Partida Rol por web

-Aún puedo recurrir al poder del dios sol para sanaros las heridas, pero estoy agotado, y no creo que pueda hacerlo más que un par de veces. Si lo consideráis adecuado decidlo.

Aún se estaba poniedo de pie, cuando la cabeza del engendro rodó por su lado, dejó caer su espada y se derrumbó sobre si misma, hecha un manojo de nervios, llena de heridas y desgarros no pudo evitar sino empezar a llorar desconsoladamente, había perdido a tres de sus hermanos, tendría que darles sepultura como era debido pero ahora mismo se sentía incapaz... Se sentía desgarrada por dentro, notó una mano sobre su cabeza y la calidez se propagó, entonces vió como el gigante lanzaba a los dos iluminados por encima de su cabeza, se levantó como pudo recogió sus armas y volvió junto al cuerpo de Orphanos, se arrodilló y comenzó a orar por su alma, dando gracias a Pelor por su innegable ayuda y pidiendo un buen fin para las almas hoy rescatadas...

Me acerco a la paladín y coloco mi mano en su hombro.

-Ashlyn, nuestros hermanos no han caído en balde. Su lucha ha traído la paz a este lugar, y ahora sus almas residen junto al dios sol. Les daremos sepultura, pero antes tenemos que reorganizarnos, para ocuparnos de los caídos primero tenemos que ocuparnos de los que siguen vivos.

Thokk se acerco a Ashlyn al ver que se derrumbaba en el suelo y comenzaba a llorar. Debeis levantaros Ashlyn cualquiera puede ser fuerte en los buenos momentos, pero solo los buenos lideres son fuertes cuando las dificultades llegan. - dijo Thokk dandole animos. -  Urik acompaña a Ashlyn arriba Haiayel te mostrara el camino, yo trepare por aquí. Cuando estemos arriba tendremos que buscar una tabla donde colocar los cuerpos para que pueda llevarlos hasta la plaza. -  Espero unos segundos a ver si habia objeciones y luego se echo el hacha a la espalda y comenzo a trepar por el agujero.

El caballero del cuervo asintió al gigantón semiogro. Se acercó a la paladina y le dijo.- Vamos señora. No desfallezcáis ahora. El propósito de sus vidas han sido honradas y sus actos buenos con lo que gozarán de una vida plena en el más allá juento a Pelor.

Urik miró a la mujer y le tendió unba mano para que se levantara.- Vamos levanta y subamos.

Después de subir por donde Haiayel les idicó el caballero miró si Ashlyn necesitaba ayuda para subir también. Luego arriba observó el panorama.

Subís a la planta superior de la iglesia pero antes decidís echar un vistazo por el sótano en busca de algo que os pueda servir de utilidad, o si hay restos de algún tesoro robado.

Un poco más relajada, habiendo terminado sus oraciones, se seca las lágrimas y se incorpora dolorida, observa como el resto de compañeros suben a la primera planta y como Thokk busca una plancha para sus compañeros. Se acerca para ayudarle agradeciendo de veras la preocupación por sus compañeros caídos. Haiayel rebusca en el sotano, no sea que tengamos que volver a por cualquier otra reliquia...

Asiento y me giro para dar una vuelta por el sótano. Gracias a la luz que sale de mi hombro creo tener más probabilidades de encontrar algo, pero tras un rato buscando, el inquisidor de la tarea por perdida.

Urik subió arriba. La odisea que había vivido abajo no era algo baladí, casi habían muerto los cuatro. De echo, había caído uno de ellos antes de bajar. Al pensar en eso, Urik recordó a Orphanos y algo recorrió su espina dorsal al ver en su memoria ocmo había muerto. Sin luchar, con un conjuro maligno.

Alejando tales pensamientos Urik se acercó al cuerpo de Orphanos y le puso una tela que encontró por allí.

En la parte superior de la iglesia, la escasa luz que entra por los ventanales es apoyada por la que es desprendida desde mi hombro, a si que ayudado por esa luz, comienzo a buscar.

Mientras buscaba un tablon a su medida iba mirando buscando cosas de valor.

Ashlyn observaba a su alrededor, al menos quería saber a quien profesaba aquella tierra cuando todavía era sagrada...

Una vez arriba, en la iglesia, el caballero resbuscó por si se habían dejado algo que pudiera serles de utilidad.

Nunca habaís sido muy ducho en buscar pistas y cosas, pero puso toda su pericia en juego. No quería que se les olvidara algo y tener que volver a esa iglesia de nuevo.

Si algo quedaba claro es que el cuerpo de Orphabos se había movido y había deambulado por la iglesia, el cuerpo de vuestro hermano se había alzado como un no-muerto, al igual que lo habían hecho los otros dos y como no tenía ningún enemigo a la vista simplemente anduvo por el piso superior. Afortunadamente no cayó por e agujero lo que os libró de tener que combatir contra él.

Tras la muerte del blasfemo el cuerpo de Orphanos obtuvo el descanso que tanto necesitaba.

Mientras tanto, Don Urik teniendo mucho cuidado para no caer por el agujero comenzó a buscar por la sala y en concreto por el altar mayor de la iglesia. Un hueco en el altar contiene un cáliz de oro, dos campanillas de plata y tres viales idénticos.

Además hay un diario ensangrentado que pertenecía al hombre de los cabellos revueltos, al parecer se llamaba Danovich. La mitad final del diario describe el dolor de Danovich tras la muerte de su hijo, revela su caída a la locura y racionaliza su decisión final de emplear el manuscrito infernal.

La primera mitad del diario solo contiene notas dispersas, que cubren meses o incluso años con un puñado de palabras. Pero de entre todas esas líneas hay algo de información que os puede resultar importante.

- Existe un libro, el "Tomo de Strahd", que podría arrojar luz sobre los pasos necesarios para destruir a ese maldito monstruo del castillo, Strahd. Es bien sabido que Strahd llevaba registros meticulosos de todo lo que decía o hacía. Quizá se pueda encontrar ahí alguna debilidad. Antaño el tomo se hallaba en la biblioteca del castillo Ravenloft, pero ahora ya no estoy seguro. Le pregunté a Madame Eva por él, pero solo masculló algo indescifrable. ¿Por qué tiene que hablar siempre con acertijos?

- Irina Kolyana no es la hija legítima de Kolyan Indirovich. Irina nunca lo supo, pero el viejo Kolyan la encontró un día en las lindes del bosque Svalich, cerca del mismísimo risco del castillo Ravenloft. Por aquel entonces no era más que una niña y no tenía ningún recuerdo de su pasado. Kolyan la adoptó como si fuese propia y la quiso como tal.

Allí ya no había nada más que resultase de utilidad, arrancasteis las páginas importantes y os fuisteis a la taberna con la esperanza de que toda la infección nigromántica hubiese terminado.