Partida Rol por web

INVIERNO, AÑO 4711 RA.

DÍA DEL BIENESTAR, 19 DE ABADIO (LUNA LLENA: FESTIVIDAD DE LARGANOCHE).

POR LA MAÑANA. - DESAYUNO.

THRUSHMOOR. - EDIFICIO INSOMNE.

CLIMA EXTERIOR: FRÍO. INVERNAL. SOLEADO.

Dyonisius asiente a las palabras, primero del paladín, luego de la dama. 

- Sin perjuicio de dar un informe más detallado... De lo que llevo leído y estudiado hasta el momento resulta claramente que el conde ha estado tratando de realizar rituales de seres de otros planos de existencia, de gran complejidad y tremendamente ajenos a todo lo que creemos conocer. Es de la mayor urgencia reunir y estudiar sus libros, a fin de obtener las claves que puedan frustrar sus planes. Así que... si me permiten- se pone en pie y, a pesar del peso del resto humano, lo agarra sin demasiada dificultad- iré a retirar esto a mi habitación y, hecho esto, volveré a la colina a terminar mis estudios e investigaciones.- Se queda un instante pensando- Dama Winter, ¿os molestaría acompañarme? Quería comentaros una cuestión antes de irme. Compañeros, dama Cesadia.

INVIERNO, AÑO 4711 RA.

DÍA DEL BIENESTAR, 19 DE ABADIO (LUNA LLENA: FESTIVIDAD DE LARGANOCHE).

POR LA MAÑANA. - DESAYUNO.

THRUSHMOOR. - EDIFICIO INSOMNE.

CLIMA EXTERIOR: FRÍO. INVERNAL. SOLEADO.

La atención de Winter se encontraba en ese momento sobre Tormento, pues detectaba en él todos los síntomas de aquellos que se entregan al vacío y al deseo de dejar el mundo. Le hablaba suavemente y trataba de hacer contacto con su consciencia, al parecer sin resultado alguno. Por suerte no se encontraban en un lugar y momento peligroso, como lo era en medio de una batalla o infiltrándose en zona enemiga.

La voz de Dyonisius interrumpió por un momento lo que hacía, llevando a la sacerdotisa a subir la mirada. -Claro, te acompaño.- Dijo, y miró un momento más a Tormento. -Procurad que no tenga nada filoso a la mano con lo que pueda hacerse daño, por favor.- Indicó al resto, especialmente a Sebastián. -Su mente no está sana en este momento.- Les indicó. Dicho eso, se dispuso a seguir al nigromante para conversar.

INVIERNO, AÑO 4711 RA.

DÍA DEL BIENESTAR, 19 DE ABADIO (LUNA LLENA: FESTIVIDAD DE LARGANOCHE).

POR LA MAÑANA. - DESAYUNO.

THRUSHMOOR. - EDIFICIO INSOMNE.

CLIMA EXTERIOR: FRÍO. INVERNAL. SOLEADO.

Cesadia terminó de disfrutar de su té.

- "Bien, coordinaré esfuerzos con el nuevo Condestable provisional, Sentilar Ruoy, para poner orden en el pueblo y mantener la vigilancia sobre Colina Iris.

Si averiguan algo más, por favor cuéntenmelo. Del mismo modo, compartiré con ustedes cualquier información nueva que pueda surgir, y les avisaré tan pronto tengamos noticias del "Estrellita de Sellen".

Señores, señorita..." - Se levanta con elegancia, se despide con una leve inclinación de cabeza, y sale de la estancia.

INVIERNO, AÑO 4711 RA.

DÍA DEL BIENESTAR, 19 DE ABADIO (LUNA LLENA: FESTIVIDAD DE LARGANOCHE).

POR LA MAÑANA. - DESAYUNO.

THRUSHMOOR. - EDIFICIO INSOMNE.

CLIMA EXTERIOR: FRÍO. INVERNAL. SOLEADO.

Sebastián asintió a Winter mientras todo el mundo empezaba a despedirse. El sacerdote no tenía intención de moverse de su asiento ni de quitarle el ojo de encima a Tormento. Su protector parecía ensimismado, y estaba seguro de que en su interior el guardián aun tenía que procesar muchas cosas.

Es más, Tormento y Sebastián tenían una conversación pendiente sobre su próximo destino. Sobre su futuro, y si dicho futuro incluía al resto del grupo. Sobre sus objetivos reales.

No, desde luego no era el momento de moverse de la mesa. No hasta que Tormento reaccionara.

Anciano Sabio le dedicó un asentimiento con la cabeza a la dama Cesadia a modo de despedida. E independientemente de que el resto se marcharan o no, él centró su atención en Tormento y observó a su compañero y ¿amigo? Cualquier cambio en su comportamiento, el viejo quería notarlo y poder reaccionar en consecuencia si era menester.

Todavía sopesaba la posibilidad de pedir a Tormento que le acompañara de regreso a Colina Gris para acercarse a ver más de cerca a las dos entidades que la líder cultista no había logrado despertar. Pero algo en su interior le decía que eso era peligroso. Demasiado. Quizá lo mejor fuera simplemente descansar y prepararse para un largo viaje.

INVIERNO, AÑO 4711 RA.

DÍA DEL BIENESTAR, 19 DE ABADIO (LUNA LLENA: FESTIVIDAD DE LARGANOCHE).

POR LA MAÑANA. - DESAYUNO.

THRUSHMOOR. - EDIFICIO INSOMNE.

CLIMA EXTERIOR: FRÍO. INVERNAL. SOLEADO.

Gheorghe se puso en pie para despedir a lady Wrenz antes de volver a sentarse, pensativo. Tenían por delante un buen viaje, así que más valía que se fueran mentalizando. Él solo había salido de Ustalav dos veces: para ir a Última Muralla a formarse, y a Osirion en la expedición del difunto profesor Lorrimor. Y tenía la impresión de que esa escasa experiencia multicultural era lo más avanzado que tenían, en especial dada la amnesia de buena parte de los presentes. Si tenía ocasión, tendría que investigar un poco sobre su destino antes de partir, de cara a saber qué esperar de sus gentes. Sin embargo, antes había otros asuntos que atajar.

-Hemos de terminar de repasar la información en Colina Iris... Y asegurarnos de hacernos con todos los objetos útiles de nuestros enemigos. Con un viaje como ese por delante, creo que todo el oro y equipamiento que podamos obtener van a ser pocos.

INVIERNO, AÑO 4711 RA.

DÍA DEL BIENESTAR, 19 DE ABADIO (LUNA LLENA: FESTIVIDAD DE LARGANOCHE).

POR LA MAÑANA. - DESAYUNO.

THRUSHMOOR. - EDIFICIO INSOMNE.

CLIMA EXTERIOR: FRÍO. INVERNAL. SOLEADO.

La insistencia de Dyonisius de leer e investigar frenéticamente los escritos de Lowls hicieron que el enterrador frunciera el ceño. No dudó en que aquello podía ser importante, tal y como su compañero afirmaba. Dudó si aquello no terminaría afectándolo en el estado de ánimo o emocional. Como había hecho con muchos otros que habían terminado corrompiéndose.

- Dyonisius... si tu carga es excesivamente pesada, aquí tienes otros dos ojos para ayudarte con la investigación. Si no te parece mal podríamos dividirnos el trabajo de lectura y luego compartir los hallazgos más significativos - propuso. Al entendimiento del sepulturero sería una manera de hacerlo más rápido y de alguna manera no concentrar demasiado los conocimientos oscuros. Repartir el peso del saber prohibido.

La información de Cesadía sobre la huída de Lowls vía fluvial y la necesidad y posibilidad de perseguirlo de igual manera dieron una mezcla de furor y esperanza. Rabia hacia el conde que tanto mal les había provocado a ellos y al pueblo. Esperanza de poder rastrearlo, encontrarlo y cazarlo. Y hacérselo pagar, muy, muy caro. Asintió a la señora de la Agencia Insomne a modo de conformidad y agradecimiento de disponerlo todo para el viaje futuro y el hospedaje y atendió a las palabras de Gheorghe sobre el malogrado Hasok.

- Me gustaría tratar con él. Ya sea para liberarlo de su miseria, ya sea para recopilar información, ya sea para que la población esté tranquila ante esa aparición - se ofreció Anselmo. No creía que debieran dejar a esa pobre alma errante sin intentar hacer algo por ella. Le parecía que ignorarla no era buena solución.

Entonces Nigromante habló con irse en privado a hablar con Winter. El enterrador frunció el ceño ante ese secretismo pero entonces pensó en algo y mirando al arcano primero y a la clérigo después esbozó una mueca a modo de sonrisa. Esta se borró en el acto al atender a las palabras de la sacerdotisa sobre Tormento y su avanzado abandono. Enterrador miró al monje y caminó hacia él, donde ya se encontraba Sebastián. Observó los ojos del luchador y una leve inquietud despertó en él al reconocerlos, idénticos, a los de Velkan. Esa mirada perdida, con ojos grises y apagados, sin brillo, sin alma. Se estaba abandonando. Y tras mirarlo con semblante serio unos instantes, considerando su situación, una mal disimulada sonrisa aviesa se dibujó en los labios del sepulturero que acercó sus labios a uno de los oídos del monje y le susurró algo. Y la sonrisa maliciosa se acrecentó.

INVIERNO, AÑO 4711 RA.

DÍA DEL BIENESTAR, 19 DE ABADIO (LUNA LLENA: FESTIVIDAD DE LARGANOCHE).

POR LA MAÑANA. - DESAYUNO.

THRUSHMOOR. - EDIFICIO INSOMNE.

CLIMA EXTERIOR: FRÍO. INVERNAL. SOLEADO.

- ¿Así que por fin te das por vencido? Ya era hora, perdedor. No luchas mal, pero jamás serás capaz de igualarme, PERDEDOR. Tu sola presencia andrajosa siempre me ha molestado. Ahora que te vas me das una alegría. Así que púdrete en el Abandono de una vez. Y saluda a esos perdedores de Velkan y Requiem de mi parte. Harás buen grupo con ellos.

INVIERNO, AÑO 4711 RA.

DÍA DEL BIENESTAR, 19 DE ABADIO (LUNA LLENA: FESTIVIDAD DE LARGANOCHE).

POR LA MAÑANA. - DESAYUNO.

THRUSHMOOR. - EDIFICIO INSOMNE.

CLIMA EXTERIOR: FRÍO. INVERNAL. SOLEADO.

El nigromante, que ya se había puesto en pie y había tomado con bastante facilidad el enorme miembro del constructo prometeano, miró tanto a Gheorghe como a Anselmo, y asintió, agradecido.

- Coincido en la necesidad de explorar la colina, y tomar tantos objetos como sea posible. Como bien decís, Gheorghe, nos queda un largo camino por delante y detener y destruir al conde Lowls es una obligación para todos nosotros. Ya no es tan solo una cuestión personal sino que, por lo que parece, el mismo tejido de nuestra realidad podría estar en juego. No se como explicarlo pero, al pensar que los desvaríos del conde hubieran podido suponer la muerte de todos los habitante de esta ciudad me parece... inconcebible. Estaré allí, estudiando. Tan pronto vengáis, y haya terminado con la información, os informaré y os acompañaré para obtener todo lo posible del lugar. 

INVIERNO, AÑO 4711 RA.

DÍA DEL BIENESTAR, 19 DE ABADIO (LUNA LLENA: FESTIVIDAD DE LARGANOCHE).

POR LA MAÑANA. - DESAYUNO.

THRUSHMOOR. - EDIFICIO INSOMNE.

CLIMA EXTERIOR: FRÍO. INVERNAL. SOLEADO.

-No me ocurre nada, clérigo. Tan solo pienso. En silencio. Además, nada tengo que aportar a lo que ya han dicho unos y otros. ¿Para qué hablar entonces? -dijo mirando a la insistente mujer. Después, giró la cabeza, alejándose un tanto de la figura de Enterrador, y bajo la venda, sus ojos se enfocaron de forma imposible de percibir en él. Le dedicó una sonrisa carente de humor y sí cargada de crueldad-. Tu aliento hiede, al igual que tus palabras.  

En efecto, Tormento había meditado profundamente en las últimas horas. Sus heridas, profundas y dolorosas, lo habían conducido a un estado de semiconsciencia, a caballo entre el sufrimiento y el placer, proporcionándole una particular clarividencia acerca de su persona, pasada y presente. Sabía quién había sido, al menos parcialmente. Y aquello era algo que carecía de importancia para él. Sabía quién era en el presente, aun cuando aquel presente era ciertamente breve. Quién sería en el futuro... había alcanzado a percibirlo y no le había disgustado. Pero por encima de todo, sabía lo que era. Un instrumento de Farasma, su brazo ejecutor, la mano que portaba su espada. 

-Anciano Sabio, ¿qué quieres que hagamos? Te acompañaré allí a donde vayas. 

INVIERNO, AÑO 4711 RA.

DÍA DEL BIENESTAR, 19 DE ABADIO (LUNA LLENA: FESTIVIDAD DE LARGANOCHE).

POR LA MAÑANA. - DESAYUNO.

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CLIMA EXTERIOR: FRÍO. INVERNAL. SOLEADO.

Y tras susurrarle al oído, como si de magia se tratara, Tormento reaccionó. Y de una manera mejor a lo que Anselmo esperaba.

Mano de santo. No hay nada como ofender o herir orgullos, pensó el hombre satisfecho a pesar de las palabras que el monje le dedicaba, totalmente comprensibles.

- No te creas todo lo que oigas, Tormento. O huelas. Por un momento temí que padecieras de sordera. Pero no: solo era falta de atención ya recuperada. Bienvenido - dijo con tono sincero y sonrisa sardónica, a pesar de que el monje pretendía quitarle importancia a su estado. Uno muy cercano a la senda del Abandono de la cual no había retorno.

Viendo que Tormento hablaba y se movía con aparente normalidad lo dejó con Sebastián, asintiendo a las palabras de Nigromante y a las de Gheorghe.

- Iré a ver a Hasok o lo que queda de él. Después marcharé a Colina Iris y te ayudaré con tus estudios, Dyonisius. Para cualquier tema de, cómo diríamos, reubicar pertenencias valiosas de los Lowls, te asistiré en lo que pueda, Gheorghe.

INVIERNO, AÑO 4711 RA.

DÍA DEL BIENESTAR, 19 DE ABADIO (LUNA LLENA: FESTIVIDAD DE LARGANOCHE).

POR LA MAÑANA. - DESAYUNO.

THRUSHMOOR. - EDIFICIO INSOMNE.

CLIMA EXTERIOR: FRÍO. INVERNAL. SOLEADO.

- Te vas a aburrir - indicó Sebastián a Tormento dejando entrever una leve sonrisa cuando éste se ofreció a acompañarlo.

- Quiero acompañar a Dyonisius. Quizá haya algo en alguno de esos tomos que pueda ayudaros a dar un paso más para recuperar nuestros recuerdos perdidos. O para comprender más sobre los rituales ocultistas que celebraban aquí. Y en lo que he podido averiguar hasta ahora, es buena idea conocerlos de antemano para poder pararlos. 

Negó un poco con la cabeza mientras se incorporaba para acudir a revisar los documentos. - Siempre habrá descerebrados que crean que un camino rápido al poder viene sin consecuencias. Y por tanto siempre habrá que intentar proteger al mundo de los peligros que esos descerebrados van a traer.

La perspectiva de pasarse horas y horas sentado leyendo no era algo que disgustara precisamente al anciano sacerdote. Era lo mejor en lo que podía entretenerse hasta que acabaran los preparativos para irse de allí.

- Ah - dijo recordando de repente algo. - Recogí bastantes cosas de los cuerpos de nuestros enemigos - explicó. - Lo dejaré todo en algún lugar común para que revisemos qué vender y cómo repartir el resto.

INVIERNO, AÑO 4711 RA.

DÍA DEL BIENESTAR, 19 DE ABADIO (LUNA LLENA: FESTIVIDAD DE LARGANOCHE).

POR LA MAÑANA. - DESAYUNO.

THRUSHMOOR. - EDIFICIO INSOMNE.

CLIMA EXTERIOR: FRÍO. INVERNAL. SOLEADO.

-Quizá -fue la escueta respuesta de Tormento a Anciano Sabio. 

Miró en derredor para luego frotarse el rostro con ambas manos. Había descansado pero aún así sus  músculos aún se resentían por la fatiga de horas y horas de lucha. Sintió la imperiosa necesidad de salir al exterior para ejercitarse bajo el tímido calor de un sol que por fin hacía acto de presencia, como bien podía percibirse a través de los ventanales de la habitación. El entrenamiento así como la meditación eran los dos pilares de su estabilidad. 

Echó una breve mirada a su protegido. Leía en sus palabras que le tenía por un soldado, un guerrero de Farasma, pero en ningún caso como alguien interesado por el conocimiento que pudiera encerrarse en un libro. Sacudió la cabeza en un casi imperceptible gesto de negación. Ahora todos parecían especialmente reacios a abrazar ciertos aspectos, pero bien sabía que no hacía tanto había sido él quien había destruido un libro por el que el propio Anciano Sabio mostraba demasiada inclinación. Y aunque maquillaran sus pulsiones, su ansia de saber, no parecían ser conscientes de que su deseo de acumular conocimiento no los hacía tan diferentes del conde, porque ¿dónde estaba el límite a la hora de decidir qué libro se abría y cuál no?

Suspiró. 

-¿Nos ponemos en marcha? Tengo cosas que hacer en Colina Iris. 

INVIERNO, AÑO 4711 RA.

DÍA DEL BIENESTAR, 19 DE ABADIO (LUNA LLENA: FESTIVIDAD DE LARGANOCHE).

POR LA TARDE.

THRUSHMOOR.

CLIMA EXTERIOR: FRÍO. INVERNAL. CLAROS Y NUBES.

Tras el desayuno, la reunión se levantó y unos fueron a descansar o meditar, mientras el resto volvían a Colina Iris para investigar, o seguir investigando.

INVIERNO, AÑO 4711 RA.

DÍA DEL BIENESTAR, 19 DE ABADIO (LUNA LLENA: FESTIVIDAD DE LARGANOCHE).

POR LA TARDE.

THRUSHMOOR.

CLIMA EXTERIOR: FRÍO. INVERNAL. CLAROS Y NUBES.

Gheorghe no tenía nada claro que pudiera razonarse con Hasok, mucho menos salvarle en aquel momento. Si tenía razón en su suposición, no era un peligro para nadie aunque solo sea por el hecho de que realmente no estaba allí, sino en otro lugar. En el mismo lugar que todo Thrushmoor habría acabado de no haber logrado detener a aquel pérfido culto. Pero si querían intentarlo, él no se opondría.

Por su parte, tenía claro que tenía que terminar de revisar la mansión. Tanto en busca de conocimientos que fueran útiles, en apoyo de sus compañeros, como asegurándose de que no quedara atrás una mísera moneda que pudieran reinvertir en su expedición a tierras lejanas. No tenía la menor idea de qué podían esperar exactamente en esa ciudad, pero más valía que lo afrontaran con los monederos llenos y las mochilas atiborradas de equipo.

INVIERNO, AÑO 4711 RA.

DÍA DEL BIENESTAR, 19 DE ABADIO (LUNA LLENA: FESTIVIDAD DE LARGANOCHE).

CUANDO CAE LA NOCHE, TRAS LA VISITA A LA COLINA IRIS.

THRUSHMOOR.

CLIMA EXTERIOR: FRÍO. INVERNAL. CLAROS Y NUBES.

Al finalizar el día y los saqueos, Dyonisius reunió nuevamente al grupo para informar sobre sus descubrimientos, tosió ligeramente, y miró a sus compañeros. 

- Se que estamos todos cansados. Seré breve. He terminado un primer estudio de la ingente información que he localizado en la biblioteca de nuestro enemigo. Y quería compartirlo con todos. Por supuesto, es solo un primer vistazo, como comentaba con mi familiar cuervo, Irreprochable, y como él mismo también entiende, hay una enorme cantidad de información que tardaremos días, sino semanas, en poder conocer en su integridad. Pero creo que conocer al enemigo, y sus intereses, siempre es útil. Así que...

El nigromante ha puesto en una mesa un conjunto bastante elevado de libros (aunque sin duda mucho menos que los que estaban en la biblioteca del conde) y empieza a explicar, uno por uno, algunos datos.

- Este libro de notas tiene la narración de los encuentros entre nuestro enemigo y Ulver Zandalus, que por lo que parece ocurrieron en el asilo mental de Briarstone. Y digo encuentros porque toda vez que Ulver era mudo decir entrevistas quizás fuera decir demasiado. En todo caso el artista dibujó al carboncillo la misteriosa ciudad y, por lo que parece, Lowls extraía de esos dibujos detalles específicos. Probablemente usando magia para leer la mente del pobre Ulver. Y creo que, por lo que dice el libro, de ambas cosas pudo colegir la existencia de una ciudad perdida en un desierto que tenía otras tres Estelas Estelares, exactamente iguales a las que hemos encontrado en esta ciudad de Thrushmoor. Por lo que he podido deducir en las últimas páginas el conde dejó de narrar esas "entrevistas" y se puso a escribir solamente, maniacamente incluso, sobre esa ciudad perdida. Creo que soñaba con que ese conocimiento sería bastante para recuperar su reputación académica. 

Hace una pausa y mira a todos. 

- Sé que todos tenemos una opinión distinta sobre el conocimiento. Y por supuesto todos estos libros pueden ser estudiados y consultados por todos. Pero sí os ruego que no destruyáis ninguno. A pesar que el conocimiento pueda resultar desagradable, o claramente malvado. Nos informa de mucho sobre nuestro enemigo y sus motivos. Y no podemos permitirnos la ignorancia. En fin... continúo. 

Señala un mapa con anotaciones.

- Aquí tenemos un mapa anotado que muestra el Lago Encarthan y las tierras del Sur. El conde por lo que veo dibujó una ruta que va de Thrushmoor a Xer, trazando una línea desde el Río Sellen a Cassomir, y después marcó la costa de Katheer. Lo más probable es que planeara montar una expedición arqueológica. Parece que era algo meditado desde hacía tiempo puesto que estas notas- dijo señalando una parte del pergamino- son un borrador del equipo, suministros y esclavos que el Conde planeaba comprar para el tramo final de su expedición.

Toma otro pequeño libro.

- Creo que este libro es lo que denominan un Libro del Maestro del Saber, con un montón de reglas mnemotécnicas complejas.- Acto seguido señala dos pergaminos.- Estos dos pergaminos los estoy estudiando ahora. Parecen referirse a algo denominado Cirugía Psíquica que, la verdad, es algo que es la primera vez que oigo.

Y estos libros son todos interesantes y pretendo conocer la información que pueda de los mismos: Sobre el Valle del Alma, El Códex de las Tres Prescripciones, Maldiciones del Lago Negro, Traducciones Dicotómicas de Sintaxis Aklo, Elementos a Través de las Espirales del Tiempo, Emociones del Pasado, La Seda Cayendo, Festival de la Serpiente, Los Sirvientes Olvidados, La Ilusión de los Penitentes, En Admiración de Mantener Pactos, Manual de Silencio, Hombres y Buitres: Habitantes de las Profundidades Oscurecidas y los Cielos Muertos, Monumentos del Bosque, La Sombra del Barco, Astillas de Luz, Arañas de Pecado y Cielo, Acuerdos Teológicos del Reino, Tigres y Moscas, El Manual Unificado del Entendimiento, Viaje del Sirviente Arcoiris, y la Armonía Sabia.

INVIERNO, AÑO 4711 RA.

DÍA DEL BIENESTAR, 19 DE ABADIO (LUNA LLENA: FESTIVIDAD DE LARGANOCHE).

POR LA TARDE.

THRUSHMOOR.

CLIMA EXTERIOR: FRÍO. INVERNAL. CLAROS Y NUBES.

Tormento se dedicó a deambular por Colina Iris, dejando que el sol que asomaba entre las nubes acariciara su cabeza, la capucha ahora retirada. Vagaba en silencio aunque su mente era un torbellino de actividad. Cundo su mirada se posó en la casa de invitados, negó con la cabeza en un gesto característico suyo. Sí, habían tenido la fortuna de vencer, pero la suya era una victoria magra e incompleta y como consecuencia de ello, la pareja supuestamente aprisionada en la vivienda había huido con el cofre que él mismo había alcanzado a ver y que estaba salvaguardado por diferentes trampas destinadas a ladrones y curioso en general. De igual forma, el establo contenía a criaturas que deberían haber sido eliminadas, pero parecía más interesante enterrarse en el saber incómodo de la lectura de libros que jamás deberían haberse escrito y que solo obedecían a la ambición desmedida y al deseo de equipararse a los dioses.

Y mientras tanto, en las entrañas que se hallaban bajo sus pies, reposaban unas formas desconocidas, cuya naturaleza y razón de ser todos ignoraban y parecía ser preferían ignorar.

Se rascó el pescuezo, meditabundo antes de sonreír. Cualquiera que hubiera visto aquella sonrisa hubiera pensado en lo extraño de la misma, pues poseía la calidez inesperada de aquel sol invernal. Silbando por lo bajo, se echó la capucha y entró en las cocinas.

INVIERNO, AÑO 4711 RA.

DÍA DEL BIENESTAR, 19 DE ABADIO (LUNA LLENA: FESTIVIDAD DE LARGANOCHE).

CUANDO CAE LA NOCHE, TRAS LA VISITA A LA COLINA IRIS.

THRUSHMOOR.

CLIMA EXTERIOR: FRÍO. INVERNAL. CLAROS Y NUBES.

-¿Te hace sentir bien darnos los títulos de esos libros? ¿Acaso te excita? -dijo Tormento en un alarde de grosería inesperado-. Tranquilo. Aquí todos tenemos nuestras perversiones -añadió con una carcajada aparentemente divertida-. Añadiré esto a tu colección -sacó de entre los pliegues de su túnica un volumen que exudaba poder-. He reprimido mi deseo de verlo arder. Quizá ahora vuestra voluntad sea lo suficientemente fuerte como para resistiros a… vuestras debilidades. Lo he encontrado en el infecto vientre de Colina Iris. Es vuestro. 

Los Manuscritos Pnakóticos de Melisenn, depositados sobre la mesa, parecían tener una identidad propia y una densidad antinatural. Parecía imposible escapar a su atractivo, al poder encerrado en sus páginas. Pero Tormento estaba ahí, y nada ni nadie impediría que destruyera aquel libro si percibía cualquier atisbo de corrupción entre los suyos. Entre sus camaradas. Entre sus amigos. Entre su familia. 

INVIERNO, AÑO 4711 RA.

DÍA DEL BIENESTAR, 19 DE ABADIO (LUNA LLENA: FESTIVIDAD DE LARGANOCHE).

CUANDO CAE LA NOCHE, TRAS LA VISITA A LA COLINA IRIS.

THRUSHMOOR.

CLIMA EXTERIOR: FRÍO. INVERNAL. CLAROS Y NUBES.

Dyonisius miró con curiosidad a Tormento, pero sin ápice de enfado. El monje, con sus peculiaridades, había sangrado para mantenerlo con vida. Para mantener con vida a todos, de hecho. Le sonrió, con una sonrisa extraña e inhumana, pero sincera.

- No. ¿Hay alguien que se excita con los títulos de los libros? Vaya... pensaba que era un amante de los libros, pero realmente estaba equivocado. No, realmente, no- respondió, bien siguiendo la chanza, bien pensando que la pregunta de Tormento era legítima.- Me excitan otras cosas. Bueno, cosas no. Personas. Mujeres. Bueno, ya me entendéis- dijo, al parecer, con suficiente inhumanidad para pronunciar esas palabras sin sentirse azorado, aunque sí algo confuso. Y, por supuesto, tomó igualmente el libro que Tormento había dejado- Perfecto. Esperemos sacar algo más en claro de este.