Los hechos que condujeron a la situación actual. Cómo el mundo y la sociedad dejaron de existir en la forma en que los conocemos.
22 DE DICIEMBRE DE 2009
El 22 de diciembre de 2009 comenzó el fin del mundo. En la ciudad de Seattle, estado de Washington, los diturbios empezaron a las 22:30. Gente armada inundó las calles, matando a todos aquellos que encontraban a su paso. Las comunicaciones fuera de la ciudad cesaron repentinamente. En unas pocas horas, no había supervivientes. Camiones inmensos, recorrieron las calles, recogiendo los cadáveres. Al día siguiente, la vida prosiguió con normalidad en la ciudad, controlada completamente por operarios de el nuevo gobierno.
No se supo nada de esto en el resto del mundo; fue una prueba piloto. Unos pocos fueron elegidos de forma aleatoria para engrosar las filas del nuevo ejército. Jonas Theotrope, un millonario que había hecho fortuna con los sucesivos booms inmobiliarios, era ahora dueño de Seattle. Una infinidad de modelos Billy y Abbey eran los nuevos pobladores de Seattle. Los pocos supervivientes fueron recluidos en granjas de personas, donde se les alimentaba y se les obligaba a trabajar generando comida para su propia subsistencia. De forma estudiada, sistemática, éstos supervivientes eran forzados a reproducirse.
2 DE FEBRERO DE 2010
Tras Seattle, vino Los Ángeles; un paso más ambicioso que el anterior. Se dice que Theotrope contó con la connivencia del gobierno local para poner en práctica su plan. Los políticos, seducidos ante la promesa de la inmortalidad, facilitaron la tarea del nuevo gobernante. Esat vez el conflicto duró dos días, y hubo repercusiones internacionales. El resto de EEUU apenas llegó a enterarse de lo que sucedía, pero Francia, Gran Bretaña, Alemana, Rusia, la India y China pusieron el grito en el cielo. En menos de una semana, ejércitos de Abbeys y Billys arrasaron Europa y Asia. La infiltración se había ido estableciendo a lo largo de una década, por lo que ya había agentes infiltrados en todos los equipos de gobierno, embajadas y centros militares de todos estos países.
En el caso de Los Ángeles, el proceso de selección se centró en las fuerzas de la autoridad. Reclutaron forzadamente a policías para asegurar el control de las granjas de gente. El número de esclavos a cargo de Theotrope y los suyos llegó a ser espeluznantemente grande.
EL PLAN DE THEOTROPE
La técnica desarrollada por los científicos contratados por Theotrope permitía transferir la mente de una persona a un cadáver, reconstruyendo y reformando éste hasta convertirlo en un clon del original. Además, los científicos crearon la posibilidad de multiplicar de forma infinita el alma de una persona. Así, saqueando cementerios, fosas comunes, zonas de guerra y lugares donde las epidemias campaban a su gusto, Theotrope creó un ejército de Abbeys y Billys, todos ellos leales a la causa. Lo único que necesitaban para poder seguir vivos era tener cadáveres almacenados. En cuanto un Billy moría, su mente y su alma eran transferidas a un cuerpo muerto, que mutaba de forma instantánea para convertirse en la continuación de este Billy.
De esta forma, a través de los reclutamientos forzosos, Theotrope se aseguró de tener un ejército de 500 individuos diferentes. A base de juegos de guerra y dominación, procuró establecer claramente las lealtades de los nuevos, de cara a tener una reserva de gente lo suficientemente amplia como para no aburrirse en la eternidad que le aguardaba; Theotrope había alcanzado la inmortalidad. El precio: mantener granjas de personas para disponer de cadáveres. Sin cuerpos, no había inmortalidad.
EL PRESENTE
Según la cuenta tradicional, ahora mismo estaríamos en el año 2167. La tecnología bélica no se ha desarrollado, porque no hay necesidad de guerras. Todo el mundo está poblado de clones al servicio de Theotrope; principalmente Abbeys y Billys, que son los únicos que han demostrado una lealtad a prueba de todo. La misión de estos clones es la de vigilar el buen funcionamiento de las granjas de personas.
Por otro lado, en el macro complejo de fidelización de Theotrope, los individuos reclutados a principio del siglo XXI pasan por diferentes juegos de guerra para divertimento de Jonas y de sus secuaces. Aquellos que demuestran ser dóciles, son ascendidos, multiplicados, y utilizados para mantener las granjas.
El objetivo de estos juegos no sólo es la fidelización de los reclutas; también es el ocio. Los Billys, las Abbeys y los Jonas utilizan estos juegos como entretenimiento en su inmortalidad; teniendo edades de más de un siglo, necesitan del ocio para no volverse definitivamente locos.
Los individuos reclutados no son multiplicados hasta que su lealtad es probada; Theotrope es listo y no quiere correr riesgos. Mientras, Jonas y los suyos disfrutan del deporte de matar y ser muertos.
El único fallo de la técnica desarrollada por los científicos de Theotrope es la degradación del alma. Cuando un individuo es multiplicado, pierde parte de su coherencia y de su cordura. Muchos Billys se han vuelto adictos a la muerte. Las Abbeys, por su parte, tienden más a la perversión y al sadismo. Jonas evita multiplicarse; tiene más de mil cadáveres esperando permanentemente por si le llega la hora de morir, pero procura ser sólo uno cada vez. Sin embargo, gobernar la tierra es una tarea dura que requiere de muchas personas, por lo que Theotrope se ha visto forzado, a lo largo del último siglo y medio, a replicarse en diez Jonas diferentes, distribuidos por todo el planeta para organizar a los Billys y las Abbeys. De ahí la necesidad de fidelizar a los reclutas; a más gente, menor degradación.
En el complejo de fidelización, el Billy original y la Abbey original juegan como los demás, conscientes de la realidad. Participan en este deporte macabro por el puro placer de hacerlo, aunque lo hacen de formas completamente distintas; Billy busca la muerte, suele suicidarse por puro placer. Abbey es más estratega, y procura matar a todos los rivales posibles.
Cuando un grupo de reclutados muestra claramente su rebeldía, cuando dejan claro definitivamente que no son fidelizables, sus memorias son borradas para volver a empezar el proceso. Hay un componente de placer en todo esto; Abbey disfruta enormemente contemplando el desconcierto de los recién despertados, que se masacran por enésima vez como si fuera la primera.
22 DE DICIEMBRE DE 2009
El 22 de diciembre de 2009 comenzó el fin del mundo. En la ciudad de Seattle, estado de Washington, los diturbios empezaron a las 22:30. Gente armada inundó las calles, matando a todos aquellos que encontraban a su paso. Las comunicaciones fuera de la ciudad cesaron repentinamente. En unas pocas horas, no había supervivientes. Camiones inmensos recorrieron las calles, recogiendo los cadáveres. Al día siguiente, la vida prosiguió con normalidad en la ciudad, controlada completamente por operarios de el nuevo gobierno.
No se supo nada de esto en el resto del mundo; fue una prueba piloto. Unos pocos fueron elegidos de forma aleatoria para engrosar las filas del nuevo ejército. Jonas Theotrope, un millonario que había hecho fortuna con los sucesivos booms inmobiliarios, era ahora dueño de Seattle. Una infinidad de modelos Billy y Abbey eran los nuevos pobladores de Seattle. Los pocos supervivientes fueron recluidos en granjas de personas, donde se les alimentaba y se les obligaba a trabajar generando comida para su propia subsistencia. De forma estudiada, sistemática, éstos supervivientes eran forzados a reproducirse.
2 DE FEBRERO DE 2010
Tras Seattle, vino Los Ángeles; un paso más ambicioso que el anterior. Se dice que Theotrope contó con la connivencia del gobierno local para poner en práctica su plan. Los políticos, seducidos ante la promesa de la inmortalidad, facilitaron la tarea del nuevo gobernante. Esat vez el conflicto duró dos días, y hubo repercusiones internacionales. El resto de EEUU apenas llegó a enterarse de lo que sucedía, pero Francia, Gran Bretaña, Alemana, Rusia, la India y China pusieron el grito en el cielo. En menos de una semana, ejércitos de Abbeys y Billys arrasaron Europa y Asia. La infiltración se había ido estableciendo a lo largo de una década, por lo que ya había agentes infiltrados en todos los equipos de gobierno, embajadas y centros militares de todos estos países.
En el caso de Los Ángeles, el proceso de selección se centró en las fuerzas de la autoridad. Reclutaron forzadamente a policías para asegurar el control de las granjas de gente. El número de esclavos a cargo de Theotrope y los suyos llegó a ser espeluznantemente grande.
EL PLAN DE THEOTROPE
La técnica desarrollada por los científicos contratados por Theotrope permitía transferir la mente de una persona a un cadáver, reconstruyendo y reformando éste hasta convertirlo en un clon del original. Además, los científicos crearon la posibilidad de multiplicar de forma infinita el alma de una persona. Así, saqueando cementerios, fosas comunes, zonas de guerra y lugares donde las epidemias campaban a su gusto, Theotrope creó un ejército de Abbeys y Billys, todos ellos leales a la causa. Lo único que necesitaban para poder seguir vivos era tener cadáveres almacenados. En cuanto un Billy moría, su mente y su alma eran transferidas a un cuerpo muerto, que mutaba de forma instantánea para convertirse en la continuación de este Billy.
De esta forma, a través de los reclutamientos forzosos, Theotrope se aseguró de tener un ejército de 500 individuos diferentes. A base de juegos de guerra y dominación, procuró establecer claramente las lealtades de los nuevos, de cara a tener una reserva de gente lo suficientemente amplia como para no aburrirse en la eternidad que le aguardaba; Theotrope había alcanzado la inmortalidad. El precio: mantener granjas de personas para disponer de cadáveres. Sin cuerpos, no había inmortalidad.
Los hechos que siguen después de tu primer flashback.