Partida Rol por web

"Joder..."

Después de un buen rato corriendo, me detengo a los pies de un árbol. Es entonces cuando me doy cuenta de lo grave que es la herida del brazo.

"Hay que taponarla con algo. Creo que tengo lo adecuado"

Cojo las compresas que cogí a Ai y las uso como vendas, intentando apretar lo más posible la herida y el muñón, como si fuera un improvisado torniquete.

Cada poco tiempo, me lavo la herida con agua, intentando gastar la menos posible (una botella, o algo así)

Tu visión cada vez es mas borrosa y empiezas a marearte y sentirte débil.

Tambaleándome, apoyándome en los árboles, mareado y pálido, sigo avanzando.

Tras una larga caminata, Akira empezó a encontrarse con una densidad de bosque bastante más notable, sin duda, el rumbo que había puesto hacia el centro de la isla le costaría bastante más que el paseo que se dió por la playa.

Cómo no tenía comida, mientras avanzaba, echaba algún vistazo a lo alto de las copas de los árboles, para ver si había algo de fruta. Gracias a su gran capacidad de observación, quizás lo tendría mas fácil que otros a la hora de ver que es lo que le rodeaba, aunque en un principio no encontró nada.

Al caer la noche, Akira se ve otra vez envuelto en la preocupación. Se le ha vuelto a acabar la comida, si, sigue teniendo agua, pero tampoco tiene un fuego con el que poder pasarr la noche algo caliente. Por suerte, el último encontronazo con uno de sus compañeros, pudo recoger algo más de ropa, que ademas de mantenerle seco, le daría algo más de calor en caso de que la temperatura bajara drásticamente. Algo posible, aunque improbable. Akira se apoyó en un tronco de árbol que tenía una hoquedad bastante grande, y se refugió allí durante la noche, mientras se quedaba pcoo a poco dormido, recordando los nombres de los últimos caídos.

Akira se despertó sobresaltado por el sonido de la musiquita de los megáfonos. Era extraño, que tras haber estado varios dias en la isla, y ver una gran parte de ella, no hubiera encontrado ninguno, ni siquiera con su agudizada capacidad de observación.

En concreto, éste sonaba extremadamente alto, lo que le sugirió una cercanía importante, pero se olvidó de eso en cuánto dijo que 3 de sus compañeros había caído. 11 compañeros habían perdido la vida ya. Algunos ni siquera habían conseguido llegar a la isla, pero los demás, cómo hizo Akira, habían sido asesinados. Es más, pueder que hubiera alguno más, ya que sus muertes no fueron anunciadas. Anotó rápidamente las nuevas coordenadas para no meterse en zonas de peligro.

De momento estaba más o menos a salvo en su zona, la linea 22, donde se econtraba era segura, y tal y como se dijo por megafonía, se estaba nublando, por lo que sería una buena idea busar un refugio.

Cerca de donde se encontraba, había unos salientes rocosos, que quizá, tuvieran alguna cueva. Akira cogió todas sus cosas y se puso rumbo a las rocas.