Partida Rol por web

Cuando agarró el meteorito escuchó un fuerte chasquido, después una horrible sensación de vacío bajo los pies, como si cayera por un agujero eterno y de una profundidad incalculable para después oler un fuerte y desagradable aroma a azufre. La sensación había sido similar a los saltos que a veces pegaba al soñar.

Todo había sido muy raro. Excesivamente raro. No entendía nada. ¿Qué había pasado? Miró alrededor y después miró al cielo, no reconocía absolutamente nada. Sobre su cabeza había miles de estrellas, pero no era capaz de reconocerlas, también había un enorme planeta de color azul que podía apreciarse como se apreciaba la luna desde la ciudad de donde venía.

¿Acaso todo eso significaba que estaba en un planeta totalmente diferente?

¡No podía ser!

Esto me pasa por tocar lo que no debo.

Me recriminé a mi mismo mientras empezaba a preocuparme por dónde estaba. Que era un lugar totalmente diferente a casa resultaba obvio, pero si perdía la cabeza y me dejaba llevar por el pánico sin duda estaría perdido. ¡Y hablando de estar perdido! ¿qué les habrá pasado a los pokémon del lago? ¿acaso el impacto del meteorito también les ha hecho acabar aquí? Sin duda era una cuestión interesante por la que podría llegar a preocuparme en su debido momento, pero por ahora debía preocuparme por mi y por Zero.

- ¿Estás bien?

Le pregunté a mi compañero quien respondió con cierta preocupación a pesar de encontrarse ileso y, dado que entendía perfectamente el por qué, no insistí. Tras ello comencé a deshacerme de mi abrigo invernal, dado que no quería a sudar como so estuviera en una sauna, y una vez hube acabado eché un ojo a mi pokéradar.

Apagado.

No sabía si la teletransportación habría terminado por romperlo o si simplemente se habría sobrecargado temporalmente, pero por ahora no iba a poder usarlo.

- Al menos agua tenemos.

Le comenté al glalie por buscar el lado bueno de todo esto y no centrarme en lo negativo, porque de lo contrario seguro que jamás podría regresar. Si, regresar. Si había llegado hasta aquí debía haber una forma de volver, ¡aunque tuviera que capturar al mismísimo Palkia! O por lo menos de subsistir, a fin de cuentas esto parecía un bosque bastante normal y si el agua del río también se podía beber, entonces únicamente necesitaba encontrar algo para comer. Si no conseguía eso, salir de aquí sería la última de mis preocupaciones.

Zero se acercó a Max para saludarlo y rozar su enorme mejilla sobre el cuerpo de su compañero. El entrenador se había quitado el abrigo, pero cuando notó el gélido contacto de su pokémon se lo volvió a poner. 

El bosque en el que se encontraban era sumamente raro, la hierba del suelo era de color anaranjado, las hojas de los árboles rosáceas y sus troncos del color blanco de los huesos. Sin duda ese no era un lugar muy normal, y al mirar al cielo se disipaba cualquier duda. 

Al menos Zero estaba a su lado y no tenía que preocuparse, porque si se encontraba con cualquier peligro, él le protegería. El río que había cerca era totalmente cristalino, lo cuál implicaba que no había mucha contaminación en aquel lugar, por lo que era probable que no hubiera demasiados humanos cerca.

Teniendo el río como referencia, hubiera sido estúpido no seguir su curso. Ya no solo porque adentrarse en el bosque, sin ningún otro elemento de referencia, provocaría que terminara perdido antes o después, por eso las mejores opciones que disponía era recorrerlo camino a su desembocadura. Con suerte, o eso pensaba Max, terminarían encontrando algún rastro de civilización o algún que otro pokémon que viviera en un entorno más amable.

El bosque en el que se encontraban era sumamente raro, la hierba del suelo era de color anaranjado, las hojas de los árboles rosáceas y sus troncos del color blanco de los huesos. Sin duda ese no era un lugar muy normal, y al mirar al cielo se disipaba cualquier duda. 

Al menos sus pokémon estabna a su lado y no tenían de que preocuparse, porque si se encontraba con cualquier peligro, ellos les protegerían. El río que había cerca era totalmente cristalino, lo cuál implicaba que no había mucha contaminación en aquel lugar, por lo que era probable que no hubiera demasiados humanos cerca.

Rintaro se acercó al río y sumergió su mano en las aguas, estaba bastante sorprendido de lo cristiano que era.

-Mira sombra, el agua se ve bastante pura, ¿London o Franek habían visto un río así de cristalino?, Este mundo es extraño, parece inhabilitado, pero ¿habrán pokemon? Y si los hay ¿Serán de tipos raros nunca vistos?-

Toma agua entre sus manos para tomar un poco de la misma.

Aquello era inesperadamente hermoso. Tanto que la conmoción inicial comenzó a convertirse en asombro. Poco a poco London dejó de pensar en regresar a la civilización. La emoción de Rintaro se le estaba contagiando. Miró el agua, la cual Oddy estaba ansioso por probar. Dejó al pequeño Pokemón ir a esas aguas cristalinas. Confiaba en el criterio de su pequeño para saber qué agua era limpia y cuál no. 

- Esto es asombroso. Nunca me imaginé estar en un lugar así... y sin una libreta de apuntes. ¡Oh dios! Debo anotar en mi celular. 

Dijo, buscando entre la mochila su teléfono móvil. Necesitaba al menos registrar esto fotográficamente para luego escribir un informe científico sobre esto.

Franek llegó primero pues iba delante del grupo, pero al ver el entusiasmo de London y Rintaro prefirió cederles el paso para que admirasen el paisaje, estaba acostumbrado a permitir que los demás disfrutasen de la naturaleza mientras el se quedaba vigilante. Mientras tanto, aprovechó para observar el cauce del río y una duda cruzó su mente, duda que compartió con los demas:

-Oigan, ¿Creen que deberíamos ir río arriba, o río abajo? Ambas opciones son igual de buenas, las personas siempre se agrupan alrededor de los ríos. Yo votaría por ir río abajo, al menos así la caminata será más ligera si es que nos toca caminar varios kilometros-

Franek aprovecha lavarse la cara para refrescarse un poco. Al menos la sensación de calma no los altera, un grupo calmado funciona mejor en cualquier tipo de adversidad.

-Apoyo la idea de Fran, desde nuestro desconocimiento del lugar es igual su vamos rio arriba o rio abajo, pero ir rio abajo puede ser menos fatigante a futuro- hecho un buen vistazo a su alrededor y su rostro quedo fijo en aquel planeta o tal vez solo sea el satélite de este extraño mundo.

Y una idea llego a su cabeza, “¿Qué tal si este planeta está realmente inhabitado?, Pero sería raro que un planeta inhabitado tuviera plantas, al menos deberían haber Pokemon , ¿no?” recordó que traía con él 3 pokeball, llevándose su mano a donde la guardaba pensó “¿y si logro capturar un Pokemon desconocido?”

- También me parece buena idea... Fran -aún dudaba si tenían la confianza suficiente para llamarlo así- Pienso que debemos evitar malgastar energía. Al menos hasta que encontremos un lugar para refugiarnos y comer. Bien... vamos río abajo entonces. 

Había una buena posibilidad de que encontraran cosas río abajo. Por mientras, London intentó mirar la vegetación. Todas las plantas le resultaban extrañas, pero esperaba ver algo que pudiera servir para comer, porque no estaba segura de cuánto tiempo les tomaría encontrar algún asentamiento humano... si es que lo había.