Irina había sido incapaz de decir palabra durante todo aquel tiempo. No conocía de mucho tiempo a los aventureros, pero habían luchado de su lado y por su causa, así que la pérdida de todos ellos, y el saber que los Iluminados y los Caballeros del Cuervo habían caído, era un duro golpe para la joven muchacha.
Cuando llegaron al pueblo era muy de noche, y a pesar de que parecía que las labores de reconstrucción tras la invasión zombie habían empezado a dar sus frutos, todo parecía estar desértico. Era muy tarde.
Finalmente llegaron a la plaza del pueblo, donde seguramente Strahd los tuviera ya identificados. Irina contempló el cartel de la posada y sonrió.
Supongo que vosotros os quedaréis aquí, pero creo que será mejor que vengais a mi casa a descansar. Allí no tenemos por qué preocuparnos de hacer guardia, si alguien quiere atacarnos tendrá que forzar la cerradura y entrar a hurtadillas. Aunque si queréis puedo pedirle a Ismarck que pase la noche en vela vigilándonos. No sería la primera vez. Les dijo a sus compañeros a modo de invitación.
¿Os parece mejor opción dormir en mi casa?
Envy habia abierto grande los ojos al ser abrazada repentinamente por la semidragona. Su cuerpo destilaba calor, a pesar de lo que alguien diria de alguien con escamas. Y su abrazo fue agradable y contenedor, sacandole un par de lagrimas. Que disimulo al soltarla. Luego ya solo camino junto al resto en silencio, al igual que todos. Solo que ella iba desnuda, tapandose con la capa de Wolkot, mientras colgaba a su espalda su cimitarra en su vaina, y sus siempre presentes dos bolsas colgadas al cuello.
Al llegar al pueblo, ya tarde, llego el terrible momento de romper el silencio sepulcral, y fue Irina quien se tomo el atrevimiento, ofreciendo su casa a modo de refugio. -Una casa suena bien, pero... ¿Hay cerveza en tu casa? Porque me enfrentaria a esos demonios de nuevo con total de beber un trago- Dijo pensando un segundo tal vez que la mension del anterior combate aun era pronto. -Digo, sino compremos un poco y llevemos- Agrego para hecharle tierra rapido al chiste anterior.
Sí, yo también quiero beber afirmó Quenya a las palabras de Envy. Si crees que es mejor tu casa, vayamos. Así Thokk no tendrá que dormir fuera la semidragona recordó las noches anteriores.
Hay que brindar por los caídos dijo, mientras esperaba que Irina les guiase a su hogar
El veterano aceptó de buen grado, así si los esbirros del señor del castillo iban a por ellos por la noche no tendrían que preocuparse de que ningún inocente saliera herido
Una vez en la plaza del pueblo me giro ante la joven que ha ofrecido su vivienda.
— Me temo que desconozco quién es Ismarck, pero dudo que quien pueda haber provocado todo esto tenga un gran obstáculo en una cerradura. Tampoco una horda de muertos vivientes se preocupará por eso... Pero sin duda estoy convencido de que vuestra casa será una mejor ubicación para pasar la noche y podremos hacer guardias más cortas para pasar la noche sin peligros. Gracias.
- Gracias por el ofrecimiento Irina, aunque solo es aceptable si su casa tiene una capilla consagrada, de no ser así, el velatorio de los cuerpos lo llevaré a cabo en la iglesia del pueblo, en suelo sagrado. Por las profundas creencias religiosas del caballero, de la Iluminada y de Fisteus, no creo equivocarme si digo que los tres lo habrían querido así. - dijo.
- Los demás podéis tomaros tranquilamente esas cervezas en casa de Irina. Thokk, Ravyn y yo velaremos los cuerpos. Creo que es lo menos que podemos hacer ya que no estuvimos presentes en el combate que terminó con sus vidas. - añadió.
Ismarck es mi hermano, el hijo y heredero del Burgomaestre de Barovia. Mi padre murió hace unas semanas, y Strahd se hizo pasar por él para atraer hasta aquí a nuestros compañeros. Desconozco sus intenciones, pero seguro que no son nobles, se quedó un momento reflexionando en sus palabras, y concluyó: Nunca lo ha sido.
Mi hermano puede quedarse velando por nosotros toda la noche, y si queréis vosotros ir a la Iglesia, hacedlo así, velad los cuerpos de nuestros caídos, pero mejor será llevarlos directamente al cementerio. Recordad que la infección zombie comenzó en la iglesia, y temo que aún queden residuos de la maldad que allí habitaba.
Después suspiró.
Estoy muy cansada, será mejor que tracemos un plan para mañana, vayamos a velar por los caídos y mañana nos marchemos todos, o al menos los que quieran, a por esa dichosa espada que está escondida en el bosque.
Envy se encuentra dividida entre acompañar en los ritos funebres, y descansar. Es cosa de un momento que se da cuenta de que sus compañeros ya no estan, ella no ha sido nunca particularmente devota o inclinada a un dios en particular, muy a pesar de que en su mundo, la existencia de estos eran patentes.
Ella no podria asegurar si es por falta de conviccion, o por el hecho de que nunca le libraron directamente de sus sufrimientos a lo largo de su vida, o por la falta de accion para derrotar al mal, permitiendo que este campe a sus anchas en tantas tierras. ¿Si eran tan poderosos y buenos, porque dejaban que simples e inocentes mortales, murieran por ellos? ¿Por que tambien dejaban que sus seguidores se volvieran tan ciegos en su Fe que ya no podian ni siqueira distinguir el bien entre partes de lo que era generalizado el mal?
De seguro, Urik habria tenido una respuesta compasiva a esto, pero ya tampoco estaba el para decirsela, y ella no iba a obtener respuestas de su cadaver, lo mejor forma de honrarlo seria mas tarde venciendo al mal, terminando el trabajo que siguio en vida hasta su desceso.
Asi que cabisbaja se dirigio hacia Thokk con quien en el ultimo dia no habia tenido mucha charla, y apenas rosando el recuerdo del desentendido anterior, y le golpeo quedamente el brazo. -¿Te parece pasar por la taverna a comprar un barril de cerveza para llevar?- Intentando poner una sonrisa que apenas se mantenia.
— La mejor forma que tenemos de darle un buen fin a su muerte es evitar a toda costa que se levante de nuevo como una de esas falsas vidas a las que nos estamos enfrentando — declaro pese a que sea políticamente menos correcto —. Yo en su lugar preferiría que se quemase mi cadáver antes de que existiese la más mínima posibilidad de que me alzase de nuevo de esa... «forma».
¿hooooooooooolaaaaaaaaaaaaaaa?
Dadles sepultura o incineradlos, a ellos ya no les importará. Lo que de verdad importa es saber a lo que nos vamos a enfrentar mañana, descansar y recuperarnos para lo que nos queda.
Si no estamos bien tendremos más posibilidades de acabar como ellos.
El veterano sabía que sus palabras podían sonar duras e insensibles pero quizás a algunos les sirviera y le ayudara para el día siguiente.
Por mi parte me iré a descansar, aunque si llevamos esa cerveza me haría un par de jarras para ayudarme a dormir.
- Haremos una ceremonia de incineración mañana al amanecer. Es la costumbre entre los seguidores de Pelor que los ritos se celebren al Alba. No sé como podremos conseguir la espada contra los licántropos, pero habrá que intentarlo. Descansemos.
Pues eso, pasar la noche, quemar a los muertos (tras saquearlos por supuesto, como buenos aventureros) y prepararse para ir al bosque.
Igor pensaba que la Iglesia había sido purificada de todo mal, por lo que las palabras de Irina sobre que debía contener residuos de maldad, no eran buenas noticias. De todos modos, en aquellas tierras ¿qué quedaba a salvo de la influencia del mal? se preguntó.
- Vayamos a tu casa pues e incineremos sus cuerpos al alba. - le dijo a Irina.
- Lo que no sé es cómo vamos a vencer a una tribu de licántropos, no les hemos convencido con palabras y no llevamos armas para ser una amenaza para ellos, así que la fuerza tampoco se nos presenta como una vía de éxito. E incluso si supiésemos dónde está, tampoco ninguno de nosotros tiene habilidades como para poder infiltrarse sin ser detectado y tomar la espada.-
- Como la mañana no llegue con respuestas inesperadas...- dejó caer sin terminar la frase. Luego negó con la cabeza y ayudó a llevar los cuerpos a la casa de Irina.
El plan es el que comenta Alese.
Quenya no quería enterrar a Urik. En el fondo de su corazón, esperaba que por la mañana se despertara, como un día más, como si nada de eso no hubiese sucedido. Pero sabía que era imposible. No había marcha atrás en ese mundo.
Sí, mejor los quemaremos. No sería capaz de enfrentarme a ellos si se levantaran muertos un escalofrío recorrió su cuerpo. Vamos a tu casa, Irina. Allí descansaremos. Y mañana... Mañana tendremos que enfrentarnos a los licántropos. No tenemos otra opción.
Tirada oculta
Motivo: Noche
Tirada: 1d20
Resultado: 6(+4)=10