Después Ella habló con intención de que no culpasen a Monorme de lo que había sucedido y decidió responder a Pittien y a Alina sobre el tema de los fragmentos. En cuanto cojáis uno de ellos, os enviaré de nuevo al lugar del que procedéis. Estaréis en el mismo sitio donde lo encontrasteis, como si no hubiera pasado el tiempo. Recordaréis la aventura vivida aquí, pero todo volverá a ser como era antes.
De todas maneras, me gustaría que lo guardáseis, habéis ayudado mucho a este mundo, y si lo vieseis brillar sería porque os necesitamos de nuevo. El meteorito hará de teletransportador, si brilla es porque os estaré llamando, pero también es cierto que podréis venir de visita cuando queráis, para ayudarnos a mejorar este mundo. Esta vez prometo no raptaros, podéis hacerlo por voluntad propia siempre que queráis. Dijo mostrando una sonrisa en su cara de mujer. Y por supuesto que aceptamos sugerencias. Le dijo a Joy que aún parecía querer tener ganas de ayudar.
Franek que nunca tuvo intenciones de atrapar pokémon de ese mundo, entendió por primera vez en su vida uno de los motivos por los cuales entrenadores alrededor del mundo atrapa an pokémon legendarios. Es cierto que muchos lo hacían por ser más fuertes, pero Franek no pudo evitar sentir algo de alivio al tener aún en su posesión esa SafariBall, que si lo apunta a la grifona seguro la encierra ahí.
Sentado en el suelo, recompuesto un poco del dolor pero aún con la sensación de torcedura decidió no ponerse en pie aún, escuchó las disculpas de Monorme y le parecieron sumamente vacías, había un rencor en su corazón que no sería deshecho tan fácilmente; y la confianza en Ella tampoco era fácil de conseguir, no quería pensar porque sabía que ella podría leerle la mente, pero no pudo evitar sentir que desde que derrotaron a Monorme, ella lo estuviese controlando con sus poderes psíquicos, y apenas lo pensó, su mano fue instintivamente a sujetar la SafariBall en su cinturón, dándose cuenta que efectivamente les tenía miedo.
Si rostro inexpresivo era incapaz de demostrar todo el desagrado y enojo que sentía, pero aún así, era posible ver una mueca que demostraba inconformidad con el resultado.
"..."
Esperó que Helen le entregase el trozo de meteorito, quizás salir de ahí cuanto antes era lo mejor.
-Todo... ¿cómo antes? - Dijo Pitt, pensando en todo lo que había terminado pasando en el último año, las discusiones con su padre, y lo que le esperaba en el exterior. Tenía bastantes dudas de lo que decía Monorme, y bastantes menos de lo que decía Ella, pero de pronto sentía ganas de conocer más cosas, de volver a hacer algo con Ditto que mereciera la pena. Se habían unido más, pero no sabía si al volver podría mantener ese valor, esa sensación de ser capaz que había sentido cuando había dicho Ella que era elegidos.
- Este, este mundo, ¿Se conectará de algún otro modo? Los diferentes mundos, territorios... ¿pueden tener conexiones, como las Ruinas Alpha, o algunos otros lugares? ¿Otros pokémon creadores pueden contactar con vosotros? Tendría, tendría tantas preguntas. - El lado documental de Anaryenel, heredado de su padre, salía, viendo todos los complejos detalles que a partir de ahora deseaba perseguir por todo su propio mundo, que llevasen a las pistas de su creación, como había visto parte de la creación de este. Héroes, pokémons legendarios, lugares cambiantes, etc. Había tantas cosas extrañas, que quería saberlas.
Miki se tapó la boca con las manos escandalizada.Técnicamente no se habían dado detalles de cómo había ocurrido, pero era suficiente como para no perdonar a Monorme por lo que les había hecho.
-Todo se ha hecho de forma muy... improcedente, y se han perdido vidas. No puedo aprobar de ninguna manera lo que ha ocurrido aquí -dijo de forma extrañamente burocrática, quizás llevada por el nerviosismo-. Bueno, sí que tengo una sugerencia: leyes que permitan que individuos como Monorme paguen por lo que han hecho y se reformen para que se reinserten en la sociedad.
Nada más decir aquellas palabras, Miki inmediatamente se dio cuenta de lo ridícula que había sonado, pero a fin de cuentas estaba dialogando con dos pokémon legendarios en una dimensión desconocida; podía permitirse decir sinsentidos llevados por el estrés de la situación. Se limitó a quedarse de brazos cruzados visiblemente enfadada y nerviosa, esperando a recibir su fragmento de meteorito.
Hoku no pudo evitar entristecerse al descubrir lo que realmente había ocurrido con Rintaro, era tan pequeño...
Miró a Monorme y no sabía que sentir por él, pena, rabia, ira, lo que estaba claro es que no le agradaba. Su historia al principio fue graciosa y agradable, pero es imposible olvidar todo lo pasado y perdonarlo tan rápidamente. Espero que hayas aprendido una lección Traimono. Le dijo volviendo a bautizarlo con un nuevo apodo que hacía referencia a su traición.
Por otro lado, la explicación de Ella también despertó en el luchador sentimientos encontrados. Por un lado le gustaría romper con lo ocurrido para siempre y no llevarse el meteorito como recuerdo, pero por otro, aquel mundo le había fascinado, aquellos paisajes tan llamativos eran algo que difícilmente podría olvidar y quien sabe si más adelante, en algún otro momento de su vida, reuniría las fuerzas suficientes para que volver a disfrutarlos. Desde luego ese modus operandi es bastante más correcto. Le dijo a la Grifona.
Alina se llevó las manos al pecho muy entristecida por lo ocurrido con su compañero, así que con los ojos llorosos asintió dándole completamente la razón a la agente Azuma. No obstante y a pesar de todo lo ocurrido, seguían requiriendo su ayuda y si algo se le daba bien a la estudiante a enfermera, eso era ayudar.
- Sería interesante cuestionarse todo lo que dice Pittien, sería una ayuda al desarrollo de este nuevo mundo. Yo estoy dispuesta a ofrecer mi ayuda en todo lo que pueda, aunque esta pueda ser limitada, así que debería haber alguien como Miki para asegurarse de que todo funcione y establecer unas normas de orden para la convivencia. Este mundo puede ser mucho mejor si todos ponemos de nuestra parte -miró especialmente a Monorme, como si en el fondo fuese todo una ligera reprimenda, a pesar de la dolorosa situación y luego dirigiéndose hacia la Grifona añadió-. Cuenta con Daisy y conmigo para un futuro.
Recolocando el lacito a su chansey sonrió y dándole un besito en la coronilla se acercó para recoger su pedazo de meteorito, pero antes levantó la vista hacia sus compañeros.
- Yo... me gustaría mantener el contacto con todos vosotros, habéis sido un encanto y os voy a echar un poquito de menos cuando vuelva a Ciudad Porcelana.
- Eso escapa de mi conocimeinto... le contestó a Pittien, pero quizá así empiezan las "nuevas regiones" que aparecen en vuestro mundo. Quizá hayáis visto como se forma una nueva región y cuando está completa se transporta a vuestro mundo y por eso "aparece" o se "descubre" un nuevo lugar. Algo tiene que funcionar así, porque si no, ¿cómo es posible que cada Xs años aparezcan nuevas regiones en vuestro mundo? Ella lanzó aquellas preguntas al aire sin darlas verdadera respuesta. Estaba elucubrando pues tampoco sabía si aquello era cierto o simplemente Arceus los había puesto ahí por cualquier otra razón.
Después miró a Miki, quizá tú puedas ayudarnos a cumplir esas normas de las que hablas, dijo mientras le tendía uno de los fragmentos y luego le daba otro a Miki. Solo puedo repetir "perdón" y daros de nuevos las gracias. Dijo al terminar de darle los meteoritos al resto.
Ahora podéis marcharos, solo pensad en vuestro hogar y volveréis al punto de donde vinisteis.
Franek, aun con la pierna entumecida, solo quería salir de ahí cuanto antes, su sentido de responsabilidad con aquel lugar se había convertido en una carga, asegurarse de que no sea un peligro para otros aventureros como Rintaro no corrieran con la misma suerte, decidido a volver pero esta vez más preparado, y en su mente, sintiendo que tenía que ser guarda también de dicho lugar, pero este no era el momento, tenía la ira demasiado en caliente contra Monorme por todo lo que hizo.
-yo me voy entonces, pero volveré para asegurarme de que nada se vuelva a salir de control-
Dijo esto último observando fijamente a Monorme, y complementó lo siguiente con voz profesional:
-Tengo que buscar a los familiares de Rintaro, la incertidumbre de no tener noticias será peor que las malas noticias.-
Luego observó al resto y su mirada se ablandó un poco.
-Cualquier cosa que necesiten los demás, siempre pueden encontrarme en la zona safari de Kanto, o buscar contactarme con la red de Rangers preguntando por los Zarzycki-
Sin mirar más a los demás, pues no quería despedirse mostrando molestia con ellos, pero no podía poner cara alegre tampoco. Una vez se supo la verdad sobre Rintaro la culpa lo volvió a carcomer y mirar al restro al rostro le avergonzaba.
Así que por un lado sujetó la mano de Helen, y con la otra mano sujetó el trozo de meteorito, cerró los ojos recordando ese último momento en que lo tocó mientras los visitantes a la Zona Safari observaban atónitos lo sucedido y simplemente esperó.
Cuando Miki recogió el meteorito comenzó a sopesar las palabras de la pokémon. Quizás merecían el beneficio de la duda.
-Está bien, una vez en casa veré cómo podría realizaros un informe para que se establezca en este planeta una red de leyes y estatutos que garanticen los derechos humanos y pokémon.
Antes de pensar en regresar, tendría que despedirse del resto, con quienes había pasado un tiempo tan extraño como inolvidable en cierto modo. Juraría que muchos también eran de Johto, así que quizás lo tendrían fácil para volver a verse. Excepto por Alina y Hoku, que eran de Alola y Teselia respectivamente, pero seguro que algún encuentro internacional podrían arreglar entre todos
-Esto... me alegro de haberos conocido, si bien las condiciones han sido muy... ehm, adversas -comentó en voz alta, mirando a su alrededor-. Sada y yo vivimos en Ciudad Trigal, por si alguna vez pasáis por allí. En fin, esto, buena suerte.
Dicho esto, Miki comenzó a pensar en el último lugar en el que había estado antes de llegar a aquel misterioso planeta. Estaba... cerca de su coche, a las afueras de la ciudad, cuando el meteorito acababa de caer y había todo un grupo de curiosos. Ella se había acercado al cráter para examinarlo, y entonces ocurrió todo.
Hoku tomó su trozo de meteorito, agarró a Hulk por el hombro y se despidió con la mano y una gran sonrisa. Ha sido un placer conoceros, siempre seréis bien recibidos en Alola. Dijo a sus compañeros.
El gigantón pensó en su último momento antes de venir a este extraño lugar. Todos los recuerdos le llevaban a la fresca brisa de la noche que golpeaba su cara mientras corría con su compañero y le evitaba transpirar hasta empapar la camiseta. Echaba de menos entrenar, estaba deseando volver, despejar la mente y procesar todo lo que había pasado. Quizás entonces tendría ganas de volver de nuevo a este extraño lugar.
Sin duda estaba feliz por volver al fin a casa, pero también se puso un poco triste y sus ojos se tornaron vidriosos. Su viaje acababa ahí, podía haber sido confuso, agotador y lleno de contratiempos, pero también había sido toda una fantástica aventura. Una aventura agridulce, pero emocionante y había conseguido cosas que jamás hubiese imaginado, como ser valiente, por ejemplo.
Escuchó asintiendo a la Grifona sobre lo de la creación de regiones, tenía sentido y ojalá contribuir en esta. Deseaba que fuese bien, ella iba a poner todo de su parte cuando la necesitasen desde luego. Sonrió despidiéndose con la mano del responsable Franek, del grandullón y buen Hoku, de la incansable y justa Miki... Todos parecían tener prisa por volver. Claro, tenían responsabilidades más importantes que ella, que en el momento de la teletransportación solo estaba haciendo el tonto, paseándose mientras lamentaba haber suspendido el examen. ¡El examen! Pronto debería ponerse a estudiar para la recuperación pero de momento podía despedirse de todos.
- Gracias por todo chicos... espero que nos volvamos a ver muy pronto. Y cuando visitéis Teselia o Ciudad Porcelana, acordaos de mi, ¿vale?
Agarrando la patita de Daisy fue a acercarse a por su pedazo de meteorito, pero antes, se paró un momentito para darle un pequeño abrazo a Pittien.
- Estoy segurísima que lograrás ser un gran arqueólogo... ¡O puede que incluso un gran cartógrafo! -dijo riendo alegremente- ¡Hasta la próxima!
Y sin más dilación se acercó con su chansey, salvando los últimls pasos que le quedaban y recogió su pedazo de meteorito. Llevándose las manos al pecho y cerrando los ojos, recordó aquel momento del “Hypno de Oz” cuando Dorothy puede al fin volver a su casa. Así que como ella murmuró:
- Ho hay nada como el hogar, no hay nada como el hogar...
- Si, yo volveré. Creo que puedo aprender cosas aquí. Buscaré pistas en nuestro mundo, investigaré todos los antiguos lugares, todas las ruinas, todos los rincones, cada leyenda, y buscaré otros orígenes, otros héroes, otros lugares y sus pokémon generadores. Por Arceus que lo haré, y os buscaré, y anotaré todo aquí, en algún lugar. Haré la historia de este lugar, de verdad que si. - Dijo el joven, ilusionado de repente con la respuesta y las posibilidades que la Grifona daba con ella.
En la despedida de todos, fue asintiendo, y comentó: - Yo intentaré veros a todos, siempre he viajado mucho siguiendo a mi padre, y ahora, terminaré los estudios que él me hizo comenzar, para poder aplicarlos aquí y buscar pistas por todas las regiones. - Dijo, sonriendo a cada uno, con más seguridad de la que había tenido hasta ahora, y respondió al pequeño abrazo de Alina con cariño, agradeciendole al responder así su atención y todo lo que habían hablado y compartido. La verdad habían sido circunstancias adversas, pero al final, había aprendido mucho de todo aquello, y de todos ellos. - Gracias, chicos. Ahora soy mejor, esto, mejor persona, más consciente de todo.
- Luego fue a tocar el meteorito, pensando en la ladera de Arrecípolis dónde estabajusto antes de tocar el meteorito, mirando la noche estrellada mientras huía de sus responsabilidades. Ahora las enfrentaría.