Partida Rol por web

The Last Blade 2

Capítulo I: Hibiki y Amano

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01/03/2014, 15:05
Amano

Im... ¿imperdonable? - pregunta Amano sorprendido, quien pensaba que la muerte de su amigo se debía a causas naturales y no había ningún motivo externo.

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01/03/2014, 15:55
Hibiki

No tengo confianza con Amano, pero necesito desahogarme con alguien. Así que comienzo a contarle el relato de lo que había sucedido hace varios meses mientras seguimos caminado hacia el templo:

- Hace unos meses un hombre vino a nuestra casa para encargar una katana a Genzo, mi padre comprendió en ese instante que ese hombre era el más malvado que había visto nunca... pero aun así por algún motivo oscuro no pudo negarse. Ese malnacido era alto, de piel morena, el peinado blanco recogido en una coleta y una expresión terriblemente cruel. -intento imaginarme por primera a vez a este malvado hombre, espero reconocerle cuando le vea.- Yo... yo no sabía nada esto. El día que vino yo estaba en el mercado de Kyoto y mi padre no me dijo nada.

Pero... ¿realmente habría cambiado algo si yo estuviese en casa? Podría haber sido hasta peor, al menos estaba yo aquí para hacerle frente y hacerle responder por sus crímenes.

- Mi padre se dedicó en cuerpo y alma a forjar la katana que le había encargado, la katana más fuerte que el mundo hubiese visto, capaz de resistir los temibles golpes que iba a descargar ese hombre con tal arma. Este trabajo le consumió, Amano, le absorbió toda su vitalidad... el hombre vino a recoger su arma y se marcho, sin decir nunca su nombre. Mi padre tras esto empezó a enfermar, intente hacer por él todo lo que pude pero se negó a que acudiese a un médico.

Estos días estaban muy presentes en mi mente, no había olvidado nada de toda la preocupación por la salud de mi padre. Ver como esa tos seca se agravaba... y yo sin poder hacer nada. Tampoco en ese momento podía imaginar la terrible desgracia que había caído sobre Genzo. Tras una breve pausa continuo con mi triste relato:

- Mi padre creo que comprendió que nadie podía hacer ya nada por él. Pero aún en la enfermedad saco fuerzas de flaqueza para forjar otra arma. -Saco de entre mis ropas la shirasaya de roble blanco con los kanjis de mi nombre que Genzo me había entregado antes de morir.- Aunque me enseño a pelear nunca quiso que yo tuviese que poseer una pero...

Hago una pausa contemplando la shirasaya, no me había parado a contemplarla hasta ahora. Era preciosa y la última obra de mi padre ¿Cómo algo tan bello estaba destinado a un propósito tan doloroso? Nada de esto era justo, pero era mi deber y lo debía cumplir por mucho que pesara la carga. Me detengo en el camino un momento y miro a Amano a los ojos:

- Me entrego está arma para acabar con ese hombre. Al final la enfermedad le ha consumido entero y llevado al Otro Mundo. Genzo me dijo que ese malvado hombre tiene un propósito horrible y si nadie consigue detenerle se perderán más vidas que la suya. Si lo consigue mi padre será responsable por haber forjado ese arma infernal... tengo que detenerle.

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03/03/2014, 10:55
Amano

El rostro de Amano pasó por una sucesión de sentimientos que el alegre luchador no se molestó en ocultar.

Comenzó con extrañeza cuando Hibiki comenzó el relato sobre ese hombre tan extraño pero rápidamente pasó a suspicacia cuando habló de las sospechas de Genzo sobre la maldad tanto del hombre como del fin que quería darle al arma que se vio obligado a forjar.

La tristeza cuando las palabras de la muchacha describieron la enfermedad y declive del experto forjador dio paso a seriedad y decisión cuando las últimas palabras de Hibiki fueron también para describir las últimas palabras de su viejo amigo.

Abrió la boca para hablar pero en ese momento se quedó un segundo admirando el último arma que salió de la forja de Genzo.

Venía aquí para solicitar a vuestro padre que reparase mi arma - un gesto de la mano desenvaina ligeramente su propia shirasaya - ya que se había mellado en una pela.

Ahora veo claramente que los espíritus me llevaron a dicha pelea, de forma que hoy y ahora pudiera estar aquí y escuchar vuestras palabras.

Partamos rápidamente hacia el templo y cumplamos con el sepelio como vuestro padre se merecía. -  hizo un gesto para ceder el paso a Hibiki mientras se herguía ante ella. - Pues por la amistad que vuestro padre me ofreció, aquí y ahora prometo que os ayudaré a cumplir su última voluntad.

Sonrió entonces, dándole un aire pícaro, para añadir alegremente. Por no hablar de lo bien que os vendrá un ducho luchador a vuestro lado.

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03/03/2014, 23:21
Director

La conversación de Hibiki y Amano había durado un buen trecho en su camino hacia Kyoto. Allí podrían encargar un sepelio adecuado para el difunto Genzo, y seguro que muchos de sus conocidos se apenarían al conocer la noticia de su muerte.

Sin embargo, justo antes de entrar en la ciudad, pudieron ver a un chiquillo que corría descalzo hacia ellos. Tal vez fuera algún pueblerino que había ido a la ciudad con una caravana comercial y se hubeira dejado algo en su pueblo, ocurría a veces. Pero no en esa ocasión, pues en cuanto les vio acercarse, se dirigió a ellos a la carrera y se detuvo con una inclinación frente a Amano, jadeante por la carrera.

- ¿El... el señor Amano...? -preguntó, y sin esperar respuesta, le tendió una notita de papel-. El dueño de la casa de té Sa-Cha me dijo que podría encontraros en casa de Genzo Takane. Este mensaje es para vos.

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03/03/2014, 23:24
Director

La notita estaba escrita con una caligrafía cuidada y elegante. Amano no la reconocía, pero sin duda debía pertenecer a alguien culto y versado de la ciudad.

El sello del sacerdote Genbo Ichijo y aquél preverbio con el que terminaba la misiva no dejaban lugar a dudas. La reunión que se celebraría en tres días tenía que ver con algo horrible. ¡La Puerta del Infierno que había visto sellar hacía más de un año! ¿Cómo había podido ocurrir algo así?

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04/03/2014, 12:34
Amano

Amano sonrió al muchacho y le revolvió el pelo mientras tomaba la nota que el entregaba.

En su fuero interno sonrió, al menos no había sido el dueño de ningún local con menor reputación.

Su expresión se volvió seria, incluso precoupada, cuando terminó de leer la tona.

Un viejo amigo solicita mi ayuda. - explicó a Hibiki. - Me convoca a una reunión en tres días, así que no interferirá con arreglar el sepelio de vuestro padre.

Además... - añade frotandose la barbilla. - Habrá más personas en dicha reunión, puede ser un punto tan bueno como otro cualquiera de comenzar nuestra investigación, pues supongo que no conocemos nada del hombre del encargo, ¿no?

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04/03/2014, 13:22
Hibiki

La verdad es que no había reparado a pensar en como iniciaría la búsqueda de ese hombre... no tenía ninguna pista salvo la descripción de mi padre pero necesitaba saber más cosas sobre él. Puede que haya gente en la reunión que lo hayan visto o sepan algo de él, es una posibilidad y no tengo nada más.

- Solamente sé  lo que te he contado por el camino: como es y sus motivaciones pero no tengo nada para empezar a buscarle. Estoy de acuerdo en ir a esa reunión. -asiento con la cabeza en dirección a Amano.- Cuando mi padre descanse en paz partamos para allá.

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04/03/2014, 15:16
Director

No fue difícil encontrar un sacerdote que pudiera encargarse de dar sepultura a Genzo Takane. Al fin y al cabo, el artesano era muy conocido en la ciudad de Kyoto, y a Hibiki se le ofreció un funeral por todo lo alto. Pero las últimas voluntades de su padre dejaban claro que deseaba ser enterrado como había vivido, en la intimidad y la tranquilidad del bosque.

Genzo fue incinerado al día siguiente, y sus cenizas enterradas en el jardín trasero de la forja. Su espíritu descansaría donde había hecho lo que más amaba, y encontraría la paz cuando su hija lograse derrotar al hombre que había causado su muerte con su maldad.

A partir de ese momento, el camino era incierto para ella, pero al menos había encontrado alguien en quien poder confiar, y un pequeño hilo del que tirar para deshacer el ovillo de su futuro incierto. Amano sería un vividor, pero era un hombre honorable y fuerte, y la reunión a la que le habían convocado quizá despejara las dudas de ambos.

Notas de juego

- Fin del capítulo -