El veterano se levantó de la silla y pagó su suculento desayuno. La espalda crujió, pero se sintió aliviado, parecía que una de aquellas vértebras se había recolocado en su sitio.
Se colgó la espada, se ajustó el casco y siguió a Alese y el resto del grupo.
Al salir miró el desapacible día, uno como cualquier otro para morir. Quizás esta vez le tocara a él. Sonrió debajo del casco ante tal expectativa
Envy veia al resto partir y los dejaba ir como si nada. Sentia que hacia lo correcto, aun cuando las cosas que al parecer deberia hacer para conseguir seguir lo que creia no le hacian mas que desanimar. Todo se habia reducido a matar o engañar.
Se termino su desayuno y se dedico a beber letamente y saboreando el resto de su exprimido. Espero a que Thokk se levantara para que cuando se estuviera por ir el grupo ella se dedicara a susurrar unas palabras de extraño significado para luego sostener el vaso a escasa distancia de los labios y ocultar asi sus susurros dirigidos a las personas en las que habia elegido depositar su confianza.
"No se alarmen, no se den vuelta ni reaccionen mal, les aviso solo a ustedes que abandono el grupo, necesito que confien en mi, solo me ire un tiempo hasta que los lobos del bosque confien en mi y pueda sacar algo bueno, sea la espada o su ayuda, pero para eso tengo que abandonarlos"
"Dejare una carta para el resto del grupo con el tabernero para que se las entregue cuando vuelvan a la noche, diciendo que abandono el grupo para siempre, y que me he ido lejos, es mejor asi... solo tengan fe en mi e intenten retrasar cualquier incursion contra los lobos"
Mensaje secreto para quienes fueron objetivo del hechizo.
Me acerco a la paladina de Pelor.
-Mi señora, ¿a dónde nos dirigiremos nosotros?
Urik terminó su desayuno, se levantó, cogió sus cosas y se adelantó para salir. Miró a Irina y le dijo.- Estoy listo, partimos cuando queráis, dama Irina.
Luego se dirigió a la puerta. Al pasar al lado de Envy le preguntó.- ¿No venís con nosotros?- dijo mirando a la mujer lobo directamente.
Envy alza su mirada hacia Don Urik, quien de por si era mas alto que ella, y esto quedaba en sobra cuando ella estaba sentada y el no.
-No Urik, hoy no, estoy muy agotada y quiero pasar un dia sin estar en peligro de muerte- Le dijo sonriendo levemente, como si estuviera algo agotada o cansada. En si, como el resto que no parecia haber dormido bien, aun cuando a ella le hubiera afectado un poco menos. -Ademas, tengo que darme un tiempo para comprar algo decente que vestir- Dijo mientras tomaba entre su dedo indice y pulgar de su mano izquierda su ropa desde el hombro izquierdo para hacer notar los casi harapos que seguia vistiendo desde la ultima vez que habia destruido sus ropas al cambiar de piel.
Muy bien, si estamos listos, hemos de salir ya...
Urik, atento a las palbras de Envy, se giró ante el anuncio de Irina y asintió, dejando claro que seuniría a ellos en seguida. Luego volvio nevamente el rostro hacia la mujer-lobo.
- Tened cuidado, mi bella dama- comentó el caballero-. No termino de creer que os quedéis a descansar, más siendo vos un espíritu libre, inquieto, energico y aventurero- dijo mirando a la mujer-. Os conozco desde hace bien poco pero he de reconocer que su espiritu ha cado hondo en mi persona. Espero volver a veros y serguir con nuestros debates- dicho esto Urik hizo una leve reverencia y se marchó con el resto del grupo.
-oh, no te preocupes Urik... soy un licantropo, no es como si fuera facil matarme- Le dijo sonriendo ante la sincera preocupacion del hombre. -Y no seas fatalista, tu te vas a dar una simple vuelta acompañado de gente fuerte y yo me quedare aqui en el pueblo- Era una mentirosa, una maldita mentirosa, pero por el bien de su mision y la buena voluntad de este joven inocente, debia hacerlo asi.
Urik asintió aceptando las palabras de Envy, pero había lago que no le cuadraba en todo aquello. Sin embargo era su palabra y la respetaba.
Haciendo otra leve reverencia el caballero se despidió de la muchacha.- Cuidesé, dama Envy- y tras decir esto salió con el resto del grupo en busca de Madamme Eva.
- Querido Haiayel, lo he pensado bien. Creo que debemos alcanzar a nuestros compañeros que partieron ya hacia el castillo. Debemos ir al bosque a encontrar la espada, pero ya nos costó enfrentarnos a los muertos vivientes solos, así que he aprendido la lección. Prefiero no aventurarnos a una muerte segura.
Vayamos al castillo y quizá por el camino logremos convencer a nuestros compañeros de que nos ayuden a conseguir la espada.
Y tras las palabras de Ashlyn uno a uno se fueron marchando por la puerta dejándote allí sola por primera vez en mucho tiempo.
Al ver como el ultimo de sus extraños compañeros se iban, se dio cuenta que estaba sola, sola luego de haber estado continuamente acompañada por unos dias que se le habian hecho una eternidad. Y era porque uno al estar solo no mide el tiempo, es un intante y mil años a la ves, solo al estar en contacto con otro eres conciente del tiempo. Antes una semana y un mes no se diferenciaban tanto, ahora dos dias habian sido dos dias, perpo dos dias especiales.
-Cantinero! ¿Podria por favor ser tan amable de conseguirme un poco de papel, tinta y una pluma por favor?- Le pidio al cantinero con el que ya tenia familiaridad luego de estos dias. No era un amigo en especial como el resto, pero al menos existia ya esa relacion de cliente habitual de confianza. Cuando este le entrego lo que le pidio ella le sonrio y asintio ante lo que le deba. Espero a que se fuera, y mojando la pluma en la tinta se dio el tiempo a pensar en que escribiria.
Cita:
Luego de terminar de escribir la nota o carta, depende de como se lo viera, poso su mano por la carta dejando magicamente su marca personal (Marca arcana).
La cerro y llamo de nuevo al cantinero, dejandole la nota con ordenes de entregarsela a sus compañeros cuando volvieran, dejando el dinero por su desayuno, los materiales prestados y un extra por dejar el mensaje. A todo esto, ella siempre mantuvo la mirada baja, y mostrandu una actitud de verguenza. Sabia que le preguntarian al tabernero sobre ella, y este tenia que ver en ella una actitud que concordara con las acciones que proclamaba hacer en la carta.
Luego tomo sus pertenencias, y empezo a caminar a travez del pueblo, sin apuros, ya que tambien debia dar mas tiempo para que sus compañeros se alejaran del pueblo. Y asi tomar rumbo para el bosque gobernado por los licantropos. Ella llevaba todo su equipo, su cimitarra colgada a su espalda, sus harapos puestos, y colgando de su cinto sus dos bolsas, ambas magicas y de diferentes propiedades.