Partida Rol por web

La sirvienta Enrietta abandona la zona y se dirige a las habitaciones privadas de su señor Durius, para rezar por su regreso, sano y salvo.

- La Dama Radovina se dirige a la Torre del Chambelán, seguida por la sirvienta Elena y el Guardia Boru, más dos de sus guardias feudales. Los seis Sargentos feudales de la guardia personal de la Dama se retiran a los barracones.

- Los criados se retiran a las cocinas. Los guardias ducales o bien vuelven a sus puestos de guardia o bien se dirigen a los barracones de la guardia a descansar.

- La sirvienta Gretta y el lacayo Visany se dirigen a la zona del servicio.

- La sirvienta Enrietta se dirige a las estancias privadas de Durius.

Salí de mis pensamientos y volví al mundo real, siguiendo a mi hijo hacia la zona del servicio, en silencio.

El guardia ducal Itsvan se retira a descansar a los barracones de la guardia del Castillo.

- Niziya se retira de vuelta a las cocinas.

- El guardia ducal Itsvan se retira a descansar a los barracones.

La comitiva ya se fue y las puertas del castillo se cierran ocultando el rumor de sus caballos alejándoles de nosotros. Les miro irse todo lo que mis ojos y las maderas de nuestras protecciones me permiten, mientras deseo que no sea la última vez que les vea. Desconozco los detalles de la misión que les llevó a abandonar la seguridad de nuestro hogar, que en las últimas fechas ha parecido no ser demasiado grande. Me habría gustado conocer y acompañar aunque eso es imposible para un niño tan pequeño e inútil como yo, por lo que me habría conformado con conocer, pero ni esa satisfacción se me dio.

Escucho la voz de mi primo Visany indicarme que me acompaña a las cocinas y veo como todas las personas comienzan a retirarse del patio, pero no quiero hacerlo. Tengo miedo de que no volveré a ver a ninguna de las personas que se fueron, que tan importantes son para mí. Luego pienso en el poco sentido que tiene quedarme acá y decido entrar en las cocinas para comer algo.

Sigo a mi primo hacía las cocinas y trato de sacarme los malos augurios de mi cabeza y mantener una mirada optimista y esperanzada acerca de la resolución de aquella misteriosa e importante misión.

- Lindor se dirige a las cocinas.

¡Por supuesto, mi hermosa Señora! ¡Os sigo! Como hubiera seguido a mi Señor si me lo hubiese ordenado así...

Y por suerte no lo mandó. Entre estos muros estoy más a salvo.

Flaviu caminó tras la comitiva que acompañaba a la marimandona y caprichosa Lady Caracerdito. Su instinto de peloteo le llamaba a ir junto a ella, para adularla convenientemente, pero un par de guardias de separación le eran necesarios en un momento como este. Porque Krevcheski sabe que si la espalda de esa petulante estuviese demasiado cerca, Flaviu no resistiría la tentación de acuchillarla repetidamente para que dejara de decir estupideces. Y no era el momento adecuado para perder los estribos. Estaría fuera de lugar.

- Flaviu Krevcheski abandona el patio del Castillo para seguir a la Dama Radovina Radoslav hacia la primera planta de la Torre del Chambelán.

Mikail observó en silencio y con rostro serio la partida de su Señor. Era una sensación agridulce. Ver marchar al Caballero de los Cárpatos era la parte dulce, claro está. Quedaba la esperanza de que con el regreso de su Señor llegara la buena nueva de la muerte de aquel monstruo. Las palabras de Enrietta resonaban en su cabeza como un eco cada vez más apagado. Ni se sentía con fuerzas ni podría hacer nada al respecto. Cuando miró a Visany le notó inquieto. Siguió su mirada y vio a los dos carceleros colocando un bulto, con evidente forma, sobre uno de los caballos.  Tenía que ser cosa de ese Maserrak.

Tratando de parecer calmado partió hacia la zona de servicio.

- El Lacayo Mikail deja atrás el funeral y se encamina a las cocinas del castillo de Balgrad.

La partida de mi señor Durius me deja un extraño y desconocido "sabor". No me agrada la idea de su partida y menos en compañía de quien lo hace.

Observo como Mikail se dirige a la Zona de Servicio así que decido ir con Enrietta pues no deseaba que pasara estos momentos sola. No convenía que estuviera sola.

- El Lacayo Vasilov se dirige a las estancias privadas del secretario ducal.

- El Capitán Zarak, Carcelero, el Chambelán Otto, el guardia Hakir, Tomescu, Pavetta y Schaar siguen en el Patio del Castillo.