Con la muerte de Salcedo aquella historia había llegado a su fin.
Cuchillo Jack le hirió de gravedad, pero Speculum se había hecho invisible para matarle y gracias a la cúpula que creó Terra, tuvo la cobertura necesaria para matarle sin ser visto.
Cuando todo aquello ocurrió, Speculum huyó de allí junto a Jack. Ninguno de los dos iban a ser admitidos en Superhéroes Inc. lo tenían claro y sin que pudieran reaccionar huyeron tal y como lo hicieron Flora y Fauna.
Finalmente llamaron a la policía y les mintieron explicando lo que había pasado. Unos metahumanos habían matado a un hombre, aparentemente sin ningún móvil. Superhéroes Inc un grupo de superhéroes que actuaba por su cuenta había tratado de evitarlo y habían logrado atrapar a tres de sus cinco enemigos.
Las autoridades encarcelaron a Fiebre, Splash! y Granito en una cárcel de máxima suguridad y anti-metahumanos pero sintieron ciertas retincencias hacia Superhéroes Inc. Por si acaso, no alertaron a la prensa de lo que había ocurrido aquella tarde.
Horas después, el grupo se reunió junto a Kross en la base de operaciones, no sin que antes Carla eliminara toda la sangre de la jefa que corría por sus venas.
El plan había sido un éxito, o quizá un fracaso.
Miss Krost observó uno por uno a los miembros de Superhéroes Inc. Estaban en la sala de reuniones como ya era habitual. Junto a ellos había una mesita llena de sandwichs, cafés, tés, aperitivos y cualquier cosa para saciar el hambre.
- Bien, muchachos esto se ha terminado. El mundo se ha salvado de esta crisis. Ahora hay que pensar que vamos a hacer. Ya no tenemos un enemigo a la vista, ni un mal mayor con el que acabar. A parte de esta podrida sociedad en la que vivimos.
Luego su mirada se dirigió hacia una de las ventanas de la sala, donde el sol de la tarde bañaba la mesa del desayuno. Solo necesito saber cuál es vuestra decisión ahora. Podéis formar parte de Superhéroes Inc. y seguir tratando de poner fin a todas las amenazas que vayan surgiendo en este país. O bien, podéis marcharos y retomar vuestra vida. No os puedo ofrecer un gran sueldo, ya sabéis que la empresa aún no ha sido reconocida y no nos dan dinero por resolver misiones, aunque tengo a Rubén trabajando en ello. Pero al menos aquí tendréis techo y comida hasta que pueda ofreceros un sueldo.
Por mi parte me gustaría que el grupo siguiese en activo, pero tampoco disponemos de fondos para cubrir vuestras necesidades así que lo mejor será que hagáis lo que consideréis. Que cada uno tome su camino, elija sus objetivos en su vida. Y si en algún momento un mal mayor se presenta en este país, o en cualquier otra parte del mundo, sea en este tiempo presente o en uno futuro os llamaremos.
Dijo mostrando una de esas escasas sonrisas que Miss Krost casi nunca dedicaba. Acepto vuestras decisiones. Pero al menos sí que me gustaría saber que si os necesito, pueda volver a contar con vosotros.
Bueno chicos, pues juguemos el epílogo de la partida. Hemos llegando al final de la aventura. Así que, tan solo nos queda hacer los últimos post, hacer balance y ver si se disuelve el grupo, o por el contrario se vuelve a formar.
Cuchillo Jack y Speculum huyeron, y no estáis en esta conversación, pero os marco para que podáis poner también vuestro final.
Salcedo había muerto y, en ese sentido, su misión había fracasado. Pero con la muerte de Salcedo, se había podido impedir el fin del mundo, o al menos eso es lo que Antonio Jesús quería pensar. No descartaba que la muerte de Salcedo pudiera ser el detonante de algo más que aún estuviera por venir.
De regreso a la base de Superhéroes Inc., Antonio no dejaba de pensar en que todo había terminado. Victoria o fracaso, el metahumano que podía suponer el fin del mundo había muerto, pero no era el único. Pensó en Nerea, en Leve e incluso en la pareja que había muerto a manos del ilusionista. Y esos solo eran los jóvenes a los que había conocido en los dos anteriores días, puede que antes de eso hubiera habido muchos más muertos por esa causa. Demasiadas pérdidas y ni siquiera estaba seguro de que hubieran vencido. Por ello, cuando Miss Kross les ofreció aquellas dos opciones, el metalero permaneció en silencio, pensando detenidamente qué hacer.
Por una parte, las muertes de sus compañeros y saber que, con cada misión, era inevitable que alguien pudiera perder la vida le producía una sensación de desasosiego. No estaba muy seguro de que fuera el tipo de vida que quisiera. Pero por otro lado unirse a ese grupo de superhéroes había sido probablemente lo mejor que había hecho en los últimos años. Había sido gracias a acudir a aquella invitación por lo que había terminado aceptándose a sí mismo como metahumano y a considerar que sus poderes podían verdaderamente ayudar a otras personas. Renunciar a Superhéroes Inc. sería regresar a una vida monótona en la que no estaría ayudando a nadie, mientras las amenazas seguirían existiendo de un modo u otro.
-Voto por seguir formando parte de Superhéroes Inc. -declaró Antonio, dirigiendo una mirada a sus tres compañeras, sin saber aún qué decidirían ellas-. Puede que hayamos impedido una crisis, pero el mundo aún necesitará superhéroes. Me quedo.
El hecho de haber salvado al mundo dejó un sabor agridulce en la boca de Speculum; o quizás eso fuera a causa de tener sangre ajena en su sistema circulatorio; sea como sea, el siguiente paso en el itinerario del villano a sueldo iba a ser un hospital en donde explicaría que le hicieron una transfusión de sangre equivocada para "robarle un riñón" pero este escapó.
Una historia surrealista pero en un mundo en donde la vida o la muerte de una sola persona podía suponer el fin de todo lo que se conoce era una opción más en la lista de posibilidades... Eso sí, más realista era que decir la más y absoluta verdad.
Speculum deseaba sobrevivir a toda costa, pues aún tenía muchas cosas por las que vivir; desde tomar unas cervezas bien frías con Cuchillo Jack por un trabajo bien hecho, o al menos un trabajo que no iba a dejar espacio para secuelas indeseadas con ese tipo de fin del mundo; hasta volver a su caravana y pasar más tiempo con su pareja, a fin de cuentas, el tiempo era lo que había ganado al evitar el apocalípsis. Menudas historias le tiene que contar a Klein...
Rebeca se quedó en shock en el mismo instante en el que vio el cadáver de Salcedo y desde ese momento no había vuelto a decir nada, casi tuvieron que arrastrarla al coche de vuelta y cuando llegaron a la base se encerró en la habitación. Ella, que solo pretendía salvar a aquel hombre, había ayudado a que ocurriese todo lo contrario. Habían salvado la línea temporal, sí, pero a un coste del que no sabía si se recuperaría nunca.
Salió por fin, en la sala de reuniones ya estaban todos y se sentó sin tomar nada de las mesas. Tenía aspecto de cansancio extremo, se le marcaban las ojeras en los ojos y los tenía rojos e hinchados.
Escuchó a Miss Kross, cavilante, no se explicaba como podía mantener el temple después de todo lo que había ocurrido. Tal vez la costumbre la había hecho de piedra, o ya era así de antes. ¿Quedarse o irse, cual era su peor opción? Porque si algo tenía claro Rebeca después de todo era que ninguna opción era buena, en realidad nunca lo habían sido, no iban a ser mejores ahora. Desarrollar más sus capacidades e intentar ayudar, intentarlo, con sus desastrosas consecuencias, intentarlo o caer. O volver a su vida aparentemente tranquila, insulsa, que no volvería a ser igual y arriesgarse a quedarse en la calle cuando descubriesen que tenía poderes, si es que no lo habían descubierto ya. Un enfado, una discusión, cualquier cosa y se dispararía todo de nuevo.
Se miró las manos retorciéndolas con nervio mientras su compañero hablaba. No había sueldo, pero al menos sí un agujero en el que esconderse si las cosas salían tan mal como hasta ahora. Y alguien a quien acudir.
- Y-yo... -dudó de nuevo un último momento antes de continuar- Me quedo.
Puede que aquellos chavales necesitasen un sitio al que pertencer, pero ella ya tenía su vida montada. Y no era su responsabilidad resolver los problemas de los otros. Técnicamente, podía considerarse que era su trabajo. Pero no gratis.
-Seamos claros, no soy aficionada al trabajo voluntario. La única razón por la que he colaborado esta vez, es porque tampoco soy aficionada a morir-Dijo Basilisco. Buscó en un bolsillo de su chaqueta y sacó una cartera. De uno de los compartimentos extrajo una tarjeta de cartulina, con únicamente una dirección web en ella, y la puso sobre la mesa. Ni nombres, ni números de teléfono, ni indicaciones de a qué correspondía.-Cuando tengáis un objetivo para mi y el dinero para pagar el contrato, podéis contactarme aquí y veré cómo de vacía tengo la agenda. Pero ir por ahí persiguiendo atracadores en trajes de colores por el bien y la virtud no paga facturas. Así que a no ser que se vuelva a acabar el mundo, vayan a detonar una bomba nuclear en el país o algo similar, prefiero dejaros los juegos de superhéroes a vosotros. Así que, a no ser que sea por dinero o por un desastre inminente, no quiero volver a veros.
Para Carla el paso por superheroes inc. y sus misiones habían sido un fracaso detrás de otro, y aquella ultima misión no había sido diferente, tan solo tenia el pequeño consuelo de que sus compañeros perdidos no habían muerto por nada. Aquella tía dura que e independiente que se había ido de casa para buscarse la vida siendo libre, estaba cansada, tenia que replantearse muchas cosas antes de dar una respuesta a Miss Kross.- Creo que lo primero que voy a hacer es celebrar mi cumpleaños, es el 15 de Julio, 2 días antes de la fusión, necesito un poco de alegría en estos momento. Luego voy a volver a casa y estar con mi familia, y pensar. no me siento capaz de daros una respuesta ahora en lo profesional, aunque todos los aquí presentes contáis con mi amistad, y espero que no dudeis en llamarme ya sea para tomar algo, o si tenéis algún problema
Carla también quería pensar sobre como podría ayudar a aquellos daños colaterales que siempre surgían en las cosas de héroes, ya fueran personas con o sin poderes.
Chispazo y Terra fueron los dos únicos metahumanos que se unieron a Superhéroes Inc. de forma incondicional.
El resto regresaron a su vida normal.
El grupo quedó a la espera de que llegase la fecha en que se iba a desarrollar la fusión. Mientras tanto, veían pasar el tiempo sin que nada demasiado grave sucediese.
El mundo seguía odiando igual a los superhéroes, en eso no había cambiado nada. Seguían solicitando que todos aquellos que tuvieran poderes se registraran y se les marcara. Pero aquella idea aún lo seguían debatiendo los políticos del país sin llegar a un término claro.
Finalmente la fecha de la fusión llegó, las dos empresas se unieron para crear un macroimperio pero lo que no llegó fue el fin del mundo. ¡Lo habían evitado! Desgraciadamente aquello le había costado la vida a Salcedo y a un montón de metahumano más, algunos eran metahumanos peligrosos y otros se habían sacrificado por la causa.
Fuera como fuese, Superhéroes Inc, había logrado mantenerse ligeramente unido, y aún podrían hacer frente a las miles de peligros que podrían suceder.
Y que la opinión pública fuera capaz de aceptarles... Para eso aún quedaría mucho tiempo...