Partida Rol por web

¡Ya tienes escena personal para ponerte con la ficha!

 Buenas máster!

Voy poniendo la ficha por aquí, no me queda mucho para terminarla. Es la primera que hago, lo siento por los fallos... corrígeme si quieres lo que veas mal y voy adaptándolo.

De todas formas me faltan cosas, quiero meter a mi mejor amigo actual y a un amigo de la infancia, tengo que pensar temores y lo que no me gusta, describirme, mi apodo, los ataques... y poco mas.

En la parte de describir a la persona en quien mas confío, me he repetido, literalmente, pero es que ya lo había puesto en la historia. Lo he repetido porque supongo que quieres que te lo ponga en notas para que así sea mas sencillo si quieres mirarlo.

Iré editando, mañana ya estará terminada a la espera de correcciones.

Nombre y apellidos: Hugo Acosta del Toro

Edad: 27 años

Nombre en clave: 

Uno o varios ataques ofensivos: 

Uno o varios ataques defensivos: 

Un super ataque: Podría ser la duplicación masiva, haciendo cien copias de él mismo y pudiendo controlarlas a todas.

Limitaciones: Cuando se duplica, pierde el control de su propio cuerpo, solo puede controlar la/s copia/s.

Recuperación: por alguna extraña razón, cada vez que usa el poder tiene sed, si lo usa poco, es una pequeña deshidratación, pero si no toma líquidos puede llegar a perder el conocimiento e incluso al fallo cardíaco. 

Descripción e Historia

Hugo es un joven de 27 años, canario de origen y afincado en Madrid desde hace algo más de un año. Hijo único de padres corrientes. Su madre, Manuela, enfermera desde hace casi 30 años, con una mente por delante de su época. Nunca le ocultó ni le prohibió nada, dejó que cometiera sus propios errores y que descubriera el mundo con sus propios ojos. Eso incluía probar drogas, alcohol o deportes extremos. La vida está para vivirla, dice siempre.

Por el otro lado está su padre, el teniente Acosta, del Ejército de Tierra. Muy estricto hasta que Hugo tuvo quince años. Esa educación estricta dejó de serla debido a un amago de depresión de Hugo a esa corta edad, donde Armando, su padre, decidió ceder a una educación mucho mas abierta y libre, después de ver que estaba perdiendo a su único hijo.

Hugo no fue nadie en el instituto, se centraba en estudiar, descuidando las amistades. Quizás por eso entró fácilmente a la carrera que le llamaba la atención, Psicología, aunque la acabaría dejando, desilusionado, a los dos años, no era lo que esperaba.

Descubrió que le gustaban los números y además se le daba bien, a través de internet consiguió bastante dinero, primero gracias al póker y después a las apuestas, de donde aun vienen gran parte de sus ingresos.

A los 21 años dejó definitivamente la carrera y empezó a vivir de verdad, según él. Chico joven, con cierta soltura económica, padres que no le decían nada y soltero, se sentía imparable.

Probó todo tipo de drogas. Estuvo, o intentó estar, con todo tipo de mujeres. Viajó a casi todos los continentes y conoció todo tipo de culturas, mientras seguía haciendo dinero con un simple móvil y una red WiFi.

Los siguientes tres años fueron una auténtica transformación personal. Ya nunca más fue aquel chico huidizo de la multitud. Ya no se parecía en nada al joven Hugo al que le temblaba la voz cada vez que iba a hablar en un grupo, o a una simple desconocida, ahora rebosaba seguridad por sus poros, no tenía sentido del ridículo y sabía lo que valía.

A los 24 años se enamoró perdidamente de Andrea, una joven andaluza de su misma edad, veterinaria. La conoció en la Feria de Málaga.

Una delicia de niña, así se la describió a su madre por primera vez. Desde que la vio, se quedó prendado de sus impactantes ojos verdes y su enorme melena, que aquella tarde jugaba con el viento. No tardó en acercarse a ella y descubrir que nunca había conocido a otra igual. Graciosa, espontánea, trabajadora, buena persona... no había ni un solo pero a la primera impresión.

Después de dos años de ensueño viviendo en Canarias, empezaron a tener problemas en la relación. Estos problemas se originaron debido a haberse convertido en una relación abierta que no supieron llevar. Irse a Madrid a vivir iba a ser a la solución a sus problemas, un cambio de aires, pero no funcionó, apenas duraron dos meses.

Finalmente dejaron su relación, pero ambos se quedaron encandilados con la capital. Yanira abrió su propia clínica veterinaria y Hugo decidió sentar la cabeza y hacer de su céntrico piso de alquiler, un hogar.

Actualmente estudiaba unas oposiciones, mientras los fines de semana trabajaba en el Mercado Central, llevando compras en un puesto de frutas y verduras.

Realmente estudiar unas simples oposiciones no era su sueño. Su idea era tener un puesto estable, sentar la cabeza y, a partir de ahí, compaginarlo con lo que le gustara.

Ahora mismo estaba en una época en la que se sentía feliz con su vida y con lo que hacía, con la idea de que la situación actual era un paso previo a algo más grande.

Se había hecho un buen círculo de amigos en la capital, donde ya se movía como pez en el agua. Aunque tenía bastantes amigos, solo confiaba realmente en uno, Héctor, un vendedor del Corte Inglés de Preciados. Se conocieron de fiesta al poco tiempo de llegar Hugo a Madrid, pero conectaron rápidamente, ambos con el mismo tipo de humor y personalidades parecidas, sentían que podían contarse cualquier cosa y así lo hacían normalmente.

Además, Hugo seguía contando con el apoyo incondicional de Andrea, su ex, ya que aun conservaban una excelente relación.

Notas

Nombre: Hugo Acosta del Toro

Nombre de la madre: Manuela del Toro

Nombre del padre: Antonio Acosta

Poderes: Duplicación

Tipo de poder

Edad: 27 años

Profesión: repartidor en un mercado mientras estudia unas oposiciones

Estado civil: soltero

Lugar de residencia y quién vive con él/ella: calle de San Bernardo, cerca de Callao, vive solo.

Motivación personal: conseguir un trabajo de funcionario y luego dedicarse a lo que más le guste, como estudiar economía.

Gustos y aficiones: el poker, las apuestas, viajar, las fiestas, los ordenadores, la ropa.

Temores: 

No le gusta: 

Su Mayor miedo: le tortura la idea de morir sin haber hecho nada destacable en su vida, volver sentir que pierde el tiempo, como en el pasado.

Persona en la que más confía  (PNJs): Andrea, su exnovia.

Descripción de esa persona, su edad, su relación con él/ella, a qué se dedica, avatar y todo lo que se te ocurra: Es posible que lo usemos como PNJ para dentro de la partida. Y puede que también trate de adaptarlo para que tenga relación con otros personajes: 

A los 24 años se enamoró perdidamente de Andrea, una joven andaluza de su misma edad, veterinaria. La conoció en la Feria de Málaga. 

Una delicia de niña, así se la describió a su madre por primera vez. Desde que la vio, se quedó prendado de sus impactantes ojos verdes y su enorme melena, que aquella tarde jugaba con el viento. No tardó en acercarse a ella y descubrir que nunca había conocido a otra igual. Graciosa, espontánea, trabajadora, buena persona... no había ni un solo pero a la primera impresión.

Después de dos años de ensueño viviendo en Canarias, empezaron a tener problemas en la relación. Estos problemas se originaron debido a haberse convertido en una relación abierta que no supieron llevar. Irse a Madrid a vivir iba a ser a la solución a sus problemas, un cambio de aires, pero no funcionó, apenas duraron dos meses.

Finalmente dejaron su relación, pero ambos se quedaron encandilados con la capital. Yanira abrió su propia clínica veterinaria y Hugo decidió sentar la cabeza y hacer de su céntrico piso de alquiler, un hogar.

¿Qué piensa tu personaje sobre la existencia de este tipo de poderes en el resto de personas?: los ve como el siguiente paso a la evolución y, aunque nunca ha tenido envidia de nadie, reconoce que le hubiera gustado a él también ser uno de ellos.

¿Cómo describiría a sus padres? A su madre, Manuela, le debe todo en la vida. Aunque se dio cuenta cuando ya pasaba de los veinte, su madre le había enseñado el camino para convertirse en quien es hoy en día. Una educación abierta, sin tabúes, sin adoctrinamientos, con comprensión y libertad. Ahora se hablaban menos, pero la tiene en sus pensamientos cada día.

A su padre, Antonio, le tiene respeto. Hombre de la época, cerrado, cabezón, complicado. En el fondo ambos saben que se quieren, aunque no se lo digan. Tuvieron problemas en el pasado y, aunque no es el mejor padre del mundo, Hugo tampoco se considera el mejor hijo del mundo. 

¿Cómo se describiría a si mismo?

¿Cómo crees que los demás lo ven?

¿Mejor amigo o amiga, o persona en la que más confía y si sabe algo de su poder?

Bueno, me gusta todo lo que he leído. 

Lo único es que a tu historia deberías añadir el descubrimiento de tu poder.

Y sobre las limitaciones de tu poder, esto quiere decir que cuando manifiestas las copias tú te desmayas o te quedas en una especie de trance??

Si, exacto, me gusta lo de quedarse en trance y creo que es una buena limitación. No me pueden despertar mientras esté duplicado por ejemplo, ni aunque me zarandeen o griten, tengo que decidir yo cuando dejo la duplicación o que muera la misma.

Pensaba que podía editar el post anterior, que putada. Voy a corregir y añadir lo que falta para intentar que la siguiente que ponga ya esté prácticamente terminada.

Esto me recuerda a la proyección astral que hacía Prue en Embrujadas, no sé si veías la serie. Lo digo principalmente porque en ese caso, la copia no siempre era física. En este caso entiendo que sí que lo es, y que de pasarle algo a ella tú te quedarías bien. ¿no?

Sí, una vez que el director postea, ya nadie puede editar los post anteriores. Solo yo. Tienes que volver a copiar todo con los cambios indicados para que los pueda volver a revisar.

Nombre y apellidos: Hugo Acosta del Toro

Edad: 27 años

Nombre en clave: 

Uno o varios ataques ofensivos: 

Uno o varios ataques defensivos: 

Un super ataque: Podría ser la duplicación masiva, haciendo cien copias de él mismo y pudiendo controlarlas a todas.

Limitaciones: Cuando se duplica, pierde el control de su propio cuerpo, pasando a controlar a la/s copia/s. Entra en un trance del que no puede salir si no es por voluntad propia o por muerte de las copias.

Recuperación: Por alguna extraña razón, cada vez que usa el poder tiene sed, si lo usa poco, es una pequeña deshidratación, pero si no toma líquidos puede llegar a perder el conocimiento e incluso al fallo cardíaco. 

Descripción e Historia

Hugo es un joven de 27 años, canario de origen y afincado en Madrid desde hace algo más de un año. Hijo único de padres corrientes. Su madre, Manuela, enfermera desde hace casi 30 años, con una mente por delante de su época. Nunca le ocultó ni le prohibió nada, dejó que cometiera sus propios errores y que descubriera el mundo con sus propios ojos. Eso incluía probar drogas, alcohol o deportes extremos. La vida está para vivirla, dice siempre.

Por el otro lado está su padre, el teniente Acosta, del Ejército de Tierra. Muy estricto hasta que Hugo tuvo quince años. Esa educación estricta dejó de serla debido a un amago de depresión de Hugo a esa corta edad, donde Armando, su padre, decidió ceder a una educación mucho más abierta y libre, después de ver que estaba perdiendo a su único hijo.

Hugo no fue nadie en el instituto, se centraba en estudiar, descuidando las amistades. Quizás por eso entró fácilmente a la carrera que le llamaba la atención, Psicología, aunque la acabaría dejando, desilusionado, a los dos años, no era lo que esperaba.

Descubrió que le gustaban los números y además se le daba bien, a través de internet consiguió bastante dinero, primero gracias al póker y después a las apuestas, de donde aun vienen gran parte de sus ingresos.

A los 21 años dejó definitivamente la carrera y empezó a vivir de verdad, según él. Chico joven, con cierta soltura económica, padres que no le decían nada y soltero, se sentía imparable.

Probó todo tipo de drogas. Estuvo, o intentó estar, con todo tipo de mujeres. Viajó a casi todos los continentes y conoció todo tipo de culturas, mientras seguía haciendo dinero con un simple móvil y una red WiFi.

Los siguientes tres años fueron una auténtica transformación personal. Ya nunca más fue aquel chico huidizo de la multitud. Ya no se parecía en nada al joven Hugo al que le temblaba la voz cada vez que iba a hablar en un grupo, o a una simple desconocida, ahora rebosaba seguridad por sus poros, no tenía sentido del ridículo y sabía lo que valía.

A los 24 años se enamoró perdidamente de Andrea, una joven andaluza de su misma edad, veterinaria. La conoció en la Feria de Málaga.

Una delicia de niña, así se la describió a su madre por primera vez. Desde que la vio, se quedó prendado de sus impactantes ojos verdes y su enorme melena, que aquella tarde jugaba con el viento. No tardó en acercarse a ella y descubrir que nunca había conocido a otra igual. Graciosa, espontánea, trabajadora, buena persona... no había ni un solo, pero a la primera impresión.

Después de dos años de ensueño viviendo en Canarias, empezaron a tener problemas en la relación. Estos problemas se originaron debido a haberse convertido en una relación abierta que no supieron llevar. Irse a Madrid a vivir iba a ser a la solución a sus problemas, un cambio de aires, pero no funcionó, apenas duraron dos meses.

Finalmente dejaron su relación, pero ambos se quedaron encandilados con la capital. Yanira abrió su propia clínica veterinaria y Hugo decidió sentar la cabeza y hacer de su céntrico piso de alquiler, un hogar.

Actualmente estudiaba unas oposiciones, mientras los fines de semana trabajaba en el Mercado Central, llevando compras en un puesto de frutas y verduras.

Realmente estudiar unas simples oposiciones no era su sueño. Su idea era tener un puesto estable, sentar la cabeza y, a partir de ahí, compaginarlo con lo que le gustara.

Ahora mismo estaba en una época en la que se sentía feliz con su vida y con lo que hacía, con la idea de que la situación actual era un paso previo a algo más grande.

Se había hecho un buen círculo de amigos en la capital, donde ya se movía como pez en el agua. Aunque tenía bastantes amigos, solo confiaba realmente en uno, Héctor, un vendedor del Corte Inglés de Preciados. Se conocieron de fiesta al poco tiempo de llegar Hugo a Madrid, pero conectaron rápidamente, ambos con el mismo tipo de humor y personalidades parecidas, sentían que podían contarse cualquier cosa y así lo hacían normalmente.

Además, Hugo seguía contando con el apoyo incondicional de Andrea, su ex, ya que aún conservaban una excelente relación.

Este era el antiguo Hugo, el joven normal con una vida normal… pero ese Hugo, desapareció para siempre.

El día del nuevo Hugo.

Todo ocurrió una soleada mañana de abril, un día cualquier entre semana. El día anterior no había hecho nada fuera de lo normal, ni si quiera la semana anterior, solo estudiar, tomar unas cañas y trabajar el fin de semana.

De hecho, lo único fuera de lo común en los últimos meses fue un TAC cerebral al que se sometió, debido a los fuertes dolores de cabeza que estaba teniendo, dolores que, casualmente, desde entonces le habían desaparecido.

- ¡Buenas Ana! ¿Mejor? - saludó efusivamente Hugo.

- ¡Buenos días Hugo! Si, si, todo solucionado ya. ¡Gracias! ¿A estudiar un poco no?

- ¡No queda otra! Parece que viva en esta biblioteca...

Una vez dentro de la biblioteca, su segunda casa, divisó al fondo, algo escondida, una mesa con una chica.

- ¿Está ocupado? – dijo tras aclararse la voz.

- No, no, siéntate – respondió la joven, mientras se colocaba las gafas y examinaba a Hugo sin demasiada discreción.

Hugo se sentó, sacó su iPad y repasó las noticias del día, no sin antes dar un sorbo a la botella de agua, que últimamente le acompañaba a todos lados. 

Tras casi una hora, de repente, empezó a notarse algo cansado. Había descanso bien y había dormido sus horas, pero una pesadez en el cuerpo empezó a apoderarse de él. Levantó la mirada de su iPad buscando a la chica de gafas. 

Allí estaba, metida de lleno en la pantalla de su portátil. Los párpados cada vez le pesaban más, tenía que dormir, sea como fuere, pero no allí. Cerró la funda de su iPad, buscó su mochila, cerró los párpados un momento y...

¿Qué hago en mi cama...? ¿Estaba soñando? Joder... nunca había tenido un sueño tan real.

Hugo se preparó, como cada mañana, para ir a la biblioteca, que estaba a escasas calles de su casa.

¿Y mi maldita botella de agua? Estoy seguro que la había dejado aquí… Cogeré otra. Encaró el pasillo de su casa, mientras se ponía las gafas de sol.

- ¡Buenos días Ana! ¿Mejor? - saludó efusivamente Hugo.

- ¿Hugo? No te vi salir… - respondió extrañada - Si, si, todo solucionado, ya te dije ¡Tanto estudiar te está afectando eh!

- … Ehm, si, si, perdona. – Contestó, más extrañado aún.

Hugo no entendía nada. ¿Ya había estado allí?

Entró a la sala de estudios y, en la mesa del fondo, volvió a ver a la chica de gafas con su portátil. Joder, es igual que la de mi sueño…, pensó. Se acercó a ella y le volvió a preguntar si estaba ocupado.

La joven levantó la cabeza hasta alcanzar a ver a Hugo.

- No, no, puedes sentarte – dijo, clavándole la mirada mientras jugueteaba con un lápiz entre sus dedos - ¿No nos acabamos de ver?

- Si, perdona, tanto estudiar… - replicó Hugo, algo aturdido.

Realmente parecía haber vivido ya todo aquello, pero… había sido un sueño... ¿No?

Notas

Nombre: Hugo Acosta del Toro

Nombre de la madre: Manuela del Toro

Nombre del padre: Antonio Acosta

Poderes: Duplicación

Tipo de poder:

Edad: 27 años

Profesión: repartidor en un mercado mientras estudia unas oposiciones

Estado civil: soltero

Lugar de residencia y quién vive con él/ella: calle de San Bernardo, cerca de Callao, vive solo.

Motivación personal: conseguir un trabajo de funcionario que le aporte estabilidad y luego dedicarse a lo que más le guste, como estudiar economía.

Gustos y aficiones: el poker, las apuestas, viajar, las fiestas, los ordenadores, la ropa.

Temores: Los insectos en general, unos mas que otros, pero no le hacen gracia. De niño tuvo un pequeño trauma, pensaba que los insectos se le metería por los oídos mientras dormía. Ya no piensa igual, pero queda algo de ese miedo. Intento evitarlos a toda costa.

No le gusta: la gente negativa. Le desespera la gente que se está siempre quejando de todo, sobre todo si son tonterías. Detesta el cigarro, ni fumar ni que fumen cerca suyo. 

Su Mayor miedo: le tortura la idea de morir sin haber hecho nada destacable en su vida, volver sentir que pierde el tiempo, como en el pasado.

Persona en la que más confía (PNJs): Andrea, su exnovia.

Descripción de esa persona, su edad, su relación con él/ella, a qué se dedica, avatar y todo lo que se te ocurra: Es posible que lo usemos como PNJ para dentro de la partida. Y puede que también trate de adaptarlo para que tenga relación con otros personajes: 

A los 24 años se enamoró perdidamente de Andrea, una joven andaluza de su misma edad, veterinaria. La conoció en la Feria de Málaga. 

 

Una delicia de niña, así se la describió a su madre por primera vez. Desde que la vio, se quedó prendado de sus impactantes ojos verdes y su enorme melena, que aquella tarde jugaba con el viento. No tardó en acercarse a ella y descubrir que nunca había conocido a otra igual. Graciosa, espontánea, trabajadora, buena persona... no había ni un solo pero a la primera impresión.

Después de dos años de ensueño viviendo en Canarias, empezaron a tener problemas en la relación. Estos problemas se originaron debido a haberse convertido en una relación abierta que no supieron llevar. Irse a Madrid a vivir iba a ser a la solución a sus problemas, un cambio de aires, pero no funcionó, apenas duraron dos meses.

Finalmente dejaron su relación, pero ambos se quedaron encandilados con la capital. Yanira abrió su propia clínica veterinaria y Hugo decidió sentar la cabeza y hacer de su céntrico piso de alquiler, un hogar.

¿Qué piensa tu personaje sobre la existencia de este tipo de poderes en el resto de personas?: Los ve como el siguiente paso a la evolución y, aunque nunca ha tenido envidia de nadie, reconoce que le hubiera gustado a él también ser uno de ellos.

¿Cómo describiría a sus padres? A su madre, Manuela, le debe todo en la vida. Aunque se dio cuenta cuando ya pasaba de los veinte, su madre le había enseñado el camino para convertirse en quien es hoy en día. Una educación abierta, sin tabúes, sin adoctrinamientos, con comprensión y libertad. Ahora se hablaban menos, pero la tiene en sus pensamientos cada día.

A su padre, Antonio, le tiene respeto. Hombre de la época, cerrado, cabezón, complicado. En el fondo ambos saben que se quieren, aunque no se lo digan. Tuvieron problemas en el pasado y, aunque no es el mejor padre del mundo, Hugo tampoco se considera el mejor hijo del mundo. 

¿Cómo se describiría a si mismo? En esta etapa de su vida, como un chico con confianza en si mismo, con seguridad, con buena autoestima. Haber viajado tanto durante esos tres años, le hizo estar agradecido con la vida y ser solidario con los demás. Vivió muchas cosas buenas, pero también vio muchas culturas y mucha pobreza, ha aprendido a ser feliz con lo que tiene. Se considera leal y es amable, con saber estar. Sabe mentir y no duda en hacerlo, aunque no le gusta hacer daño a nadie con sus mentiras, o al menos a nadie que no se lo merezca. También es testarudo, no es fácil verle cambiando de opinión. Respecto a las relaciones, se siente cómodo siendo el centro de atención en su grupo de amigos, diciendo o haciendo tonterías, ha aprendido a perder la vergüenza, sobrepasándose alguna vez.

¿Cómo crees que los demás lo ven? Si no lo conocen, muchos lo verán como el típico chulo gracioso que se cree mas que nadie, pero otros también verán como desprende seguridad y confianza en si mismo. En un plano mas personal, lo verán como alguien siempre dispuesto a echarte una mano, alguien en quien poder confiar y saber que no te va a fallar.

¿Mejor amigo o amiga, o persona en la que más confía y si sabe algo de su poder?

Actualmente su mejor amigo es Héctor, aunque solo se conocen desde hace un año, pero son muy iguales y congeniaron desde el primer momento. Confían mucho el uno en el otro, son el alma de las fiestas cuando se juntan, aunque también se han contado sus momentos mas duros e incluso alguna lágrima ha caído.

No sabe nada de su poder, pero no dudará en contárselo si tiene la ocasión.

También conserva otra relación, aunque han perdido mucho contacto con la distancia, hablan de vez en cuando por Whatsapp y se ven cuando ella visita Madrid, pero ya no es lo mismo que antes.

Es una joven azafata de vuelo, Alba. Se conocen hace muchos años y en el pasado tuvieron una fuerte amistad, aunque nunca pasaron mas allá de un inocente tonteo.

Alba es una chica noble y muy divertida, alguien a quién podrías contarle cualquier cosa y jamás se asustaría, ha tenido una vida dura, inmigrante árabe desde niña aunque con muchos antepasados españoles, si no lees su apellido, no sabes que es árabe, Lamhamdi.

Perdona se me olvidó responderte. Si, veía embrujadas aunque no la recuerdo mucho, pero estuve mirando lo de Prue y si, algo así sería, pero pudiendo replicar mas de uno en el futuro. Entrando en trance como dijiste. Y si, la replica si le pasa algo muere y y yo vuelvo a la conciencia.

Perfecto.

Sobre tu nombre no hay prisa, de hecho es algo que incluso te lo podrán poner los demás cuando te conozcan y sepan de tus habilidades. Así que no tengas prisa.

Sobre los ataques, no hay límites, lo que se te ocurra, si veo que algo se escapa, te lo diré. Por ejemplo, replicar objetos no lo veo, precisamente porque ya hay un PJ así. XD Así que será mejor que no. Sobre replicarte a ti mismo, efectivamente ya es bastante poderoso, y efectivamente no te veo muy ofensivo en combate, aunque quizá podrías hacer más de una réplica de ti mismo y así poder usarla para atacar. (Aunque sin ser un buen luchador, quizá tampoco sirva de nada).

Sobre defensivos, quizá tus réplicas pudieran crear otras réplicas, así cuando les ataquen, esta se desvanecería y crearía una réplica en otro sitio.

Lo de curarse no es mala idea, pero al ser tú el original el que queda herido, no sé muy bien como hacerlo, ya que te quedas desmayado cuando eso ocurre.

Y efectivamente, ya es poder en sí, quizá no hace falta que le des más vueltas. Lo de el ofensivo y defensivo es más a modo de ejemplo para saber qué hacer a la hora de actuar.

De momento agrega todo a la ficha, y por mi estaría todo OK.

Perfecto, desde que pueda lo añado.

Es que es eso, yo ya de por sí lo veo bastante poderoso, no tendría mucha gracia si me hago un personaje que sea dios (ni yo ni nadie), mola que sean poderosos pero con límites.

Lo de la curación yo tampoco lo veo claro, no tiene excesivo sentido, si se me ocurre algo durante la partida pues ya desarrollaría el poder o algo así, como descubriendo algo nuevo.

No me preocupa que no sepa luchar, en la serie Heroes por ejemplo muchos no sabían, pero eran útiles. Si soy inteligente, pues podré hacer cosillas sin temor a morir, pudiendo arriesgarme más o ir de avanzadilla en situaciones que lo requieran.

Gracias! :)

Entiendo que mi poder ya se presentó hace unos días es esa misma semana, incluso más de una vez y, aunque aun no lo controlo, ya comprendo que lo tengo, ¿correcto?

Hola, las reglas de la partida están escritas para algo y sería importante que te las releyeras de nuevo, porque no me gusta repetirme. Las dudas deben hacerse en el off o por la escena personal. Jamás se hacen por el hilo de la partida. 

El tema de tu poder es lo que hayas decidido tú con tu historia. En eso tenéis libertad.

Y entiendo que mi post es para todos.

También comento en las reglas de la partida que los post han de marcarse a quien yo indique o en caso de contrario a los destinatarios que salgan por defecto. En este caso no hay nadie por defecto, así que no, no tienes que publicar para nadie más. 

Ok sorry, me leí las normas al principio, debería habérmelas vuelto a leer.

No volverá a pasar.