Partida Rol por web

Arrastraba los pies al caminar y cuando se detuvieron pensó que ya estaba todo hecho. La alarma vino cuando fue consciente de la camiseta levantándose por su abdomen, se intentó separar, frunció el ceño y barbotó más que articuló una protesta que fue ignorada. Tampoco podía ofrecer una resistencia física significativa pero aun así el individuo que le levantaba la camiseta la sujetó con firmeza y no se apiadó de su torpe súplica.

Vulnerable a más niveles de los que nadie debería sentirse a la vez,María entró en el tanque con los brazos rodeando el torso e intentando cruzar los muslos para suavizar inútilmente su desnudez. Se sentía demasiado cansada y el miedo al desnudarla la había desarmado. Pestañeó pesadamente cuando le ajustaron la mascarilla y contempló el tanque cerrarse. Giró la cabeza para intentar ver cómo le iba al otro chico mientras el líquido iba cubriendo todo el espacio que ella misma estaba ocupando. 

Cuando el líquido llegó a la barbilla cerró los ojos negándose a romper el abrazo que le hacía sentirse a salvo de romperse y quedó completamente aiislada del resto del mundo. Quizá,pensó cuando la calidez y el bienestar relajaron involuntariamente su postura,todo esto no es más que un mal sueño. Mañana Esme me sacará un significado raro de todo esto y nos reiremos en la cocina.

Javier no pudo hacer nada otra vez y se sentía como uno de esos muñecos de trapo que se utilizaban antiguamente en el cine. No le daban opción a elegir y no le decían qur le iban a hacer, solo le llevaban de un lado a otro hasta terminar desnudo dentro de un tubo.

Si hubiera tenido algún tipo de consciencia habría contenido el aire, habría tenido miedo, incluso pánico; pero cuando fue consciente de todo lo que ocurría ya estaba cubierto por esa extraña sustancia y dentro del tubo.

A la joven le extraño escuchar las preguntas dirigidas a Miss Kross, había pensado que aquello que había visto era otra cosa, pero parecía que el resto también lo había hecho. Antes de que pudiera darle demasiadas vueltas se encontró en una tesitura entre Ofelia y Laura, ambas tendiéndolas un cigarrillo. En aquel momento le daba igual quien se lo ofreciera, pero la duda de cual aceptar surgió en ella.

No hubo mucho que pensar pues empezó a ser arrastrada hacia el exterior por Laura mientras lanzaba una sonrisa en parte de disculpa y hacia a Ofelia un gesto con la mano para que las acompañara. Si algo había descubierto es que fumando se rompía bastante el hielo de una conversación y, si Ofelia las acompañaba quizá consiguiera información sobre que era exactamente aquella organización.

Una vez fuera Laura no tardo en empezar a hablar y mientras Nerea encendía el cigarrillo que le habían prestado escucho el desahogo de la joven. No pudo más que lanzar una sonrisa algo apesadumbrada antes de responder a su pregunta.- Me siento hecha polvo y con miedo. Si la primera misión ha sido así no se que podría mandarnos para lo siguiente.- No comento sobre aquel tema mucho mas, realmente mientras la volutas de humo se elevaban su cabeza estaba en otra cosa.

Sus visiones siempre la habían molestado y hecho ver cosas que no quería, pero aquel día era la primera vez que aquello había recibido visiones provocadas por acciones que había realizado ella misma, o mejor dicho, sus compañeros. Aun tenia la imagen de la joven de poco más de diez años que había sido aplastada por la antena en sol y no era algo que pudiera quitarse de la cabeza. Su mano aparto el cigarrillo de su boca antes de hablar.- No puedo quitarme de la cabeza lo que ha pasado. El pensar que si hubiéramos actuado de otra forma  podría no haber muerto nadie...- Su frase se quedo en el aire mientras su mano volvía a colocar el cigarrillo para una nueva calada.

Y no era solo eso, sus otros compañeros habían tenido que afrontar el accidente de un avión, eso era muchísimas mas personas si ella ya se encontraba mal por pensar en la muchacha muerta, no quería imaginarse por lo que estaba pasando Carla.-Creo que es como dices, con lo que está pasando no me siento más grande que una pulga.- Afirmo a su compañera de tabaco mientras daba otra calada y su mirada ascendía hacia el cielo estrellado.

Sara que había estado callada hasta ese momento no podía estar más de acuerdo con lo que estaban trasmitiendo algunos de sus compañeros, muchos de sus compañeros habían estado esplendidos durante la misión mientras ella se había tenido que limitar a mirar como se esforzaban sin poder ayudar en lo más mínimo y eso la frustraba.

Desde luego no creo que yo deba ir a otra misión sin entrenamiento y/o equipo adecuado... cualquiera de los que estaban en el centro comercial podría haber hecho lo mismo que yo... se quejó Sara

Todo a su debido tiempo. Dijo Mss Kross evadiendo la pregunta sobre sus poderes. Mañana hablaremos con más detenimiento de todo esto cuando hablemos de todo lo que debéis saber. Ahora será mejor que os toméis el resto del día libre y mañana a las 11.00 nos reuniremos aquí con aquellos que verdaderamente estén interesados en ayuda. Esa frase fue especialmente dirigida hacia Agni.

Miss Kross y sus dos ayudantes se marcharon de allí dejando cierta libertad al grupo que habían formado. Fueron a comprobar que los tanques de curación estaban surtiendo efecto y se marcharon de allí por una de las puertas que quedó cerrada. 

Ahora era libres de ir a descansar a las habitaciones, de ir a su casa o de dar un paseo por el exterior del polígono. Fuera como fuese, mañana sería otro día y Miss Kross les contaría todo lo que quisieran saber sobre la verdadera misión para la que habían sido contratados. Ahora tendrían tiempo de pensar y afrontar lo que les venía encima o dar media vuelta y olvidarse de todo aquello para siempre.

La respuesta de Miss Kross no fue la esperada por Andrew, ni siquiera resolvía cualquier atisbo de duda. Su gesto estaba contrariado cuando Bishop lo animó a tomarse algo y relajarse. El chico bestia se giró hacia él algo más relajada y dijo.- Cambio esa birra por una Coca-Cola de un litro bien fría y con algo de limón, no soy mucho de alcohol. Me lo quito el veterinario... - Dijo a modo de gracia intentando evadirse el mismo de todo lo que acababa de ocurrir.

Giró su cuello hasta desentumecerlo y liberar cierta carga de tensión y dijo mirando a Miss Kross.- Mañana, ni un día más ni un día menos.- Luego se giró hacia Bishop y dijo apoyando una mano en el hombre del compañero.- Cuando quieras.

- Veamos si nos pueden dar algo en este lugar - Dijo Bishop con una sonrisa tras el comentario de Andrew. 

Los dos se alejaron del lugar en busca de un sitio donde relajarse y tomar un refrigerio. Preguntaron a la primera persona que se encontraron con pintas de ser de aquel sitio y no tardó en indicarles el camino correcto.

Siga por este camino y pase dos naves, al entrar en la tercera verán un pasillo. Pasen por el y giren la primera a la derecha.

Dicho y hecho, no tardaron en entrar en aquel sitio. Demasiado iluminado para un garito, pero tenían un tirador de cerveza, así que supongo que valdría. Encontraron una mesa apartada en la que tomaron asiento cada uno con sus respectivas bebidas. Fue Bishop el que inicio la conversación.

- Oye Andrew - Llamo su atención - No te culpes por lo de esa chica. Era un riesgo que había que correr. Fuiste valiente al tomar esa decisión, y ella mañana estará como nueva. Ya viste esos tanques lo que hicieron con nosotros, y seguro que fue peor. Yo exploté... -

No sabía si lo consolaría, pero al menos estaría allí por si necesitaba desahogarse o lo que fuera.

- Puedo ayudarte a sentirte mejor si quieres... ya sabes, con mi poder - Terminó diciendo tras dar un corto sorbo a su cerveza y dejándola sobre la mesa. 

Lo primero que había hecho Carla al salir del complejo, fue mirar la dirección en donde se encontraba con su móvil. A continuación había llamado a un taxi, y le había pedido que le llevará al hospital donde trabajaba su mejor amiga. En el transcurso del viaje Carla pensaba en todo lo sucedido en apenas unas horas, no podía evitar que se le pusieran los ojos vidriosos de vez en cuando debido a sus sentimientos, tenía que recapacitar sobre que haría a continuación, pero lo primero era lo primero.

Carla al fin se había reunido con su amiga en el hospital, María había estado trabajando 14 horas seguidas así que no hubo problema en que se fuera a casa a descansar. Carla abrazo con fuerza a su amiga y Maria hizo lo mismo con Carla, las dos lloraron con el abrazo, pero ver en persona que la otra estaba bien, era reconfortante, y se sintieron mejor. María habia notado el estado de ánimo de Carla, así que le pregunto. Carla como respuesta le había pedido que la acompañara a casa de sus padres, y que le contaría todo de camino, María accedió.

No tardó demasiado en llegar el vehículo mandado por los padres de Carla, a los que está había avisado, un Mercedes negro con chofer, Carla y Maria, sabían que aquel chófer seguramente iba armado y que el coche era blindado, además era un coche lujoso por dentro, e incluso tenía separación con el conductor, de forma que este no podía escuchar lo que hablaran detrás salvo que ellas quisieran. Carla le contó a María lo que había pasado en la explosión, que había sido en el bar en el que ella estaba trabajando, y que estaba viva gracias a que la habían salvado otra gente con poderes, que había estado recuperandose de los daños de la explosión durente 3 días, y que por eso no había dado señales de vida antes. María había abrazado a su amiga otra vez, consciente de que no la había perdido por muy poco.-Dale las gracias a esos tipos de mi parte.-habia dicho la joven enfermera. Después Carla había seguido relatando lo de la misión de china con los ojos llorosos.

-Es duro, Carla, pero no somos dioses, yo me he sentido igual muchas veces durante estos días en el hospital. Había ocasiones en las que no podíamos hacer nada por los heridos, otras hacíamos de todo pero morían igualmente y a veces conseguíamos salvar a alguien... Sentir que no puedes hacer nada, que lo des todo y aún así no puedas salvar a alguien, es duro, pero como me dijo un médico, haz lo que puedas, y si no consigues nada aprende y hazlo mejor la próxima vez, y sobre todo, céntrate en los que has ayudado a salvar no en los que no has podido salvar.- María hablaba de corazón, Carla sabía que la comprendía, esto le daba fuerzas y además la animaba. Carla estaba segura de que tenía mucho que aprender de sus poderes y de cómo usarlos, pero siempre había pensado en ellos como algo con lo que pode ayudar a los demás, aunque hasta ahora no se había planteado el ir a buscar activamente a aquellos que necesitaran ayuda, dedicarse a ayudar a los demás de forma sería, con sus poderes, tal vez era hora de tomarselo mas en serio.

Tras abrazar nuevamente a su amiga, muy agradecida de haberla conocido, y de poder contar con ella, ambas salieron del coche, pues había llegado la casa de los padre de Carla. Aquello era una casa enorme de dos pisos con un diseño muy podernos, rodeada de un terreno de varios miles de metros cuadrados, con jardines perfectamente cuidados y hombres de seguridad por diferentes lugares, cualquiera al ver aquella casa sabría de inmediato que los padres de Carácter eran muy, muy ricos. Para recibirlas estaban el mayordomo y varias empleadas entre ellas la madre de María, y también los padres de Carla acompañados también por el jefe de seguridad de la casa, un antiguo militar, que además había dado clases de combate cuerpo a cuerpo a Carla. Carla saludo a todo con un "Hola" y un gesto con la mano y acto seguido fue junto a su madre corriendo a abrazarla. La madre hizo lo mismo, y el padre se acercó a las dos mientras se abrazaban guardando mucho más las formas pero posando una mano en cada una y suspirando ligeramente al ver que su hija estaba bien.

María se había ido con su madre para dejar a Carla con sus padres. Lo primero que había hecho Carla era disculparse por no haber avisado antes de que estaba bien, había puesto como excusa la rotura de su móvil, fallos en las comunicaciones y que estaba ayudando a algunas personas que habían salido mal paradas. Carla estaba en casa, y sentía esa seguridad que solo se siente en el hogar.

Carla se quedo a solas con su madre un rato, le había preguntado sobre cómo iban sus nuevos diseños, pues la Madre de Carla era Ana Rodríguez una afamada diseñadora de moda con numerosas tiendas por todo el mundo donde vendía sus diseños exclusivos, a la gente que podía permitirselo, todos sus diseños eran de tejidos naturales de la mas alta calidad, y sin tratamientos químicos, era " la Ecodiseñadora", o así la llamaban las revistas, además era alguien que se preocupaba por la naturaleza y el medio ambiente. Todo parecía estar bien con ella, y parecía contenta, ya que ahora sabía que su hija estaba bien físicamente, aunque no se le había pasado por alto el mal estar de su hija mientras charlaban trivialmente. Finalmente Carla se sincero, al menos parcialmente.

-He visto a gente morir mamá, y no he podido hacer nada por ellos, a sido horrible, la verdad es que estoy bastante triste y me siento algo desorientada, buscando como seguir mi vida. He pensado en mudarme otra vez de vuelta mientras lo pienso.-habia dicho Carla, y su madre algo sorprendida
le respondió.- lo de la explosión en Madrid a sido terrible, no me extraña que estés así, eso es que he criado a una buena persona, puedes quedarte todo lo que quieras, aunque deberías decírselo a tu padre, seguro que el se alegra más que yo. - sin duda la madre de Carla había tomado las palabras de esta como algo que había visto o vivido en la explosión de Madrid.

Tras charlar un poco más con su madre, reuniendo valor para hablar con su padre sin pelearse, se despidió de su madre con un fuerte abrazo acompañado de un fuerte beso. Minutos después llamaba a la puerta del despacho de su padre y entraba, este estaba hablando por teléfono en aquel momenton así que Carla espero paciente.

-si, ya está todo solucionado, podemos seguir con la fusión de las empresas como estaba previsto, trae a nuestros futuros socios a la fiesta que daremos en un par de días, si, será para recaudar fondos para los damnificados por la explosión en Madrid, la podemos aprovechar para ganarnos a nuestros futuros socios y que la fusión vaya sin problemas, bueno, hablamos mañana, está aquí mi hija.- la conversación que había tenido el padre de Carla llamó la atención de esta ¿podría ser alguna de las empresas de su padre una de aquellas empresas que se fusionaria y traería el fin del mundo? ¿O sería una simple coincidencia? Carla desconocía la respuesta en ese momento, pero tenía el presentimiento de que así sería, y que tal vez tendría que evitar un negocio de su padre, Carla deseaba de todo corazón que fuera una coincidencia.

- ¿Van bien los negocios? -habia comentado Carla. - para eso trabajo, y ahora que sé que estás bien, puedo encargarme personalmente para que el negocio vaya bien, dime Carla ¿ que quieres? No recuerdo la última vez que viniste a mi despacho a hablar.- el tono del padre de Carla había sido algo hostil, seguramente estaba enfadado por la falta de señales de vida de su hija, seguramente habría movilizado a mucha gente para encontrarla.

- he estado pensando, ya casi no queda nada para acabar mi carrera, y después de lo que ha pasado en Madrid, tengo dudas sobre que hacer, me estoy planteando varias cosas en mi vida, quería volver a mudarme aquí si te parece bien, pero nada de cómo antes de que me fuera , seguiré con mis estudios, y mi vida, pero quiero pasar más tiempo con vosotros, los últimos sucesos me han hecho ver que quiero pasar más tiempo con vosotros.- había dicho Carla algo cortada.

El padre de Carla estaba visiblemente sorprendido y sin duda contento de que su hija volviera a casa bajo su cuidado.- por supuesto puedes quedarte- había dicho su padre , lo que Carla había respondido rápidamente.- pero nada de guardaespaldas fuera de casa, tengo una vida fuera a la que no quiero renunciar, aunqu estoy dispuesta que hagas lo que quieras con la seguridad dentro de casa, ah, y antes tengo que hacer unas cosas en mi piso y con papeleo, me mudare en unos días. - Después de aquello, Carla se había marchado del despacho de su padre.

Unas horas después se despidió de ellos y fue a su piso, María se quedaría a dormir donde su madre para descansar todo lo posible, pues tendría otro día duro en el hospital esperando.Carla había saludado a sus compañeras de piso con entusiasmo, contenta de verlas , al parecer una de ellas tenía rota la pierna pero sé recuperaría sin problemas, tomaron unas cervezas juntas y algún chupito de Jack Daniels, luego Carla se había ido a su habitación a reflexionar y tomar decisiones, hasta que finalmente se había quedado dormida.

Carla había despertado con nueva determinación, y fuerzas renovadas gracias a pasar el día anterior con sus amigas y familia, tan pronto se había puesto depie, había cogido una bolsa de deporte, metido sus armas y objetos de práctica de artes marciales en ella y salido rumbo a superhéroes Inc.

No tuvieron mucho problema en hablar mientras los cigarrillos se consumían poco a poco. La ultima calada, acompañada por un leve bostezo por parte de Nerea finalizo aquel vicio que tan poco le gustaba y a la vez tanto tranquilizaba a la joven. Apagó la punta del cigarrillo y, aun sosteniendo la colilla en su mano, se despidió de su compañera de adicción.

Estaba cansada, demasiado cansada para postergar mucho rato el enterrar la cabeza en una almohada y dejar descansar sus pensamientos. Había sido un día demasiado largo, desde el despertar en aquellos tanques de liquido curativo hasta ese momento, parecía haber trascurrido una eternidad. Ahora solo quería olvidase del día entero, sobretodo de las visiones.

Después de tirar en la basura mas cercana la colilla empezó la búsqueda de las habitaciones no tardo mucho en encontrarlas. Suponía que no habría ninguna asignada por lo que tomo la primera del lugar. No quería pensar en lo que ocurriría el día siguiente, dejaría eso para mañana, solo esperaba que las habitaciones que les habían ofrecido tuvieran un buen colchón. Del resto de preocupaciones ya se encargaría cuando estuviera descansada.