No capitana, no creo que haya sido ningún sabotaje, les dijo, un poco balbuceante todavía. Esto fue algo externo, psíquico, no algo de bioarma.
Me voy yendo a la enfermería para aclararlo, si ayuda. Pero antes, ¿podrían darme acceso para rastrear pasivamente las noticias de Andoria? Usaría obviamente su nivel alto de clearance para hacerlo de noticias suprimidas temporalmente, y hacerlo sin dar su paradero a conocer. Quiero saber si ha habido secuestros recientemente de Aenar o noticias de su desaparición no explicadas, o inclusive expediciones de bajo contacto que pudieran ser interceptadas por los servicios de inteligencia romulanos.
En ese instante algo comenzó a llamar a Shirrazz. Más bien algo procedente de uno de los bolsillos de la capitana es el causante de la atención de la embajadora.
Una piedra preciosa se dibuja en la mente de la andoriana y clama con urgencia su contacto físico. Claro es que el objeto pasa completamente desapercibido para todos, incluso para quien lo guarda actualmente en su bolsillo.
Si. La piedra se encuentra en uno de los bolsillos del uniforme de Cristina. Ese detalle es claramente visible para Shirrazz.
Capitana, ¿ha estado usted cerca de algún cristal color moradoso recientemente? ¿Algo inusual le pasó al respecto?
Shirrazz sabe que luego la mente engaña, o que las "booby-traps" toman la forma mas extraña (y no lectores, no son esas trampas), así que antes de decir más nada advirtió:
No toque su bolsillo por nada. Déjeme observar tantito antes. No haga ni un gesto. Observó si la joya fantasma que "veía" tenía peso, bulto o cualquier otra propiedad física discernible.
Capitana, ¿ha estado usted cerca de algún cristal color moradoso recientemente? ¿Algo inusual le pasó al respecto?
Precisamente la embajadora hace referencia a la piedra preciosa entregada por Gaheris y guardada en uno de los bolsillos de Cristina.
Lo único más inexplicable que el motivo de la pérdida de consciencia de la embajadora parecían ser sus palabras cuando volvió a despertar. La doctora alternaba su mirada entre cada uno de los presentes a medida que intervenían, sin poder evitar que sus cejas se empezaran a levantar ligeramente a medida que se comenzaban a nombrar las dobladuras del espacio-tiempo y se le aconsejaba a la capitana no tocar su bolsillo. Si no fuera porque nada en su tricorder lo probaba, se habría atrevido a decir que la andoriana sufría un caso grave de alucinaciones. Para variar, por otra parte, la información ofrecida por el señor Lightman y su adorada señorita Willis no vertía ninguna luz en el asunto.
-Capitana, dado que la embajadora parece haberse recobrado, mientras termina de contar su "experiencia" y es trasladada a la enfermería, me gustaría examinar las proteínas a partir de las que se ha formado la comida para asegurar que no hay nada extraño en ellas.- Podía notarse en ella un cierto escepticismo por todo lo que estaba sucediendo y, especialmente, un deseo por dejar de divagar y encontrar datos fehacientes que dieran una explicación a todo aquello.
Algo que clama tu contacto puede ser extremadamente peligroso, o... extremadamente peligroso, así que la embajadora se decidió a examinar el cristal moradoso que aparentemente sólo ella veía, antes de hacer nada.
Trató de aplicar su tricorder andoriano (apropiadamente tenía dos antenas en vez de una, y era azul clarito) a ver si también lo registraba. El tricorder de la extraña doctora color rosa aparentemente no le decía nada.
Buscó en la base de datos de su tricorder qué otro cristal existente los cuadrantes conocidos tenía esa misma forma y color, su mismo hábito cristalino. Era prismático, sin duda. Romboédrico tal vez, u ortorómbico. Color morado intenso, si, transparente. No lo tocaría antes de saber de qué se trataba.
- Todo parece en orden capitana. Mecánicamente no hay problemas, aunque alguien del laboratorio debería examinar los sacos de proteínas del resecuenciador y del dispensador de bebidas
- Gracias señora Jennifer, haré examinar los sacos de proteinas. A pesar de que todo parece en orden esté atenta a cualquier alteración de los sistemas, vamos a entrar en territorio hóstil y podemos esperar cualquier cosa- Cristina permanecía muy seria como si callara algo que la inquietaba- Puede retirarse
Ante la falta de información apotada por Lightman y su novia, De Alba decidió zanjar el asunto.
- Nada fuera de lo habitual... deacuerdo. Dado que la embajadora parece encontrarse bien, lo dejaremos estar. Señora Blake, Señor Lightman vuelvan a sus puestos.
Capitana, dado que la embajadora parece haberse recobrado, mientras termina de contar su "experiencia" y es trasladada a la enfermería, me gustaría examinar las proteínas a partir de las que se ha formado la comida para asegurar que no hay nada extraño en ellas.-
- Señora Walker, proceda por favor.
Capitana, ¿ha estado usted cerca de algún cristal color moradoso recientemente? ¿Algo inusual le pasó al respecto?
Shirrazz sabe que luego la mente engaña, o que las "booby-traps" toman la forma mas extraña (y no lectores, no son esastrampas), así que antes de decir más nada advirtió:
No toque su bolsillo por nada. Déjeme observar tantito antes. No haga ni un gesto.
La capitana se quedó inmóvil sorprendida por las declaraciones de la embajadora. La piedra se encontraba en el bolsillo de la pierna derecha puesto que De Alba lo miró de manera inconsciente cuando le habló de las características de la piedra.
- Y bien? Puedo moverme ya?
Jankowsky llegó añ comedor y saludó.
-Buenos días.
Se mantuvo en un discreto silencio sin interrumpir las conversaciones hasta que se dirigió directamente a la capitana.
-Capitana, han detectado una extraña anomalía en el puente, Muk planea lanzar una sonda, me pregunto si tiene algo que ver con las coordenadas de las que habla la Señora Shirrazz.- Recordó que no había sido presentado y saludo cortesmente a la andoriana.- Señora Shirrazz, mi nombre es Eduard Jankowsky, soy el oficial táctico y de seguridad, un placer.
Por otro lado Jankowsky estaba seriamente preocupado por los problemas que podría haber en el resecuenciador de proteínas, otra brecha más en la seguridad de la nave. -Si ha habido algún tipo de sabotaje en esas proteínas debería investigarlo - Le dijo a la capitana. Vió que hablaban de un cristal pero desconocía su naturaleza- ¿Qué sucede con ese cristal?
Naun se retira del salón con la aprobación de la capitana sin mediar otra palabra mas que un “Si capitana”. Bastante tarea tiene ahora que debe reemplazar al jefe de ingenieros pese a que ella tiene mas años de experiencia.
Blake mira con asombro a Cristina, que le ordena “volver al trabajo” pese a haber terminado su turno hace menos de una hora y faltar otro tanto para su guardia. Luego de mirar a los ojos a Johnny ella se retira no sin antes despedirse como dictan las normas.
¿Entonces debo asumir que la piedra continua en el bolsillo de Cristina y que nadie la ha tocado?
Señora Shirrazz, mi nombre es Eduard Jankowsky, soy el oficial táctico y de seguridad, un placer.
Mucho gusto Sr. Jankowsky. Le dijo, sin quitar la vista de su tricorder y el bolsillo de la capitana.
¿Qué sucede con ese cristal?
Precisamente lo que trato de averiguar. Está ahí, lo veo, pero aparentemente nadie más lo puede ver. Puede ser que tenga una especie de máscara psíquica.
- Y bien? Puedo moverme ya?
Una vez que termine con estas lecturas, capitana, le podré decir. No se si sea algo peligroso. Pero dígame, ¿recuerda haber recolectado algo y haberlo puesto ahí?
No lo toco ni con un palito hasta no tener idea de que es :)
Aparte de ser una amatista prismática todo indica que la joya es artificial porque contiene en su cadena atómica la firma del nanojoyero que hizo la pieza. Corresponde a un famoso mercader Orionita que actualmente habita el sistema Coridan, lejos de sus congéneres.
En su interior alberga un cristal de datos, que para su lectura es necesario un dispositivo más efectivo que un tricorder.
Pues, parece ser una amatista prismática artificial, con todo y una cadena atómica la firma del nanojoyero que hizo la pieza, a-p-a-r-entemente es... de uno de estos afamados mercaderes de joyas orionitas de Coridan, por el tipo de firma, aunque mi tricorder no alcanza a identificar su nombre preciso todavía a partir de las nano-runas grabadas, hm.
Y lo mejor de todo -levantó la vista triunfante, viendo a los ojos al oficial de seguridad y la capitana- es que aparentemente está cargado de datos. Necesitaremos a su oficial científico para poderlos leer.
Por cierto doctora, si lo del pulso extraño en el Puente es cierto, probablemente podríamos descartar el té de algas como el causante de mi desmayo, el cual, por cierto, estaba delicioso. Felicidades a su chef programador.
- Señora Shirrazz, preferería dejar el tema de la piedra para más adelante, me reuniré con usted en la enfermería en cuanto me sea posible. - dijo sin dar lugar a réplica no deseaba seguir hablando de aquel tema en concreto con tantos testigos.
Ante la mirada de asombro de Blake, Cristina enarcó una ceja, sin entender por qué la había mirado así, con tanto ajetreo no se había dado cuenta del turno de Blake, y de hecho cuando se marchó se quedó con la interrogante de que le había pasado pero terminó por encogerse de hombros y mirar a Jan.
- Me gustaría que apostará alguno de sus hombres en la enfermería, a la entrada, no es conveniente perturbar el trabajo de la doctora Walker.- dirigió una leve mirada a Diane, por maldad le podía haber enviado a Unger pero prefería tener a la doctora más o menos contenta y un soldado apostado a la entrada era seguro y no le estorbaría en su trabajo.
- Bien, señor Jankowski, acompañeme al puente
Voy saliendo con Jan
Cita:
Devuelvo la mirada a Blake, haciendo una mueca que viene a decir Ya, pero es la que manda..., que sale del comedor después de despedirse. Dado que también el mensaje es para mi, y dado que ya no puedo hacer nada más, también me despido y enfilo hacia el puente de mando, dispuesto a ocupar mi sitio al timón de la nave.
Salgo del comedor, voy al puente.
Ni que decir tiene que a la doctora no le hizo demasiada gracia comprobar como la embajadora se tomó la libertad de realizar su propio diagnóstico médico y desestimar la hipótesis del té de algas... a pesar de que ni la propia Diane había creído en ella en primer lugar pero, en cualquier caso, era a ella a la que le correspondía ofrecer un informe y no a la inversa.
Sin embargo, no era el momento ni el lugar de iniciar rencillas profesionales innecesarias: era mucho más prioritario que el cuerpo de oficiales de la nave funcionara por una vez de forma más o menos coordinada, al menos durante aquella misión. -En la enfermería le podré ofrecer una postal por si quiere enviarle una felicitación nuestro chef, embajadora.- Replicó, mordaz: ¿de verdad era necesario aquello dadas las circunstancias? -Pero en primer lugar debemos realizarle algunas pruebas para cerciorarnos de que no presenta ninguna secuela a causa de la "visión". Tampoco yo estimo plausible el hecho de que la comida se encuentre envenenada, pero revisar nuestros suministros no está de más en ningún caso.
Saludó formalmente con la cabeza a la capitana cuando abandonó la sala, sin poder evitar resoplar por la nariz, en parte molesta por volver a tener de nuevo personal militar en la enfermería, e incluso en parte algo divertida de que se les hubiera ordenado permanecer en la entrada como si les fuera a morder. Una diversión que solo quedaba un poco empañada por el hecho de haber permanecido en la ignorancia durante todo aquel tiempo mientras hablaban del "pulso" y de la "piedra", pero sabía que aquel no era su lugar para preguntar.
-Embajadora, por favor, acompáñeme.- Requirió, dispuesta a llevarla de una vez por todas hasta su propia sección de la nave.
Diane sale hacia la enfermería
¡Esto no se ve todos los dias, y ni hablar del anterior cocinero y su ametralladora! Pensó Mohamed al limpiar el desorden en las mesas provocado por la mitad de la plana mayor de la nave y la invitada.
Luego que todos abandonan el salón comedor, el ayudante de cocina saca el trapeador para completar su tarea y volver a la cocina para comenzar a preparar el almuerzo.
- ¡Mmmm…! Creo que a la sopa Harira le falta algo de picor. No es que lleve ají pero a veces hay que innovar. - habla para si con la idea de preparar un almuerzo que sorprenda a todo el mundo -y que posteriormente no los lleve a la enfermeria.
Post de cierre.