Partida Rol por web

Oh no se preocupen, el equipaje lo pueden dejar aquí, si lo requieren luego puedo mandar un empleado para que lo acerque a a la cabaña o en una de nuestras habitaciones. Le sonrie al hombre que dice que iran a pie.

Ir a la cabaña es facil, sigan el camino  de piedra lateral al bosque y a las cabañas, pueden usar el baño si necesitan luego del viaje, esta a la derecha,   y claro esta si necesitan algo solo es que me lo digan.

Te acercas a la orilla, el olor es putrido y salado, miras la arena, no ves algo claro que  diga que es exactamente lo que mato esa cantidad de peses.

El inspector de policia novato te dice: Es una lástima que el doctor no este con nosotros, pero comprendo que debe ir alguien en nuestra representación en el caso de la señora Pyro. Mira al rededor. Creo que debemos continuar posiblemente el guardabosques sepa que ocurre.

-¡Fantástico!- Exclamó Bella.-¡Una caminata por el lago! Nos irá bien desentumecer las piernas después del viaje. Pero antes...- Bella cogió su maleta y se fue al baño. A los pocos minutos salió con unas botas de lluvia puestas. Eso sí, el vestido seguía siendo el mismo.-Hay que estar preparada para todo...- dijo guiñándole el ojo a los presentes. Dejando la maleta en el mostrador, agarró fuertemente el paraguas y se dirigió con paso firme y decidido hacia el exterior.

Gracias por su amabilidad señora Giraud. Si las damas están preparadas, lo mejor será partir cuanto antes.

- Una última cosa si no le molesta, Mrs. Giraud - intercaló el doctor en tono amable - El viaje hasta aquí ha sido largo, ¿podría indicarnos dónde comer? Ignoro si es posible tomar la comida junto con Madame Pyro en su cabaña o debemos tener en cuenta alguna hora a la que volver a comer aquí. ¿Cómo organizan ustedes esos menesteres?

De momento no hay caso de la señora Pyro, seguro que la encuentran perfectamente cuando lleguen a su cabaña. Si como afirman su hermana y su tía ha desaparecido le dedicaremos nuestro tiempo. De momento, el único cadaver pertenece al señor Mace.

No vi nada sospechoso en las aguas del lago, así que me retiré de la orilla, aún con el pañuelo colocado en la nariz.

Tienes razón Fred, continuemos. Aquí no hay más que peces muertos y seguro que esperarán a que el doctor Oulard termine con las señoras.

Continuan su camino mientras se alejan cada vez más del edificio a donde dejaron a los demás,  el camino es amplio y  en oportunidades solo se ve el lago y el bosque al rededor.  Cuando ya han pasado unos 20 minutos de viaje, ven una cabaña de madera un poco camuflada por el contexto, con ciertos avisos y banderas estatales que les indica que estan frente a lo que buscan.

Mientras  Bella camina directo hacia el lugar puede escuchar como la mujer le responde al doctor, sin embargo se dirige hacia la puerta y no repara en más.

Oh mi señor, aquí en la posada les podemos ofrecer de comer,  ciertamente deben estar hambrientos. Puedo si desea decirle al cocinero que les prepare unos sanduches de cordero fresco, si estan de afan claro, o bueno también hay otras alternativas.

Cuando  sales hacia la puerta de manera segura (los demás andan un poco resagados) miras al rededor y localizas visualmente el camino  hacia la última casa del sector.

Los agentes de policia no se ven por ninguna parte, al parecer han caminado rápido, desde ahí ves el gran lago pero nada más.

La cabaña de los guardabosques estaba bastante alejada de la zona del hotel, en un paraje muy bello rodeado de árboles. Aunque mis sentidos pronto dejaron de estar impresionados por el entorno y volvieron a su funcionamiento normal. Por defecto profesional, y casi sin darme cuenta, mis ojos escrutaban todo lo que había a mi alrededor, buscando cualquier mínimo detalle que faltara o no debiera estar allí, pisadas, marcas en la madera, huellas de animales, cualquier cosa.

No nos esperan.- Comenté lo evidente mientras caminaba hacía la puerta.- Será mejor tocar para avisar de nuestra llegada.

La cabaña se ve algo descuidada, sin embargo en uso. Hay un pequeño tapete con el lema Forestry Commision, el tapete esta gastado, con barro y con algunos agujeros por el uso. Hay huellas de en la entrada de la choza, la cual esta enlodada. Cuando golpeas, no parece que haya nadie en el lugar. Miras un poco hacia abajo al notar cierta incomodidad al pisar el tapete y puedes ver una llave que se asoma debajo del mismo.

Aquel que deja la llave debajo del tapete no le importa que pases y tomes asiento.- Por lo menos eso decía siempre mi madre. Decidido saco la llave de debajo del mismo y me dispongo a abrir la puerta con cuidado, si teníamos que esperar a los guardabosques mejor hacerlo sentados dentro y relativamente calentitos que fuera donde la humedad del lago se acabaría calando hasta nuestros huesos.

Viendo divertido salir a la sra Conneau del vestíbulo Oulard agradeció el ofrecimiento de la regenta:

- Aunque tiene razón madame Giraud, es mayor el afán por reencontrarnos con madame Pyro. Si no está provista de víveres regresaremos para tomar aquí la comida. Gracias por todo.

Dicho esto el doctor se dirigió a la puerta dispuesto a dar alcance a la sra. Conneau antes de que ésta tuviera oportunidad de recorrer la distancia completa hasta la cabaña.

Ehhhgracias... se despidió timidamente Katharina disponiendose a salir por la puerta. Desde que había entrado se sentía incómoda y no sabía que hacer.Al contrario que su tía no había llevado botas para el agua. Si el caminio estaba muy embarrado simplemente se quitaria los zapatos y continuaria descalza.

Por cierto...si viene por aqui el señor Durand, dígale donde puede encontrarnos.

Momentos después Katharina huía de la casa y de los intentos casamenteros de su tía.

Bella se encontraba junto al lago, poniéndose cortesmente los guantes, mientras el paraguas le colgaba de su brazo. Al ver que los dos caballeros y su sobrina ya salían de la casa, los animó alegremente.-Vamos, vamos, no se me duerman o llegaremos caída la noche a la casa.- Mirando en varias direcciones, comentó.- Por cierto ¿Alguien ha visto a nuestros amigos de la Sctoland Yard? Ya no los diviso por ningún sitio.- Finalmente, y dándose por vencida, esperó a que el Doctor se pusiera a su altura, para aprovechar y pasarle su brazo diestro por el izquierdo del médico.- Y, dígame, ahora que estamos cerca del lago ¿A qué cree que es debido este olor nauseabundo? No entiendo cómo puede alguien vivir cerca de este hedor....- comentó, mientras caminaba amigablemente cogida del brazo.

Justo cuando abres la puerta escuchas una voz detrás de ti,  ¿qué demonios piensan que estan haciendo? La voz del hombre se muestra muy molesta.

Un poco nervioso se voltea pues no lo habia oido venir y responde. Señor, disculpe, somos de la comisaria de policia de...

Me importa un pepino de donde vienen- dice en tono fuerte- no tienen ningún derecho a ingresar así a una casa estatal.