Partida Rol por web

West Hill, 11:42 (hotel Night-Marriot)

Si alguno de vosotros creyera en alguna de esas cosas llamadas supersticiones, aún vivas en los antiguos barrios de ancianos con una pésima pensión, pensaría que ni un millar de gatos negros se hubieran cruzado en vuestro camino lograría tal infortunio. ¿Iba a ser aquel hueco del ascensor vuestra tumba?

El número sobre las puertas que conducían a los pasillos ya iba por el 65. Tal vez sólo teníais un par de intentos más hasta que el ascensor llegase a su destino, y ese destino no pintaba muy bien para vosotros.

- Esto es ridículo - comentó Brian antes de respirar profundamente y volver a intentar el truco acrobático. Con un ágil movimiento consiguió aferrarse a los tubos y luego, mano sobre mano, trepó por ellos hasta llegar a la puerta del pso 65

- Vamos... o piensas quedarte allí? - le susurró a su compañero mientras observaba curioso como este se preparaba para seguirle los pasos

Los brazos antaño fuertes de Frost se habían convertido en mantequilla y de nuevo falló al intentar agarrarse. Otra caída y un nuevo golpe. Miró al Sabueso mucho más en forma que él. Se encogió de hombros y le hizó una señal para que continuara el solo.

West Hill, 11:43 (hotel Night-Marriot)

Probablemente, y desde la comodidad de su sofá tomando una buena bebida, Spetock se plantearía apostar por el 65 en la lotocadáver; pero si alguien lo conociera no creería que apostara a eso. Lo único claro era la luz del pasillo al abrir la puerta de seguridad de la planta 65. Había conseguido, casi como un reto personal, salir del hueco del ascensor. Con el pie dolorido, reminiscencia de su penuria, observó que no había nadie en los alrededores. ¿Pero hasta cuándo?

65, 64, 63, 62, 61, 60... las letras blancas de pintura fuorescente se alejaban y aparecían intermitentemente. El problema era que no sabías cuándo se pararía el ascensor, pero eso momento significaría problemas. ¿Qué tenía de difícil aferrarse a los tubos y subir por ellos? Mientras comprobabas que la molestia en tu tobillo no iba a más calculaste que un éxito era tan probable como conseguir otro fracaso.

- ¿Fracaso? -preguntó Ángela con una mirada afilada- Cuando esté muerta habré fracasado.

¿Eran esas palabras de ella o lo que tu imaginabas que ella diría en esa situación?

Si alguien sentado a la mesa de un bar comentara que salir del hueco de un ascensor, en marcha, resultaba pan comido... ¿replicarías o tomarías el resto de la bebida con una sonrisa en la boca? Cada uno de vosotros tendría, por lo menos, la experiencia necesaria para contestar.

"Mucha suerte" el pensamiento se dibujó en la mente del ex-policía que hubiera querido ayudar a su compañero, pero al que las circunstancias se lo impidieron.

Sin embargo tenía la notebook colgada del hombro y tenías sus armas... y tambien tenía un gran problema. Salir del edificio de una sola pieza. Casi sin darse cuenta buscó las cámaras de seguridad para ubicarse de forma tal que no lo enfocaran y apretó el botón de otro ascensor.

No pensaba, todavía, huir del lugar. Antes que nada quería saber donde se detenía el ascensor en el que viajaban "Espero que, por lo menos, se quede en el techo, por lo menos no estará visible" se planteó mientras se preparaba para ir el rescate de Frost

Brian se olvidó del dolor de su tobillo y se concentró en el lugar, necesitaba estar más que atento para poder ayudarlo... y esa era su intención.

West Hill, 11:44 (hotel Night-Marriot)

Las posibilidades de salir del hotel eran proporcionales al equipo de seguridad que poseyera. Obviamente no esperabas que fueran los tipos duros de una Corporación, y el único problema real era qué Compañía de Seguridad tenía contratada el hotel. Como mínimo no iban a ser un grupo de domingueros jugando a seguritas, pero tampoco creías que ibas a encontrarte con tipos protegidos por exoarmaduras de combate.

Ya en el pasillo tus ojos se encontraron con el primer obstáculo: una cámara. Solían estar situadas en lugares donde pudieran barrer bastante espacio, y en este caso una zona a considerar eran los ascensores. No tenías herramientas para desactivarlas, y aunque ya era probable que supieran tu situación, era mejor que no vieran tus siguientes movimientos. Sin demasiado esfuerzo arrancaste la cámara.

Querías salir, pero esa parte de expolicía que no dejaba atrás a su compañero había tomado la iniciativa. Lo primero era averiguar dónde se paraba el ascensor, pero mientras tanto llamaste a otro para no perder tiempo. De momento respondió, no habían bloqueado todos los ascensores. Tal vez no querían molestar a los clientes, o con la misma aún no os consideraban una verdadera amenaza.

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Frost se revolvió contra si mismo a medida que bajaba el ascensor, si se quedaba dentro probablemente le coserían a balazos antes de porder cagarse en la madre de los seguratas o peor, le enviarían de nuevo al trullo. Fuese lo que fuese no le iban a coger vivo. Se miró las manos cabreado consigo mismo, desde cuando todo el entrenamiento, las modificacioes y toda la polla que le hicieron le habían vuelto un blandengue?. No lo entendía. Sus brazos aún parecían fuertes pero fallaban en el peor de los momentos...

Lo intentaría de nuevo, y si fallaba probablemente los seguratas cuando llegasen lo encontrarían con un tiro en la frente sonriendo.

Lo intentó de nuevo y aquella vez los brazos no le fallaron, se tambaleó y de nuevo casi cayó pero apretó los dientes recordandola y siguió adelante. Cerca de la puerta trató de forzar los cierres hidraulicos para poder salir.

West Hill, 11:45 (hotel Night-Marriot)

Aquello era cuestión de orgullo. Sólo tenías dos opciones, o más bien te habían enseñado a tener dos: éxito o muerte. La muerte no significaba fracaso, era un símil para decir que no te cogerían vivo. Alguna vez, mirando el fondo vacío de alguna botella barata de whisky, te dijiste que la Corporación parecía alguna maquiavélica secta, o a un grupo militar con soldados programados sólo para la guerra. No había mucha diferencia entre un estamento militar y otro corporativo, pues la guerra es sinónimo de dinero.

La cuestión es que una vez estuviste en el pasillo de la planta 50 respiraste profundamente, no ibas a dejar un cadáver sonriente a los seguritas del hotel, no de momento. Habías conseguido salir del hueco del ascensor, no sin varios intentos y algún dolor que otro. Ahora tocaba abandonar el edificio, o ir al encuentro de Spetock.

Tu compañero, impuesto o no, no había dudado en proseguir cuando vio que tenía posibilidades de salir de aquella tumba. Pese a que muchos hubieran hecho lo mismo, posiblemente tú también, no dejaba de ser frustrante verte sin una mano que te echara un cable. No obstante, ya estabas fuera, en la planta cincuenta.

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West Hill, 11:44 (hotel Night-Marriot)

El ascensor llegó a tu planta, y mientras se abrían las puertas una duda se planteó en tu cabeza: si Frost lograba salir del hueco del ascensor... ¿cómo sabrías cuál era la planta? Dentro del ascensor sólo podrías ir allá donde el otro se parase, y mientras mantenías las puertas abiertas sabías que si ibas a la misma planta puede que te encontraras a los seguritas de frente.

Tal vez todo eran conjeturas...

Aún recordaba el rostro de Frost ante su intento fallido y esperaba que este se mantuviera en el techo del ascensor en el habían descendido juntos. Su mejor posibilidad era ayudarlo a salir de ese techo. Solo necesitaba saber donde se detendría para ir al piso superior.

Tamborilleando con los dedos en la puerta del ascensor que había acudido a su llamada, el policía estiró la cabeza para ver en que lugar se detenía su anterior vehículo. Su enorme brazo sostuvo la puerta abierta mientras echaba una rápida ojeada al interior del mismo... lo único que le faltaba era que hubiese seguridades en el mismo

Frost salió del ascensor tras notar como los cierres hidráulicos sufrían y cedían ante su empuje. Salió temeroso de que el ascensor subiera o cualquier cabronada de los de seguridad y miró alrededor del pasillo esperando que nadie  le hubiese visto salir de aquella forma a la vez que escondía sus armas para no llamar tanto la atención.

Frost pensó que no hacía demasiado que estaba trabajando el canario en aquellas plantas más arriba así que era posible que hubiese alguien del servicio en aquella planta a aquella hora, decidió que la mejor forma de largarse era usando alguna de las tarjetas de empleado que el cabrón del sabueso llevaría ahora encima. Le dieron ganas de hacerle tragar la puta pistolita de dardos. Definitivamente aquellos cabrones que llevaban tantas armas debías ser por algún complejo de entrepiernas...

West Hill, 11:46 (hotel Night-Marriot)

La primera parte estaba hecha, habías salido del hueco del ascensor. Afortunadamente, mientras abrías las puertas y asomabas la cabeza, observaste que no había nadie cerca en aquel momento. Ya estabas de pie, en el pasillo, guardando las armas y aparentando normalidad al tiempo que las puertas se cerraban solas. Resultaba un alivio estar al otro lado.

La cámara de seguridad estaba allí, justo en tu zona. Ya casi resultaba inevitable aparentar que se era un cliente, pero por lo menos te habías colocado de tal forma que no habían fichado tu cara. Ahora mismo lo primordial era salir de una jodida vez del hotel, y esperabas que Spetock estuviera haciendo lo mismo. Por lo menos tuvo la sangre fría de dejarte allí, en el hueco. El muy cabrón tenía bien claro cuáles eran sus prioridades…

Ojeaste los pasillos y no viste a nadie del personal, sólo a una pareja de mediana edad que salía de una de las habitaciones. En el otro pasillo tenías la escalera de emergencia, justo donde estabas habían más ascensores.

¿Cómo ibas a salir sin que te pillaran?

West Hill, 11: 46 (hotel Night-Marriot)

La espera dio su fruto y el ascensor se detuvo en la planta 30, por lo que tu intención era ir a la anterior. El único inconveniente era la cámara, o cámaras, dentro del ascensor.

Las posibilidades bailaban entre bajar por alguno de los ascensores o por la escalera. Ambas podían resultar puntos calientes, tanto por sistemas de vigilancia como por la intervención de seguritas. En tus años como policía sabías que los sitios así, y más en el distrito donde estabas, no escatimaban demasiado en gastos. Obviamente no te ibas a encontrar a un ejército de Militech, pero la idea principal era que no te cogieran. Por eso, con el convencimiento de que ibas a salir de allí, evitabas que ficharan tu rostro.

Entraste, no tenías tiempo que perder. Llegarías a tu objetivo, mirarías por el hueco y sacarías a Frost. Sólo esperabas que la teoría fuera tan fácil como la práctica.

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Finalmente Brian supo donde se había detenido el ascensor. El piso 30, probablemente la central de seguridad del hotel. Por un momento analizó la posibilidad de descender por las escaleras, pero 30 pisos eran demasiados. Y más si quería permanecer oculto de los guardias.

Respirando profundamente enfundó sus armas y se preparó para "parecer inofensivo". No sería sencillo. El tamaño de sus músculos y la chaqueta blindada no lo ayudaban. Pero tenía una ventaja, sabía en que lugar estaba la cámara del ascensor. Con rapidez bsucó a su alrededor. Quizás hubiera un periódico que lo ayudara a disimular, sino sería cuestión de abrir la notebook que estaba llevando y hacer de cuenta que estaba enfrascado en el análisis de vaya a saber que.

Entrando al ascensor pulsó tres botones sin detenerse a pensar demasiado. El "31" para descender, el "30" para causar, en la medida de lo posible una distracción y el looby para que el ascensor siguiera su curso luego de la distracción

"Lastima que no tengo ninguna granada deslumbrante" se planteé el ex-policía, arrepintiéndose de haber dejado el resto de su equipamiento en el vehículo "Hubiera venido bien para que la distracción hubiera sido completa"

Con todo, no había mucho tiempo para pensar, sosteniendo el portatil frente a sus ojos, de forma de que su rostro no fuera visto por la cámara intentó hacerse pasar por un hombre de negocios ocupado en sus asuntos.

Cuando por fin llegó al piso 30 guardó rápidamente la computadora portatil en la mochila en que la había sacado y se la colgó a la espalda. Ya no había tiempo para evitar las cámaras. Simplemente se plantó en la puerta del ascensor en el que habían descendido y aferrando ambas hojas con sus brazos hizo fuerza. Esperaba poder abrirlas Y, fundamentalmente, esperaba que Frost siguiera sobre el techo del ascensor para poder sacarlo de allí.

Frost maldijo de nuevo al cabrón que lo había ejado tirado. Si al menos tuviese la tarjeta de empleado. Frost no olvidó el recordarse a futuro que el sabueso era lo suficientemente oportunista como para tratar de acarrear lo útil aprovechandose de las ideas de los demás.

Hijo de Puta.

El exconvicto se dio cuenta de que no iba a ganar nada maldiciendo al sabueso, al menos por ahora. Hechó una mirada a la plantas observando que no había nadie del servicio, solo una pareja de mediana edad. Empezó a formarse una plan, malo pero al menos era eso, un plan. Se fijó en la pareja a ver hacia donde iban si a su habitación o parecían dirigirse al ascensor para salir del hotel.

West Hill, 11:48 (hotel Night-Marriot)

Pasar inadvertido era cuestión de suerte, podrían estar observando las cámaras y un tipo como tú sería fácilmente reconocible. Pero era cuestión de elegir entre dos opciones, y así hiciste. Sacaste el portátil de la mujer que investigabais simulando que estabas enfrascado en algo importante. Por lo menos no llevabas las armas cuan vaquero del oeste.

La bajada fue lenta, y de momento no había nada anómalo. La prueba real eran los pisos previos al 31, ya que si el ascensor no paraba ahí es que lo estaban controlando. Piso treinta y… voilâ!, las puertas se abrieron. Ya estabas fuera, no sin antes toquetear algunos botones del ascensor. Mientras éste cerraba las puertas colocaste el portátil en la mochila y te dispusiste a abrir as puertas.

En lo que tardabas en abrirlas se te pasó por la cabeza multitud de cosas que no tenías contigo pero que serían perfectas ahora. De momento todo estaba saliendo bien, si a eso nos referíamos como a no haber tenido ningún enfrentamiento real. De momento, y como esperabas, te fue llegando ruidos de la planta baja, eran tan claros…

Lo tenías todo claro: sacar a Frost del agujero y salir por patas del hotel. Sí, tan claro como lo que te esperabas…

Sobre el ascensor no estaba tu compañero, pero sí un segurita que asomaba por la trampilla del interior. Parecía que estaba subido encima de otro guardia:

- ¡¡ALTO!!

Un sonido característico, de una pistola lanzadardos, sonó poco después de que comenzaras a retroceder. Tal vez por tu rápida acción o la falta de equilibrio del tirador el dardo erró su blanco.

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"Parece que escapó" los pensamientos volaron raudos por la mente del ex-policía al no ver a su compañero "debe estar más arriba" se planteó mientras sentía como el dardo pasaba cerca de su cuerpo

- Estúpidos - pronunció claramente - Está en el otro ascensor! Allí voy! - no sabía si los confundiría, pero el ascensor debería estar abriéndose en cualquier momento y eso, esperaba, le daría los segundos que necesitaba.

Dando un paso atrás soltó las puertas que sostenía con sus brazos, para que estas se cerraran e hicieran de escudo frente a cualquier nuevo disparo. No había tiempo para pensar, dándose vuelta se acercó a las escaleras y se alejó del peligro... subiendo por las mismas al piso 32 mientras desenfundaba su propia pistola lanzadardos. Solo era cuestión de llamar otro ascensor y controlar que nadie subiera esos dos pisos por la escalera

Y una mierda me meto en otro de los ascensores. Frost se dirigió a alguna de las puestas de emergencia aunque supuso que tambien estaría alarmada. Tratando de pasar desapercibido pulsó el botón de alarma de fuego y abrió la puerta de emergencia. Y de allí hacia abajo por las escaleras de emergencia.

A pesar de las ganas que tenía de bajar corriendo para salir de aquella ratonera y tras recordar lo patético de su intento de fuga del ascensor bajó con paso rapido atento a lo que pudiese subir o bajar por aquellas escaleras, si se trataba del sabueso con un poco de suerte le podría hacer la zancadilla.

West Hill, 11:49 (hotel Nigh Marriot)

Hacía bien poco habías descubierto que las acciones más simples, en apariencia, podían complicar una misión demasiado. Por eso no estabas dispuesto a correr más riesgos regresando al ascensor, ni aunque estuvieras acompañado de clientes. Con paso firme fuiste hacia la salida de emergencia de la planta 50, pulsaste la alarma de incendio y bajaste como alma que lleva el Diablo por las escaleras.

Podía ser un buen plan teniendo en cuenta que la reacción de la gente era salir de un lugar en llamas, así que seguro que te toparías con  gente de toda clase ansiosa por salir del hotel. Sólo esperabas que nadie se entrometiera en tu camino...

Al principio, las tres primeras plantas, parecía que nadie hacía caso de la alarma, pero sólo era en apariencia. Cuando alguien escucha una alarma de incendio su primera reacción es quedarse quieta y observar a su alrededor, en especial ver si la gente abandona el lugar. Eso fue lo que pasó exactamente, y por eso hasta pasado unos segundos nadie se dirigió hacia las escaleras.

De todas las plantas llegaba a las escaleras personas, tanto clientes como personal, queriendo salir al exterior. Ellos serían tu escudo, y con algo de suerte en 2 minutos estarías fuera. ¿Pero hacia dónde?

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