Partida Rol por web

Iba tomando mis propias notas según el chico hablaba, algo que el abogado también hacía. - No digo que se subiese porque quisiera irse con él a otro sitio, sino porque le ofreciese acercarla a donde iba y ella accediese confiada. Eso determinaría también parte de la naturaleza de Marie. Hasta que punto era confiada o desconfiada con los extraños. - Aunque por lo que se decía, era confiada y me quedaba claro que su actitud era toda por despecho porque Jonathan rompiese con ella. Conocía esa sensación, ese dolor y lo que era buscar a quien amabas en otros cuerpos y otras caras.

- Bien, tienes coche. Lo lamento. Fue algo que no me quedó claro. Cuando yo era joven no tenía coche e iba a buscar a mis citas a pie o en transporte público. - Dije con una sonrisa. - Claro que de eso hace ya demasiados años. - Comenté tratando de relajar el ambiente. - Vale, entonces... este punto es importante Jonathan: Peter vio que el hombre manipulaba un cuerpo. ¿En algún momento uno de los dos vio que lo lanzase del camión o lo bajase del mismo? - Le pregunté con seriedad y luego miré al padre de Peter. Estaba claro que debíamos preguntarle a su hijo de nuevo por ese punto. - ¿O simplemente lo manipuló en el suelo?

Esperé la respuesta del chico con calma.

Luego Jonathan me recordó que Peter era medio elfo. - Sí, es cierto. Pero incluso el color de la camisa que llevaba puesta en ese momento, aún no viendo más detalles, es algo importante. Pues no es lo mismo ir a buscar en una casa una camisa con un color más o menos concreto que tener que comprobar todas. No se si me entiendes.

Para mí estaba todo más o menos claro. Pero necesitaba certificar aquella duda que había surgido con respecto a la manipulación del cuerpo de Marie. Si el hombre la tocó en el suelo, si no le vieron lanzarla del camión, podría ser todo como él mismo dijo. Eso no le convertía en inocente. Solo una comprobación por parte de criminalística en la cabina del camión, donde se buscase ADN de la joven o algo que demostrase que no estuvo en ese camión, harían que el hombre quedase libre de sospechas... dejándonos como al principio.

- Bueno... - Dijo dudando. - No... - Tragó saliva. - Creo que no vimos eso, pero si que estaba la puerta del camión abierta. La de atrás, me refiero. ¿Eso quiere decir algo no? No tendría sentido que estuviera abierta si no... - Guardó silencio. - No... no se que camiseta llevaba o de que color. Eso no me fije. Lo siento.

- Vale, estáis delante del camión, de frente quiero decir, viendo la cabina del mismo. - Dije poniéndome en situación. - ¿A qué altura del camión dirías que estaba ese hombre mirando el cuerpo? ¿En la parte de alante? ¿A la altura de la cabina? ¿En la parte de atrás? - Por supuesto que era una pregunta trampa. Más allá de la cabina tendrían un ángulo completamente ciego y no hubiesen visto absolutamente nada. - Y sí, la puerta trasera abierta tiene su explicación... dependiendo de a que altura del camión viéseis a ese hombre con Marie.

Anoté el detalle de la puerta, pero era habitual que los camioneros, cuando llevan el remolque vacío, dejen la puerta lateral abierta para que se vea que no tienen mercancía cuando paran en un área de descanso. Lo normal es que cuando salgan a carretera la cierren, porque se les multa por ello, pero se le podía haber pasado por alto el que llevaba la puerta abierta y sujeta solamente con aquel anclaje en la parte inferior a la misma que la mantenía pegada a la caja del remolque.*

- Si le digo la verdad... - Se detuvo a pensar en la pregunta, como si no entendiera muy bien que era lo que le preguntaba. - ...pues estaba en la parte trasera, pero... - Se llevó la mano al mentón pensativo. - El camión, ahora que lo recuerdo, estaba en sentido contrario. Osea, estaba en el carril de la izquierda, pero debía circular dirección Doxton. Puede ser que al ver a Marie, invadiera el sentido contrario y aparcara en el otro arcén. - Se encogió de hombros. - Si, podría ser eso...

Tomé nota de aquello. Por las palabras de lo ocurrido, todo daba a entender que el camión estaba mirando hacia ellos, no que fuese en su misma dirección. Sin duda, cambiar de carril para "ir a orinar" no era algo precisamente muy lógico y la puerta trasera abierta si podía indicar que llevase a Marie en el remolque.

Aún así, era algo más para confirmar con el hijo de Val-Unduil, pues en su declaración no había nada de eso.

- Bien, tenemos el caminón que cambió de lado de la carretera, con el conductor atrás y manipulando el cuerpo de Marie. La matrícula la tienes en casa... y no os vio por fortuna. - Dije resumiendo todo lo que realmente necesitaba hacer ver que quería saber al tiempo que terminaba de anotar todo.

Miré al abogado. - Creo que solo me queda que el chico me de la matrícula que vio y volver a repasar algunos datos con su hijo, solo para confirmar lo que ha contado Jonathan, porque la versión que ha dado cambia mucho las cosas de como las tenía planteadas en mi cabeza. Así que por mí, si quiere, vaya terminando el papeleo que sea necesario para que pueda irse a casa y que nos de esa matrícula cuanto antes. También le pediría que en este tiempo, hable con quien sea en su casa y que no le permita a su hijo hablar con Jonathan hasta que no hablemos con él de nuevo. No quisiera que se mezclasen las versiones ni los datos de uno y otro. Es más puro el testimonio cuando no se ha hablado de él con quien estuvo a su lado, no se si me entiende.

» No quiero que la versión de Jonathan influya sobre la de Peter y a la inversa. Luego podrán hablar de ello, pues quizás entre ambos recuerden más detalles. Pero ahora me interesan dos puntos clave y, como no, esa matrícula. - Le dije al abogado con calma. - Y como dije, el chico queda libre de cargos por mi parte, siempre que esté dispuesto a colaborar de nuevo cuando le necesitemos y no vuelva a salir corriendo. - Miré a Jonathan. - La justicia es ciega o al menos debería serlo. Pero en mi caso, el color de la piel y la raza no me van a decir si un hombre o una mujer son unos asesinos o unos santos. Me lo dirán las pruebas y sus acciones. ¿Lo entiendes? Así que obraste bien viniendo aquí a buscarnos, creéme. - Y le guiñé un ojo cómplice, esperando a que el abogado terminase con la declaración del chico, este la firmase y ambos estuviésemos de acuerdo para llevarle a casa a por la matrícula y hacerla constar en la declaración.

- Haré lo que me pida. - Comentó Jonathan. Si colaboración era ahora total. Kharis se había ganado al joven y es que quedar totalmente libre de cargos era algo que no pensaba que pudiera suceder antes de entrar en la comisaría. - Y perdone por lo de... - Tragó saliva. - ...por lo de mi casa. Yo... - Suspiró. - ...estaba asustado. Aunque eso ya lo he dicho. - Sonrió. - Gracias por no hacer distinciones por color de piel, agente Daeric. Significa mucho para mi. Algunos amigos míos tuvieron malas experiencias y bueno, pensaba que era lo normal y que me cagarían con el asesinato. Más cuando fuimos novios. Supongo que me entiende. - Se explicó de nuevo. - Y no, no hablaré con Peter. No hasta que usted me de permiso. Es mi mejor amigo...

- Descuide. - Respondió el señor Val-Unduil. - Mi hijo no hará más estupideces y por supuesto no va a estropear su declaración y el trato. Se lo aseguro. - Sonrió levemente aquel elfo que difícilmente lo hacía. - Yo me encargo del papeleo. 

En ese momento escucharon como se abría la puerta del pasillo que daba con la recepción y como uno de los agentes hablaba con alguien. Unos pasos acabaron frente a la puerta del despacho donde ellos se encontraban.

La agente Jones condujo el descapotable rojo de Kharis Daeric desde la casa de los Marvin, hasta la comisaría de Sarns. Una vez allí aparcó en la zona destina a vehículos oficiales y salió con determinación del vehículo adentrándose en la jefatura. Allí fue recibido por uno de los agentes con los que había tenido sus más y sus menos y cuando le explicó que había dejado su coche en zona reservada para policías, éste no puso pega alguna y finalmente le condujo a través de los pasillos del edificio hasta la estancia donde se encontraba su compañero junto con el señor Val-Unduil y Jonathan.

Al abrir la puerta los tres miraron a Jones y quizás Daeric fue el más sorprendido. O la cena había sido muy rápida o algo había sucedido que la había dejado interrumpida antes de finalizar. Ambos agentes de la OFI tenían muchas cosas que contarse, aunque uno de los dos tenía bastante más material relacionado con el caso que el otro. Pronto lo descubrirían. 

- Agente Jones. No le esperaba tan pronto. Estamos terminando el papeleo. Cuando acabemos llevaremos al señor Jonathan a su casa, donde tiene anotada la matrícula del camión que vio. Luego regresaremos a casa del señor Val-Unduil para hacerle un par de preguntas más a Peter que salieron durante este interrogatorio. - Dije con mi tono de voz habitual. 

- Se dio cuenta de su error y vino aquí a buscarnos. Así que llegue a un trato con el señor Val-Unduil presente. Su testimonio, estar disponible por si surgen más preguntas y la verdad y retiraría todos los cargos. Podemos ponernos al día mientras vamos a casa de Jonathan. - Y es que tener a Jones allí tan pronto sólo podía implicar dos cosas: o bien tuvo empatía cero y la invitaron a marcharse o por el contrario había descubierto algo, pero no consideraba que ni el chico ni el abogado debiesen estar presentes en esa conversación.

Finalmente, conduje de regreso hacia la comisaría, pensando en lo desagradable de la situación de la cual había sido testigo, pero al mismo tiempo, encontrando una cierta paz interior al comprender que lo que solíamos ver en las personas que nos rodeaban, no era sino puro artificio, en casi todos los casos, y que en nuestro interior albergábamos oscuridad suficiente como para apagar cualquier cosa que se acercase.

¿Era eso lo que había estado haciendo, apagando las luces de todos cuantos me rodeaban? Por mucho que fuera comprensible, debía aceptar de una vez por todas que mi vida había cambiado y que nunca volvería a ser la misma.

Pero me resultaba tan complicado mirar hacia delante...

En la comisaría, Kharis estaba ya allí, junto al joven Jonathan y el señor Val-Unduil.

-Sí, bueno. Yo también esperaba tardar algo más -respondí con algo de sequedad, sin querer dar más detalles, por el momento -. Me parece bien. Es mucho mejor colaborar.

Aquel caso había supuesto levantar la alfombra de aquella comunidad y como solía suceder, lo que había debajo nunca era agradable de ver. Pero solo nos interesaba descubrir al asesino de Marie, detener a un criminal y resolver un caso que jamás debía haberse producido.

-Perfecto. Pues vayámonos entonces. Cuanto antes, mejor.

Tardaron cerca de una hora en hacer todo lo que tenían pensado. Fueron a buscar esa matrícula a casa de Jonathan. Su preocupada madre había estado llorando, pero se fundió en un abrazo cuando vio llegar a su hijo y se sintió aliviada en parte, cuando éste le contó lo sucedido y los agentes de la OFI refrendaron sus palabras.

La matrícula concordaba con la que había dicho desde el principio Peter Val-Unduil y cuando Valad Val-Unduil trajo a su hijo hasta la casa de los Maslowe, por eso de que así, teniendo los agentes de la OFI controlado a Jonathan y a su teléfono móvil no podrían mensajearse para cambiar versiones, éste explicó de nuevo su versión añadiendo los mismo detalles que había remarcado anteriormente y apoyando la versión descrita por Jonathan de que el camionero había parado al lado izquierdo de la calzada y que fue cuando pasaron de largo dicho camión y que al ver que estaba manipulando un cuerpo cerca de la parte trasera del mismo, con la puerta trasera abierta, estacionaron y fueron caminando ocultos en las sombras hasta descubrir el cuerpo de Marie, se asustaron y el resto ya era de conocimiento de todos.

Ambas versiones parecían concordar, estaban redactadas y firmadas y el propietario del camión que correspondía con la matrícula facilitada era el tal Chester Barns concordaba con el testigo que halló el cadáver y quien de hecho alertó a la policía de lo sucedido en la carretera. Fue durante aquella última entrevista con los ahora testigos principales, cuando le llegó un mensaje al agente Daeric. Se trataba de la fotografía del camionero.

Cuando Kharis se la enseñó a los dos jóvenes, Peter le reconoció de inmediato y de manera inequívoca. A Jonathan le costó un poco más, pero dijo estar prácticamente seguro de que se trataba del camionero que la fatídica noche de los hechos, vio manipulando el cadáver.

- Una pregunta más. - Dije antes de irme. - La puerta del remolque, cuando se fue... ¿la cerró o la dejó abierta? - Era la única duda que me había quedado. - Gracias por todos. Si recordáis algo más, el señor Val-Unduil tiene mi tarjeta.

Y tras la respuesta me subí con la silenciosa Jones al coche de la OFI, poniéndome al volante. - No se si aún llegaremos a tiempo a esa cita misteriosa. - Le dije a mi compañera tras ponerle al corriente de las historias de los chicos*. - Pero creo que deberíamos intentarlo.* Y si no hay nadie nos tocará ir a ver a las... mujeres de vida alegre y ya se pondrá en contacto ese misterioso informador de nuevo. Se le veía ansioso por querer hablar con nosotros. - Le dije a Chandrelle esperando que así fuese.

- Mañana tendremos que volver a Sarns a hablar con el camionero, pero antes quiero pasar por la comisaría local y dejar un par de cosas claras a la jefa de policía. No estoy dispuesto a que ninguno de los dos perdamos la placa por investigar algo que no es nuestro y que sus estúpidos perros nos vengan con líos de papeles burocráticos. Así que prefiero que le quede claro desde ya que si quiere nuestra ayuda, tendrá que saltarse algunas reglas al igual que nosotros nos saltamos otras o que se olvide de todo. Y si no, que siga insistiendo a la OFI a ver si le hacen caso alguna vez... pues está claro que no es lo mismo una niña de familia de bien que un grupo de prostitutas. ¿Qué te parece?

» En cuanto al camionero, quiero ver hasta que punto es culpable de algo o no. Con las declaraciones de los chicos tenemos para pedir una orden de registro a su camión al menos, pero no quiero acusarle de nada formalmente... no salvo que aparezca algún rastro de Marie en el interior de su camión.

La historia parecía cuadrar bastante, tanto la de uno de los chicos como la del otro, pero ahora necesitábamos hallar y hablar con el camionero. Las posibilidades podían ser muchas, desde que fuese el asesino que buscábamos, hasta que se tratara de un atropello casual o incluso se hubiese encontrado el cuerpo de Marie y simplemente se hubiera desecho de él para no complicarse la vida. Repugnante, desde luego, pero para nada lo que estábamos buscando.

Pero nos quedábamos sin tiempo y en esos momentos, ya teníamos algo así como una cita a la que acudir.

-Sí, tenemos que ir. Quien quiera que sea, nos esperará. Ten en cuenta que ha sido él, o ella, quien nos ha buscado, y no al revés, por lo que no me cabe duda de que estará cuando lleguemos.

Aquel caso era retorcido como pocos, y sin embargo, aún podía costarnos mucho más de lo que esperábamos. Kharis estaba preocupado por ello y deseaba aclararlo todo. Había que decir que estaba con él en aquello. Al final, a veces tenías que hacer ciertas cosas y saltarte las normas porque no había otra manera, pero siempre que fuese por un objetivo que lo mereciera, no tenía problemas con ello.

La policía tampoco debería tenerlo, pero eso era algo que había que dejar claro.

-Creo que deberían hacernos un monumento por intentar ayudarles. No me preocupa perder la placa pero si voy a hacerlo, te aseguro que antes se la tendrá que tragar. Y el problema lo tienen ellos en su comunidad, no nosotros, así que más les vale arrimar el hombro en lugar de dar patadas -dije, llena de ira.

Estaba cansada de tanta burocracia.

-Sí, me parece perfecto. Pero cuando hablemos con él, será mejor que venga alguien con nosotros, de manera que podamos hacer las dos cosas a la vez. Estoy segura de que al agente Marvin no le importará. De hecho, hasta puede que se alegre de alejarse de su mujer. Esa casa es un auténtico desastre y su hija... no sé como todavía no se ha escapado.

- Creo que la cerró. - Dijo el chico. - No puedo asegurarlo del todo. - Se detuvo a pensar un momento. - Es decir. Estaba cerrada cuando arrancó. De lo contrario, me habría fijado, porque vi como se alejaba y no me percaté de ello. No se si me entienden.

Luego trataron de llamar por teléfono a Peter, pero éste no contestaba. Era tarde y quizás dormía o puede que simplemente no hubiera visto la llamada en el teléfono, raro en un joven acabado de salir de la adolescencia, pero posible. El señor Val-Unduil les dio su palabra de que cuando llegara a su casa le preguntaría y o bien les llamaría o si no, les enviaría cuanto menos un mensaje.