Partida Rol por web

Maldita sea, si Borgo hubiera avisado, pero no podemos huir, yo estoy herida y hay compañeros que están cegados, creo que nuestra única opción es combatir.

Cojo un flecha del carcaj y apunto al arquero, el que veía perfectamente, ese sería mi objetivo, el arco se tensó y dobló por las dos puntas, preparado par que, cuando soltara los dos dedos que sujetaban mi flecha, el arco chasqueó y la flecha voló.

Borgo dedica su turno a guiar a sus compañeros alejándolos del comabte. Han de aprovechar la defensa extra que les ha proporcionado la ceguera. Si se quedan, los refuerzo de lo Bachelots los atraparán en una tenaza.

VAMOS! VAMOS! DEJAD DE COMBATIR! SEGUIDME, SEGUIDME!

Confiando en las palabras de nuestro valiente Borgo, y sin bajar la guardia ni un momento, intento guiarme hacia donde él nos está indicando, aprovechando que los rivales no nos pueden apenas vislumbrar...

...Claro que es una pena que yo tampoco vea ni torta. Apenas si vislumbro por dónde voy, y trato de huir lo más aprisa posible, pero tratando de tantear el terreno, no quisiera caer de bruces y quedar expuesta a los ojos de nuestros enemigos.

Parece que veo lo suficiente como para intuir el camino por el que nos está guiando Borgo. Espero recuperar la vista lo antes posible y poder ayudar, arco en mano y desde lejos, a los más rezagados en nuestra huida.

La situacion se habia complicado un poco con la accion del Hobbit. Quizas en el momento parecio una buena idea, pero lo cierto es que su accion sin lugar a dudas atraeria mas enemigos, y lo peor es que no todos estaban en condiciones de pelear efectivamente.

El eneano guardo su hacha en la espalda y siguio la borrosa silueta del pequeño.

La ceguera es aun reciente y solo distingue leves sombras ante sus ojos, tratando de evitar tropezar con los enemigos derribados. Comienza a andar detras de la silueta de lo que supone que es el enano quien parece haber comenzado a moverse tras la figura aun mas pequeña de lo que parece ser el mediano mientras que dice en un susurro.
No todos podemos ver por donde pisamos ahora mismo...

En el momento del fogonazo, Demian no llega a reaccionar a tiempo y su visión queda alterada. Pestañeando repetidas veces mientras oye a Borgo gritarles que le sigan, no puede evitar maldecir a toda su estirpe hobbit hasta el final de los tiempos, pero ese no es el momento de discutir así que se muerde la lengua y sigue la voz y las figuras borrosas de sus compañeros.

- Voy tras vosotros- refunfuña con voz grave, pensando que en cuanto tenga ocasión ya hablará sobre técnicas de combate con Borgo.

Casi a tientas, abriedo más los ojos de los necesario para intentar captar donde pone los pies, sigue adelante por allá donde les guian, rezando para no tropezar y romperse la crisma.

Maldita sea, si conseguimos escapar de esta, informarán y tendremos a mas detrás mas tarde...

Arco en mano y cubríendome con la otra la herida retrocedo unos cuantos pasos cubriéndo la retirada, ya que a mí no me había afectado el hechizo del hobbit.

De la sartén al fuego...si no al tiempo.

A duras penas conseguís llegar a los arbustos que delimitan el acceso al paso entre las rocas que el hobbit vio. Os escabullís sin mirar atrás y según vais recuperando la vista os movéis más deprisa en un intento de poner la mayor distancia entre vosotros y vuestros más que probables perseguidores.

En una oquedad suficientemente grande, antes de salir al otro lado de las rocas os detenéis a descansar, curar vuestras heridas y hablar de qué hacer de ahora en adelante, pues vuestro escape de la torre no ha sido nada discreta.

Demian despliega el rudimentario y tosco mapa de la zona que tanto habéis revisado previamente para conocer el camino al pueblo de Caern Andrhen.*

Aguantando el mapa desplegado con ambas manos e inclinado levemente sobre él para apreciar los escasos detalles, el rohirrim señala el camino de Fehorn que lleva a Caern Andrhen.

- Bueno, si el mapa es fiable, la vía más directa es este camino hacia el suroeste. Nos llevaría justo hasta nuestro destino, pero me preocupan un par de detalles. El primero es que los fuegos artificiales con que nos ha obsequiado aquí el maese hobbit- dice mirando a Borgo de manera recriminatoria y sin disimular el sarcasmo- han delatado nuestra posición y es muy posible que envien rastreadores tras nosotros. Evidentemente, les será más fácil seguirnos y darnos alcance si vamos por el camino. Por otro lado no sabemos si habrán bloqueado el camino o si nos estarán esperando, así que os propongo dar un poco de rodeo y apartarnos algo del camino, sin llegar a entar en Fangorn, claro- un escalofrío recorre la espalda del joven capitán cuando nombra al ancestral bosque. La causa de tal reacción no es tanto respeto como miedo- ¿Teneis otras propuestas?- pregunta levantando la mirada hacia las caras de sus compañeros.

Borgo parecía sorprendido de que nadie le preguntara como había hecho su truco de la luz. cuando lo hizo pensaba que tendría que pasarse horas dando explicaciones sin embargo, seguramente debido a la persecución, parece que a nadie le llama la atención.

Se encogió de brazos cuando Demian se refirió a su estratagema pero la realidad es que habían salido todos de una pieza e isilwen no se había llevado mas heridas, ya que estaba en una situación muy peligrosa cuando Borgos actuó.

-Creo que es buena idea. Les llevamos ventaja y ellos de día no pueden seguirnos el paso. Sólo tenemos que aguantar hasta que amanezca. 

-Excelente idea. Ir de frente no creo que sea la mejor opción, así que tratar de dar un discreto rodeo puede que sea lo más seguro. Además, no nos retrasará mucho- argumento, mientras me ajusto el casco, ya que me viene algo grande- Más nos retrasaría el involucrarnos de nuevo en otro combate, sólo por querer ir por el camino más corto.

Creo que cuando paremos para descansar un poco, no como ahora que nos hemos detenido simplemente para ver qué hacer, sino cuando hagamos un alto para comer o descansar etc, revelaré que soy una mujer. Bueno, no sólo una mujer, sino la hermana de Demian. Creo que será lo mejor, dado que ahora ya no hay vuelta atrás. No podrá más que regañarme, pero tendrá que permitirme quedarme en el grupo y avanzar con ellos ya que volver sola sería mucho más peligroso que continuar. Sólo espero encontrar el momento apropiado.

Me restregué las diversas magulladuras de mi cuerpo. Dolía horrores. No estaba acostumbrada a sentir algo así, ya que siempre había sido criada entre algodones.

Miré a Borgo, pues parecía algo decepcionado. Había llevado a cabo un truco muy extraño y original para intentar ayudar, pero lamentablemente no había obtenido los resultados que él esperaba. Nos había ayudado a huir, pero al mismo tiempo también había dejado bien clara en todos los alrededores nuestra posición. Mi hermano parecía algo molesto con ello, y veladamente se lo había recriminado. No quise decirle nada, pero pese a que el truco había armado más alboroto que otra cosa, no había sido una acción exenta de buena voluntad, y así me habría gustado que lo hubiesen visto los demás. Pero estábamos inmersos en una situación realmente compleja, y sabía que un error podía resultarnos muy caro, por muy lleno de buenas intenciones que hubiese llevado. Reparé en mis leves magulladuras y me recriminé no haber dado la talla, pero trataría de hacerlo mejor en la siguiente ocasión.

Es una buena idea pequeño Hobbit. Aun que tus fuegos artificiales no han sido de mucha ayuda. Esta claro que podeis sorprender a los guerreros mas aptos. Per la proxima vez... trata de no llamar tanto la atencion... ahora seguramente nos esten siguiendo.
Dice Ergon con un tono serio. Aun parcialmente cegado por el truco del Hobbit.

-¿Buena idea?-Pregunto irónicamente y henchida de mi orgullo -Ha sido una soberana estupidez, la mayor que he visto en toda mi larga vida, yo estoy herida, y no puedo caminar deprisa, vosotros medio ciegos y ahora todos nuestros enemigos saben de nosotros, primero por su truquito y después porque hemos dejado a varios con vida, huir-Escupo enfadada-Como unos cobardes, como unas ratas y encima hemos comentido dos errores, nada mas empezar nuestra misión-Estaba tan enfadada que la vena de la sien me latia con fuerza.

Aquella Elfa no dejaba de sorprenderle. Casi le costaba creer al enano que estaba en acuerdo con las palabras de la mujer. Sin embargo no era momento de repriendas. El pequeño Hobbit se habia equivocado pero ahora tenian cosas mas importantes de que ocuparse.

-Por mi esta bien -dijo Ozbeorn, fingiendo caso omiso a las palabras de Isilwen - Mejor ir marchando. Aun mi vista esta algo nublada y asi corremos mas peligro de matarnos entre nosotros si nos quedamos a pelar. Esperar el amanecer desviandonos del camino me parece la opcion mas factible.

Borgos no podia creer lo que veia. Por un lado, no solo no le agradecian que los hubiera sacado de alli, si no que, ademas, actuaban con total normalidad ante un despliegue de magia espectacular, como si lo vieran todos los dias.

No estoy de acuerdo con vosotros, no pienso que haya sido un error. Creo que tarde o temprano nos hubieran delatado los gritos de la batalla y que la persecucion era inevitable. Y, sinceramente, lady Isilwen -dijo Borgos poniendose rojo, no estabais en la mejor de las posiciones para derribar a vuestros dos oponentes. Hemos sobrepasado el obstaculo con un solo herido, mientras que, de habernos quedado a luchar, hubieramos recibido mas daños con toda seguridad.

Creo que vuestro espiritu guerrero no os esta dejando ver la verdad; que hemos trapasado sus lineas y les llevamos ventaja porque ellos tardaran mas en recuperarse de la ceguera.

A pesar del ruido incesante que hace la tormenta que hay sobre vosotros podéis escuchar varios sonidos largos e intensos, producidos sin la menor duda por los cuernos que acostumbran a llevar los hombres del este a la guerra. Puede que no sea nada, pero el que empiecen a sonar ahora no parece ser una buena señal.

El joven capitán escucha las opiniones de sus compañeros con impaciencia, sabiendo que cada segundo cuenta y que si no siguen moviéndos se les echaran encima. Aunque comparte la opinión general de que Borgo se ha equivocado, le sorprende que Isilwen se lo reproche con tanta ira.

- Es suficiente!- exclama exasperado levantando un poco el tono y mirando a los ojos a cada uno de ellos- No hay tiempo para discutir y creo que ya ha quedado claro que Borgo debería haber reservado esos fuegos artificiales para mejor ocasión- puntualiza con una mirada de sutil reproche a la elfa- Tened presente la misión, tened presente que somos necesarios, no, imprescindibles para que se cumpla. Todos nosotros. Así que vamos a intentar ser prácticos. Parece que estamos de acuerdo en desviarnos...- sigue diciendo mientras vuelve a señalar el mapa- así que en lugar de seguir el camino hacia el suroeste, empezaremos a dirigirnos hacia el oeste, en un trayecto tan recto como sea posible- concluye mienrtas vuelve a enrollar el mapa, se lo guarda y se ajusta el cinto y la bolsa. Estais listos?

¡Por el amor de un padre a sus hijos! Algunos estamos intentado recuperar la vista y no el oido...
Dice Ergon mientras frota con demasiada rudeza sus ojos, luego con la mirada borrsa dice.
A que esperamos entonces... debemos de partir ya.