SEGUNDA HORA DE LA MADRUGADA.
SEIS DE MAYO DEL AÑO DE NUESTRO SEÑOR DE NOVECIENTOS CINCUENTA Y OCHO.
IGOR:
- Sientes claramente el momento en que el cuerpo de tu Amo se convierte en cenizas, destruido por otro vampir más joven y vigoroso.
- ¿Qué va a ser de ti ahora?
- ¡Necesitas la sangre oscura y brillante casi tanto como el aire que respiras!
- La Sangre es la fuente de tu fuerza, de tu vigor y salud a prueba de todos los rigores de la vida. La Sangre es lo que evita que envejezcas ni un solo día más desde el día que empezaste a tomarla regularmente, hará diez años.
VALDAV KREVCHESKI:
- Sientes como si algo se derrumbara en tu alma.
- Crees que el Koldun se ha convertido en cenizas, pues sientes desaparecer toda influencia sobrenatural que pudiera tener sobre ti. Por primera vez en años piensas en la supervivencia de la Casa Krevcheski, en su porvenir en una Transilvania asediada de enemigos.
En medio de la calma, Igor se llevó las manos a la cabeza. Parecía que había perdido la cordura.
Aauaah-aaaauaauaaaah, se seca el pozo... ¡se seca el pozo! ¿A dónde migrarán las golondrinas sin sur, ni norte, ni alas, ni vida? Pajarito, pajarito...
Los ojos vidriosos de Igor se clavaron en Aldriu, con una mirada que reflejaba pánico. Echó a correr, empujando al siervo al pasar a su lado y siguió por los pasillos a toda prisa para ver a su amo en el sitio en el que le aseguró que estaría descansando: su cámara mortuoria. Y durante todo el camino seguía desvariando...
Pajarito, pajarito... Piopí... Si el pico es demasiado pequeño para beber de la copa, vuelca la copa. Si la envergadura de tus alas no te deja pasar por el espacio entre los barrotes, arráncatelas a picotazos o púdrete en tu jaula. Oh, pajarito, que no eres lo suficientemente digno como para ir vestido: entrega tus plumas y métete en la cazuela.
/a la sala del sarcófago del Koldun.
Valdav se agarró con fuerza el pecho un instante y se tambaleó. Pero al ver la reacción de Igor se incorporó y siguió corriendo al otro siervo del Koldun. Tenía que haber hecho caso antes de sus instintos. ¿Por qué habría creído al zopenco?
No, no, no, y mil veces no. Sus peores temores se veían confirmados. ¿Qué harían ahora?
//A la sala del sarcófago tras Igor
No entendía que le pasaba a Igor, pero siempre había estado medio loco, sin embargo en cuanto me miró con esos ojos me preocupé y sentí algo de temor.
Me aparté del camino en cuanto me empujó y me quedé observándole, sin embargo en ese momento note que Valdad también se comportaba de manera extraña, me preocupé.
El amo!
Ante este pensamiento comencé a correr tras los otros dos.
/a la sala del sarcófago del Koldun.
SALA MORTUORIA:
- Los tres entráis en la Sala Mortuoria del Amo. El sarcófago está vacío.
- Valdav recuerda claramente cuando fue la última vez que vio al Koldun, bajo la Capilla del Castillo de Balgrad. Allí esperó a que pasara una hora antes de regresar a las Catacumbas y le pareció muy extraño que Igor le dijera que el Amo ya había regresado.
El erudito se encaró con Igor enfurecido y le apuntó con el dedo.
- Tú, ¡maldito estúpido! ¿No decías que el Koldun había regresado? ¿Cuándo? ¿Le viste? ¿Te dijo algo? - Preguntó sin cesar.
La ira le inundaba y no sabía muy bien cómo reaccionar en esos momentos.
Algo raro estaba pasando, ya se lo había parecido desde que regresó.
¿Regresado? ¿Qué? ¡NO! ¡No escuchas, maldito zopenco! ¡Nunca se marchó! El Magno Koldun no es una golondrina para alzar el vuelo. Sigue aquí... entre nostros.
Igor se asoma al sarcófago y olisquea el polvo y la muerte que han impregnado ese cubículo por años. Se reboza con las manos en esa esencia de Koldun, su Koldun, acariciando sus brazos para huntar la mugre polvorienta.
Mmmmh... Mi aaaaamo... rrrr... morrrrr... Nos dejaste vigilando. Era obvio que después de eso vendrías aquí a descansar: ya habías comido y no había ningún motivo para salir al exterior... mmmmmh...
Como entelequia que está en todas partes, incluída la mente trastornada de Igor, el nuevo Koldun presentaba un pequeño inconveniente: no tenía icor líquido que ofrecer a su humilde y despreciable siervo.
¡¿Nnnh?! ¡LOS BASARAB! ¡El Omnisciente Koldun previó esto, y les dió el Don de la Sangre para alimentar a su fiel Igor antes de trascender! ¡TENEMOS QUE ENCONTRAR UNO DE ESOS RUINES HERMANOS! ¡ESOS INDIGNOS! ¡TENEMOS QUE...! ¡TENEMOS...!
Con un poco de sangre humana y ocultismo nigromántico, ¿podría "sintetizar" un sustituto a la sangre del Koldun en mi laboratorio?
Pero... pero... Valdav no entendía nada. Aquel sujeto estaba loco de remate. Su mente había divagado hacía mucho tiempo y no había vuelto a su lugar.
- ¡Eres un majadero! - Espetó a Igor furioso. Por su maldita culpa el Koldun había muerto. Valdav lo había sentido en sus huesos. Ahora no tenían sangre del Koldun y la necesitaban para subsistir. - Si el Koldun ha muerto, ¿qué te hace pensar que los Basarab puedan haber sobrevivido? - Preguntó airado.
- Eres un inútil. Lo sabía. Lo noté nada más llegar, el Koldun no estaba... Pero me fié de ti. Más estúpido soy yo por fiarme. -
Valdav se giró y se alejó de Igor antes de hacer algo que llegara a lamentar. Apretó un puño y cerró los ojos por la rabia unos segundos mientras pensaba qué hacer a continuación.
¿Conocemos algún otro vampyr o alguna otra manera de sobrevivir sin la sangre del Koldun?
IGOR:
- La sangre humana normal no te serviría.
- Necesitas la densa y oscura Vitae de un vampir de verdad.
- Además del Amo, sabes que él creó hace años a una especie de "hijo vampírico", un "Chiquillo", de entre los Basarab. Esa criatura se ocultaba en la cripta de su familia debajo del Castillo.
VALDAV KREVCHESKI:
- Por suerte para ti, no eres un Ghoul, eres un Aparecido y ahora eres libre. No necesitas beber ninguna clase de sangre para vivir, ni humana ni de vampir.
- Por primera vez en tiempo vuelves a pensar con claridad, completamente libre de la influencia sobrenatural del Koldun.
Libre. Después de tanto tiempo por fin libre. Valdav comenzaba a darse cuenta de las posibilidades. Su mente rumió varias opciones y estudió cada ángulo de todo lo que se le pasaba por la cabeza, pero lo seguía teniendo difícil. Con su tío muerto y sin saber si el resto de su familia había sobrevivido a la invasión Magyar… el Krevcheski no tenía un lugar al que marcharse.
Sólo le quedaban esos dos despojos del Koldun: Igor y Aldriu.
Bueno, si así era tendría que vivir con lo que tenía.
- Está bien. – Comenzó mientras su mente urdía un plan para intentar salvar a esos ineptos. – Necesitamos un vampir para poder sobrevivir asi que vamos a tener que organizarnos bien. Aparte del Koldun ignoro donde hay otro vampir, si lo sabéis es el momento de decirlo. Y respecto a esos Basarab… si todavía están vivos estarán en las mazmorras del Castillo. Deberemos infiltrarnos y atrapar a uno con vida. ¿Qué os parece? -
Meditó unos momentos y entonces recordó las palabras de uno de los Basarab cuando habló con el Koldun en presencia de Valdav.
- Sé dónde encontrar a otro vampir. Durius, el líder de las fuerzas del castillo, enemigo de los Basarab y enemigo de nuestro amado Koldun... Él es un vampir también. Podríamos intentar atraparlo con vida. -
De momento ante ellos se abrían dos opciones. Y ambas pasaban por infiltrarse en el Castillo.
Oh, sí...-dijo sarcástico-Y de paso puedes atarnos y escribir en nuestras frentes: "para Durius, con amor, Valdav". ¿Tengo cara de loco? Seguro que eso te hace ganarte un puesto besándole las botas. ¿Crees que no noto tus intenciones, memo? No confiaré en un Krevcheski. Tienen sangre de traidor, todo el mundo en los Cárpatos lo sabe. Vamos, Aldriu... sígueme. Sé perfectamente dónde encontrar un vampir. No necesitamos a ese idiota.
Se dió media vuelta y tomó por una de las galerías de las catacumbas. La que se dirigía exactamente a debajo del castillo al que el Krevcheski pretendía llevarles. Pero eso era solo una casualidad que no le quitaba dignidad a la salida orgullosa del jorobado.
/A la Cripta de debajo del castillo.
¿Los Ghoul podemos salir a la luz del sol?
El Koldun había muerto? Como? En que momento?
Me sentí por un momento triste por no haber sido capaz de proteger a quien debía de proteger, pero al mismo tiempo me sentí extraño, como si se quitase de mi un peso de encima.
-Como fue posible que esto pasara?- pregunté a viva voz mientras observaba todo, para luego escuchar la discusión entre quienes habían sido en todo este tiempo mis únicos compañeros.
Valdad nunca había sido malo conmigo, pero tampoco me trataba bien, en cambio Igor me había regañado y hasta tirado con algo más de una vez, pero siempre se acordaba de mi y necesitaba mi ayuda, por lo que me levante y lo seguí, mientras miraba a Valdad.
- Este idiota tiene memoria. – Respondió el Krevcheski a Igor. Hizo un gesto para que Aldriu se detuviera. – No le sigas. Está loco. –
Luego se encaró con Igor. - ¿Acaso no recuerdas que ese Basarab le contó al Amo que Niksaa había sido asesinado por un hombre lobo, ¿lo has olvidado? Si estás buscando el refugio de Niksaa… - dijo mirando en la dirección en que Igor se encaminaba – no encontrarás un vampir allí. –
Valdav dejó su postura erguida y mostró su verdadero aspecto, cansado y abatido. – Sois lo único que me queda. No pienso traicionaros ni entregaros a nadie. Intento buscar lo mejor para vosotros… Yo no necesito sangre de vampir para sobrevivir. Y ese Durius… ese Durius era enemigo de los Basarab, les perseguía. Seguro que tiene algo que ver con la muerte del Koldun. Deberíais pensar más en cómo vengaros. –
Miró a Aldriu una vez más. - ¿Qué vas a hacer? ¿Seguirás a Igor a unas catacumbas subterráneas que él no conoce y yo sí? ¿Le seguirás en la búsqueda de un vampir que sabemos está muerto? No, hay que buscar otra sangre para vosotros y el único vampir cercano es Durius. O la sangre de un Basarab, y estarán o en las mazmorras o en el cementerio. Eso si no han quemado sus cadáveres. Tenemos que decidir algo y tenemos que hacerlo ahora. Y ante todo, debemos permanecer juntos si queremos sobrevivir. -
IGOR:
- Aunque no te entusiasma la luz del sol brillante sobre tu perfectamente pálida piel, lo cierto es que el Sol no te hace daño real alguno (aparte del meramente psicológico). Ese es el motivo de que los Ghouls seáis los agentes diurnos de los vampiros, que les ayudáis a gobernar el día, que ellos no podrán jamás volver a ver.
- Con la destrucción del Amo, ya no te ata lealtad sobrenatural alguna a él, por lo que la opción de ponerte al servicio de cualquier otro vampir que quiera darte su sangre es perfectamente válida, y quizá más realizable, y realista, que la de capturar a un vampir y mantenerlo cautivo.
Por desgracia, contra la creencia popular, no hay un vampir detrás de cada esquina. Si lo que dice Valdav es cierto y Niksaa, el chiquillo del Koldun, tampoco existe, eso sólo deja como alternativa viable a cualesquiera otros vampiri que queden "vivos" (o mejor dicho, no muertos aún) en el Castillo de Balgrad.
Claro, también está la opción de ir a otra región de Transilvania al azar en busca de un vampiro al azar que quiera darte su sangre (o que sea tan incauto de dejarse capturar por ti). El tema es que los viajes por Transilvania de región en región duran semanas, un mes en la mayoría de los casos, y no te ves capaz de aguantar el síndrome de abstinencia sanguínea durante tanto tiempo.
VALDAV:
- Lo cierto es que ya no te ata ninguna lealtad específica hacia el Koldun o su memoria. Tu difunto tío Boris te envió a cimentar unas sólidas relaciones diplomáticas entre vuestra Casa y un poderoso vampir, y probablemente le daría igual un vampir que otro. Siempre que aquel al que sirvas sea poderoso.
Es decir, la opción de buscar al vampir más poderoso del Castillo y ponerse a su servicio no es del todo disparatada.
Lo sé, pero eso no se lo puedo decir a Aldriu ni a Igor. :D
Ya lo tenía en mente por si acaso. Porque de hecho si no hago eso, no sé qué hacer con Valdav. (Con mis reticencias ya que Durius podría ordenar ejecutarme directamente).
Gracias igualmente.
VALDAV:
- Otra posibilidad es averiguar qué ha pasado con la Casa Krevcheski, y con la Tirsa de Arges.
- En caso de que fueras el último de tu Casa, lo suyo sería buscar una dama noble con la que casarte y embarazarla para que el apellido perdure. :)
-Yo no necesito sangre de vampyr para vivir- respondí al Krevcheski - he servido toda mi vida al Koldun y ahora no tengo nada que hacer, es verdad que Igor esta loco y puede que empeore, pero tu que tienes para ofrecerme? Soy un simple humano, no se hacer nada más que trabajos de fuerza y apenas he aprendido a combatir y tu eres un noble que ha pasado la mayoría de sus años bajo unas catacumbas, cuales son las opciones que tengo en mi vida?- pregunté a Valdad mientras me frenaba y observaba la espalda de Igor al internarse en las catacumbas.