Partida Rol por web

El agente Mills, volvió a entrar. Ya no portaba su cigarrillo entre los dedos, pero nada más acceder al laboratorio, expulsó por la boca una última bocanada de humo de tabaco.

- Mire... - Intervino Mills. - Llamen a Thaallasvashj, ella es su jefa ¿no?, o a la directora adjunta Herbert o llamen al propio Cas, pero no nos hagan perder mucho tiempo. 

Cualquiera de esas tres personalidades podía darle la orden de que entregara todo el material a aquellos matones, aunque Crews sólo tenía línea directa con la escala más baja de los tres, Thaallasvashj.

- ¡Venga, llame! - Alentó al doctor. - ¡No se quede embobado, ahí mirando!

Alexander seguía de brazos cruzados, miraba enfadado a Grikhvili, ignorando deliberadamente a Mills.

— Agente Grikhvili ¿Si tenias la aprobación de mi jefa porque me haces perder el tiempo con insinuaciones y esa actitud arrogante? Voy a llamar ahora mismo a Thaallasvashj, y si tenéis permiso, por mi como si os quedáis hasta los ordenadores.

Después sacó su móvil y marco los números mientras refunfuñaba para si mismo, pero audiblemente.

— Se creen matones de una peli del viejo oeste y solo nos hacen perder el tiempo.

Mientras esperaba a ver si daba tono, no pudo evitar repetir, con cierto tono burlón, los comentarios del agente.

—"Ésto es del todo irregular""no puede intervenir en el trabajo forense", "¿Quien se ha creído que es usted?", "no puede hacer ésto". Vives en las nubes, Grikhvili, no me voy a jugar el cuello por unas pruebas si los superiores han decidido que os pertenecen. ¿Quien soy yo, Aljarry el Sucio?

- Thaallasvashj. - Respondió una voz femenina al otro lado del teléfono. La voz de la división de homicidios.

- Buenas tardes, jefa. Soy Alexander Crews, el forense. - Se presentó. - Tengo aquí a unos agentes. Dicen que son de asuntos internos...

- ¿Ya? - Interrumpió sobresaltada. - Mierda... - Crews notó como tapaba el auricular del teléfono para amortiguar aquella expresión. Pasaron unos segundos y cuando Alexander iba a decir algo más, Thaallasvashj habló. - Entrégueles lo que le piden... - Dijo con aparente resignación. Entonces colgó.

A Alexander no le hacia gracia ni la actitud de los agentes ni lo que ocurría. Pero el no seguía casos como los detectives, le gustaba saber como terminaba los casos en los que actuaba como forense, pero no sufría de ese apego a los casos típico de los agentes. Colgó y guardó el móvil.

— Estupendo. Pues si tienen todo en regla, no hay ninguna pega por nuestra parte. Pueden coger lo que les plazca. Indicadnos cualquier cosa mas que necesitéis. Aunque hace ya rato que deberíamos estar en casa, siempre hacemos horas de mas.

De todos modos, si había algo irregular, siempre hacían doble copia de los datos.

— Agente Grikhvili, no quiero que haya rencores, como ves, en este laboratorio somos sensatos. La próxima vez, si la hubiera, esperó que se dejen de inútiles bravatas. Simplemente enseñad sus permisos y explicarnos lo que quieren. En harás del entendimiento quiero que sepan que en este laboratorio se graba tanto por cámara como por audio todo el rato, algo que no manejamos nosotros y que se captura por seguridad. Así que es probable que nuestros superiores acaben viéndolos.

Y si hay suerte, algún jefe con dos dedos de frente se dará cuenta de que tener a dos monos matones en asuntos internos con el poder que eso conlleva no es buena idea. Pensó mientras sonreía amablemente al agente Grikhvili, tendiéndole los resultados por escrito de la autopsia.

- Buena elección doctor Crews. - Dijo el agente Grikhvili con una sonrisa de satisfacción en el rostro. - Muy inteligente. - Se le quedó mirando unos instantes mientras asentía con la cabeza.

Se giró entonces hacia Mills y le dedicó una mirada. No dijo nada más, pero Mills asintió, se dio media vuelta y salió del laboratorio mientras agarraba su teléfono móvil y comenzaba a marcar un teléfono.

Minutos después apareció un equipo de técnicos informáticos que comenzaron a copiar y borrar toda la información sobre las autopistas que había en los ordenadores, hombres vestidos con bayas blancas que se hicieron cargo de los cadáveres y de los restos orgánicos y los sacaron del laboratorio y otro los propios Mills y Grikhvili se hicieron cargo del resto de pruebas.

- Ha sido un placer, doctor Crews. - Le dijo Mills mientras encendía otro cigarrillo. - Tenga usted muy buen día. - Sonrió. - Aunque ya queda poco. Ha anochecido. - Dio una profunda calada a su cigarrillo, se dio media vuelta y se marchó mientras decía adiós con la mano a la altura de su cabeza sin mirar atrás. 

- Imbéciles... - Dijo Noom. - Esto ha sido... Muy extraño. - Comentó Malone terriblemente indignado. - Deberíamos... - Negó con la cabeza. - ¿Crees que tendríamos que dar parte de lo sucedido a fiscalía? - Preguntó buscando opciones para recuperar la autonomía del departamento forense de la OFI. - No creo que lee hago gracia lo sucedido al juzgado. ¡Nos han quitado todo lo que hemos investigado hoy!

Alexander estaba apoyado sobre una mesa mirando el trabajo de aquellos tipos de batas blancas. Contestó la pregunta de Noom intentando no mostrar su enfado.

— Informaremos, pero si desde arriba han obligado a la jefa no creo que nos hagan mucho caso.

Se mesó la perilla un segundo, pensativo.

— Podría levantar una queja por su comportamiento pero... Ya sabes como odian los agentes a los chivatos. Y estos no son agentes rasos, son de asuntos internos y evidentemente manchados. Hombres como estos podrían mandarnos a la cárcel. Igual que han hecho esto podrían falsificar pruebas en nuestra contra en el contexto de una investigación de asuntos internos — Se detuvo mientras pensaba que solo por su hermano James es posible que pudieran investigarle. Aparto esa idea con un gesto tajante— Me niego a dejarme pisotear, cuando estos terminen mandaremos lo que quede al agente Daeric y su nueva compañera... Jones. Si alguien dice algo decimos que habíamos mandado ese archivo antes de que llegaran ¿Te parece bien Noom?

Fuera como fuera, había acabado una agotadora jornada. Era tarde ya y Crews necesitaba marcharse a casa a descansar. Malone le propuso tomar algo en algún pub, pues él decía necesitar "su dosis", antes de ir a la cama. Sobre todo, después de todo lo acontecido durante aquella extraña jornada llena de cosas inexplicables y tras ser apartados de una investigación forense, por dos matones de tres al cuarto.

Sin embargo, Crews declinó la oferta, como casi siempre. Aunque él no era un bebedor asiduo, aquella noche hasta le hubiera apetecido ir con Noom a tomar algo, sin embargo, aquel día coincidía con el cambio de guardia. Al día siguiente entraban a trabajar por la mañana y no quería llegar al trabajo con los ojos pegados y con resaca, o peor aún, quedarse dormido y no llegar.