tirada en el suelo, con las alas rotas, la cola magullada y un ojo morado.

Ver esta escena no le gustó mucho al chico, esa pokemon se veía bastante mal herida y había que actuar rápido, pero el mono podía ser peligroso, susurro a su compañero -¿Fran, que deberíamos hacer?- en el rostro del chico podía verse el brillo de quien quiere iniciar la batalla, no podía permitir esta injusticia.

Recordando que la pokemon era de tipo Psiquico y que según el mono estaba espiando sus mentes pensó en “¿Cómo podemos ayudarte?”

-Shh, bájale el volumen a la radio, lo suficiente como para escuchar pero no para delatarnos- Dijo Franek al ver a lo que parecía ser Monorme en modo Gigantamax o lo que fuera, tenía tiempo sin ver combates de la liga y sabía que existía algo así pero nunca lo había visto en persona.

-Realmente dudo que nos podamos enfrentar a Monorme en ese estado, quizás si estuvieramos todos, y juntos podríamos hacer algo, pero... Ya se! Tengo una idea, mira-

Franek Saca de su cinturón una pokébal estilo camuflaje militar, era una Safari-Ball que solía cargar como amuleto, ya que no era un entrenador ni estaba acostumbrado a la idea de ir atrapando pokémon por ahí.

-Es ilegal usarla fuera de la zona Safari, pero la utilizaré según el código Ranger, también tengo un Max Revivir. Quizás si nos escabullimos lo suficientemente cerca para utilizarla y capturarla, y haces que sombra rescate a la pokéball podremos escapar volando si es necesario, pero la idea es que Monorme no nos vea-

Entonces Franek comenzó a buscar con la mirada algún pasaje que pudiera usar entre la estructura del pico y acercarse hasta la pokémon psiquico. Que claro, no había seguridad de que lo fuera.

El chico le muestra a Fran tres pokeball y dos pociones -Yo tengo esto, no sé si pueda ser de ayuda- le susurra y se queda esperando instrucciones.

Franek asiente una sola vez al ver las pokeball de Rintaro y le sonríe mostrando algo de alegría sincera.

-Vamos, necesitamos acercarnos sin que nos vea Mega-Monorme-

La idea de Franek había sido de lo más brillante. "Ella" parecía estar gravemente herida y sin duda el culpable parecía haber sido el gigantesco Monorme, que efectivamente aquella unión de meteoritos parecía haberle dado una forma "Gigantamax". 

El pico de la montaña estaba repleto de rocas, agujeros y salientes, así que sería muy fácil esconderse para atraparla. Monorme aún no los había visto, pero en cuanto lanzasen el objeto se delatarían. Así que, Helen y Sombra podrían hacer de distracción para atrapar a Ella en la safari ball o las pokéball de Ríntaro y escapar de allí volando a lomos del pokémon de Rïntaro.

- No es mala idea lo que estáis pensando. Me dejaré atrapar, pero no os obedeceré. Si me rescatáis y huimos, podremos hablar. Le dijo telepáticamente al muchacho.

Ya una vez cerca y escondidos era imposible lanzar una pokeball sin que los viesen y ahí se le ocurrió una idea nueva a Franek. 

-Oye, haré que Helen Lance una avalancha en dirección opuesta a nosotros para llamar la atención de Monorme, intenta atrapar a la Grifona tan pronto como se aleje y luego te escondes nuevamente. Si todo falla, nos vamos volando. ¿Listo para tu primer pokémon?-

Dijo susurrando al pequeño novato esperando que este listo para dar la orden a Helen, un desprendimiento de rocas es de lo más común en las montañas, y más después de un combate entre pokémon tan grandes. Y una vez Rintaro de la señal que está listo, ordena a su Flygon. 

-Helen, usa avalancha contra esa pendiente a espaldas de Monorme-

Dijo señalando a la pared de la montaña que estaba más alejados de ellos

Ríntaro se había quedado paralizado al ver toda aquella situación e incapaz de reaccionar no pudo seguir el plan de Franek. Aún así, el explorador decidió pedirle a Helen que crease una avalancha que sirviera de distracción. Y eso hizo.

Un montón de gigantescas piedras hicieron temblar la montaña provocando fuertes temblores y una gran caída de rocas por la ladera. Monorme no pudo evitar distraerse y mirar hacia el origen de las rocas e incluso dio unos pasos hacia atrás para ver de qué se trataba aquél suceso.

Era el momento de atrapar a "Ella". Necesitaban esos segundos de distracción para que el plan resultase o no vivirían para contarlo. 

Franek dudó un solo segundo entre empujar a Rintaro o hacerlo el, pero como profesional que era entendía que habían quienes no podían reaccionar cuando debían, ya si su Safari ball no servía vería que tendría que hacer reaccionar a Rintaro así sea para salir de ahi.

Así pues sin hacer mucho ruido Franek aprovechó el ruido de la avalancha y dando paso al frente arrojó su Safari Ball de la suerte, que sabía que no tenía nada de especial, solo le gustaba andar con una en el bolsillo para recordar donde evoca su dedicación. Entonces cruzó los dedos mentalmente mientras rogaba que no se les hubiera ocurrido implementar gps o un chip para que solo puedan ser usadas en la zona safari, y obvio, sirviesen para atrapar un ser tan grande como esa grifo. 

Monorme se dio cuenta de la distracción que Franek y Ríntaro habían tratado de hacer. Así fue como vio a Sombra y a Ríntaro escondidos y se abalanzó sobre ellos. Con una mano agarró al pequeño muchacho y con la otra a Sombra. Ni dudarlo ni un solo segundo, el aún más gigantesco pokémon se metió al pequeño muchacho en la boca y con la otra mano apretó al fantasma hasta que lo redujo a humo.

Franek miró atónito lo que acababa de ocurrir, Ríntaro acababa de morir delante de sus propios ojos. Por suerte, había logrado salvar a Ella y Helen estaba preparada para usar "vuelo" y escapar de allí antes de que fuese demasiado tarde.

Franek abrió los ojos como platos pero mantuvo la boca cerrada, quería proteger al niño a toda costa, era su primera salida al mundo como entrenador y quería ser el primer escalón en su futuro, ver aquella escena hizo que a franek le diera una fuerte punzada en el pecho como si le hubiesen roto el corazón directamente a él. 

Sin ver mucho más la escena, solo con confirmar la muerte del muchacho era suficiente, se montó al lomo de Helen, sabía que debía alertar a todos de que Monorme definitivamente no era amigo se tocó los bolsillos revisando si por inercia antes de separarse del pequeño hubiera agarrado el walkie talkie, todo fue muy traumático y realmente no le importaba que había hecho y que no, sólo sabía lo que debía hacer. Reunirse con Pietro y de vuelta a la cueva con los demás. 

-Helen, utiliza Vuelo y sácanos cuanto antes de aquí sin que nos vea Monorme, a la falda del pico, ya-

Le susurró con voz firme al oído, era el tono de voz que usaba en el trabajo, para darle a entender a su flygon que no era un paseo, sino trabajo. Tan pronto como se alejen, se coloca sus gafas protectoras para cuidarse del polvo mientras vuelan y así buscar con la vista a Pietro, hay que alertarlo de Monorme.