Partida Rol por web

Finalmente llegas a la isla, es de noche pero pronto tus ojos se adaptan, estas empapada y chorreando y precisamente no hace mucho calor, por lo que parece ser, has llegado a una zona de playa, la arena es fina y se clara, seria un buen lugar si no fuera por estas condiciones, la playa se extiende hacia el norte y unas rocas empiezan a formarse hacia el sur. Tu bolsa aun descansa en tus brazos.

Finalmente, tras un largo camino a base de tropezarse, no ver demasiado bien, y una lluvia incesante, Akira consigue llegar hasta la zona donde estaba el cuerpo de su compañero.

Te encuentras un cuerpo tumbado cuando te acercas suficiente por la falta de luz, puedes ver que se trata de una chica cuando la giras para verle su cara, se trata de Kikuchi Shura, su cuerpo esta lleno de arena y el oleaje golpea sus piernas, la lluvia hace horas que la ha dejado empapada.
Después de registrar la bolsa de Kikuchi encuentras que esta todo en perfecto estado menos los bocadillos que solo hay 1 en buen estado, los otros se han llenado de agua, también encuentras 3 botellas de agua y una pequeña bolsa con compresas y cosas de higiene de las chicas, en un pequeño bote de cristal unos polvos blancos que hay una calavera dibujada, hay 3 lineas indicando posiblemente dosis. Junto a ello el mapa el rotulador y la brujula.

Akira registra rápidamente la mochila, encontrando, por suerte un bocata que estaba totalmente seco, un alivio la verdad, porque me moría de hambre, además, vete a saber cuánto tiempo lleva aquí azotada por la intemperie y el mar, es una suerte que no se hayan mojado todos.

Akira recoge la mochila de Kikuchi, tirando los bocadillos mojados, y guardando en ella, las botellas de agua de su mochila. El mapa lo dejaré por si acaso piero el mio, aunque es improbable.. aunque ahora mi prioridad es resguardarme, comer y beber.

Akira, sediento, y empapado por la lluvia, bebió una botella de agua del tirón, casi se atraganta, pero pudo aguantar más o menos bien el ansia.

Akira, se fue corriendo de allí, no necesitaba mirar más la escena dantesca que sus ojos presenciaban, asi que se fué en busca de refugio, cualquier cosa le valdría más o menos, algo así como una cueva que tuviera algo de altura para que el agua no le molestara toda la noche, pero eso iba a ser complicado, así que se decidió por subir a uno de los árboles para protegesre con las hojas de la lluvia, y poder descansar en unas ramas duras.

Te acercas al bosque después de coger las botellas de agua, te pones debajo de un árbol algo mas denso quedando parcialmente protegido del agua.

Akira volvió a por la mochila que había dejado en el cuerpo de Kikuchi, pensando que quizás, le serviría parte de lo que tenía dentro. El cianuro era complicado de usa, quizá si lo utilizara en el agua para darselo a alguien consiguiera acabar con él, pero ahora mismo, eran mucho más efectivas las granadas.

Recogió las botellas de agua, el bocadillo sano, mapa,  y los accesorios para la higiene de las chicas, quizás le diera algun uso.

Volvió al árbol donde pensaba pasar la noche, e intentó subir. Con un gran esfuerzo, y debido a los efectos de la fiebre, se resbaló un par de veces, pero finalmente consiguió trepar hasta unas ramas bastante gruesas. No era el colmo de lo cómodo, pero le serviría para evitar animales salvajes durante la noche, o simplemente ser detectado a la intemperie. Se quitó la empapada chaqueta de insitituto, y cómo pudo, la colgo en unas ramas, simulando un techo. La zona superior la ubrió con más ramas que tenían abundantes hojas, eso le serviría de impermeabilización mientras  lloviera. Cuándo estaba más o menos todo preparado, se comió el bocadillo, que tanta ansia tenía en comer, y finalmente se quedó dormido.

La megafonía despertó a Akira, había descansado bastante, aunque su "cama" era algo incómoda. Por suerte el techado que se había contruido, hizo bien su trabajo y pudo pasar una noche bastante tranquila y seca, cosa que le vino muy bien para apaciguar los achaques de su resfriado, sobre todo la fiebre, que había bajado considerablemente hasta casi no notarse. Aun tenía la típica moquera, que le recoradía que jamás volvería a dormir a la intermperie mientras hubiera riego de lluvia.

El megáfono, implacable, reveló l muerte de otro de los participantes, Philip, el estudiante extranjero, que normalmente caía bien a la gente, pero que de vez en cuándo sacaba un carácter muy duro.

Sin pensar mucho más en ello, se aseguró de marcar en el mapa las zonas de peligro, para evitarlas por completo, de hecho, mientras se intentaba quedar dormido, pensó en no moverse de su zona, ya tenía el resguardo hecho, pero el riego inminente de que su zona se convirtiera en zona de peligro, no le gustaba naa, por lo que se movería constantemente. Bebió una de las botellas de agua entera, ahora sólo le quedaban 4, pero el clima acompañaba, así no tendría demasiada pérdida de fluidos, por lo que le duraría más mientras el cielo estuviera nublado.

Le sorprendió que por megafonía se dijera la situación de las armas sueltas, aunque no le llamaba la atención, si tenía curiosidad por saber quien iría ciegamente a por un arma de fuego.

Mientras pensaba, comió el bocadillo que no se había comida la noche anterior, le sirvió cómo desayuno, y con energías renovadas, fue a buscar más comida para su camino, mientras avanzaba por el bosque, buscando cualquier tipo de frutas.

En el extremo caso de tener que comer insectos, no se lo pensaría, muchos de sus heroes de manga lo habrían hecho en su situación, así que el no sería menos, y se tragaría su orgullo.