Erika tras descifrar el acertijo mientras espera nerviosa una respuesta de la Andoriana, descubre que es transportada hacia otro lugar mientras la tensión se incrementa. Ella está dispuesta a todo, ha dado su palabra en aquel camarote y no se irá sin el Oficial de Científico. 

Lo curioso es que al aparecer en aquel misterioso lugar, la Comodoro se encuentra con su phaser activado y en la clásica pose que todo ser puede dilucidar a simple vista. No le tiembla el pulso si debe disparar, pero ante la sorpresa y el subjetivo análisis de la situación, enarca una ceja mientras mantiene el arma apuntando al Vulcano. 

- Sirril. ¿Qué estás haciendo? -  pregunta directo, ya no caerá en el trapo otra vez. - Recuerda lo que me has dicho en el Camarote, no pienso irme sin tí pero ya sabes de que si debo disparar, lo haré... Tú mismo me lo has pedido y te di mi palabra. - afirma determinante, no le tiembla el pulso, mostrando la verdadera cara de Erika. 

Pero, si no vamos a huir, entonces no habría castigo, ¿verdad?   Entonces tenganlo por seguro, no vamos a huir.

Detengan a su ser de lava y dialoguemos.   Siempre podemos llegar a un acuerdo.*  

Digannos cual es su propósito, podríamos quizá ayudarlos.  

Sabemos del X'agroron, creador y destructor de vida.  Sabemos que coleccionan especies.  Sabemos que los romulanos capturaron a algunas de mis gentes, para con su energía psíquica mover esta máquina.  Y resolvimos bien su acertijo. 

 ¿Que más hay en este su viajar? 

¿Cual es su propósito en la vida?  ¿De donde vienen y a donde van?  ¿Lo saben?

¿Que quieren realmente?  En el fondo, fondo, verdaderamente.  ¿Cómo los podemos ayudar a alcanzarlo?  

Shirrazz sabía que el diálogo siempre rinde mejores frutos para ambas partes, inclusive entre enemigos.  En todo caso, si no habían visto a Sirril apunto de destruirlos, esto los distraería.  Por otro lado, probó el control mental del ser de lava.  Si fallaba el diálogo, trataría de detenerlo mentalmente, como seguro estos seres lo controlaban.   Sería un pulso psíquico, y la embajadora no era peso mosca en esto.

- No, si seremos el grupo arcoíris. Uno verde. Otra azul, uno morenos, y un oso marrón.

Apuntó presto para disparar, pero esperó si era posible que surgiera efecto alguno las palabras de la "Señora Pitufo".

 Retengo a Dientes De Sable, mientras dejo que Shirrazz dialogue con los seres. Si está equivocada con sus motivaciones, me temo que vamos a acabar siendo puré de bicho...

Sirril pensó el vulcano para si, llamandose a sí mismo.

Aquel no era un momento cualquiera, desde que se conecto a aquella pirámide nada fue igual para el vulcano, algo se desprendió de él para de igual forma acabar de complementarlo.

Ya no disfruto de las mismas cosas que antes, todo me sabe a poco y el conocimiento se ha convertido en una nueva droga... Nuestra droga.

Se que buscas lo mismo que yo, que ansias las mismas cosas, pero con la diferencia de que tu no te pones barreras sociales, culturales, morales o incluso fisicas... Pero hay una que no has podido romper todavía... Yo

Mientras su mente hablaba con su otro yo, podía sentir lo que alrededor sucedía... El equipo de asalto, la NX... Erika. Nuevamente todo parecía apunto de acabar ante los ojos del vulcano, sus pensamiento no pudo evitar pensar, recordar a aquella oficial de comunicaciones en pirámide donde ahora se encontraba Erika.

El mismo se mostró el camino, Sirril había sido capaz de teletransportar a Erika por lo que el también debía poder manipular su entorno como ya hizo antaño, pero aquella bestia no parecía ser fácilmente manipulable.

Ayudame volvió a decirse a sí mismo Ayudame a salvarlos, a controlar a esa bestia pues entre ambos seremos más fuertes.

Sirril sabía que pedirlo no sería suficiente, aunque fuese a si mismo conocía el precio que debía pagar... Ya lo hizo una vez pero aquella ocasión le resultaba más difícil, pues a diferencia de alguien que no tenía nada que perder la necesidad de conocimiento era más que una necesidad.

Si lo haces, si me ayudas te dejare salir, romperé la única barrera que te retiene.

Tras aquello Sirril comenzó a concentrarse poniendo todo su empeño en aquella bestia obligando a sus tentáculos a acabar con las naves romulanas.

El vulcano no abrió los ojos, concentrado en varios frentes simultáneamente. Su rostro mostraba señales de un debate interno y de su mente probablemente conectado a aquella esfera.

Desconectalos dijo con palabras entrecortada, Nuestra voz debe prevalecer sobre la suya...

La respiración de Sirril estaba acelerada

Y no dejes de apuntarme...

Erika se mantiene segura y ostenta una determinación que siempre estuvo allí presente. Más ahora que nunca, al ver que el Vulcano lleva consigo una batalla interna, una que la impulsa a sospechar de que el suceso nocturno ha sido parte de su "otro" yo u "otra" cara. 

-Resiste, puedes con ello. - afirma segura, aún con el phaser en la mano apuntando a Sirril. - No pienso bajar el arma, no cedas. Esto no tiene porqué saberse, aún así, debes superarlo. 

Tras decir aquello, permanece estática observando el entorno y a Sirril. Hasta que lo piensa claramente y obedece a la petición mientras se dirige a desconectar a los Aenar. 

El coloso de rosa ígnea detiene sus intenciones a pocos pasos del grupo, esperando ordenes no verbales de sus amos los seres incorpóreos. Shirrazz y los demás retroceden un par de pasos por el gran calor que desprende el ardiente golem.

- Al igual que los demás invasores ustedes también traen consigo objetos de destrucción a nuestro santuario y de igual manera vuestro propósito es la violencia. Para dialogar deberán abandonar cualquier objeto dañino e intención de agresividad. Solo entonces vuestra voz será estimada. -

La respuesta de los entes es definitiva, sin espacio para otras acciones.

El esfuerzo de Sirril por dominar la situación, y principalmente por mantener la lucha interna que amenaza con acabar con su voluntad termina por drenar sus energías, obligando al oficial a caer de rodillas al suelo dentro de la esfera. Aun así todavía se mantiene, extenuando su fuerza vital en favor del éxito de sus intenciones.

Cuando Erika se acerca a la esfera de energía psíquica nada puede hacer porque la poderosa energía que se concentra dentro de la esfera es suficiente para destruir su mente. Cada paso hacia el interior significa una jaqueca peor que la anterior, llegando a sangrar por la nariz y los oídos.
Los Aenar, que parecen un simple adorno de la maquinaria, quedan en manos de aquellos con habilidades psíquicas con la capacidad de cruzar la barrera de la esfera. En esta ocasión la comodoro no puede hacer nada sin poner su vida en peligro real de muerte.

Luego la esfera cambio ligeramente de color, pasando del violeta al morado, junto a un cambio abrupto de temperatura cuando el aire se vuelve gélido y el metal al contacto quema.

- No hace falta tanta degradación y humillación en presencia de la humana. Cedo el mando por un instante para que descubras cuan inexperto eres en este momento. Tal vez en cincuenta años te encuentres a mi altura. ¡Observa, esto es tu voluntad! - dijo la otra voz interior de Sirril.

Entonces una pared de la habitación se vuelve traslucida, permitiendo ver el exterior, el espacio circundante, la anomalía y la batalla de las naves.
En ese instante la Excalibur colisiona contra una de las naves romulanas, por fallo de navegación o por simple maniobra suicida. Ambas naves sufren grandes daños, brechas en sus cascos y explosiones por todas partes, solo que la única que mantiene el fuego es la NX al disparar nuevamente contra la otra ave de presa. En cambio el crucero Klingon mantiene su posición, alejados del combate y del monstruo espacial. Sus intenciones actuales son un misterio para Sirril y Erika.

Un daño anterior, en el casco de la Excalibur, causo la perdida del soporte vital en varias cubiertas y por consiguiente la expulsión al espacio de toda su atmósfera. Muchos tripulantes flotan en el frio vacío espacial junto a los escombros del combate.

Solo que al final ese dato no es relevante ante el accionar de X´agroron, cuando sus gigantescos tentáculos comienzan a moverse fuera del horizonte de sucesos en búsqueda de las diminutas naves que bailan a su alrededor.

- ¡Lo que usted ordene señor! - agrega, sarcásticamente, el otro Sirril cuando el monstruo comienza a atacar a los romulanos.

Un solo golpe de los tentáculos gigantes es suficiente para cortar por la mitad al ave de presa cuya posición es la mas alejada. La explosión de la misma es inmediata, sin opción de sobrevivientes cuando la nave queda reducida a polvo estelar.

El crucero Klingon tampoco es estúpido en su accionar. Por lo tanto realiza un giro cerrado y emprende la huida a toda marcha. Una cosa es batirse a duelo con los humanos y otra es luchar contra algo jamas visto.

Un segundo tentáculo golpea la otra nave romulana, aquella que momentos antes era embestida por la Excalibur. Su destrucción es instantánea y sus fragmentos impactan contra la NX al igual que la onda de choque por encontrarse al lado.

Los debilitados escudos de la nave humana nada pueden hacer contra el daño masivo y la falla sistemática de todos los sistemas de protección. La sección frontal del disco se parte a la mitad poco antes que falle la contención de anti materia del reactor.

La Excalibur corre la misma suerte que sus enemigos, siendo victimas del daño colateral por la destrucción de los romulanos. Su explosión sucede en un parpadeo, llevando consigo toda la tripulación al olvido.

Daño colateral

En un momento del combate la Excalibur colisiona contra una de las naves romulanas, por fallo de navegación o por simple maniobra suicida, solo que el resultado no importa. Ambas naves sufren grandes daños, brechas en sus cascos y explosiones por todas partes, solo que la única que mantiene el fuego es la NX al disparar nuevamente contra la otra ave de presa.

En cambio el crucero Klingon mantiene su posición, alejados del combate y del monstruo espacial. Sus intenciones actuales se mantienen bajo el velo de la paciencia.

Un daño anterior en el casco de la Excalibur, causo la posible perdida del soporte vital en varias cubiertas y por consiguiente la expulsión al espacio de toda su atmósfera. El resultado es que muchos tripulantes flotan en el frio vacío espacial junto a los escombros del combate.

Entonces X´agroron entra en acción cuando sus gigantescos tentáculos comienzan a moverse fuera del horizonte de sucesos en búsqueda de las diminutas naves que bailan a su alrededor. Tentaculos que buscan la destrucción...

Un solo golpe de los tentáculos gigantes es suficiente para cortar por la mitad al ave de presa cuya posición es la mas alejada. La explosión de la misma es inmediata, sin opción de sobrevivientes cuando la nave queda reducida a polvo estelar.

El crucero Klingon tampoco es estúpido en su accionar. Por lo tanto realiza un giro cerrado y emprende la huida a toda velocidad. Una cosa es batirse a duelo con los humanos y otra es luchar contra algo jamas visto y cuyos ataques sin imposibles de evadir.

Un segundo tentáculo golpea la otra nave romulana, aquella que momentos antes era embestida por la Excalibur. Su destrucción es instantánea y sus fragmentos impactan contra la NX al igual que la onda de choque por encontrarse al lado.

Los debilitados escudos de la nave humana nada pueden hacer contra el daño masivo y la falla sistemática de todos los sistemas de protección. La sección frontal del disco se parte a la mitad poco antes que falle la contención de anti materia del reactor.

Sin remedio corren la misma suerte que sus enemigos, siendo victimas del daño colateral por la destrucción de los romulanos. La consiguiente explosión de la antimateria del núcleo warp es suficiente chispa para detonar todo el armamento nuclear que la nave llevaba consigo. También las ojivas de tricobalto reaccionan con la antimateria, la materia oscura del entorno y también con las fuerzas gravimetricas del horizonte de sucesos.

El resultado es la ignición del tricobalto, en conjunción única y excepcional de los demás elementos ocasiona una ruptura sin escalas en el tejido espacial, provocando un segundo Big Bang que consume todo el cuadrante como una hoja de papel sobre una llama.

La adición de la anomalía espacial del kraken interdimensional provoca que la abertura entre dimensiones no compatibles acaben anulándose una a la otra como dos tipos de sangre distintos. Sus realidades físicas confluyen entre si provocando un caos inimaginable que nadie recordará, porque simplemente todo deja de existir al ser tragado por una fuerza imparable.

El fin de todo lo conocido nace de la conjunción de las peores posibilidades, llevando dos universos a la mutua destrucción.