Partida Rol por web

Aakesh escuchó a sus compañeros. Algunos se quedaban, otros se iban a ir, aunque no todos con los En´Ar. Era duro perder a Erika, pero también a los compañeros con quienes había compartido buenos y malos momentos.

No sabía que habia ocurrido en el puente, pero conociendo a Lightman podría ser cualquier cosa. Aún así la Excalibur no sería lo mismo sin él y se alegró de que se quedase, aunque tal vez su destino fuese otro. Si podía ser sometido a un consejo de guerra es que Lightman se había pasado de la raya, y eso mismo parecía pensar él.

-Me alegro que se quede Lightman. Ignoro que ha pasado pero espero que al final se solucione y quede en una mera anotación en su expediente. Aún tenemos que tocar un buen concierto ante la tripulación, y no conozco a nadie que pueda pilotar la Excalibur como usted.

Se aproximó a McCall, le miró fijamente y sonrió.

-Se queda en este universo pero se va de la Excalibur. Creo que al final echaré de menos sus comentarios y sus gritos, y no digamos sus suspiros al verme. La verdad, no entiendo que ha visto en mí, pero lo nuestro es imposible, estoy casado con la Flota y tengo por norma no liarme con nadie de la tripulación. Estoy seguro que con su don de gentes será un gran diplomático.

Acto seguido le da un abrazo

-No se me caliente, el abrazo es lo menos que podía hacer por usted

No había tenido mucho contacto con Unger así que la despedida fue breve con él

-Buena suerte señor Unger, no se olvide de nosotros

Se dirigió hacia la embajadora

-No he podido conocerla mucho embajadora, pero me hubiese gustado hablar más con usted, estoy seguro que hubiésemos tenido unas charlas enriquecedoras. Buena suerte.

Por último se despidió de nuevo de Erika y Sirril.

-Señor Sirril, a pesar de mis reticencias, ha demostrado ser un gran oficial y un gran vulcano. Buena suerte, y cuide de ella. Erika......

Le dio un abrazo y un beso en la mejilla

-Cuídate mucho preciosa, y no bajes la guardia. Siempre te daban por tu derecha porque bajabas demasiado el brazo, te lo dije muchas veces.

Tras despedirse brevemente del resto de miembros de la tripulación que se quedaban con los En´Ar, volvió a su puesto.

Espero que los En´Ar hayan escuchado mi petición

-Capitán, señor Jankoswki, ya que ambos se quedan y tienen pendiente un baile, no tienen ninguna excusa para venir a mis clases de bollywood, además, así podrán hacer pareja.

Sonrie de oreja a oreja

Luego del reencuentro de los tripulantes, las declaraciones de amor, las despedidas y las decisiones encontradas fueron los En´Ar quienes actuaron al enviar de regreso al mundo material a aquellos que optaron por regresar a la lucha, a la aventura y a todo aquello que representa la existencia mundana.

Johnny, Blake, Eduard, Aakesh y muchos tantos otros son los valientes en decidir volver a la existencia material, al cuadrante Alfa y de regreso al belicismo contra el Imperio Romulano. En definitiva tres cuartas partes de la tripulación regresa.

El regreso no es placentero, es caer en picado al mundo material y tratar de recuperar el control de sus cuerpos antes que el entorno acabe con ellos.

Y no es para menos, cuando la Excalibur con todos sus sistemas principales fuera de linea se halla en caída libre sobre Babel luego que el monstruo interdimensional fuera expulsado por las detonaciones de Tricobalto. Oportunamente los Romulanos, la única nave restante, también llevan el mismo destino. Ser atraídos sin perdón hacia el planeta por las fuerzas gravitatorias.

En tan poco tiempo y con todo en contra se ordena la evacuación de la tripulación en las pocas capsulas de escape que tiene la NX. También en la única lanzadera con capacidad de volar.

Al menos una docena de tripulantes, todos oficiales de la plana mayor, permanecieron hasta el ultimo momento tratando de mantener el poco control sobre la nave para dar tiempo a la tripulación en la evacuación. En cambio al ave de presa Romulana el destino le jugó una mala pasada al desintegrarse en el reingreso por llevar un angulo demasiado abrupto.

Finalmente la NX encuentra su descanso final entre las dunas de un valle de las altas cordilleras de Babel y el resto, de las capsulas y la lanzadera, no tarda en reunirse.

A partir de ese instante comienza la odisea de supervivencia de la tripulación de la NX-10 Excalibur, en un planeta inhóspito y abandonado por todos.