Como representante del pueblo me ofrecería voluntario. Pero no entiendo por qué iban a ayudarnos. Como os he dicho antes nuestras vidas están separadas y jamás nos hemos ayudado y dudo mucho que eso cambie. Y tampoco entiendo para que queréis ahora mismo El Filo de la Guardiana, y dudo mucho que si ellos la tienen vayan a dárosla, supongo que nos os quedará más remedio que arrebatársela por la fuerza...
¿Entonces, vendréis ahora a hablar con Irina, o me marcho ya?
Igor se levantó de la mesa a la pregunta de Ismark. - Vayamos, yo le acompaño. - dijo.
Luego se giró hacia el resto y añadió - Si os vais antes de que vuelva dejadme una nota con quienes de vosotros desea un arma de plata y qué tipo de arma prefiere, si poneis varias ordenadlas por orden de preferencia y ya veremos que se puede hacer. -
Se va con Ismark
- Yo también voy con vosotros a ver a Irina...
Pues eso.
El veterano dejó la jarra ya vacía sobre la mesa y con un suspiro al levantar su dolorido cuerpo, se dispuso a seguir a Alese
Al ver que Alese y los demás salían de la taberna, me voy tras ellos.
Yo voy a ver a la pitonisa, a ver si consigue decirnos cómo conseguir la espada
Me levanto tras la mujer dragón y me dispongo a seguirla en su visita a la pitonisa.Si no es molestia me gustaría acompañarla .
Aunque un poco dolorida y bastante cansada por el trasiego, Ashlyn se pone en pie dandole una palmada en el hombro a su compañero Haiayel y se dirije a la puerta de la posada... Partamos tambien nosotros, habría de ser la pitonisa algo más amigable al haber desecho la maldición de los no-muertos... O esperemos que así sea...
- Gracias por narrarme los echos dama Quenya- dijo haciendo una pequeña reverencia el caballero del cuervo.
Luego, cuando Ismark les ofreció acompañerle para ver a la joven, el les siguió fuera de la posada. Esperaba que luego tuviera tiempo de descansar, aunque solo fuera un poco.
Al salir, se acercó a Igor y le dijo.- Señor Igor, yo poseo mi propia arma de plata, gracias por el ofrecimiento.
Pues Urik va con Ismark a ver a la joven Irina.
- Ya me fijé en ello cuando nos encontramos Don Urik. - le respondió. - Pero imagino que no solo será de plata, un arma de ese tamaño de plata pura se partiría o se doblaría al primer golpe. - añadió mientras seguía caminando en dirección a ver a Irina.
Por cierto ya solo he marcado a los que vamos a ver a Irina
Urik toca el pomo de su espada recordando su nombramiento como caballero del cuervo.
- La verdad es que no se muy bien la aleación que han empleado para construirla, ni la magia empleada- copmenta a Igor-, pero lo que sí recuerdo es que mi maestre me dijo que era un arma de plata para combatir las bestias malignas.
Urik sonrió a Igor y se encogió de hombros. No sabía más a cerca de ese arma.