Partida Rol por web

 Isilwen pone una saeta en su arco apenas ha ascendido al techado de la Atalaya y sin retrasarse un instante dispara la flecha que se hunde en el pecho del balchott haciéndole caer, lanza un chillido de dolor y se estrella contra el suelo a más de quince metros.

No se detiene tras haber acabado con su enemigo, sino se prepara para coger otra flecha de su aljaba mientras elige otro enemigo al que abatir.

Bramando un grito de guerra el soldado (1) intenta golpear a Ozbeorn pero falla golpeando al matacán más cercano.

Los dos soldados balchott más alejados (2 y 3) atacan, uno de ellos a Demian y el otro a Ergón quien acaba de unirse a la refriega. Igualmente el soldado (2) calcula mal la distancia y se queda corto por lo que no consigue acertar con su ataque a Demian.

El último soldado (3) que os encara está demasiado lejos para hacer otra cosa que no sea cargar, así que reza a sus oscuros dioses y se lanza al ataque. Puede que su plegaria haya sido escuchada porque se mete en distancia de combate en los últimos pasos y consigue lanzar un tajo contra el hombro de Ergón.

Los dos últimos soldados terminan de subir la plataforma. Veis media docena de soldados, mejor pertrechados pues los soldados contra los que combatís portan cuchillos largos y estos llevan espadas largas, que saltan al adarve.

Demian aprovechó el error del balchott para atacar sin dudar e intentó asestarle un golpe tras otro con su espada larga, descargando toda la fuerza de que fué capaz.

 El enemigo se desploma mutilado por los salvajes tajos del jinete rohirrim.

La pelea continuaba, pero dadas las condiciones ambos bandos estaban complicados para luchar como corresponde. La lluvia, el viento, y la oscuridad, hacian de la batalla una danza ironica donde se jugaba con la vida. Tanto enemigo como enenano intentaban asestar sus golpes, pero era mas por la dificultad del momento que por las destrezas de uno u otro que no consigan hacerse del daño suficiente para acabar con sus vidas.

La espada del Balchott le roza el hombro y consigue hacerle retroceder contra las troneras, que se resienten por el peso de ambos hombres pero Ergon afirma bien sus pies y vuelve al ataque: golpea con saña a su oponente hundiéndole su espada en el vientre que cae al suelo intentando sujetarse los intestinos que se desparraman a sus pies.

 Vuestros compañeros: Norwyn, Borgo y un jinete rohiriim aparecen detrás vuestro. Entran en la lid.

Pasamos a otra escena.