Partida Rol por web

La convocación del oso negro había sido un éxito y a pesar de que la criatura caería por el agujero y sufriría algún daño al menos podría luchar contra lo que fuera que hubiese hecho daño al cuervo de Urik. Tras el animal Don Urik se lanzaba en ayuda de la paladina.

Mientras tanto Thokk hería casi de gravedad al último de los zombis que quedaban en pie.

Con mis ojos contemplo como el grandote ogro se está viendo casi superado por los muertos vivientes y como sus heridas son más serias de lo que aparenta dando tantos golpes a diestro y siniestro.

Por fin consigo convocar el oso para que ayude a la paladina de Pelor y acto seguido entono un cántico con el objetivo de sanar a Thokk.

La mano fantasmal se desvanece y aparece tocando de nuevo al semiogro para transferir mis energías curativas.

Aquel ultimo zombie habia perdido la batalla pero aun no lo sabia, retrocediendo un paso alejandose de las garras del zombie y descargo su arma con furia sobre el marchito cadaver.

Finalmente Haiayel curaba a Thokk y éste destruyó al último cadáver que quedaba en pie y tras aquella criatura una figura conocida salía de la habitación. Ashlyn parecía estar gravemente herida aunque en pie y con fuerzas para combatir. Había llegado a esa sala de la capilla de alguna manera y no la habían visto por el calor del combate.

Pero del que no había rastro era de Don Urik, que quizá ahora fuera él el que estuviera en grave peligro.

Al ver aparecer a la paladina lo primero que hago es lanzar un sortilegio para que sus heridas sanen a mayor velocidad.

-¡Ashlyn! ¡¿Está todo bien?!

Tenemos que rescatar a Urik y matar al hombre del altar. ¿Por donde has subido? ¡Responde! - grito Thokk tras matar al ultimo zombie y desclabar el hacha del suelo.

Ashlyn se mostró preocupada ante la noticia de que Don Urik había bajado. Enfrentarse a aquellas criaturas casi le cuesta la vida a la paladina y no se lo recomendaba a nadie.

- Debemos rescatar a Don Urik, lo que hay ahí abajo es mucho más peligroso de lo que creemos y no está bien que nos hayamos separado. Es probable que para cuando podamos llegar ya hayan acabado con él. 

Escuchad aquí al lado hay una trampilla, es por donde logré escapar, pero me temo que Thokk es muy pequeña para ti, si te parece Haiayel tú y yo podemos descender por ella y tu Thokk tendrás que caer por el agujero. Lo que hay ahí abajo es algo antinatural. Que el Dios Pelor nos ilumine y nos proteja.

Nos vemos abajo, suerte camaradas. - dijo mientras iba hasta el agujero. Lanzó una mirada atras y saltó.

-Ashlyn, mi vida os pertenece - digo sin mostrar ninguna duda en perseguirla al fin del mundo si es necesario.

Los ojos prácticamente se le desorbitaron de pensar que Don Urik estaba solo abajo enfrentandose a todas las criaturas, así que de inmediato reaccionó... no había tiempo para palabras suaves... Haiayel... no solo Orphanos pereció... abajo as de ver la más inmunda de las aberraciones, nuestros hermanos mismos traidos de su descanso eterno para luchar contra su propia causa y nosotros mismos... has de ahuyentarlos y que vuestra mano no tiemble, entiendes?? no has de temblar ya no son nuestros hermanos...

Tras esto la paladín se dirigía de nuevo a la trampilla se santiguaba mientras bajaba directa al fragor de la batalla con renovadas fuerzas y nuevas lágrimas en los ojos...

Thokk habia trepado por el agujero y una vez arriba buscó una tabla en la que poder colocar los cuerpos. Cuando encontro una, comenzo a colocar los cadaveres de los iluminados encima y espero a que "la jefa" decidiese que era hora de marcharse.