Partida Rol por web

Ahora tenemos pocas opciones. Si con ellos dos éramos pocos para enfrentarnos a los licántropos, ahora es peor dije poniendo las manos en la cadera, evidentemente mosqueada. Aunque tampoco sabemos cuántos son, pero es un ataque arriesgado.

No tenemos formas de saber dónde están los otros dos guardianes, habría que ir al pueblo y preguntar.

Lo que más me preocupa es ir al castillo. Mi magia está prácticamente agotada y tener un encuentro contra Stradh no me llama mucho la atención.

- Sí, será mejor volver al pueblo. Yo ya no sé qué hacer para que este grupo se una en vez de hacer dos bandos y que algunos vayan a un lado o a otro según les apetece, aún tengo magia, pero sabéis que la mayoría de mi magia es curativa, por la mañana solicito dones para poder curar a un grupo amplio de personas pero es poco útil para combatir por mí misma... 

Urik tampoco comprendía el comportamiento de Thokk y de Envy. Querían ir al castillo para buscar a los demás y así ser un grupò más sólido... y lo que hacen es dejarles allí. Negaba con la cabeza mientras pensaba en ello. Al ver que no encontraría ahí solución alguna, miró a sus compañeros y les dijo.- Mis damas y caballero. Lo que sí tenemos que hacer con segurodad es enterrar a este ser- dijo refiriendose a Madamme Eva-. Luego volvamos al pueblo, aunque creo que tenemos que ir al castillo sí o sí...aunque solo sea para unirnos de nuevo, o para saber que tal les ha ido a los demás, o porque a lo mejor en el cstillo resida el tercer guardía- Conjeturó.

Si queréis, enterrémosle; luego, vayamos al pueblo y que Quenya se recupere para posteriormente poder dirigir un ataque sin necesidad de retroceder porque no estemos en plenas facultades.

Miré cómo Envy y Thokk se alejaban...

Don Urik, el ataque de la criatura vampírica te ha dejado muy malherido y débil. La magia de Alese es curativa. Las únicas fuerzas de ataque son Wolkot e Irina. Yo puedo combatir, es cierto, pero no prometo que salgamos vivos.

Suspiré.

Si queréis ir al castillo, adelante. Pero dudo mucho que entre por la puerta. Pero será un viaje en vano.

- Mi querida dama Quenya- dijo Urik al oir las palabras de la semidragona-. No dudo que luchéis y lo hagáis mejor incluso que yo mismo.. y más en este estado, pero el hecho de ir al castillo es para unirnos, no para luchar solos- comentó.- Si quisiera que luchásemos nosotros solos, os habría propuesto ir a bosque de los licántropos nosotros para arrebatarles la espada... pero... pero me veo bajo de fuerzas y de moral- dijo lacónicamente mientras recordaba el ataque del ser vampiro y, sobre todo, la pérdida de Hurnn, su fiel compañero cuervo.

Queridos compañeros, vayamos al pueblo, es la mejor de las opciones...

Urik se quedó mirando en dirección a la aldea y negó con la cabeza.

- No puedo ir a la aldea sabiendo que nuestros compañeros lo pueden estar pasando mal en el castillo- comentó.- Tenemos que ayudarles. Tenemos que ir en grupo, pues entonces seremos una fuerza digna de vencer cualquier mal.

- Yo no puedo quedarme de brazos cruzados. Voy a ayudar.

Volviéndose Urik miró en la dirección que habían tomado Thokk y Envy y partió por ese lugar.

Que los que deseen partir, vayan ahora - dije al resto que quedaba.

Los demás, iremos al pueblo.

Urik se detuvo y asintió a las palabras de Irina. Respetaría que nadie quisiera acompañarle, pues cada uno hacía con su destino y conciencia lo que quería. Pero él no podía dejar que sus compañeros estuvieran en dificultades y él mientras estuviera en el pueblo.- Respetaré vuestras decisiones, pero yo debo ayudar. Allí en el pueblo no sé que podemos hacer por nuestros compañeros, que pueden estar en un apuro- confesó.

Esperó a ver las decidiones que tomaban y a que le explicaran a qué iban al pueblo.

- Yo iré al pueblo, quiero saber donde están los otros dos guardianes, ir al castillo me ha parecido y me sigue pareciendo una imprudencia. No sé qué esperaban encontrar allí pero espero que no hayan cometido la locura de buscar combate. Al final habrá que ir, pero no antes de haber encontrado suficiente información y las armas que sean precisas para enfrentarse a un mal de ese calibre. Yo vuelvo al pueblo, preguntaré a los locales, y mañana espero salir en busca de los otros dos guardianes.

La idea de Irina no era mala. Además existía la posibilidad de que sus compañeros no volvieran esa noche, con lo que les dejaría solos en el enfrentamiento contra los otros dos guardianes.

Urik se mesó la barba mientras miraba al grupo que dejaba. Agachándo la cabeza, el caballero asintió y dijo levantándola nuevamente.- Os acompañeré al pueblo y a dar caza a los guardianes.. Sé que sois un grupo formidable- comentó y una mirada se le escapó a Quenya furtivamente-, y que podríais apañároslas vosotros solos, pero si los demás guardianes son tan poderosos como Madamme Eva y tienen tantos aliados como ella, quizás os pueda ayudar en algo- terminó diciendo mientras volvía al grupo con los demás e iniciaba la vuelta al pueblo.