Partida Rol por web

Aún no podía creerme todo lo que había sucedido en un abrir y cerrar de ojos. Por fin había conocido lo que era el terror, y el peligro que acechaba a todos los guerreros que, al igual que mi hermano, arriesgan sus vidas por nobles causas. ¡Qué poco nos podemos imaginar lo que en realidad es llevar la vida que ellos llevan! ¡Qué poco valoramos su valor y su tesón!

Estoy sentada, encogida, sangrando como una condenada. La herida del hombro me duele una barbaridad, pero la del vientre me está destrozando. El dolor es muy profundo y muy intenso, nunca había sentido nada parecido, y albergo la esperanza de no volver a sentirlo nunca más.

Busco con la mirada los rostros de los compañeros que se interpusieron entre la criatura y yo, para protegerme, y esbozo un silencioso "gracias" con los labios. Les debo la vida, y eso es algo que no pienso olvidar. En mi familia siempre nos han enseñado a ser agradecidos, y si yo estoy aquí, aguardando por las curaciones de Borgo, y si aún puedo contarlo, es gracias a unos compañeros con los que acabo de contraer una deuda de honor.

La espada ensangrentada yace a mi lado. Aún no me he atrevido a envainarla, y tampoco me he molestado en limpiarla. LA visión de la sangre en el filo me recuerda lo cerca que he estado de la muerte, así que algo me impide limpiarla, al menos por el momento. Es difícil de explicar, pero esa sangre resbalando por mi magnífica espada me hace pensar que quizás he madurado desde que comenzó el viaje a ahora. Entré en esta aventura por un estúpido impulso, y me alegro de poder decir que la que aquí aguarda mientras la sangre de mis heridas empapa mi armadura es otra persona distinta.

Parece que Borgo no logra concentrarse en condiciones. El episodio vivido sería capaz de crisparle los nervios al guerrero más tranquilo. Aguardo pacientemente, tratando de evitar que se me nuble la visión. Por la pérdida de sangre me ecuentro débil. Quizás deba comer algo, aunque sea mientras reanudamos la marcha.

El enano estaba echado a un lado haciendo presion en la herida, aunque se daba cuenta que dicha presion iba perdiendo fuerzas, e incluso sentia como sus parpados cedian a su propio peso.

-¡Maldicion! ¡Eres un enano! ¡No puedes caer aqui!, -se repetia una y otra vez Ozbeorn.

-¡Aguanta Ozbeorn! - gritó Borgo, claramente histérico. Las heridas de la mujer eran terribles y el enano no tenía mejor aspecto.

Borgo levantó una mano para secarse el sudor que le caía de la frente mientras trataba de remendar a la hermana de Demian a toda velocidad. El conjuro lo hacía más rápido, más perceptivo y volvía a las heridas más receptivas a la curación pero aquello distaba de ser sencillo. 

Borgo, el conjuro de curar tiene como NO10, y cuesta 1 minuto prepararlo. Te ofrece un +8 a tu habilidad de curar, así que si Demian te ayuda o cualquier otro (sólo 1 asistente) te ofrece la mitad del bono que tenga, en el caso de Demian sería un +1.

En ambos casos, si posees Saber[Raza], te dará la mitad del bono en ayuda a tu tratamiento de heridas. Al no poseer hierbas que puedan ayudar con las heridas que les ha causado la Bestia Alada, ésta habilidad no puede ayudarte.

Como veo que ya hiciste las tiradas de conjuro y de tratamiento, voy a suponer que le pides ayuda a Demian para llegar a la NO20 y poder tratar la herida de Norwyn. Norwyn se cura hasta el nivel de DOLORIDO.

Borgo cosía y cosía, limpiaba y limpiaba pero en su rostro se reflejaba que algo no iba bien. Sus cejas etrecerradas, los rios de sudor, todo reflejaba una gran preocupación. El hedor de las heridas llenaba de un sabor dulzón toda la habitación. Cuando acabó su trabajo Norwyn estaba estable, sus heridas cerradas, pero no estaban curadas, había eliminado el pus de la infección pero sabía que no la había eliminado.

Borgo cogió la mano de Norwyn con delicadeza y le habló suavemente.

-Escuchame, Norwyn. He tratado tus heridas pero hay algo malvado en ellas, transmitido por las garras de esa cosa. Están emponzoñadas y no hay nada que podamos hacer para eliminar la infeccion desde aquí.

Se vuelve hacia todos para decir lo siguiente.

-Es imprescindible que la llevemos a un lugar donde la puedan atender correctamente para que se recupere del todo. Es urgente o la infección podría empeorarla y entonces no podré hacer nada por frenarla sin las herramientas adecuadas.

El hobbit se quedó unos segundos extra mirando a Damien fijamente.

Se levantó, se secó el sudor con la camisa y se acercó a Ozbeorn y comenzó a tratar sus heridas igualmente.

Cuando hubo acabado, se llevó a Demian a un lado y le habló en privado.

-Eschúcha, Demian, has visto las heridas, las has olido. Van a gangrenarse. Es IMPERATIVO que lleguemos cuanto antes a la civilización y, aún así, habrá que ver qué se puede hacer contra este tipo de ponzoña. Nunca había visto algo así, ojalá estuviera aquí mi maestro. Él sabría ayudarnos más. 

-Lo importante es que cada día que pase, la infección avanzará y empeorará su estado, volverá a abrir las heridas más allá de cualquier remedio y los llevará a la muerte. Es así de duro. 

-Se acabó la precacución. Esto se ha convertido en una carrera contrareloj.  ¿Sabes a cuanto estamos de nuestro objetivo?

La expresión de Borgo y sus palabras me confirmaron lo que ya sabía: que aquellas heridas no se iban a curar así como así, que me hallaba en una situación problemática, y que necesitaba atención médica urgente.

-Iré con vosotros hasta el final- dije con resolución, totalmente decidida- No queda casi nada para llegar al final del trayecto. Sería más peligroso dar la vuelta o desviarse, así que aguardaré a recibir la atención médica en nuestro lugar de destino. Creo que puedo aguantar, aunque no me veo con capacidad de combatir. Si se tercia, me mantendré al margen y os apoyaré con el arco, pero no creo que pudiera aguantar un nuevo ataque como el anterior.

No nos queda otra más que aguardar hasta llegar al final. Haré lo que pueda para seguir el paso, y trataré de aguantarme el dolor hasta que todo haya acabado, hasta que todo quede atrás.

Ergon despierta anonadado por el hecho de que el campamento se haya vuelto un campo de batalla. Viendo como esta el panorama. Escucha a Borgo y tambien ve a Ozbeorn tirado en el suelo medio desfallecido. Acercandose a el le dice.
¿Que ha pasado aqui viejo amigo?
Luego comprueba que el mismo no este herido.Luego habla a Borgo y le dice.
Borgo nos acompaña una mujer elfa. ¿Es que la casa de los elfos no conoce los remedios para las ponzoñosas garras de las bestias aladas?

Borgo sonrio debilmente al ver levantarse a Ergon. El conocia a los elfos y su magia. Su maestro le había transmitido su conocimiento sobre ellos. Pero uno no puede presumir que lo sabe todo, se dijo.

-No puedo hablar por Isilwen pero lo veo complicado, amigo. ¿Qué me decís, mi dama? 

Demian vuelve blanco de su conversación con Borgo, pero su rostro muestra una expresión de férrea determinación.

- Hay que moverse, y rápido. Recogedlo todo cuanto antes- dice en voz autoritaria a sus compañeros. Alguna poderosa y preocupante razón le hace olvidar los modales, pero nada dice al respecto. Se acerca a Norwyn y se arrodilla ante ella- Necesitas ayuda urgentemente. Borgo ha hecho un gran trabajo que te permitirá viajar, pero sólo en Caer Andrhen pueden curarte- sigue explicando mientras la ayuda a levantarse- ¿Puedes andar?- de pronto levanta la vista y al ver a Ozbeorn también herido sus facciones indican que ha recuperado algo de conciencia de lo que ha pasado- Y tú, Ozbeorn, ¿puedes andar, también?

Deberian poder, con dolor, me temo. Podemos buscarles unas ramas que les hagas de baston.

El enano se levanta, con cierta incomodidad apoyado en su hacha.-Gracias, Borgo. Me siento mucho mejor, aunque quisiera alejarme lo antes posible de este hediondo lugar. Frente a la tentativa de buscar ramas, Ozbeorn resopla, demostrando de alguna manera su mejoria, y agrega,  -Por mi no se preocupen, mi hacha sera mi soporte. 

-Puedo andar, sí, y me apoyaré sobre mi espada envainada- me preocupo al ver el rostro de mi hermano. Quizás las heridas sean peores de lo que yo misma me temía. Procuro mostrar una entereza que no siento y me pongo en pie, indicando que estoy lista para partir. Echo mano a mi petate y extraigo mi odre para echar un buen trago. El agua tibia entra con agrado, calmando un poco la horrible sed que siento- No perdamos el tiempo. Tenemos un mensaje que transmitir...

...Y yo unas heridas que curar.

Compruebo si puedo moverme. Lo hago no sin dificultad ni sin dolor, pero sí que puedo. No podré ir a la velocidad del rayo, pero trataré de retrasar al grupo lo menos posible.

Como sucedió en la guardia de Demian, decidís descansar lo que podáis y al amanecer poneros en camino. Ya la noche ha sido demasiado dura y tanto Demian como el resto de los heridos deben descansar. 

El resto de guardias recaen sobre Isilwen y Ergon.