Partida Rol por web

El día era bello y claro en las tierras del antiguo reino de Juma, el viento soplaba fresco y suave desde el oeste mientras a lo lejos el Sol empezaba a acercase a su lecho. El camino había sido corto y tranquilo, sin gran contratiempo para los Soronto y compañía, viajaban en una pequeña comitiva destinada puramente a estar presente en los festejos de la hija del rey Alton.

Mientras Dhapne y la alta dama angélica eran acompañadas por la siempre  bienvenida compañía de Vance III rey de Soronto en la amplia y engalanada carroza real, Douglas y su tío Deimus cabalgaban al frente de la comitiva. A lo lejos ya podían ver el castillo blanco de los Alton, bello y resplandeciente. El lugar se mostraba silencioso y majestuoso a lo lejos, pero una gran cantidad de banderas en torno a este les indicaban que todo estaba listo para una grandes festejos.

Pocos metros mas adelante marchaba la comitiva de Xocala, al parecer habían llegado en barco y habían desembarcado en la costa norte de Juma por lo que se habían enterado, su comitiva era igual pequeña, pero había demasiados solares en los alrededores protegiéndola y a la vez realzando su poderío.

El viaje desde Chayu le había resultado tranquilo a Douglas. Tal vez demasiado tranquilo desde que cruzaron la frontera, debido a la promesa hecha a su amado tío de andarse con ojo con los líos de faldas

Solamente espero que la princesa valga la pena el viaje rió en tono bromista Douglas, hablando con su tío. Por suerte, su compañía había sido como un bálsamo, hablando de futuros proyectos y viejas batallas

Dió un vistazo hacia atrás, para contemplar que su escudero, Mungo, les siguiera de cerca en su rocín, todo un lujo para el sirviente, fiel como un perro al heredero de los Soronto

Douglas lanzó un suspiro, contemplando su corcel, perfectamente cepillado y engalanado para la ocasión. Tal vez otros tuvieran monturas más lujosas, pero ésta le había llevado a la batalla y le había servido bien, al igual que su armadura de escamas. Tan sólo un vistoso plumero de color oro y azul le identificaba como miembro de la familia real. Si no fuera por ello, habría sido confundido con un fiero guerrero de alguna casa noble, pero nada más

Vaya, tío, por lo que parece tenemos que ir tragando el polvo de los norteños... comenta frunciendo el ceño ante la visión de la comitiva de Xocala

Y mirando a su alrededor, y en dirección al castillo real de Juma añade, ahora ya algo mosqueado Espero que su hospitalidad sea mejor que sus modales. Si no me falla la memoria, o aquí más al sur sean unos bárbaros, deberían haber enviado al menos un heraldo a recibir a un rey que les visita, e indicarnos dónde debemos instalarnos

Pero termina por reír, en un tono obviamente tan jactancioso cvomo bromista O a lo mejor es que temen que además ganar a su princesa, nos terminemos decidiendo a mover nuestras fronteras más al sur

Deimus había marchado a aquel torneo de forma completamente supletoria, viajando como un plebeyo por el camino hasta la fortaleza familiar, esperaba encontrarse con sus sobrinos, presentar los respetos en la tumba de su hermano, y encontrarse mas de una respuesta con respecto al posterior intento de asesinato. Probablemente cuando la carroza real se encontrara con él y sus hombres, vestidos como salteadores y dispuestos como estos en el camino, con la capucha y capa echadas sobre las armadura y la mano prestas en las empuñaduras, se temieron si duda un intento de asesinato a la corona, mas de uno de los guardias desenvainó su arma, solo para que sus ojos se ensancharan como platos al ver al viejo y regio caballero que era Deimus, bajar la capucha y echarse a reir.

Tras aquello, había viajado con ellos, iban a uno de tantos torneos que se celebraban por aquellas fechas, uno especialmente importante, sin apenas tiempo para conversar con su monarca y sobrino, Deimus había optado por acompañarlos, y dejar las preguntas que lo apremiaban para mas adelante. Como siempre, Douglas no se había hecho tardar a la hora de comenzar con la charranda, siempre bienvenida, con escuetas y cortas sonrisas, que pese a ello, para los que le servían y conocían mas profusamente, parecían carcajadas en comparación con su habitual humor. Pese a ello, el "chiquillo", pues a sus ojos Douglas lo era, se había llevado mas de un coscorrón y reprimenda por el camino, en aras de evitar males mayores en el futuro inmediato.

- Y tanto que lo vale! - Exclamó el caballero, ahora engalanado como tal por su armadura de laminas teñidas en brea al color negro que tan bien le acompañaba- ¡Vale un reino entero! - pronto achinó sus ojo y murmuró unas palabras solo dirigidas a los oidos de su sobrino - Sobre todo si juegas bien tus cartas para con sus hermanos... - había verdad en aquellas palabras, pero como siempre, a oídos de Douglas, era solo un juego con el que el anciano conservaba su reputación de ave de mal agüero, ganándose una media sonrisa en cuanto lo miraba alarmado, no dejando claro del todo si había sido una broma - Hablando de cartas y juegos... - dijo arrugando la mandíbula en una mueca de asco, antes de mirar a la carroza, como dando a entender que se refería a su otro sobrino, Vance - Tengo interés por saber lo que ocurrió exactamente... y mejor ahora y en voz baja que cuando entremos en tierra extraña, chiquillo.

De aspecto demacrado, Deimus parecía una calavera, parecía delgado, pese a la todavía extraordinaria fuerza de sus músculos, y era alto como un sauce, su mirada siempre sagaz, como tomando medidas para el ataud en el que pronto enterraría a cualquier que osara oponersele, era de aquellas a la que poco se le escapaba, y menos aún en cuanto a su sobrino - Es un buen caballo - sentenció volviendo a mirar al frente - mejor que este al menos - ante aquella afirmación señaló por la cabeza el que montaba, un palafrén también- muy bonito si, pero no cargaría contra un muro de lanzas, ni se mantendría calmado en mitad de la batalla y de paso mordería un par de orejas... no... este caballo es solo una golosina.

El aviso de su acompañante hizo que levantara la cabeza con cierto desanimo - Deberían, y no creo que tarde, de lo contrario apuntaré demasiado alto en la contienda con esta belleza, como a la altura del cuello... sobre todo si han dispensado el trato que comentas a otros reinos. Sería un insulto imperdonable y deliberado - su mano palpó el acero en su cinto, su siempre presente mandoble, la bravata del chico era en cierta forma similar a su siguiente pensamiento, pero de hay a decirlo en voz alta, había un mundo, el anciano revolvió su rostro hacia él con presteza, duro como el acero y para colmo, con el reproche pintado - Esos comentarios, guardatelos mientras seamos sus invitados Douglas. Observa, compara sus fuerzas con las nuestras y haz amigos tanto entre sus amigos como sus enemigos, especialmente estos últimos, con suerte puedas verter un par de monedas en el bolsillo de un ayudante de cámara con información privilegiada que pueda sernos de interés... una vez hecho esto, y verificado la estabilidad de Chayu, podrás hablar de conquista. Aunque claro... - y e aquí estaba la trampa de aquel discurso - ... podria haber sido tan solo una broma por tu parte, y puede que alguno de los hombres que nos acompañan no la tomara como tal, y fuera de los que dejan que les viertan un par de monedas en el bolsillo... entonces estaríamos en problemas - miró a los hombres a un par de caballos de distancia, escudriñandolos antes de volver a mirar a su sobrino, largamente, como si estubiera todo dicho en cuanto al asunto, antes de esgrimir una media sonrisa socarrona - Y no querrás poner en peligro a tu hermano y toda persona capaz de acceder al trono de forma inmediata tras su muerte, tu y yo incluidos... ¿Verdad?

A Douglas sinceramente le divertía que su tío le siguiera tratando como a un crío, pese a sus 21 años. Reconocía que Deimus tenía muchísima más experiencia que él, sobre todo en campos que el desdeñaba, aborrecía o simplemente ignoraba...

Por ello asintíó y se dispuso a contestar a la pregunta de Deimus sobre el intento de asesinato de Vance III

Yo creo que todo comenzó por querer ser honorables con quien no lo es, y dejar regresar del exilio a los Belden. Fue tal vez el único error de papá, y ya sabes que yo le idolatraba. Pero empiezo a sospechar que ellos tuvieron bastante que ver en su repentino fallecimiento.

El heredero de los Soronto habla en un susurro, cuidando que nadie más, ni tan siquiera su fiel escudero, les escuche

Al poco de su entierro y justo días antes de la coronación, el Maestre me alertó acerca de ciertos movimientos sospechosos. Gente extraña observando las rutas habituales que seguía Vance, y cosas así. Preocupado, durante un par de días observé los sitios y gentes que me habían dicho, y hasta yo fui capaz de reconocer un complot contra mi hermano.

Por ello actué con contundencia. Esta misma espada atravesó al canalla que llevaba la daga envenenada destinada a mi hermano, y conseguimos capturar a un par con la suficiente vida como para que, tras encargarse el Maestre aquí Douglas tuerce el gesto, obviamente disgustado por los métodos utilizados por el hombre de confianza de la corona nos dieran el nombre que ya sabíamos casi a ciencia cierta: el Barón Renato Belden. Sin embargo, el criminal consiguió huír antes de que le apresara

Douglas frunce el ceño, y baja algo la mirada Tendría que haberle mandado prender tan pronto como fuimos a por los asesinos, pero quise hacer las cosas correctamente, para que nadie pudiera achacarnos jamás nada al respecto

Obviamente el joven está dolido, al pensar que su tío lo habría hecho de otra manera y acabado con Belden antes que nada. Y él también lo habría hecho, si no fuera porque eso quedaba completamente fuera de su código ético

Bueno, ahora ya lo sabes de primera mano. Dime que soy un tonto demasiado caballeroso, que es lo que llevo diciéndome cada día desde que ocurrió. Pero aún y así no voy a cambiar, son 21 años labrándome una fama de bobo crédulo y honorable como para desperdiciarla tontamente acaba riendo, capaz incluso de bromear consigo mismo para sacarse el mal gusto de boca que le producía contar aquello...

Douglas sonríe agradecido a las palabras lisonjeras de su tío sobre su montura, y acerca de lo que les hará a los de Juma si no se comportan como es debido. Si fuera él quien lo dijera, todo quedaría en una chanza, pero Douglas sabe que Deimus es muy capaz de cumplir lo dicho, y más si lo cree necesario. Y está completamente de acuerdo, aunque no acabe de querer entender las palabras acerca de los hermanos de Yocelyne Nah, no puede estar pensando en... en eso...

De pronto se pone completamente serio, ante lo que le sugiere Deimus, y acerca de su fanfarronada Vale, tío, lección anotada. No fanfarronear y mantener la boca cerrada. Lo de hacer amigos, ya sabes que no me cuesta gran cosa, sobre todo si son gente de armas, y los de Juma tienen fama de ser buenos en eso, o al menos la tenían...

Aunque lo de las monedas... aquí tuerce el gesto, como si hubiera visto una mofeta ya sabes que no es lo mío. Además, con lo inocentón que soy para eso, seguro que se las daba a la persona equivocada y la liábamos. Mejor reconocer las propias limitaciones, y dejar ese asunto a... a quien es un experto en ello termina sonriendo

Y acerca de las monedas que puedan intentar comprar a gentes de nuestra comitiva, puedo responder no sólo por Mungo, sino por todos y cada uno de los soldados que nos acompañan desde casa. Han sido fieles y bravos camaradas de batalla y jamás han flaqueado ni han dudado. Así que no creo que un poco de oro les haga cambiar de bando...

Además, no creo que los de Juma se atrevieran a hacer nada contra nosotros mientras seamos sus invitados, ni contra ninguna otra delegación. Puede que seamos enemigos ancestrales, pero tanto nosotros como ellos somos gente de honor que respeta las leyes de la hospitalidad dice girándose un instante hacia la carroza real, y al volverse al frente, se alza sobre los estribos, para otear mejor el camino, en busca del heraldo o la comitiva de bienvenida

O eso espero... acaba diciendo, todavía molesto por la no aparición de quien debiera recibirles adecuadamente...

- Douglas- Grito la Dama Angélica desde la carroza, -deja de fanfarronear con el inoportuno de tu tio, sea lo que sea de lo que estén hablando puede esperar, miren allá adelante a los lejos, la comitiva de Xocala se ha detenido y alguien viene hacia nosotros, podría jurar que por la juventud y las vestimentas se trata ni mas ni menos que del mismísimo rey de Xocala, Tupac Yupanqui con algo de compañia. No me miren así y dejen de reír, ese es su nombre ya lo saben, así que vayan a alcanzarlo y muestren un poco de educación.-

Levantando ligeramente el polvo tras de si el pequeño contingente de la comitiva de Xocala que se había retrasado para encontrarse con la realeza de Chayu había alcanzado ya su objetivo deteniéndose a pocos metros frente a esta saludando galantemente. El grupo a parte de una guarnición de solares estaba integrado por la notable figura de Tupac Yupanqui engalanado con una bella armadura ligera dorada, a su lado derecho estaba su fiel protector Faluc Yunsic, campeón de los solares; ademas, a su izquierda se encontraba la bella Talil, hermana del rey de quien se decía era una de las mujeres mas bellas de toda Dranthia.
Por su parte, al frente de la comitiva de Chayu, estaba el inteligente Deimus Soronto quien era tio del rey Vance III, este era acompañado por Douglas Soronto, hermanastro y heredero del reino. Por su parte el rey no se veía por ningún lado aunque era probable que avanzara en la lujosa carroza que era custodiada por las fuerzas de Juma.

Douglas aguardaba la respuesta de su tío a sus palabras cuando se dio cuenta de que la comitiva que les precedía no solamente retrasaba su paso, sino que de entre ella se habían destacado sus principales para saludarles como correspondía entre notables de reinos diferentes.

El heredero de los Soronto picó espuelas adelantándose unos metros a su comitiva y, quitándose su yelmo emplumado con los colores de la realeza, hizo una cumplida reverencia

Mis Señores, Mi Dama. Douglas Soronto, a vuestro servicio. Todo un placer este encuentro entre nuestras familias, aquí en el reino de Juma dijo el apuesto caballero, mostrando una cordial sonrisa. Su mirada se detuvo unos instantes más de la cuenta contemplando a la hermana del rey de Xocala y añadió, cortés y gallardo

Mi Dama, todo lo que habíamos oído de vos en Chayu empalidece ante vuestra mera presencia

Tras el cumplido, Douglas se coloca el yelmo bajo el brazo y avanza al paso para marchar junto a los de Xocala

Y así pues ¿qué noticias traéis del Norte, mis queridos amigos? pregunta, viendo con alivio que, a lo lejos, se divisa la llegada de un heraldo con los colores de Juma, enviado sin duda alguna para recibirles como se merecen y decirles dónde pueden asentar sus reales

A Tupac no le había agradado aquel hombre, había puesto demasiada atención en su hermana, insultantemente demasiada atención. Lo miro fijamente y levanto la mano -Muchas noticias, pero espera, empecemos por las presentaciones, Faluc, que esperas, me haré viejo y mi nombre sera olvidado si cada vez que llegamos a un lugar tengo que recordarte tu trabajo-

Mi molestia era claramente expresada en mi rostro, pero el era el rey, yo simplemente un notable guerrero, quizá el mejor de toda Dranthia; pero aun el mejor guerrero de toda  Dranthia tenia que rebajarse ante su rey...
-Mis señores, permitanme que os presente los señores del resplandeciente reino de Xocala- extendí mi mano primero en dirección al rey que vestía su elegante armadura dorada -Mi señor el rey de Xocala, Tupac Jupanqui, sabio, poderoso e iluminado por el dios Sol- enseguida me gire hacia la bella doncella Talil -Ella es la esplendorosa y majestuosa Talil Yupanqui, la mas hermosa entre las mujeres de Dranthia, la mas elegante, la mas sincera; una mujer celestial nacida de las lagrimas de nuestro dios sol, digna de completa adoración y devoción- Si me había extendido demasiado, seguro eso molestaría al joven rey y permitiría ganarme algunos puntos con Talil.

El joven Soronto no pudo dejar de notar la reacción del campeón de los solares ante las palabras de su rey. Sería sabio y poderoso en teoría porque los títulos semejantes iban adscritos al cargo, pero era insultante que un guerrero de la talla de Faruc Yunsic tuviera que hacer el trabajo de un heraldo o de un cortesano cualquiera

Y vos sois sin duda alguna Faluc Yunsic, afamado guerrero y campeón de los solares de Xocala. Será un honor cabalgar junto a tan renombrado caballero dice Douglas con toda sinceridad, hablándole con el respeto que le merece la gente de armas. Aunque él fuera uno de los generales más jóvenes de Dranthia ello no le hacía enorgullecerse frente a gente que, como Faruc, llevaba años y años en el oficio de las armas

Como bien sabéis, nosotros también adoramos al dios Sol, así como al dios Caballo, por lo que demos gracias al Astro Rey, implacable y justiciero por habernos deparado este encuentro añadió cortesmente Douglas, mientras esperaba a que su tío y el resto de comitiva les alcanzara

-Que así sea- respondí a aquel hombre que debería ronda mi edad -Donde esta su rey y los demás, o solo han venido ustedes? Espero que no sea así, tenia ganas de conversar con todos los miembros de su familia- Pero antes que eso deberíamos entrar ya al castillo Blanco, los Alton ya deben estarnos esperando, o al menos eso espero- Hice una pequeña pausa mientras miraba detenidamente a su comitiva tratando de analizarla -Consideré que seria una grosería entrar antes que ustedes por lo que me gustaría invitaros a que nos acompañen durante el resto del camino y entrar juntos a la ciudadela del castillo-

¿Por qué nos hemos detenido, cochero? Espero que Douglas no esté intentando socializar con las gentes del lugar. añado para las damas.

Un guardia se acerco a la carroza tocando la puerta y hablando desde afuera, -Mi señor, la noble familia Yupanqui del reino de Xocala están aquí, desean acompañarnos hasta la puerta de la ciudadela; ahora estamos por movernos de nuevo junto con ellos, desea algo mi señor?- El guardia permanecio alli parado a la espera de una posible respuesta.

Mi hermano y señor el rey y el resto de familia real va en la carroza de regalía, ahí detrás, y mi tío es ése que cabalga meditabundo a la cabeza de nuestra comitiva. Seguramente todos estarán complacidos de hablar con vos, mi Señor Mientras habla con el rey de Xocala, Douglas hace un gesto y uno de sus hombres de confianza se acerca al trote

Informa a Su Majestad el Rey de que Su Majestad Tupac Yupanqui, Rey de Xocala, nos hace el honor de unir comitivas, para que entremos juntos en el Castillo Blanco

Y una vez el jinete ha partido, el heredero de Chayu inclina la cabeza en gesto de agradecimiento Es el vuestro un gran detalle que os honra, mi Señor Tupac Yupanqui, y que sin duda reafirmará la amistad entre dos pueblos que adoran al mismo dios terminó diciendo Douglas, esperando que su comitiva les alcanzara de una vez por todas, escoltada por el esplendor de las Lanzas del Sol

Agradeced al rey de Xocala su ofrecimiento, y gustosamente podemos realizar el final del trayecto conjuntamente. Añadid que consideramos que lo más conveniente es que las reuniones reales se formalicen delante de los señores de Alton, puesto que son ellos los que nos ofrecen hospitalidad.

Pienso unos segundos:

Transmitid también a Douglas y a mi tío que han de ser corteses, pero que eviten cualquier motivo de afrenta, desde cualquiera de las partes.

Una vez la comitiva real de Chayu les alcanza, y le comunican las palabras de su hermano el rey, Douglas asiente y vuelve a situarse al lado del rey de Xocala viendo como ya las dos comitivas marchan como una sola, con una deslumbrante escolta de Solares y Lanzas del Sol

Mi hermano y señor el rey, siempre tan puntilloso en temas de protocolo le dice el heredero de Chayu a Tupac Yupanqui con una brillante sonrisa, y pregunta cuidadosamente para evitar cualquier ofensa Espero que no os moleste que cabalgue a vuestro lado, mi Señor...

Mientras hablan y avanzan, Douglas no puede sino admirar la belleza del afamado Castillo Blanco de los Alton, adonde se están dirigiendo todos los recién llegados

Cabalgando juntos, la comitiva llegó hasta las puertas del castillo blanco, allí una gran escolta procedente del castillo blanco los esperaba, eran caballeros que estaban sumamente ataviados de emblemas y banderas al grado de que los pobres parecían tabalearse en todo momento en sus monturas como si fueran a caer. Los Yupanqui y los Soronto cabalgaron juntos rodeados por aquella escolta hasta llegar a la ciudadela del castillo, mucha gente los esperaba ya allí arremolinada en torno al camino real que llevaba hasta el interior del castillo.
La gente allí en su mayoría parecían no ser plebeyos, esto se debía a que gran parte de los nobles menores con sangre Alton vivían allí, ya fuera esta cercana o lejana, así mismo las familias de la elite del reino solían morar aquí también.
El camino hasta el castillo se hizo muy lento y tedioso, mientras los Yupanqui y los Soronto querían llegar pronto al castillo para poder estar cómodos un tiempo antes de la cena con el rey lo Alton parecían tener otras intenciones, su paso era galante pero sumamente lento, en todo momento parecían querer lucir el evento a su gente e incluso a los invitados, señalándoles en todo momento alguno que otro de los preparativos con que se topaban o que se llegaban a ver desde el camino.
Al fin tras un largo camino se aproximaron a las puertas del castillo blanco, en donde el asunto se hizo aun mas lento, lleno de protocolos y secuencias de pasos antes de poder entrar formalmente. Era algo a lo que los Yupanqui y los Soronto estaban de cierto modo acostumbrados, pero bien sabían que los señores del este y del norte no lo verían agradable. A lo lejos, algo mas allá de la entrada de la ciudadela una amplia comitiva se dejaba ver, probablemente mas familias estaban ya próximas a llegar.