Partida Rol por web

Envy fue siendo de apoyo peludo y guia junto a Ocaso en todo el recorrido, siempre en su forma hibrida. El dia parecia tal lugubre como si hubiera muerto alguien. Asi que en el camino no se atrevio a romper el silencio impuesto tacitamente por todos.

-Mira el lado bueno de esto, Igor, podrias tenerme a mi como perro lazarillo- Dijo soltando una sonrisa tan repleta de dientes que solo otro licantropo la reconoceria como tal, mas un humano en desconocimiento se asustaria pensando que lo estan por matar. Por suerte, Igor estaba ciego.

Al escuchar que mis compañeros retroceden, doy unos cuantos pasos hacia atrás sin dejar de apuntar hacia la puerta y después bajo el arco para seguirlos.
—Dino, conmigo— ordeno con un tono contundente y mi fiel compañero animal sale de entre las plantas con un pequeño animal en sus fauces y se coloca a mi lado para seguirme el paso.
—Mañana tendremos que tener más cuidado, los hombres lobo estarán más preparados.

No sólo ellos, seguramente la fata ya esté preparando para darnos la bienvenida Quenya reconoció el terreno, esperando no tener que enfrentarse a nadie en ese momento.

Alese, ¿qué necesitas para poder curar a Igor? Y también para prepararte para mañana
 

- Solo pasar la noche, para poder pedir al Señor del Alba nuevos dones, entre los que esté la posibiilidad de curar a Igor y pensaré si puedo hacer algo para hacer daño a esa fata maligna, no será fácil pasar por un lugar donde no puedes abrir los ojos. Podemos acampar fuera del bosque, nos ahorramos unas horas de camino.

-Yo por mi podria aguantar la noche aqui fuera, pero una noche al lado del bosque de los licantropos a los que acabamos de dar una paliza no me parece mas que una invitacion a la muerte... Pueden tanto ahora respetarnos como por nuestra verdadera fuerza o tenernos un odio terrible por matar en combate a amigos suyos al habernos metido en su territorio, seran mitad lobos pero aun asi son personas comunes con muchos pensamientos comunes- Luego con su voz entre gutural y de gruñido agrego casi satiricamente -El odio y el rencor son demasiado comunes para mi gusto- 

El veterano se quitó el casco, dejando ver su curtido rostro y sus grisáceos cabellos apelmazados por el sudor.

Como queráis chicas, pero aquí será difícil descansar e improvisar un campamento. Eso sin contar con que alguien o algo venga a molestarnos.

Finalmente el grupo de aventureros decidió regresar al pueblo. Habían pasado varias horas andando en dirección al bosque, otras cuantas en el interior de él, y ahora tocaba regresar para que la pequeña del grupo pudiera armarse para proteger a sus compañeros. Aquella misión estaba resultando demasiado dura para una chica tan joven, pero ella había decidido tomar ese camino y así lo haría.

Todos la siguieron, pues aunque ella no quisiese, se había convertido en la lider de aquel variopinto grupo. Irina les acompañó de nuevo a su mansión donde cerró todas las puertas y ventanas para protegerles de cualquier ataque nocturno. Era hora de descansar y de preparar una estrategia para el nuevo día que aún tenía que llegar.

Igor no tenía medios para enfrentarse a la fata, en gran medida debido a que, como guardabosques, en condiciones normales, estas eran una especie de aliado naturales y nunca se había planteado combatirlas, con lo que en estos momentos su ayuda para tal cuestión era muy limitada. Su tendencia natural era emplear la ocultación pero en aquella situación no serviría de nada.

En cuanto a los licántropos, solo su arma bañada en plata podía servir de algo, pero nada podía hacer para contrarrestar la superioridad numérica de estos, aparte su especialidad tampoco era el combate, por lo que tendrían que ser los demás los que pusieran sobre la mesa sus habilidades para tratar de potenciarlas en la medida de lo posible para terminar con aquellas amenazas.

Se relajó y dejó que los demás hablasen, teniendo a la oscuridad como nueva compañera de camino, al menos hasta que el amanecer le procurase la bendición de Alese.

Una vez ya en la mansion, y habiendo guiado a Igor todo el camino en su forma hibrida, tomo su forma humana de nuevo. Saco su ropa guardada en su bolsa, alegre de no haberla estropeado esta vez. Pero decidiendo usar solo la parte de abajo del vestido. 

Asi, un nudito aqui y otro alla, algo de soga tapada por el mismo vestido sobrante de la parte superior. Y listo! Ahora disfrutaba de la agradable temperatura y humedad, visitendo una pollera suelta y llevando la parte superior de su cuerpo libre y fresco.

-Bien... ¿Que tal? ¿Mejor?- Pregunto al resto de los que estaba sentado en la sala, todos cabizbajos por la paliza del dia.

Al llegar, Quenya no se relajó. Había pasado todo el camino meditando qué hacer, y no había logrado nada.

Tenemos que meditar cómo vamos a actuar mañana. Seguramente los licántropos vuelvan a por nosotros. Incluso con más fuerzas tras haberles rechazado con "relativa" facilidad. Y luego el tema de la fata... No podemos depender de Alese todo el tiempo. ¿A alguien se le ocurre la manera?

El veterano comenzó a despojarse de su engorrosa armadura. Era un proceso que le llevaba su tiempo, pero lo tenía completamente mecanizado.

Descansemos, y con los rayos del nuevo día saldremos a acabar con los enemigos. Sabemos que son, sabemos a qué nos enfrentamos, esta vez no daremos vuelta atrás. Si los lobos quieren interponerse, morirán, lo mismo que la criatura esa. 

Su cansada mirada relucía con un fuerte brillo.