Urik asintió a la propuesta de Thokk de irse a dormir ya para poder empezar a buscar a Madame Eva o quien fuera.- Sí, coincido con vos y con vos- refiriéndose a Thokk y a Wolkot-, será mejor que nos vayamos ya y que a primera hora volvamos para encontrar a Madame Eva y sus secuaces.
Luego se acercó a Quenya y ofreciéndole su brazo para ayudarle a ir al pueblo, le habló.- Permitidme dama Quenya.- le dijo respetuosamente. Luego continuó hablando.- Pues cuando me lo dijo Irina en el pueblo lo del medallón, me quedé perplejo pues no conocía de la existencia del mismo. Supongo que tendrá algún valor para nuestra orden, pero lo desconozco... y lo malo es que no puedo preguntar a ningún otro miembro de mi orden... pues soy el único que queda.
Pues la verdad es que es toda una lástima dije agarrándome en el musculoso brazo de Don Urik. Seguro que muchas mujeres habían sido arropadas por esos fuertes brazos.
No sabrás tu nada, ¿verdad cuervo? dije mirando al cuervo con un deje de sonrisa en la voz.
Hurnn, el magestuoso cuervo que acompañabna a Urik miró a la semidragona como si le entendiera. Sus negros ojos chocaron con los de la Quenya y al momento los apartó, alzando el vuelo mientras graznaba. ¿Le habría intimidado la semidragona o por el contrario había decidido emprender el vuelo pues ya se ponían en movimiento?
- No le haga caso, mi señora- dijo Urik sonriendo y comenzando a andar- Es bastante tímido... se parece... se parece a un curvo normal- dijo Urik un tanto ruborizado cuando casi se nombra a sí mismo al hablar de Hurnn y sus sentimientos.
Motivo: Tirada
Tirada: 1d20
Resultado: 15(+1)=16