Agni pudo ver como el AgniMaligno se encontraba rodeado de chinos. Parecía estar andando por una gran muralla, muy ancha y haciendo fotos con su celular. Estaba seguro de que se trataba de su teléfono y de su clon que durante el tiempo que había estado inactivo recuperándose de sus heridas, su homólogo había optado por viajar a China a consumir todos sus datos y sus dinero.
No le había dado tiempo a dar de baja su teléfono, por lo que la factura que le iba a llegar iba a ser desmesurada y lo peor es que muy probablemente no tendría dinero suficiente para hacer frente a tal cargo. Y encima, para colmo, sus seguidores estarían siguiendo las fotos de un influencer que era muy parecido a Agni, pero que no era él realmente.
Además de todo eso, había algo aún más extraño. Normalmente era capaz de identificar la zona donde se encontraba su clon o los objetos creados, pero esta vez había sido diferente, era como si su poder fuera más potente y preciso que nunca pues había localizado la situación exacta, casi como si estuviera viendo todo lo que pasaba en ese instante.
Que Agni se quedara dormido después del grito de Miss Kross era algo que a todos tranquilizaría, pero a la líder de Superhéroes Inc. no. Ella estaba allí para contarles lo que estaba pasando, y por desgracia, necesitaba a ese chico despierto y consciente para que supiera todo lo que estaba pasando, cuales eran las dudas de sus nuevos compañeros y sobre todo cuáles iban a ser los siguientes pasos que tendrían que dar.
Antes de despertarle, optó por resolver las preguntas que no parecían tener nada que ver con él, y así quizá dejara de interrumpirles.
- Yo, tengo dos preguntas. - tomó la palabra tras un pequeño carraspeo - Primero, ¿Quién coño era el tipo que casi nos mata? Y segunda, yo no tengo ni idea de como funciona mi poder, ¿Cómo nos ayudareis con eso?
Pues me temo que no lo sé. Dijo respondiendo a ambas preguntas. El objeto que nos dio Dimensión no nos permitió identificarle, ni siquiera le vimos. Nosotros llegamos cuando todo estaba ya hecho una mierda. Dijo sin rodeos. Y sobre tu poder... se quedó pensando. Verás como a medida que vaya pasando el tiempo irás desarrollándolo, tan solo tendrás que experimentar con él, relajarte y esforzarte. Una situación de tensión o límite también te ayudará a potenciar esa habilidad, pero mientras tanto, procura echar una mano en todo lo que puedas, usando o sin usar tu poder. Dijo dándole una sonrisa contrapuesta a la cara de odio que le lanzaba a Agni cada vez que soltaba un ronquido. Verás como poco a poco los vas desarrollando, tú tranquilo. Que además nosotros te apoyaremos en todo lo que necesites.
- No obstante - Prosigue mirando ahora a Hugo primero y finalmente a Nerea - Creo que podría ser de utilidad ayudando a los demás a aprender a controlar sus poderes. Normalmente las emociones son lo que provoca que estos se descontrolen, o se apoderen de los usuarios. Al menos por lo que he experimentado hasta ahora. Yo podría ser de ayuda en ese aspecto -
Cuando llegó el turno de palabra de Bishop, Kross sonrió, asintió a sus palabras y se las agradeció. ¿Ves, Hugo? Todos podéis aportar un granito de arena en esta causa. Seguro que todos sois capaces de hacer algo que sirva de ayuda a los demás. No necesariamente tenéis que ser un grupo de asalto.
- ¿Ha sido usted quien ha dormido a... ?
No, negó con la cabeza. Yo no he sido. Mis poder es otro, mi poder es completamente pasivo. Pero lo que le ha sucedido ha sido consecuencia de mi poder y el de Bishop. Le ha querido relajar, y debido a mi presencia aquí en esta sala... dijo encogiéndose de hombros, le ha dejado completamente dormido.
Tras todos los comentarios que fue haciendo Nerea, Kross no hizo más que asentir a todos. El objetivo principal lo había resumido perfectamente, y efectivamente tenía un plan, pero se lo irían comunicando poco a poco para no agobiarles. Después escuchó sus últimas palabras sobre el cigarrillo. Aguante un poco, por favor. Una vez que hayamos terminado y hayan decidido si van a permanecer de mi lado o se irán a su casa podrán ir a tomarse un descanso.
Vale, creo que he entendido todo bien, pero hay una cosa que me echa para atrás, y es que no sabemos si el tal Dimensión es de fiar o no, lo mismo nos está utilizando para beneficiarse el mismo en el futuro, y lo que le ha contado no es más que una mentira, solo se me ocurre una forma con la que podemos confirmar sus palabras, sería que alguien con la habilidad de ver los recuerdos ligados a un objeto tocará la máquina que Dimensión trajo del futuro, pero si de verdad será el fin del mundo, no será agradable de ver,aunque tal vez alguien con la habilidad de modificar las emociones podría hacerlo más llevadero.-
- ¿Cómo estamos seguros de que el tal Dimensión es quién dice ser y que dice la verdad? dado que viene del futuro, es algo que no se puede corroborar. ¿Qué sucedería en caso de que la situación sea la contraria, es decir, que sea él quién pretende liar una gorda y sean esos dos empleados quienes pueden detenerle?
Imagino que ser desconfiados os hará llegar aún más lejos. Es mejor no fiarse de nadie. Asentía ante las palabras de Carla. Pero Dimensión me dijo que había trabajado con mis padres anteriormente y sabía cosas de mi pasado que me hicieron confiar en él. Pero efectivamente, nada ni nadie nos dice que no tengas razón. Pero creo que podemos confiar. Aunque efectivamente, si alguien pudiera ver algo a través del objeto que nos dio nos ayudaría a saber lo que verdaderamente pasará en el futuro. Christian podría ayudar a esa persona para que el daño del futuro no le afecte tanto. Dijo mirando a Bishop que ya tenía su primera oportunidad de usar sus poderes para ayudar enla misión. En cualquier caso, todo esto deberíamos hacerlo con el grupo de metahumanos que esté dispuesto a ayudarnos y una vez que os hayáis tomado ya un descanso y estéis más relajados.
También aceptó las palabras de Laura y se alegró. Hay dos misiones que tendremos que realizar, así que tú podrás ir en la otra que no vaya Agni. No te preocupes.
Si no hay más preguntas... Dijo dándole un codazo a Agni para que se despertara, podéis iros, ir a visitar a vuestros familiares, llamar a quien queráis, justo en ese momento el segundo ayudante hizo entrega de unos teléfonos móviles y de las ropas ya lavadas y en perfecto estado de todos los presentes. Cuando esteis listos, venid aquí y os hablaré de las dos misiones que tenemos que realizar. Los que no quieran saber nada de todo esto. No os preocupéis, muchas gracias por escucharnos y que tengáis mucha suerte en vuestro futuro. Dijo sin querer obligar a nadie.
Tenéis este turno ahora para narrar lo que queráis, yo no intervendré con vuestros PNJs, así que haced lo que queráis. Pero todos aquellos que estaban en el lugar de la explosión estarán aún muy graves y por lo tanto no podrán hablar. Podéis hacer las llamadas que queráis y contactar con quien queráis.
Eso sí, solo tenéis vuestra ropa. Cualquier otro objeto que llevarais con vosotros se perdió u os lo robaron.
Y por último, quien no quiera ayudar en la misión... pues tendrá que dejar la partida, así que si alguien quiere darse de baja, será el mejor momento ^^
Ante la explicación de Miss Kross, Andrew se giró mirando a Bishop y asintió con la cabeza empezando a comprender aquel poder que había manifestado. Varios de ellos tenían dudas; eran lógicas, y hacían más eficiente el avance.
Había llegado el momento de decidir si participar en la misión con el resto de metahumanos o dejar aquello atrás. Un agente entregó a Andrew su ropa, botas y móvil. Este agradeció en voz baja mientras seguía escuchando a la coordinadora.
Se sentó en el suelo y se calzó su botas. Una vez de pie, sus pasos parecían más humanos que antes, y no resonaban como unos cascos al caminar de una bestia. Media sonrisa salió de sus labios. Se sentía más cómodo así; era como si se sintiera igual a los demás.
No sabía que harían el resto. Miró el teléfono, y pensó a quien podría llamar. Pero nadie repararía en su falta, salvo aquellos que fueran al taller en busca de algún arreglo y lo vieran cerrado. Pero seguro que pensarían en el número de otro manitas, en vez de pensar en él.
Guardó el teléfono en su bolsillo y se acercó a Miss Kross; le llamó desde atrás con un ligero roce en su hombro y dijo con voz queda.- ¿Miss Kross?... - No estaba seguro de su nombre, pero creía recordar que así se había presentado.
La miró a los ojos desde su posición y dijo a la vez que el chico algo vergonzoso ocultaba sus propias manos en la parte posterior de su cabeza como si aquello hiciera la situación menos vergonzosa.- Cuente conmigo. Les debo una... Usted misma dijo que nos rescataron en una situación delicada.
Además creo que todo sucede por algo. Hubo un momento en el que pensé que debía de cambiar de ciudad otra vez, volver a iniciar mi taller en otro lugar. Pero en lugar de eso usted me tiende la oportunidad de ayudar con lo que soy. Puede que sea el momento de demostrar que la bestia también puede ayudar.- Dijo con media sonrisa ahora triste recordando todo lo pasado en su vida.
Iba a alejarse cuando se acordó de un detalle importante.- Nadie me esperaba, y nadie me estará buscando. Si no le importa prefiero esperar aquí al resto que termine con sus asuntos, prometo no molestar.
Mientras esperaba la respuesta miró su móvil, como para certificarse a sí mismo que nadie le buscaba. Ningún mensaje, ninguna llamada. El mes seguía siendo igual de malo que lo era antes de aquella explosión. El último mensaje era de aquella chica que esperaba que le ayudara con un refrigerador.
Seguro que había encontrado a alguien con el que sustituir aquella pieza, después de tanto tardar. Habían pasado 4 días y ni siquiera había llamado para insultarlo por su informalidad. No conocía a la chica, pero mientras todos usaban sus teléfonos, él era la única escusa que encontraba para usarlo.
Abrió el editor de mensajes y le escribió una disculpa por no aparecer.
Perdona por no llegar al aviso de arreglo del refrigerador, pero tuvimos un accidente por causa de la explosión. Espero que todo se solucionara.
Disculpa que no te escribiera antes, pero no he podido hacerlo hasta hoy. De nuevo disculpa, y si necesitas cualquier arreglo, te garantizo profesionalidad.
Un saludo.
Era en parte mentira, él no había tenido el accidente por la explosión. Pero seguro que aquella recordaría la explosión de hacía 4 días y sería más creíble que decir que dos matones habían saboteado su coche y le habían intentado robar ayudándose de cierto metapoder.
Le dio a la tecla de enviar mientras esperaba la respuesta de Miss Kross.
Driess salió de la sala y acompañado por uno de los empleados que andaban por allí, se encaminó hacia la sala de recuperación mundana (para personas no metahumanas). La nave industrial en la que se encontraban era enorme, empezaba a pensar que el complejo de Superheroes Inc. ocupaba el polígono industrial entero teniendo en cuenta el número de pasillos que atravesaban y la longitud de los mismos.
Su guía era un hombre de mediana edad, calvo y con gafas llamado Roger, el cual Driess dudaba que fuese un superhéroe. Conversando con él, el joven averiguó que al igual que para los metahumanos, también disponian de máquinas curativas para mundanos, pero que el proceso era más arduo y hasta cierto punto, menos efectivo.
Según le explicó el hombre, las máquinas utilizaban el suero matriz (el líquido en el que flotaban cuando estaban en los tanques) en combinación con ráfagas de distinta intensidad de un tipo de energía que el hombre no aclaró. Esta combinación aceleraba la regeneración celular del sujeto provocando un sanado más rápido antes de que los daños fuesen permanentes y no existiese esa posibilidad. La diferencia era, que las celulas metahumanas disponían de una actividad mitocondrial mucho mas elevada que la de los humanos normales y esto afectaba a la velocidad de curación e incluso a la calidad de la curación en ocasiones.
A Driess casi todo aquello le decía poca cosa pues no estaba versado en medicina, biología, anatomía o la rama científica que se encargase de esos asuntos, pero básicamente supuso que aquella charla estaba pensada para prepararlos hasta cierto punto para el escenario que iban a ver:
Al llegar a la sala médica se encontraron con varias hileras de "burbujas" en cuyo interior se encontraban los pacientes recostados en sus camas. Eran espacios contenedores similares a los que se ven en las películas de epidemias y estaban pensados para que los pacientes no entrasen en contacto con partículas ambientales externas antes de haber completado las sesiones de recuperación completas. Había una gran cantidad de heridos y una cantidad limitada de máquinas, y aún a pesar de que habían dado prioridad a los amigos y familiares del grupo de Driess, el proceso iba a alargarse.
Driess llegó junto a Sophie aún vestido con el mono que les habían proporcionado al principio. No se había molestado en vestirse de nuevo con sus ropas habituales, tenía otras cosas en las que pensar. Sophie se encontraba tendida con los ojos cerrados y respirando acompasadamente en el interior de su burbuja, en su cuerpo aún se veía tejido quemado a medio cicatrizar que se extendía en numerosos parches oscureciendo su normalmente alabastrina piel. Al muchacho se le encogió el corazón al ver a su vital amiga en ese estado y reprimiendo las lágrimas notó como una ardiente furia crecía en el interior de su pecho. Justo en ese momento, su amiga entreabrió ligeramente los párpados y al ver a Driess forzó una sonrisa.
- Me han dicho que te vas a recuperar del todo, pero que llevará un poco de tiempo. Tu descansa, te prometo que todo saldrá bien ¿ok?.- dijo el chico.
La muchacha asintió debilmente y volvió a cerrar los ojos, momento que él aprovechó para dejarla descansar y llamar por teléfono a sus padres.
Mientras abandonaba la estancia, una solitaria lágrima rompió el dique que Driess había erigido en su interior. Tomó uno de los teléfonos que les habían proporcionado y llamo a su madre inventandose una excusa para su desaparición de varios días:
- Hola mamá. Sí, soy yo. Sí, estoy con Sophie. Sí, estamos bien. No, ya me he enterado de lo que pasó, pero no estabamos al final por allí. Bueno mamá, ya sabes como es tu sobrina, dicen que se parece a ti de joven, lo que en teoría iba a ser una noche de cine se ha convertido en un viaje improvisado por los pirineos... Mamá, tengo que dejarte, Sophie te manda besitos. No, no me pasa nada mamá, estoy bien, dale un beso a mi padre. Au revoir, besos.
Al colgar, el muchacho se quedó pensativo intentando serenarse. Cuando lo consiguió, se puso en marcha para recibir instrucciones.
Bueno Máster, he aprovechado las licencias que nos has dado para inventarme un poco el escenario, espero que no importe. Por cierto, el tal Roger es pronunciado en catalán, no en el estilo anglófono (por aclarar).
P.D: No tengo ni pajolera idea de medicina, pero he utilizado una explicación con algo de jerga porque me pareció que quedaba guay, si hay alguno que si que sea docto en la materia y le chirríe, lo siento
La propuesta de Carla había dejado helada a la muchacha. Una cosa era ver recuerdos tales como una madre llorando en el hospital por la perdida de su hijo o una persona dejando flores en un lugar de la acera para recordar a alguien, una pelea que había llegado a mas o incluso el trascendental amor de una noche olvidada. Cosas que no estaba allí pero habían ocurrido. Eran desagradables de ver pero… ¿Observar el fin del mundo? Aquello no tenía gracia.
Además, si la maquina estaba allí no habría experimentado el fin, aunque, como mínimo, ver que había ocurrido cerca de ella serviría para saber si Dimension había dicho la verdad. Aun con esas, la idea seguía sin resultar agradable a ojos de Nerea. Decidió no mencionar nada, su mirada giro hacia el otro lado de la sala evitando alguna posible mirada mientras su mano se elevaba y acababa mordiéndose ligeramente la uña del pulgar derecho.
No tuvo que negarse a aquello pues la reunión se dio por finalizada y justo entraron para entregarles su propia ropa aquello era de agradecer pues, aunque tuvieran aquellos monos que les habían prestado, vestir a lo comando no le acababa de resultar agradable. Junto a la ropa venia un teléfono. Después de cambiarse dudo durante unos instantes a quien llamar. Sus padres podrían estar preocupados… O quizá no, después de todo vivían en su propia burbuja.
La muchacha dio un leve suspiro, llamaría a su compañera de piso para informarla que estaría bien y que probablemente pasaría una temporada sin volver. Estaba ya marcando el número cuando, como si fuera un flash, recordó que había dejado descongelándose en el frigorífico dos lomos de salmón para el día siguiente. Ya que no iba a volver para tomárselos que al menos su compañera los aprovec…
Sus pensamientos se interrumpieron en cuanto el tono de llamada empezó. Cuatro días, aquel salmón ya se habría echado a perder hacía tiempo. Su mano se elevó hacia la cabeza y se meso el pelo hacia atrás. Todo aquello resultaba realmente extraño. Tenía la sensación de que su vida “normal” había acabado.
Finalmente el tono de marcaje acabo siendo intercambiado por la voz de una muchacha que bien conocía.- Irene…- Su voz se interrumpió durante un momento como si no supiera que decir, pero finalmente volvió a hablar.- No, no te llamo desde la tumba.- Respondió a su compañera con cierta pesadez.- Sí, estoy bien.- Una vez mas hubo una pausa.- Sí, ya se que exploto el local, pero estoy bien, enserio.- Una vez más fue interrumpida.- Que no, que no soy un zombi. Oye, ¿Quieres dejarme hablar?.- El tono de la muchacha ya parecía ligeramente enfadado.
Veamos, como empiezo…- Dijo ahora algo más calmada mientras la mano que no sostenía el teléfono se dirigía a su cuello y lo frotaba ligeramente.- ¿Te acuerdas de cuando me dijiste que debía trabajar en algo en concreto? Pues después de la explosión de alguna forma ha aparecido la ocasión de hacerlo. No sé cuánto tiempo estaré fuera, pero volveré. No toques nada de mi cuarto, que te conozco.-Como si su frase no hubiera quedado clara hizo un énfasis mas.- Y sabes que hablo del mini bar.- No es que fuera egoísta, es que las botellas que tenía allí eran para hacer combinados y conocía a su amiga lo suficiente como para saber cómo la podía liar.
-¿Qué? No, claro que no estoy segura.- Respondió Nerea una vez más al teléfono.- ¿Pero no fuiste tú quien insistió en ello? Ahora no digas que parece una mala idea.- Nerea dio un suspiro más antes de volver a hablar.- No, no es ninguna secta. Creo.- La joven hablo directamente sin dejar ningún espacio, sabía que aquella última palabra habría levantado sospechas en su compañera.- Da igual, escucha, cuídate. No sé cuánto tardare en volver, pero seguro que lo hago. Si llaman mis padres les dices lo de siempre ¿Vale?.- La joven caminaba por la sala mientras hablaba, como si quedarse parada fuera a hacer que la llamada acabara.- Vale, vale, te llamare más tarde, nos vemos.- Finalizo mientras bajaba el teléfono de su oreja y colgaba la llamada.
Bajo el brazo con el móvil aun en la mano durante un momento, como si dilucidase si llamar a otra persona o no. Los dedos de su mano se apretaron mas contra el aparato hasta que finalmente un suspiro salió de la muchacha. Se dirigió con paso calmado a uno de los ayudantes de Miss Cross.- Perdona, ¿No tendrás un cigarrillo?.- Pregunto ahora de forma directa. La negativa no se hizo esperar lo que provoco un encogimiento de hombros en Nerea.
Sin intentarlo con ninguno otro de los ayudantes, o a ojos de Nerea, guardias, volvió hacia la mesa en la que se disponían las bebidas y se sirvió otro vaso de café. No se molestó en alejarse de la mesa, dándole la espalda a los alimentos se quedó mirando el resto de la sala pensando en todo lo que habían explicado por ahora. Era mucho a asimilar en tan poco tiempo.
Estaba observando las personas que se habían quedado en la sala cuando su móvil vibro y emitió un sonido de mensaje recibido. Tardo un momento en reaccionar, pero finalmente miro la pantalla del móvil. En primera instancia pensaba que habría sido Su amiga Irene intentando comprobar una vez mas si realmente estaba viva, pero el emisor del mensaje no era ella.
Leyó las palabras de forma rápida y durante unos instantes no sabia a que se refería hasta que cayo en ello. El refrigerador de cervezas. En su cara asomo una irónica sonrisa, increíblemente las preocupaciones de no poder servir bebidas frías se habían sustituido por las de salvar el universo. Dejo el vaso de plástico en la mesa durante un momento para comenzar a escribir.
No te preocupes, lamento que te vieras involucrado en aquello, espero que estés bien. Lamento no requerir de tus servicios pues… La explosión fue en el local, así que y ya no quedan ni los restos del refrigerador.
Siento los problemas que te pude ocasionar.
Bueno, al menos no había matado al técnico que iba a reparar el frigorífico, eso era de las pocas buenas noticias que recibía la joven. Bastante cargo de consciencia tenia ya pensando que podría haber evitado aquello de alguna forma o que tendría que usar sus poderes como para preocuparse por otro herido mas.
Mientras la regordeta les explicó a sus compañeros cosas, Agni durmió. Pero obviamente, no se quedó callado, ni de cerca.
Primero roncó, se acomodó en el silloncito, estuvo a punto de caerse al piso cuando lo empujaron pero, como si estuviera acostumbrado, simplemente volvió a subir y se inclinó hacia el otro lado. Siguió durmiendo de forma molesta hasta que repentinamente se calmó. Sus globos oculares comenzaron a moverse a toda velocidad debajo de sus párpados. Se mordió los labios, y comenzó a balbucear mientras hacía fuerza con sus cejas.
- Chinitooo, sacame una fotoo.- murmuró Agni, pero se dió cuenta que en su sueño, aquella versión de si mismo optaba por hacerse una selfie.- Nooo, esee noo es el ánguloooo, miss follooweerrsss.- temió, y comenzó a traspirar. Sus palabras no iban acordes a lo que estaba sufriendo su cuerpo.
Siguió andando mentalmente por aquella muralla china, sacándose selfies y sufriendo con cada acto vil, pero repentinamente lo despertaron.
- Qué?! No, mamá, no quiero ir al colegio hoy!- se sobresaltó, y parpadeó varias veces antes de ponerse ligeramente colorado. Recibió sus cosas de parte del ayudante, y también un cellphone. Era medio viejo, pero seguramente podría acceder a twitter desde allí. También mandarle un wsp a Rick... Oh, había que configurarlo, como era su número? No. Imposible recordarlo. No recordaba ningún número, ya que nunca se separaba de su celular.
"Ellos me podrán ayudar! Les tengo que contar acerca del sueño que acabo de tener, pero... me harán caso? No, eso revelaría en parte mis asombros y actuales poderes. Tengo que mentirle mucho, y de esa forma no va a poder descifrarlos con exactitud." concluyó, y pensó que sus poderes se estaban haciendo más fuertes. No sabía que era debido a la regordeta tal precisión.
- Señora, necesitamos hacer una misión de urgencia antes de que envíe a sus grupos swat de superhéroes con esos encargos.- se levantó repentinamente y sujetó del codo a la señora, luego se arrepintió y la soltó.- Perdón.- dijo por tocarla de la nada, eso lo hacía a veces con sus profesoras.- Un fan mío con la habilidad de imitar el rostro de la persona de la que esté enamorada me imitó, estaba también en el robo de anoche, y ahora tiene mi celular, con mi twitter, mi dinero, y está viviendo la buena vida en china. Recién lo vi en sueños.- cada vez fue hablando más y más rápido. Algunos compañeros ya se habían ido de la sala a visitar a sus familiares, pero los que quedaban no podían si no sorprenderse del cambio de actitud del adolescente. Por algunas cosas si que se preocupaba. Por si mismo.- Debemos ir y deshacernos de el. No puede seguir suelto por la vida, es un peligro para todos!- comenzó a gritar, y olvidó completamente que podría deshacerse de el desde aquí mismo. O debería intentarlo al menos.
Sintió que no estaba teniendo el efecto deseado su oración, e intentó agregar algo más, para generar empatía.- Me está suplantando en las redes sociales... Va a arruinar mi reputación!- se llevó la mano a la cabeza, y se desacomodó los pelos.- tiene que entender...
Carla se había puesto en pie tras la reunión, seguía pareciendo calmada, como si nada de aquello la estrañara, algo verdaderamente difícil de creer dadas las circunstancias. Tras aceptar el teléfono móvil que le habían ofrecido,su ropa y mientras salía de la sala de reuniones, meditaba sobre a quien llamar primero, necesitaba un lugar tranquilo en el que hacerlo, creía a ver visto un servicio en uno de los pasillos, aquello podía servir.
Carla había sincronizado los datos de su móvil en el terminal que les habían cedido, siempre guardaba copia de seguridad de su móvil en la nube. No había pasado más que unos segundos cuando al móvil comenzaron a llegar varios mensajes, muchos de sus padres, otros tantos de Su mejor amiga María y varios de diversos amigos y amigas. Carla los había ignorado durante un rato, mientras buscaba información en la red sobre la explosión, no le fue difícil, se había sorprendido mucho al ver el alcance de la explosión, tan grande, había empezado a sentír preocupación por sus seres queridos, con una explosión así cualquiera se podía haber visto involucrado.
Tras marcar el número de Maria, comenzaba a mover la pierna nerviosa, hasta que esta había descolgado.-María, soy yo Carla.- las lágrimas resbalaban por sus ojos al escuchar a su amiga.-si, estoy bien, me salve de milagro gracias a mis poderes ¿tú cómo estás?-Carla escuchaba con atención como su amiga le relataba, entre lágrimas también, parte de lo que había pasado en esos 4 días, Carla estaba ya más relajada, pese al llanto.-Si, ya sé que tengo que llamar a mis padres, ahora lo hago, no te preocupes, pero si estás haciendo turnos dobles en el hospital por lo de la explosión, mejor que te deje descansar, ya hablaremos más adelante, solo quería que supieras que estaba bien y saber si tú lo estabas, no he conseguido un móvil hasta ahora, besos, descansa, dejo el mundo a tu cuidado.-La joven Rubia se había pasado el brazo por los ojos mientras colgaba, pues quería secarse las lágrimas.
Aunque había asegurado a María que llamaría a su padre, Carla lo posponia mandando mensajes a sus amigos para informarles de que se encontraba bien, mientras les preguntaba sus situaciones.
Más tarde sin haber llamado todavía a sus padres, Carla se había puesto a mirar las redes sociales unos segundos, aquello era un hervidero, había una guerra publicitaria sobre los metahumanos, unos promovían la tolerancia, pero la mayoría promovían el miedo y el odio, gran parte debido a los políticos, pues aquello era un arma para conseguir votos y poder.
Finalmente, sin poder posponerlo más, Carla había llamado a su madre. Un tono, dos tonos, y finalmente la voz de su madre.-Mama, soy yo- el sonido punzante del llanto de su madre, había vuelto a conseguir que las lágrimas brotarán, pues no había nada más doloroso que ver sufrir a tus seres queridos.-si Mama, estoy bien.- La voz temblorosa de Carla y su madre ponía de manifiesto la carga emocional del momento.- lo siento, no he podido conseguir un móvil antes, perdí mio, pero estoy bien, estoy en perfectas condiciones, no estoy herida, estoy de voluntaria ayudando en lo que puedo a los afectados de la explosión, iré a veros cuando la cosa se calme más.-Carla se limpiaba las lágrimas con la manga del buzo.-si, no tardaré en ir, te lo prometo, te quiero mamá, dile a papá que también le qui...-En ese momento Carla había escuchado a su padre que llegaba donde su madre nervioso, este la había preguntado qué pasaba y la madre de Carla le había dicho que era su hija, su padre se había puesto al teléfono antes de darse cuenta.- Si papá, estoy bien, no tengo ni un rasguño- Pese a que la joven escuchaba notaba que el tono de su padre era tembloroso, no podía evitar estar tensa.-no, no voy ahora.no, no vengas a buscar....Que estoy bi.... Iré cuando pu....Quieres dejar de cortarme?-habia gritado Carla finalmente.- solo quería deciros que estaba bien y que os quiero, porque siempre lo estropeas todo, se cuidar de mi misma, deja de ser tan controlador maldita sea! Adiós, ya iré a veros. AAAAAH!- Carla había gritado al móvil tras colgar,necesitaba sacar su rabia, posiblemente más gente la había escuchado, pero no le importaba, Al menos, había podido decir a sus padres que los quería.
Luego segundos después de haberse vestido , ya Había vuelto al lugar de la reunión, sus ojos indicaban que había llorado, y que estaba algo tensa, tal vez enfadada.-ya esta- había dicho a Miss Cross con tono brusco, indicando que estaba lista.
Sara estaba dando vueltas a las preguntas y respuestas en su cabeza, al hecho de que sus padres no sabían donde estaba y que no sabía si Laura se había visto involucrada en la explosión o no aunque era poco probable prefería confirmarlo hasta que oyó que había un objeto del individuo del futuro, en ese momento su cabeza se levanto como si fuera un resorte.
Cuando trajeron las cosas ya no estaba tan interesada, obviamente no se iba a cambiar aquí y mandó un par de escuetos. "Estoy bien" por whatsapp mientras se acercó a la mujer regordeta. Un objeto del futuro era algo que no podía pasar por alto, incluso le pareció sentir un ligero cosquilleo, estaba más que claro que le gustaría añadirlo a su "colección" fuera como fuera.
No suelo ver cosas del pasado con los objetos pero con ciertos objetos puedo llegar a averiguar habilidades relacionadas con quien las usaba... no se muy bien como, quizás pueda intentar algo con el objeto del futuro del que hablabas antes... Dijo Sara con cierta esperanza pues a saber lo que podría aprender de un objeto del futuro.
Después de que Andrew enviara el mensaje, ciertos zumbidos en la sala. Luego aquel chico que exasperaba con su forma de ser, volvía a aparecer de una forma muy diferente a la anterior; cómo si se sintiese agobiado, en vez de intentar llamar la atención.
Andrew lo escuchó y encontró algo que no conectaba con lo anterior, lo señaló y preguntó para comprobar que aquello no era ningún error.- A ver chico... ¿O no tienes poderes, o ves personas que te suplantan la identidad en sueños? Explica eso, porque ha llegado el momento en el que nos pierdes.
¿De qué lo conoces a ese suplantador? - El chico bestia seguía hablando con Agni cuando sintió como el móvil zumbaba en su bolsillo y emitía un corto sonido de alerta de mensaje. Mientras esperaba una respuesta miró su móvil y descubrió en él, una respuesta a su mensaje anterior.
No te preocupes, lamento que te vieras involucrado en aquello, espero que estés bien. Lamento no requerir de tus servicios pues… La explosión fue en el local, así que y ya no quedan ni los restos del refrigerador.
Siento los problemas que te pude ocasionar.
Empezó a leer, y poco a poco sus labios dejaban de simular aquellas letras, mientras se concentraba a unir todo aquello que parecía resolverse en su cabeza.
"La explosión fue en el local..." Aquella frase le traían los recuerdos de lo dicho en aquella sala, de la deflagración de un chico metahumano, y de cómo algunos de los presentes estaban allí. Poco a poco su mirada saltaba de uno a uno entre todos los que allí había, hasta que llegó a aquella chica que le sonaba y no sabía de qué. La lectora de recuerdos, la experta en tu pasado sólo con tocarte.
Sin saber por qué, necesitaba averiguar si había llegado a la verdad. Andrew cogió su teléfono, marcó la tecla de opciones en el mensaje de texto de la camarera y luego le dio a aceptar sobre la opción "Llamar al origen".
Colocó el teléfono en su oído y mientras el móvil de Nerea comenzaba a sonar, él se colocó tras ella a unos pasos. Esperaba que respondiese la llamada. Espero algunos tonos y luego lo descolgó. Al hacerlo, Andrew apoyó una de sus grandes manos en su hombro derecho desde atrás a la vez que ella empezaba a preguntar por quien era, y entonces él dijo.- Siento lo del local...
Dejó el móvil en su oído izquierdo mientras esperaba la reacción de ella. Sabía que la conocía, no a ella, fue su voz la que reconoció al escucharla hablar tras salir de aquella cámara de regeneración. En cierta manera, le consolaba saber que los problemas de aquella chica no sobrevenían de que Andrew no hubiera podido llegar al local.
Christian se levantó y recogió sus ropas. Miró el teléfono y aunque nunca usaba ni llevaba ninguno decidió antes de nada abrirlo y enviar un mensaje a Antonio, se merecía después de lo bien que lo había tratado una explicación.
Hola Antonio, soy Christian. Supongo que ya sabrás lo del bar. Lo siento. Nerea y yo estamos bien, también la chica nueva. Parece que ambas son metahumanos como yo. Al parecer una organización de gente como nosotros nos ha salvado. Nos quedaremos con ellos un tiempo. Prometo volver y ayudarte con lo que pueda tan pronto sea posible. De nuevo mil disculpas. Un abrazo.
Sin más apagó el teléfono y lo dejó donde lo había encontrado. Salió unos minutos para ir al baño y poder ponerse su ropa habitual. Era bastante más cómoda que aquellas mallas extravagantes, y desde luego le quedaban mejor.
Al volver vio como un chico se acercaba a Nerea y le ponía la mano en el hombro; mientras Carla parecía ya estar lista y al igual que Driess ambos tenían cara de afligidos. Dio un suspiro, extrañaba la cercanía de la gente. Hacía tiempo que había dejado de lado las relaciones con otras personas de forma relativamente cercana más allá de su amigo Antonio.
Finalmente se acercó a los dos que permanecía junto a Miss Kross y asintió con la cabeza.
- Estoy listo también -
Lanzó un suspiro. Al menos no iría con el adolescente odioso. ¿Es que no se podía quedar callado ni debajo del agua? El resto de dudas eran razonables, pero Laura tenía su cabeza aturullada, empezaba a estar preocupada por su amiga. Cuando vió que uno de los empleados se iba, ella lo siguió.
Se sorprendió, mientras se movían por los pasillos, la soltura con la que se desenvolvía Driess. Puede que fuese sordo, pero no aparentaba tener tantos problemas. ¿Sería por ese poder de controlar el sonido? Estuvo apunto de preguntarle, cuando llegó al lugar donde estaba su amiga. Claramente ella estaba dormida, sin moverse. Laura pensó en su comentario jocoso si a viese así: "¿Así que mirándome desnuda, eh? Yo que pensé que nunca te pasarías al lado oscuro" Se sentía un poco culpable. Si hubiese hecho caso a su amiga, quizás dominase mejor su poder, y podría haber salvado a toda esa gente, aislándoles de la explosión, y si hubiese estado más atenta. Pero no, había tenido miedo de experimentar. Una parte de ella sabía que no era su culpa, pero los pensamientos depresivos tras la muerte de Edu regresaron. No quería ver a su familia, lo tenía claro, pero le quedaban pocas cosas tras el incendio.
- Cedería a tus deseos si pudiese hacer que con esos te recuperases, pequeña hada oscura- susurró. Obviamente, no hubo ningún milagro, con lo que tuvo que volverse. Con un móvil prestado, pudo mandar un mensaje a su jefe. "Hola, Anthony. Me pilló el accidente de la explosión de lleno, con lo que no podré ir a trabajar. Espero que no te suponga un problema muy grande. ahora estoy bien, pero he estado unos días en coma. Hoy me han dado las cosas y ya me han mandado para casa, pero me dicen que tengo que tener reposo ".
A su familia le bastó con un mensaje más corto: "Estoy bien. He estado unos días en el hospital, pero me han dado el alta. Os quiero". Recibiría una llamada, lo sabía, pero no se sentía con cuerpo para cogerla. Quería estar sola. Y en cierta manera, era lo mejor, estaba resultando un imán de desgracias.
Preguntó por un baño, y cuando se convenció de que no había nadie, comenzó a llorar. ¿Era esto culpa suya? ¿Por qué se había salvado otra vez? Parecía que su poder era una maldición, una de esas de los cuentos de miedo, donde ves a todos los todos ir desfilando con la Segadora mientras tu asistes impasible.
Se dio cuenta de que no se había tomado la medicación, pero las recetas tenían que estar caducadas. En estos días acudiría al médico. unos minutos más tarde, se presentó ante Miss Cross, resuelta a terminar esto
- Cuando me diga, yo estoy.
Tras escuchar las respuestas de Miss Kross, terminó compartiendo un gesto de complicidad con Christian Bishop, alzándole el pulgar en señal de aprobación.
Ahora Hugo se sentía algo más cómodo. La sobredosis de información parecía estar ahora calmándose y tenían un poco de tiempo para pensar de nuevo. Por un momento, estuvo dándole vueltas a su poder y como podría ser útil en aquel grupo, hasta que la entrega de su ropa y un móvil le interrumpió.
Harto de la silla, terminó sentándose en el suelo apoyado contra la pared. La mayoría ya estaban recibiendo whatsapps o llamando a sus familias, en cambio él, se había quedado absorto mirando la pantalla de inicio de aquel móvil.
Miraba concretamente un hueco que había entre dos iconos del inicio, quizás fruto de la casualidad o no. Sin saber por qué, empezó a intentar recordar que icono llenaba ese hueco en el móvil que perdió.
El Football Manager... Un juego. Un puto juego de fútbol. Esbozó una sonrisa. De repente, fue consciente de la importancia que se le daba a las nimiedades. Se pasaba los ratos muertos jugando a ese juego, perdiendo tiempo en él, mientras el mundo a su alrededor estaba en peligro de extinción.
Enterrado en su mundo, moviendo las pantallas de inicio de un lado hacia otro, finalmente decidió llamar a Alba, una de sus mejores amigas desde hace muchísimos años.
...
No había respuesta. Alba era azafata de vuelos y rara vez contestaba al móvil, pero era quizás la persona en la que más confiaba.
Heeey mi rubia!! Cómo estás?? Yo estoy bien. Necesito que llames a mis padres y a Andrea, y les digas que estoy bien.
Tuve unos problemas y he salido de Madrid, pero me las apaño bien, ya me conoces! Diles que más adelante me pondré en contacto con ellos y que lo siento. Que no se preocupen.
Mándales foto de este whatsapp mejor! Besoss
Después de comprobar que el whatsapp había llegado, apagó el móvil y se lo guardó en el bolsillo. Volvió a alzar la vista y faltaban algunas caras, aunque la de aquel excéntrico rubio seguía allí.
Se levantó de un solo golpe y se dirigió con decisión a Miss Kross.
- No me hace falta ni visitar ni llamar a nadie más, jefa. - le dijo con un tono cercano - Cuando quiera, yo también estoy listo.
Miss Kross asintió ante las palabras de Andrew, no le agradaba lo que le había contado sobre su vida, pero sí de que se uniera a su equipo, un hombre como él les haría mucha falta en un grupo como el que iban a formar. Además de que era una alegría para la vista, eso también había que tenerlo en cuenta, que una era mayor, pero aún seguía teniendo sus instintos al pie del cañón.
Tras ver como Driess y Nerea no se marchaban de la nave, sino que se quedaban junto a ella Miss Kross fue sintiendo una sensación de alegría y orgullo que poco a poco se iba hinchando en su interior. Y fue entonces cuando escuchó el problema del adolescente, Agni, a mi no hace falta que me mientas. ¿Es uno de tus clones traídos de uno de esos mundos oscuros, verdad? Es mejor que sepamos lo que es capaz de hacer antes de pensar que hace otras cosas. Lo vimos justo antes de que estuvieras a punto de morir, cuando te fuimos a rescatar, pero huyó antes de que pudiéramos intervenir. Después hizo una pausa dramática, para que el joven se percatara de que era absurdo esconder nada delante de Miss Kross pues parecía saberlo todo. No sabía que estaba en China, pero sí que sabía que podría darnos problemas y esta era un de las misiones que teníamos pendientes de realizar. Dijo sonriendo al chaval para que se relajase, pues pronto acabarían con él.
Carla también se unió a todo el grupo haciendo cada vez más grande el grupo de la misión y después Sara también se unió interesándose por el objeto. Miss Kross negó repetidamente. Lo siento Sara, pero es mejor que no lo manipules sin conocer demasiado su funcionamiento, dijo como excusa pues seguramente conocía los intereses secretos de Sara, lo tenemos en protegido en la caja fuerte de la empresa, para que no caiga en malas manos. No quería insinuar que sus manos fuesen las equivocadas, pero por si acaso dejó caer ese comentario para que todo el mundo supiera que no sería fácil hacerse con el objeto. La regordeta los había reclutado, pero tal y como había insinuado alguno de ellos, no sabía aún si podía o no fiarse de ellos.
Después de media hora y de que todos los demás hablaran con sus familiares y amigos, Miss Kross se percató de que ni Iratiz ni Siv se había unido al grupo. No era un mal porcentaje, de once metahumanos que habían reclutado, nueve se habían unido a ella y sus compañeros. Además, aún tenían algo de tiempo para que pudieran terminar de unirse.
Miró a uno de sus acompañantes y le dio una orden bastante clara.
Si Siv e Iraitz se arrepienten y deciden unirse a nosotros, que vayan al hangar, espero que de unirse lo hagan antes de que empiece la misión. Acompañadme.
Dijo Miss Kross mientras le llevaba por diferentes pasillos del polígono hasta el exterior del local.
Driess ten cuidado con las cosas que te inventas, porque puede que sea relevante (o no) para la historia, tenéis libertad para moveros y tal, pero inventarte a un PNJ... principalmente porque quizá no haya más agentes de los que habéis conocido... De todas maneras, no pasa nada, pero para que lo tengas en cuenta para el futuro. Quizá antes de tomarte las licencias, pregúntame, por si acaso. ^^