Partida Rol por web

FLASHBACK - 2

26 de diciembre de 2008, Kandahar, burdel para soldados americanos.

Sabu estaba dormido en una mesa. A su alrededor, los soldados perseguían a las prostitutas que, desde todos los confines de oriente, acudían a la ciudad en busca de negocio. Aquel sitio le daba asco, pero era el únicolugar en el que se podía socializar en esta maldita guerra.

De la emboscada, hace dos meses, poco había quedado claro. Sabu había despertado en un hospital de capaña. Era el único superviviente de su escuadra, que había sido atacada por tropas talibanes. De milagro, una esquirla de metal le rozó el cráneo dejándole inconsciente, pero no le había quedado marca alguna del golpe. Al menos eso es lo que le habían contado los médicos de campaña.

El soldado recordaba perfectamente a Abbey Thorton, recordaba el tacto frío del cañón contra su frente. Incluso recordaba la sensación abrasadora de la bala abriéndose paso por el interior de su cabeza. Sabu recordaba haber muerto. Sin embargo, cuando investigó su propio caso, su sorpresa no dejó de crecer. La soldado Thorton no existía. Jamás se enroló una mujer cone se nombre o esa descripción. Los demás, si... todos muertos.

Había visto las fotos, los informes, había hablado con el comando de rescate... toda la historia concordaba perfectamente, pero no tenía nada que ver con el recuerdo de Sabu. Fue entonces cuando empezó a beber. En contra de las enseñanzas del Corán, se unió a sus compañeros en una búsqueda autodestructiva. Pasó por varios psicólogos militares, pero ninguno parecía darle la respuesta que buscaba. ¿Había soñado todo eso? Sin embargo, su recuerdo era real... estaba marcado a fuego en su cabeza. ¿Cómo podía ser aquello?

Le dieron una medalla, tal y como pronosticó su ejecutora. ¿Una medalla? ¿Por algo que no había sido real? En el fusil de Sabu habían faltado muchas balas, y los soldados que le recogieron afirmaban haber visto cadáveres de talibanes por todas partes. De hecho, los cuerpos sin vida de todos sus compañeros ya habían llegado a EEUU y habían sido enterrados con honores... esos mismos cadáveres que los hombres de negro habían hecho desaparecer para Sabu.

Un codazo. Un golpe en las costillas... así demostraban sus compañeros la camaradería y el afecto. Sabu despertó sobresaltado, con la cara de Abbey grabada tras sus retinas. Junto a él se acababa de sentar Billy Stevens, otro soldado raso. Un joven inquietante de humor macabro. Se había enrolado voluntariamente, y había solicitado ese destino. Tal y como le había contado ya muchas veces, a él le importaba una mierda América y la lucha contra el terror. Él sólo quería matar gente. Existía la profesión militar para eso, y además la paga era buena. Aún no había entrado en combate, y cada día que pasaba parecía volver más loco todavía al soldado.

El joven sonreía con un grado de complicidad enfermizo.

- Hey, Sabu... ¿Lo has oído? Me han contado que vamos a lanzar una ofensiva de la hostia contra el enemigo. Seguro que me mandan para allá. Joder, ya era hora. Llevo aquí un mes y todavía no he pegado ni un puto tiro.

Se frotó las manos, excitado en anticipación.

- Dime cómo és... tú te has cargado a una burrada de ellos. Tío, te han dado una medalla por bestia... ¿Qué se siente cuando te cargas a uno? ¿Cómo es?

La actitud y el discurso del chaval eran francamente preocupantes, pero Sabu no podía evitar sentir cierto paternalismo hacia él.

Sabu, lo miró mientras estaba sentado en su sitio con ojos cómplices... y le respondió:

Es algo... maravilloso. Me siento bien cuando mato a alguien que pienso que me podría matar... pero a la vez cuando matas a alguien, te conviertes en sumiso de tus pecados, y acabas por olvidar que existe un dios para ti... porque...

te ves como un Dios... como el alá que todos esperan ver haciendo algo heróico.

Sabu encendió un habano que le dio un compañero...

Lamento haber sobrevivido a esa traición... debería estar muerto... este no es mi lugar ya... por ello, también me siento como un Dios.

Mira Billy... Dijo dando una profunda calada al puro.

No me trago eso de que la mujer que me traicionó no exista. Hay fuerzas enemigas aliadas con parte del ejército... y creo que tu eres parte de ella...

eres tan sádico como ella...

Acto seguido, le hechó el humo del habano en la cara.

Estoy aquí Billy... ¡mátame!

Su compañero Billy retrocedió inmediatamente, y con una sonrisa en la cara dijo a uno que tenia al lado

Este tío está loco... ¡Qué le habéis hecho! Dijo gritando mientras lo miraba incrédulo.

Sabu permanecía allí, alabado por la multitud que hablaba de él en susurros como el hombre que venció la muerte, debido a las condiciones deplorables en las que le encontraron en el desierto. Él había perdido la fé y las ganas de vivir, y solo quería encontrarse con la traidora y llenarle su bello rostro de balas...

Mientras, la gente no se atrevia a acercarse a Sabu, lo miraban como un perro rabioso. Él se acomodó en su silla y se limitó a ignorar a los demás

Pasaron un par de horas de soledad, y Sabu salió del burdel, algo borracho ya. Era de noche. El calor seco se pegaba a la piel como arena fina. Caminó hacia el barracón, buscando la paz en el descanso, sabiendo que soñaría otra vez más con su propia muerte. ¿Nadie podía darle las respuestas adecuadas? La conversación con Billy le había afectado.

En mitad del camino, el joven soldado surgió de la nada, de una sombra y caminó a su lado, mirando al suelo.

- Ya has mostrado que eres fuerte, señor héroe... pero también eres sordo. ¿Sabes lo que se rumorea por los barracones? Se dice que tú mataste a los tuyos, que estás como una cabra. ¿Sabes por qué no te mandan a ningún lado? Porque todos los oficiales piensan que has perdido la chaveta, que eres peligroso para los tuyos. ¡Piensan que te has inventado a la tía esa para echarle la culpa a alguien! Seis soldados muertos; seis camaradas caídos a tu lado. Te tienen miedo, Sabu... no saben qué hacer contigo. Pero lo más gracioso es que tienes razón. Abbey existe. La conozco. No hay ningún complot del ejército... no hay ninguna conspiración del gobierno contra tí... es todo lo contrario. ¿No te has dado cuenta? En esa emboscada, te mataron. Has muerto, Sabu. Se acabó. ¿Qué crees que es todo esto? ¿Te parece real? ¿Crees que yo existo fuera de tu cabeza? Puedes pensar lo que quieras, soldadito pero... ¿Me has visto alguna vez hablando con alguien más?

Sabu escuchó muy molesto las palabras del chaval, pero lo que le dijo le obligó a hacer memoria. No conocía a nadie que conociera a Billy. Nunca le había visto hablar con ningún otro soldado. Incluso antes, en el burdel, cuando se dirigió a todos, los demás soldados sólo le miraban a él... nadie hizo caso a Billy. ¿Qué demonios estaba pasando en su cabeza? ¿Cómo conocía este tipo a Abbey? ¿Qué clase de complot se estaba produciendo delante de él? ¿Se había vuelto definitivamente loco? La risa espontánea del chaval le sacó de su ensimismamiento.

- Cree lo que quieras, tío... Pero piensa en esto: ¿y si el ejército está experimentando contigo? ¿y si están probando algún tipo de droga de aplicación militar? Eso lo explicaría todo... sería mucho más fácil de asumir que la realidad... Yo sé cuál es la verdad, pero no creo que estés preparado para saberla... Así que puedes imaginar que estás en el más allá, que todo esto es un sueño, que estás siendo objetod e investigación médica, que te quedaste dormido cuando te enterraste bajo la arena por orden de Abbey...

Ese último dato le dio la vuelta a toda la realidad de Sabu. ¿Cómo sabía eso? Ese detalle, ese momento en que Abbey, el oficial médico Jenkins y él mismo se separaron y se ocultaron en la arena... eso no figuraba en ningún informe.

- Puedes creer cualquiera de esas opciones... o puedes ser más humilde, y preguntar. Tú mismo.

Billy se separó de su lado y comenzó a caminar hacia un callejón encendiéndose un cigarrillo.

A Sabu una duda le corroía el intestino y la cabeza, tenia algo que le pesaba en su estómago, y hasta estaba barajando la posibilidad de suicidarse, pero entonces decidió hablar con ese ser que estaba o no dentro de su cabeza

¡Espera Billy! Dijo Sabu con voz profunda

¿Tienes fuego?

Acto seguido sacó su cigarrillo y le preguntó:

Cuentamelo todo, si es verdad que esto es un sueño y tu estás dentro de mi mente, es tu deber contármelo todo

Sabu dio una profunda calada a su cigarrillo y miró las estrellas. Parecían tan reales...

Sabu estaba sentado en el suelo, mirando hacia arriba, mientras esperaba una respuesta de Billy. Aunque era fuerte, estaba casi con las lágrimas saltadas, no por dolor, si no por confusión, por no saber qué le contaba y por querer saber lo que en realidad ocurria.

Billy aflojó su expresión,poniendo una mirada comprensiva. Se encendió un cigarrillo y se sentó junto a Sabu.

- Mira, tío... estás jodido, pero mucho menos de lo que imaginas. Te he soltado toda esa mierda de que estabas chalado para que reaccionaras, pero no. No estás loco. Ni nada parecido. Tu cabeza funciona muy bien... lo que viviste ahí fuera... los tipos de negro... Abbey... todo fue real.

Pasó un segundo mirando las estrellas.

- El cielo de Afganisthán es la hostia. Este país podría ser el paraíso, pero nosotros, los putos capitalistas, lo hacemos imposible. Intereses económicos, guerras, costumbres bárbaras... todo eso ¿Para qué? ¿Qué sentido tiene que nos matemos unos a otros? Tú lo sabes. Cada vez que disparas a un enemigo, sabes que es un tío como tú y como yo, con otras costumbres, otra educación... pero con las mismas pasiones. Sabes perfectamente que le estás disparando por putos intereses económicos. Para que cuatro gatos vivan como reyes. Somos peones en su jodido juego.

Se giró hacia Sabu, a punto de hacerle una confesión. En sus ojos, había mucha más humanidad de la que el soldado habría imaginado.

- Hace cinco años conocí a un tío... Un filántropo. Había ganado fortunas con la especulación inmobiliaria, las guerras por el petróleo, las catástrofes ecológicas... y se había dado cuenta de lo apestoso que era todo. Veía que el mundo se acababa, que iban a destrozarlo por puta avaricia. Y no hablo de las personas; hablo del planeta. Se dió cuenta de que había que salvarlo de la peor plaga que existía... la gente. Pero no quería ser responsable del genocidio de la raza humana. Así que tuvo una idea. Contrató a los mejores científicos del mundo y los puso a trabajar en un proyecto muy particular. El tío no tiene ni puta idea de ciencia, pero tiene las cosas muy claras. Contra todo pronóstico, lo consiguió. Jonas, el hombre del que te hablo, encontró la clave para acabar con la amenaza que supone la especie humana, sin acabara con ella.

Su mirada era soñadora, pero no había ni un ápice de fanatismo en ella.

- Yo era un gilipollas... un broncas. Me pasaba el día emulando a los idiotas de Jackass y metiéndome en líos. Un día paró con su coche al verme saltar con mi skate contra una farola. Casi me parto las costillas. Al parecer le hizo gracia, y me pidió que subiera. Me contó su historia, su plan... y me pegó un tiro en la cabeza. Luego desperté en su mansión y siguió explicándome... no me lo podía creer. Había muerto, tío... me quitó la vida... pero seguía vivo. Igual que tú. Abbey ya estaba por ahí. Es una tía cojonuda. Ambos se portaron muy bien conmigo, y me ayudaron a comprender lo importante que era todo esto; le dieron un sentido a mi vida.

Volvió a mirar al cielo, como recordando. Tras casi un minuto, se volvió hacia Sabu.

- Cuando entraste en el ejército, Jonas estaba buscando gente a la que reclutar. La única forma de saber quiénes valen, es ponerles a prueba. Abbey y yo ya habíamos estado un tiempo vigilando a tu unidad... y estábamos interesados en tí. De tus compañeros... Owen era un completo imbécil... está mejor muerto. El sargento Miller podía valer la pena, pero estaba demasiado fanatizado con la puta bandera. Los demás... carne de cañón, ni más ni menos. Necesitábamos a alguien inteligente, sensible y capaz de matar por una causa justa; todo lo contrario a un fanático. Alguien con discernimiento y humanidad... porque la tarea que tenemos por delante es dura y difícil, y no podemos permitirnos ni un momento de debilidad... no todavía.

Volvió a aspirar el cigarrillo y lo tiró a un lado.

- Jonas, con sus científicos, ha descubierto el secreto más buscado de la historia de la humanidad: ha alcanzado la inmortalidad. Suena difícil de creer, pero tú y yo somos pruebas vivientes de ello. Cuando te enterraste en la arena, Abbey capturó tu señal vital, y ahora está en nuestro sistema. Si ahora te pegaras un tiro, resucitarías. Así de simple. No puedes morir. Y te preguntarás... ¿Cómo pretendemos salvar al mundo de las personas si nos volvemos todos inmortales? Ahí está el truco. Jonas está eligiendo a un número limitado de candidatos para la supervivencia. El resto... sobran todos. El problema es el sistema que utilizamos. Cuando uno de nosotros muere, su 'energía vital'... o 'alma'... o llámalo como quieras... viaja hasta otro cuerpo... hasta un cadáver, y lo llena de vida. Nuestra misma fuerza vital, transforma ese cuerpo, otorgándole nuestras características. Por eso, no podemos acabar con la gente del todo... pero creo que me estoy adelantando... ¿Comprendes todo lo que te estoy contando? No te hemos hecho ninguna putada, al contrario... te hemos hecho inmortal.

Sabu, mirando el cigarrillo que se encendió, le dijo a su compañero:

Entonces... ¿Este no es el mayor problema ya? ¿Fumar no me matara?

Reflexionó durante un momento, y respondió:

Esto se parece a la jodida pelicula de matrix.... ¿La has visto alguna vez? El tío muere y sobrevive dentro de un ordenador, es jodidamente gracioso... porque sabes que nunca va a ocurrir, pero es lo más jodidamente divertido que te puede pasar.

Y tiró el cigarrillo lejos.

No tengo vida, o tengo vida infinita, o no se que es de ella... como esto es así colaboraré con vosotros. Sin embargo... ¿Por qué no teneis la costumbre de preguntar?

¿Y si no quería cooperar?

entonces paró un momento y suspiró. Acto seguido dijo

Esta bien Billy... cooperaré.

Solo una cosa...

quiero ver a Abbey... tengo que hablar con ella...

Dijo ruborizándose.

Billy miró a Sabu comprensivo, con una sonrisa socarrona en la cara.

- Ella también quiere verte... me dijo que se divirtiómucho contigo, peroque le dio pena tener que ponerse tan cabrona. Respecto a lo de consultar a la gente... Lo hacemos con intención. Contamos con que algunos se negarán a cooperar, y eso es bueno. Ten en cuenta que nos enfrentamos a la eternidad. El mayor riesgo es el aburrimiento. Si no hay nadie que te lleve la contraria, la vida puede volverse espantosamente tediosa. Necesitamos que haya rebeldes.

Se puso más serio.

- El plan de Jonas es duro, pero necesario. Empezaremos a actuar el año que viene... y será el fin del mundo conocido. Muchos morirán... muchísimos. Los otros serán convertidos... en ganado. En cuerpos para asegurar nuestra inmortalidad. Sólo seremos quinientos elegidos. Mantenemos unas normas de reclutamiento muy sencillas... Está prohibido reclutar a nadie que conocieras de antes. Está prohibido reclutar a nadie capaz de reventar el plan. Está prohibido reclutar a niños. Desde el momento que te metimos en el sistema, tu cuerpo dejó de envejecer.... bueno, en realidad sí envejece pero, en cuanto mueres y resucitas, vuelves al estado en que te reclutamos. Abbey y yo hemos pasado por un procedimiento extra... nuestras 'almas' han sido multiplicadas, partidas pen partes, y repartidas entre muchos cuerpos. La gente contra la que luchaste en el desierto... eran todas Abbeys o Billies... nada más. Con dos personas tenemos un ejército... infinito.

Miró al suelo, repentinamente preocupado.

- Claro, que esto tiene un precio... ahora mismo hay más de mil Billies por el mundo. Yo sólo soy uno de ellos. Cuando muero, resucito como era en el momento de ser reclutado, pero con la memoria que he ido ganando... cuando el plan esté completo... sobrarán muchos Billies, y habrá que borrarlos del sistema... y no sé si yo seré uno de los borrados o no. ¿Comprendes? Puedo ser inmortal, pero puedo desaparecer. Quizá mañana me veas, y hables conmigo... estarás hablando con Billy, pero puede que no sea yo. Es el precio que hemos pagado Abbey y yo por ayudar a Jonas a cumplir con el plan. No contamos con que nadie más pague ese precio. Jamás te pediríamos que lo hicieras. Nosotros nos presentamos voluntarios para esto.

Tras unos segundos, recuperó el buen ánimo habitual, y su mirada enloquecida que tanto preocupaba a todo aquel que hablaba con él.

- Pero basta de lamentaciones. Creo que nuestra misión en Afganisthán ha terminado... a menos que quieras hacer algo más. Abbey... la Abbey con la que hablaste en el desierto... te espera en Oklahoma. Podemos tomar un avión mañana por la mañana... pero hay un camino más rápido.

Sacó una pistola de su abrigo y levantó una ceja, manteniendo esa sonrisa psicopática tan particular.

Sabu al ver la pistola de su amigo apuntandole, sonrió pero con respeto... Entonces se le ocurrió una idea genial.

Hey tio, dame la pistola, siempre he querido hacer esto...

Siempre había querido tener el placer de volarse los sesos. Ese era su momento, podía volarse los sesos y disfrutar en su próxima vida.

Entonces con buena gana sonrió mientras le daba la pistola su amigo. Se la colocó en la boca, abriendo la boca hasta su máximo y la orientó hacia su cabeza.

Con la boca llena dijo una frase que Billy pudo diferencial no muy facilmente

Agggdioggs Biyyyi. Hagsta maggñagna!

Acto seguido disparó la pistola. La sangre salió de su cabeza como el agua del melón al romperse.

Otra vez, Sabu notó cómo la bala penetraba en su cráneo, partiéndolo en dos. Lo último que pudo ver fue la mirada demente de Billy...

FIN DE FLASHBACK -2

Aclaraciones:

Se me olvidó poner que lo de 30 años en el ejercito lo decia con tono irónico... no podría llevar 30 años en el ejercito, pero así demuestra su profesionalidad como tirador a los demás.

Mi familia: hace tiempo que no se nada de ellos, no he estado nunca realmente en contacto con ellos y con la única que habría estado más habría sido con mi mujer, pero date cuenta que como mi vida ha estado en la guerra no he podido verla ni a mis hijos tampoco, no se si estarán muertos o vivos, o si estará con otro tipo, por ello Sabu muestra la indiferencia como arma para poder olvidar...

intentaré ser más expresivo con los sentimientos xDDD