¡Volvían! Eso alegró mucho a Pittien, y al escuchar a Alina, me alegré muchísimo de que hubieran encontrado un refugio, y además, tan sumamente preparado, listo, limpio... La verdad, se sonrió diciendose que habían hecho bien en preparar comida para llevar. Aunque en principio el huerto estaría siempre ahi... tendrían algo que comer en caso de emergencia.
- ¡Qué alegría veros de vuelta y que estéis bien! ¡Alucino con esa cueva! Genial, genial, aquí hemos preparado varios packs de frutos para llevarnos, están en aquellos palos pinchados, para poder transportarlos mejor. Genial, genial. Pero es raro, ¿no? Deseamos comida, y apareció este sitio, deseamos refugio, y esa cueva con 6 camas. Mucha casualidad...
Luego habló con Ditto, y le dijo: - Venga, amigo, transfórmate en algo para ir hasta esa cueva, y allí podremos descansar, comer, y pensar un plan. Volveremos a casa, seguro.
- Para conseguir madera hay que ir más lejos. Yo tengo una bicicleta, tal vez pueda adelantarme con más rapidez para poder coger algo de madera. Sino... si hace frío lo vamos a pasar mal. - Pietro suspiró cuando terminó de hablar y acarició a Scizor.
- ¿Qué tal os ha ido? - preguntó a Alina.
Con un sereno caminar Alabaster llegó donde se había reunido el grupo. Miraba asombrado por la cantidad de comida recolectada y asumía que Pietro estaba en busca de leña para poder prender una fogata cuando fuese necesario.
En silencio el monje asintió a cada palabra que Alina pronunciaba, al contrario que su compañera este no se mostraba tan entusiasmado, es más se le veía un tanto decaído, pero tal vez sea el cansancio de toda esta situación, ni siquiera él lo sabía con certeza.
-Genial, genial. Pero es raro, ¿no? Deseamos comida, y apareció este sitio, deseamos refugio, y esa cueva con 6 camas. Mucha casualidad... -
Tras las palabras de Pittien, Alabaster no pudo seguir tragándose sus palabras y de inmediato se incorporó a la conversación: -¡Exacto! Las coincidencias son demasiadas y esto ya ha comenzado a fastidiarme un poco. No tenemos respuesta alguna a todo esto y nuestra situación...- Señaló un poco alterado. -Y nuestra situación...- Volvió a repetir pero ahora con un tono mucho más sereno, pero de un momento a otro guardó silencio dejando su frase inconclusa.
En aquel instante el monje se dio cuenta de sus dichos, miró a sus compañeros con remordimiento y de inmediato se disculpó: -Lo lamento.- En ningún momento quería bajar la moral del grupo, mucho menos tras todos los intentos de los demás por llevar esto de la mejor forma posible.
-La cueva que encontramos queda en esa dirección.- Dijo, mientras señalaba el Este. -En la ladera de aquella montaña se encuentra el refugio. Allí hay exactamente seis camas con seis nichos para cada Pokémon.- Le fue imposible no añadir: -Es más no me extrañaría que todo fuese a medida.- Bromeó.
No añadió nada más y guardó silencio. Cabizbajo, por primera vez, comenzó a notar la diferencia de edad que tenían todos los demás, intentaba buscar una respuesta a su comportamiento y tal vez su inmadurez le jugó una mala pasada. Todavía se sentía frustrado por encontrarse en la situación en la que estaban.
La labor de recolectar la fruta y buscar algo que les sirviese de leña, esto último de forma infructuosa, les dio el tiempo suficiente a los demás para volver de su búsqueda.
Alina parecía entusiasmada con lo que contaba, los demás parecían entre sorprendidos y escépticos. Ashley sonrió y le dio unas palmaditas en el hombro a la joven. -Bien hecho- felicitó. -Puede que sea alguna especie de hostal. Como sea, es mejor que pasar la noche a la intemperie. Si alguien llega pidiendo explicaciones, buscaremos cómo solucionarlo.
No parecía el mejor momento para ponerse quisquilloso o para buscarle tres pies al gato. Buscaban dónde pasar la noche y habían encontrado aquello. Era una gran oportunidad. Quizás allí encontrasen más respuestas acerca del lugar en el que se encontraban. -Quién sabe. Igual esos meteoritos eran un reclamo turístico- se encogió de hombros y soltó una carcajada por su propia broma.
Edit: Voto ir hacia donde esté la cueva con las camas ^^
-¡Exacto! Las coincidencias son demasiadas y esto ya ha comenzado a fastidiarme un poco. No tenemos respuesta alguna a todo esto y nuestra situación
- Efectivamente, veo demasiadas coindidencias. Aquí no hay leña, pero si Pietro hubiera ido en la dirección contraria a la vuestra, buscando leña, ahora tendríamos unos cuantos haces, estoy seguro.
Pittien se sonrió ante la idea de que aquello fuera un reclamo turístico, desde luego, si lo era, era uno más bien muy imperativo, les había mandado hacerlo todo... y lo peor, no sabían dónde estaban. Empezó a echar de menos el poder estar en su casa, en la excavación con su padre, o incluso, volver a la Universidad. Aquello le empezaba a angustiar.
-Entonces, ¿vamos al este? Pietro, miraremos si hay leña por el camino, o si no desde ahí.
Mi voto es ir al ESTE, toda vez que los demás lo aprueben ya.
Alina sonrió más confiada a Pietro, el señor que al principio le había dado tanto miedo:
- ¡Muy bien porque hemos encontrado justo lo que necesitábamos!
Escuchó sin embargo un poco más preocupada a Alabaster, había conseguido tranquilizarse en el camino de vuelta sobre las palabras de Miki sin embargo parecía que era un pensamiento general y eso le afectaba al optimismo. Por suerte Ashley parecía más animada y apartó el nubarrón de su mente, aquella broma le sacó una risa.
-Entonces, ¿vamos al este? Pietro, miraremos si hay leña por el camino, o si no desde ahí.
- ¡Sí, vámonos! -dijo con energía, justo después le echó un vistazo a Alabaster y acercándose le dio un tironcito en la manga intentando animarlo- Tranquilo, ya verás cómo saldremos de aquí. ¡Voy a hacer lo posible por llegar a tiempo a mis exámenes de recuperación!
Hacia la cueva también(este).
Aquel lugar era enorme, cualquier que se hubiese criado en una granja nunca antes había visto el tamaño de uno igual. Todo estaba repleto de verduras, arbustos y árboles frutales grandes, frondosos y sobre todo apetitosos.
El problema es que ninguno de los presentes reconoció ninguna de las variedades que había ahí. Todo tenía muy buena pinta pero sus formas y colores eran muy extravagantes.
En dirección noroeste pudo ver una enorme silueta que descendía por la ladera del volcán. No fue capaz de distinguirlo bien, pero parecía una persona. Aunque si la veía desde allí, aquello significaba que se tenía que tratar de un gigante, porque por lo menos tendría que medir 5 metros o más.
Os dejo aquí las posibles direcciones que podéis tomar. Si decidí una, dejadlo indicado en "Notas de juego". Si no lo ponéis en notas, no tengo claro si estáis solo hablando o si de verdad queréis dirigiros en esa dirección, así que, por favor indicadlo.
A) Norte, más pradera
B) Este, río
C) De vuelta a la pradera y el río
D) Ladera del volcán
Pietro echó la pierna al suelo para contemplar el huerto. Intentó encontrar similitudes entre lo que habían vivido antes y lo que veía ahora. Aprovechó para echar mano de un par de frutos. Le dio uno a Scizor y él se comió uno. Lo saboreó y guardó un fruto más en su mochila.
Echó un vistazo a su alrededor y se quedó extrañado cuando vio lo que se precipitaba desde el volcán. Su instinto aventurero le mandaba acudir con presteza hacia allí pero su nostalgia le hacía querer seguir hacia el este pues ese era el camino que había seguido antes con el grupo.
No tardó en comprender que estaba dividido. Quería ir al este para encontrarles en la cueva pero también quería ver qué diantres era aquello que bajaba del volcán. Miró a Scizor tratando de encontrar respuestas en su compañero.
- ¿Qué hacemos amigo mío? - preguntó en voz alta. Acarició a su amigo y suspiró varias veces. Quería encontrarse con el grupo anterior... pero tenía que investigar aquello del volcán. Además, quien sabía, tal vez el resto lo viera también y se encaminaran hacia allí.
Se subió de nuevo en la bicicleta y pedaleó hacia la ladera del volcán.
Opción D - A la ladera del volcán.
Aquel lugar era enorme, cualquier que se hubiese criado en una granja nunca antes había visto el tamaño de uno igual. Todo estaba repleto de verduras, arbustos y árboles frutales grandes, frondosos y sobre todo apetitosos.
El problema es que ninguno de los presentes reconoció ninguna de las variedades que había ahí. Todo tenía muy buena pinta pero sus formas y colores eran muy extravagantes.
Direcciones posibles:
a) Norte: Llanura?
b) Este: Llanura?
c) Sur: Desierto
d) Oeste: Centro del volcán
Sus ojos brillaron al ver este lugar, cada parte de este planeta le sorprendía, aun las cosas que hay en su mundo son tan diferentes en este.
Dirigiéndose al gran mono dijo -¿Sabes si las frutas son todas comestibles? ¿O hay alguna venenosa?- aun sentía el hambre, ya habían pasado muchas horas desde que comió y sus últimas raciones ya las había gastado, se suponía que ahora estuviera en casa, pero prefería este lugar aun con hambre que volver a casa.
Hoku volvió a quedarse alucinando con el lugar. Si Monorme era el creador de esta tierra sin duda su imaginación era inmensa.
Las ganas por coger algún fruto y llevárselo a la boca no hacían mas que aumentar según avanzaban por el lugar, el hambre ya empezaba a apretar. Justo cuando Hoku estaba apunto de agarrar una fruta para arrancarla del árbol y llevársela a la boca, Rintaro lanzó una pregunta muy interesante al mono.
El luchador escondió el brazo como si de un resorte se tratara y se irguió como un palo por la vergüenza, esperaba que no le hubieran visto. Muy bien pequeño, así me gusta, que seas cauteloso. Felicitó al niño. Franek le había encargado cuidar de Rintaro, pero quizás el encargo debiera haber sido al revés...
Monorme miró extrañado el huerto en el que se hallaban y negó ante la pregunta de Ríntaro. La verdad que no había visto este lugar en mi vida. Esto no estaba antes aquí... El pokémon estaba muy sorprendido con aquel lugar. La verdad, no sé si serán comestibles o no, pero desde luego parecen bayas y frutos de aquí, no tendrían que ser peligrosos. Solo puedo deciros que esto no estaba antes aquí.
- La cueva estaba al este - comentó Pietro recordando el huerto de la vez anterior.
- Cuando llegamos la primera vez los pokémons los examinaron y no parecían peligrosos. Aparecieron después de decir que teníamos hambre. Y en la cueva aparecieron unas camas después de decir que teníamos sueño.. - comentó - ¿A vosotros os ha pasado algo similar? - preguntó interesado.
- Vayamos al este si queréis, así veremos si mis anteriores compañeros siguen en la cueva o se han marchado en busca de algún otro destino... pero nos daba la sensación de que este lugar escuchaba lo que pedías y te lo daba - miró al monorme - ¿Puede ser?
Este
El chico tomo algunas bayas para él y su compañera -No, realmente no me ha pasado nada parecido, no sé si a Hoku le paso algo así, ya que Fran y yo nos encontramos a Max y a Hoku al rato de llegar a este mundo- miro a Hoku de forma interrogativa y se alisto para continuar el viaje a la cueva.
Me dirijo a la cueva si todos se dirigen hacia ese lugar.
Aquel lugar era enorme, cualquier que se hubiese criado en una granja nunca antes había visto el tamaño de uno igual. Todo estaba repleto de verduras, arbustos y árboles frutales grandes, frondosos y sobre todo apetitosos.
El problema es Franek no reconoció ninguna de las variedades que había ahí. Todo tenía muy buena pinta pero sus formas y colores eran muy extravagantes.
Direcciones posibles:
a) Norte: Llanura
b) Este: Columna de humo
c) Sur: Desierto
d) Oeste: Centro del volcán
Solo por curiosidad, y casi por inercia, Frank se acercó para ver con más detalles el fruto de aquellos huertos, más que nada para sentir el aroma que puedan emitir y tratar de deducir si tenían características que den indicios de toxicidad.
La verdad no tenía con que compararlo, no es como si pudiese decir que parecía un pimiento o una mazorca... en fin, parecia un lugar cultivado o al menos cuidado por alguien o algo, y si ahí estaban reunidos todos era probable que ya todos hubieran probado si esos alimentos serían comestibles, era necesario abastecerse pues no sabrían cuanto tiempo estarían ahí en ese lugar.
Abusando un poco de la confianza y de que había tanto alimento por cosechar, Franek agarró un par de cada cosa que pudiera agarrar, más que nada por si luego no tenia oportunidad y al menos tendría para alguna emergencia más tarde, un par, pensando solo en el y en Helen, que tampoco podía cargar tanto peso encima; además ni siquiera tenía la certeza que se pudieran comer después.
Entonces Franek continuó su camino en dirección a la columna de humo donde esperaba que pudiese estar el resto.
Master, no recuerdo la dirección del humo, pero voy en esa coordenada :c
Depende de la variedad y la cantidad que pueda cargar, agarro un par de cada fruto que vea ahí cerca sin moverme mucho. Ya me dirás si es necesario ponerlo en inventario y en que cantidad porfa.