-Estarás bien solo?.- Dijo Hibiki incrédula, sentía que una persona como Amano era propensa a atraerse problemas.
-Kojiroh...si permites mi atrevimiento...creo que Amano tiene razón, en estos momentos Shikyo pasaría a segundo termino, además, puedes estar seguro que lo veremos de nuevo, los psicópatas atraen psicópatas, y no me sorprendería que si Kagami está trabajando con Setsuna, nos encontraremos más rufianes y asesinos de la calaña de Shikyo, si cortas la cabeza, el cuerpo cae inmediatamente, y será más fácil dar con su paradero, librándonos de la mayor amenaza.-
La chica termino aquellas palabras en un tono conciliador, lo cierto es que sabía que en algun punto los caminos tendrían que separarse, pero no esperaba que fuese tan pronto, a pesar de eso, no tenían mucho tiempo que perder, las horas y los días seguían corriendo, y cada minuto que el plan se retrasase, significaba perderle la pista a Setsuna.
-No tengo mayor problema en viajar contigo Kojiroh, aunque...aunque debo admitir...que mi plática y mi persona no son las más interesantes- dijo la muchacha con cierta timidez.
Negué con la cabeza. Por supuesto que no pensaba dejar de perseguir a Shikyoh. Me había costado mucho esfuerzo llegar a estar tan cerca de él como sentía que estaba ahora. Quizás era egoísta por mi parte pero...
─Yo seguiré buscando a Shikyoh ─ les dije ─. Me expliqué mal antes.
Luego miré a Hibiki, y le sonreí tiernamente. Agradecía que quisiera acompañarme pero... creía que estaría mejor con Amano que conmigo.
─Estoy seguro de que tu compañía sería excelente, pero creo que será mejor que vosotros dos seáis quienes vayáis a avisar al resto. Mi misión la puedo realizar yo solo. Y, como habéis dicho, avisar al resto es mucho más importante. Por eso será mejor que vayáis juntos, por si os surgen problemas por el camino.
Miré a ambos, y asentí con la cabeza segura de mí misma.
─Confío en vosotros. Nos veremos pronto.
Sorry, estaba confundido. Creía que en el grupo de villanos iba Shikyoh también, de ahí que dijera de adelantarles y demás.
Amano se sorprendió un momento, pero luego sonrió y se encogió de hombros.
- Es justo la respuesta que hubiera esperado de Keichiro -dijo refiriéndose a Washizuka-. Te pareces a él, supongo que eso es bueno en un shinsengumi.
Asintió y tomó su shirasaya. Miró sonriente a Hibiki.
- Quizás tenga razón, puede que no sea buena idea dejar suelta a esa mala bestia. Nosotros dos podemos ir tras Setsuna, como acordamos desde un principio. Así que será mejor que nos pongamos en marcha cuanto antes, tanto nosotros como tú.
Puso una mano en el hombro de Kojiroh, y le lanzó una mirada franca que a todas luces indicaba que le deseaba suerte en su búsqueda.
Hibiki se encogío de hombros, llevándose una mano al corazón y apretando su puño contra su pecho. Se le notaba ligeramente preocupada y su voz no hizo si no evidenciar lo obvio. -Joven Kojiroh, entonces nuestros caminos se separarán por ahora, por favor prometa que no le pasara nada, y nos reuniremos de nuevo todos a salvo.- Dijo Hibiki con la voz acongojada.
Extendió una de sus blancas y suaves manos, rematadas en unos dedos delicados y finos que parecieran no haber empuñado jamás un arma, para estrechar la de Kojiroh y despedirse de el.
Se levantó de la mesa, acarició la espalda de Amano, dándole apenas un ligero roce, y le dijo -Pues es hora de ponernos en marcha de nuevo Amano sama.- terminó la chica, se ajustó su shirasaya, se acomodo su larga cola de caballo sobre su hombro izquierdo, y le hizo una señal con la cabeza a Amano para indicarle que estaba lista para partir.
Sonreí ligeramente ante las palabras de Amano. Que me comparara con Washizuka-sama era todo un honor para mí.
─No tardaré mucho en encontrarle, Amano ─ le contesté, manteniendo la misma mirada cargada de confianza en él. A pesar de sus excentricidad, era un buen tipo después de todo ─. Me reuniré con vosotros lo antes posible, cuenta con ello.
Luego miré a Hibiki, y le estreché la mano cuando me la tendió.
─No te preocupes ─ dije tiernamente ─. Irá todo bien.
Aun así, no fui capaz de prometerle nada...
─Cuidaos mucho. Nos veremos pronto.
Y, tal como lo dije, di media vuelta y comencé a alejarme. No había tiempo que perder, y... tampoco quería alargar más la despedida. Era curioso pero, aunque no hacía demasiado que les había conocido... sentía que les echaría de menos...
Sin llamar la atención, cosa que era difícil por lo llamativo que siempre era Amano, el grupo se separó como si simplemente hubieran estado charlando del tiempo. Kaori era consciente de que la pista de Shikyoh estaba muy fría y le costaría dar con ella... pero eso no era ni de lejos motivo suficiente para abandonar la búsqueda. Aquél salvaje asesino ya se había librado una vez de la justicia y mientras a Kaori le quedase aliento, no descansaría hasta que le diera caza.
Por su parte Hibiki había hecho una promesa a su difunto padre. Ella tampoco cejaría hasta cumplirla. Y Amano había prometido quedarse a su lado hasta que así fuera. No había dudas del camino que debían tomar, y tenían que hacerlo lo antes posible.
- Fin del capítulo -