Partida Rol por web

Upper East Side, alrededor de las 09:00 (calle Farrigton, almacenes)

Antiguamente Upper East Side estaba considerada una zona segura gracias a la proximidad de la policía central. Se abrieron numerosas tiendas pero poco a poco ha ido decayendo precisamente por la multitud de individuos que pretenden divertirse de cualquier forma. Las Corporaciones no toman cartas en el asunto por el momento, pero tampoco esperarán a que se convierta en la siguiente North Side.

La calle Farrington era en realidad una larga avenida junto al mar que comenzaba en la mitad del distrito y continuaba hacia Upper Marina. El edificio era una de las viejas reliquias del siglo XX, aunque bastante grande debido a que estaba pensado para albergar almacenes.

A la entrada del edificio había un coche discreto con dos ocupantes. El movimiento de sus labios hacia lo que podría ser un transmisor dejaba claro que estaban esperando vuestra llegada. Un simple cabeceo del conductor te relajó un poco, al menos lo suficiente para no desenfundar tu armas.

Te confundiste con los transeúntes que llenaban las calles, no tantos como en el centro de la ciudad pero sí lo suficiente para no ser un lugar desértico. Al entrar en el edificio el sencillo recibidor estaba vacío, o al menos de gente civil. Un tipo de aspecto mundano leía un periódico sentado en la única silla, a excepción de la que estaba tras las rejas del habitáculo del guardia (que ahora no se encontraba allí). Te miró e hizo un gesto con la cabeza para que cogieras las escaleras.

- Planta 1 –dijo escuetamente.

El edificio parecía bien cuidado, no de lujo pero al menos no se caía de viejo ni estaba pintarrajeado como media ciudad (o más). La primera planta estaba desierta y no tardaste en encontrar el almacén número catorce.

Al llegar al lugar el ex-policía detuvo su vehículo ante la puerta. Había demasiada gente para su gusto, pero Brian sabía, o más bien suponía, que la misión sería complicada. El detalle los guardias lo calmó un poco... parecía ser una zona controlada, pero no sabía donde deberían ir después, por lo que, pese a todo optó por equiparse completamente

Al descender del automóvil con un movimiento seguro y confiado tomó la mochila y se la cargó a la espalda. La escopeta era otro tema. A la mayoría de los ciudadanos comunes les preocuparía ver a alguien con un arma larga colgada de su pecho. Pero el sabía que no era un ciudadano común.

Con todo trató de ser discreto... todo lo que se podía ser discreto con una escopeta en su pecho. Brian avanzó rápidamente e ingresó al almacen mirando su reloj. 8:50 tenía tiempo.

Una vez fuera de la vista de los ciudadanos observó rápidamente el lugar y asintió al comentario del guardia. Descartando el ascensor... años de experiencia lo hacían preferir las escaleras... ascendió rápidamente y buscó el 14.

- Aquí está - murmuró mientras fijaba la vista en el lugar y casi sin darse cuenta activaba el termógrafo y el amplificador de imagen. Quería saber con cuanta gente se encontraría antes de entrar... y cuantos implantes tenían sus anfitriones. Con algo más de datos empujó la hoja de la puerta y se preparó a averiguar porque lo habían citado.

Miró nuevamente su reloj y dándose cuenta que era el momento se abrió paso - Son las 9:00 - fue su presentación mientras le ponía rostros a las imágenes que había descubierto previamente

El vehiculo se detuvo lo suficientemente alejado de la puerta como para que Frost tuviese que andar unos minutos hasta el lugar de la cita. Hacia poco tiempo que estaba fuera del trullo asi que aun se sentia incomodo en los espacios abiertos. Sonrio para si al ver al par de capullos controlando sus movimientos, los suyos y los de los demas corderitos del lugar. Antes de entrar recorrio a pie los alrededores memorizando si las habia rutas de escape posibles de aquella ratonera. Mejor estar seguro.

Ya habia llegado la hora. Bueno, pues que esperen a la princesa cinco minutos... Se sento en el capo de un coche hasta apurar toda la nicotina del cigarrillo recien encendido.

Ya era tarde, aproximadamente se habia retrasado unos cinco minutos cuando Frost entro por la puerta del casi vacio almacen. Entro tranquilamente, como aquel que espera una reuni'on de viejos amigos, realmente era bueno estar de vuelta aunque ello significara que en cualquier momento podia acabar con un tiro en la cabeza.

Observo detenidamente a cuanta gente habia en la sala a traves de las gafas oscuras que no se quito una vez dentro. Miro al tipo que tenia enfrente y sonrio socarronamente al verle armado hasta los dientes esperando problemas.

Eres el anfitrion de esta fiestecita o solo otro de los monigotes como yo -pregunto Frost tranquilamente- Despues de tanto secretito podrian haber escojido un sitio mas acojedor.

Brian evaluó a su interlocutor con una rápida mirada. Profesional, y supongo de los buenos se dijo a si mismo antes de contestar - Supongo que, según tu interpretación soy solo un monigote -

Encogiéndose de hombros, reacomodó sus lentes oscuras. Estaba claro que a el tampoco le interesaba sacarselas - Solo me citaron aquí... ni siquiera me dijeron cuantos seríamos. pero supongo ya nos enteraremos - Con un encogimiento de hombros buscó una pared donde apoyar sus anchas espaldas - Y he estado en lugares peores... por lo menos esto tiene techo... y paredes - contestó con calma - Es más de lo que uno encuentra en la calle -

Upper East Side, 09:00 (almacén)

Afortunadamente no había demasiada distancia entre el coche de Spetock y la entrada del edificio como para que los transeúntes, siempre muy ocupados, se fijaran demasiado en su apariencia. Por el momento aquel distrito no había llegado a un punto donde alguien podía llevar armas encima y salir a la calle como si nada, a menos que fuera de noche y quisieras protegerte de un grupo de pandilleros borrachos. De todos modos lo que contaba es que ya estaba subiendo las escaleras y tras unos segundos llamó a la puerta.

Mientras eso pasaba Frost apuraba una calada a su cigarro con la malsana intención de apurar el tiempo al máximo, Había llegado antes y echado un vistazo alrededor para evaluar posibles zonas de fuga. A simple vista tenía cuatro posibilidades; tres de ellas era por carretera y una probar suerte tirándose al mar y rezar para que su cuerpo resistiera las frías aguas. Las primeras gotas de lluvia del día (de hecho sólo había amainado una hora desde ayer) fue el toque para ir al lugar de encuentro.

Ambos llegaron al local indicado y ambos fueron recibidos por dos hombres en el interior. Llevaban ropa de calle pero armados visiblemente y con algo de blindaje, pero no casco como lo hacíais vosotros. Spetock detectó que uno de ellos tenía un brazo cibernético y cuando creísteis que serían parte de vuestro grupo os hicieron aguardar sentados en la sala. Ésta estaba completamente vacía de mobiliario, con una ventana que daba a la calle y una puerta a otra habitación (o un almacén dado las dimensiones en el exterior)

Al cabo de unos minutos, después de vuestra pequeña introducción, una mujer morena y de aspecto frágil salió por la puerta y os indicó que entrarais. Ahora quedaba claro que la habitación era en realidad otro almacén. En su interior estaban dos hombres (uno de ellos enchufado a un cibermodem, el mismo que había estado en el estudio de Frost la noche anterior) y otro que inmediatamente se levantó de una silla y os tendió la mano para saludaros.

- Brian Spetock - se presentó formalmente el ex-policía mientras tomaba la mano que le tendían y miraba a su alrededor - me citaron aquí para... para informarme cual será el objetivo - añadió sin ser demasiado específico

Tras mirar, curioso, al ciberconectado comentó - La... eh... compañía para la que trabajo me considera experto en extracciones, supongo que para eso estoy aquí - tras sonreir un momento aclaró - Por las dudas traje mi equipo -

Frost se quedo observando al tipo que habia sentado a su lado, parecia pertrechado para una excursion a los campos de combate de suramerica. Ademas olia a pasma que asustaba con todos aquellos grilletes y gadgets. A pesar de ello, y recordando las instrucciones de mamita de ser un ni;o educado el primer dia de cole asi que le tendio la mano mientras estaban esperando en las dos sillas.

Frost, supongo que vamos a trabajar juntos entonces. Parece que yo soy el otro monigote. -Mirando que solo habia dos sillas en la sala vacia a;adio- Dos, un grupo de extraccion demasiado peque;o para mi gusto.

Dicho esto se acomod'o de forma poco cortes en la silla y encendio un cigarrillo con un zippo tendiendole el paquete a Spetock.

Fumas?

Brian negó con la cabeza, mientras contestaba el saludo. Había conseguido abandonar el vicio y no quería volver a comenzar. Después de todo, el humo se olía desde lejos, y para quien prefería realizar sus tareas en absoluto sigilo, era una excelente posibilidad de ser descubierto

- No lo creo - contestó, seguro, ante el comentario de Frost - Generalmente lo hago solo. Más gente, más posibilidades de que a uno lo detecten - Encogiéndose de hombros añadió - Aunque quizás esta vez no es una extracción... o son dos misiones en paralelo, o... - finalmente se calló, Había caído en el mismo problema de siempre, adelantarse a los acontecimientos. Tratando de controlrse , finalizó su alocución - ... en fin, ya veremos para que nos llamaron -

Upper East Side, 09:10 (almacén)

Al menos la presentación básica estaba hecha. Conocíais el nombres y quedaba claro a qué os dedicabais dentro de Tallon. Tal vez tuvierais tiempo de conoceros mejor, o tal vez no os interesaba saber mucho más que los datos de la misión. Cada uno tenía sus motivos para estar allí, en un almacén de lo más normal.

El hombre que os tendía la mano para daros la bienvenida rondaba los cuarenta y pocos años y podía rivalizar en altura con vosotros, pero no en físico. Su aspecto era elegante y pulcro, y su mirada parecía serena.

- Buenos días caballeros... -dijo nada más levantarse. Luego saludó a cada uno tendiendo su mano- Señor Spetock... Señor Frost... Tomen asiento.

Os indicó con la mano dos sillas, las justas para los presentes. Si había un grupo estaba claro que de momento sólo érais vosotros dos. De inmediato os entregó una carpeta a cada uno que sacó de un maletín metalizado.

- Soy Patrick Díaz, coordinador de la misión de la que os informaré de inmediato -tomó asiento en el borde de la mesa y echó un vistazo rápido a la pantalla del tipo que estaba conectado a ella- Antes de nada éste trabajo tiene un plus de 5000 ed sobre el sueldo estándar.

Seguidamente pasó a abrir la carpeta e hizo un gesto para que le imitárais. En primer lugar aparecía una foto de una mujer y un niño; dando la vuelta a ésta los nombres de Lilian Korven y Raymond Korven estaban escritos con una caligrafía excelente.

- Éstos son Lilian y Raymond Korven, madre e hijo. Su misión es encontrarlos después de que desaparecieran en viaje realizado a la ciudad. Cuando nos percatamos de su ausencia visitamos a la hermana de Lilian: Susan Grahan. Pueden ver lo que ocurrió en las fotos siguientes.

El contenido de las siguientes imágenes era simple, y para vosotros que estabais acostumbrados a cosas por el estilo no os sorprendió. Tal vez era una pena que esas cosas ya no os impactaran... Las fotos estaban tomadas en distintas partes de un mismo piso; un hombre aparecía degollado en la cocina, una mujer apaleada hasta la muerte y atada a una silla y una chica de unos dieciséis años con un tiro en la cabeza. Cosas como aquellas no dejarían dormir a cualquiera, pero vosotros no erais "cualquiera".

- Desafortunadamente la policía llegó demasiado rápido para indagar en profundidad, y dado que Philip Grahan era un abogado del estado el caso tiene máxima prioridad para la policía. Es posible que haya algo que nos releve el paradero de Lilian y su hijo en la casa.

Unos papeles indicaban datos de importancia como dirección de la casa, ocupación de los familiares, llegada de Lilian y su hijo y cosas por el estilo.

- Se registró el hotel donde se hospedaban y no s encontró nada importante. De hecho parece que todas las pertenencias estaban ahí  -dijo sin darle demasiada importancia pues estaba claro que algo les había ocurrido- Seguro que habrán oído de la Compañía Zeneca. Se ocupa de campos similares a los nuestros, especialmente la Biogenética. Tras la desaparición la actividad de Zeneca en bolsa a sufrido unas fluctuaciones al alza, y eso unido al asesinato frustrado de un alto ejecutivo en Europa por parte de Zeneca nos pone sobreaviso.

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Brian se sentó y escuchó al ejecutivo mientras ojeaba la carpeta con interés. La mención a los 5000 ed le hizo esbozar una sonrisa y menear la cabeza, sabiendo que si la recompensa era tal, el riesgo sería, como poco monstruoso.

- Supongo que habrá que ir a ver la casa y el cuarto de hotel, pero... que tiene que ver Zeneca con esto? - preguntó sorprendido - Seguro que la desaparición y esas eh... fluctuaciones están relacionadas? Quizás se deben al trabajo de Philip como abogado - La pregunta real era quienes eran realmente los desaparecidos, pero después de un tiempo trabajando para Tallon el ex-policía había aprendido que había preguntas que era mejor ni intentar hacer.

Frost se quedó mirando al ejecutivo y las fotos de la pareja. Le acudían a la mente decenas de preguntas, que sabía que era mejor no hacer, se suponía que les diría lo que necesitasen saber y con tanta pasta seguro que el crio y la tipa debían ser importantes.

Que yo sepa el sabueso y yo somos expertos en "extracciones", no detectives de la compañía. Hay la seguridad de que los tenga Zeneca o solo habeis atado cabos con lo del ataque en Europa. -Dijo Frost mientras ojeaba a través de las gabas oscuras que no había tenido la educación de quitarse, miraba la carpeta por si había alguna otra información útil que no fuera la fotografía de la adorable parejita.-

¿Algo más por donde empezar? Para que habían venido a este agujero y lo más importante... ? ¿Que interés pueden tener en la tía esta, porque es tan valiosa?

Upper East Side, 09:15 (almacén)

El ejecutivo, o lo que fuera en realidad, asintió con la cabeza como si comprendiera que debía explicar cosas (o a menos lo que pudiera) Dejó la carpeta a un lado y se centró en vosotros.

- Vamos por partes... -hizo un breve alto como para ordenar las ideas- Han habido algunas deserciones en los últimos meses, como el caso de Pierre -miró a Spetock- Sí es cierto que desde hace tiempo sabemos que Zeneca está realizando movimientos demasiado peligrosos, y si tenemos en cuenta que la captura de uno de sus miembros tras el intento fallido de asesinato no es más que una confirmación. Obviamente...

- Señor... -interrumpió uno de los guardias al abrir la puerta- Michelle Varley -Patrick asintió y no pareció dar más importancia.

Una mujer morena de pelo corto y vestido sugerente entró en la habitación junto a un hombre asiático. El hombre que os hablaba les miró con brevedad y continúo. Por el contrario la mujer parecía algo sorprendida de la presencia de Patrick en la sala.

- Obviamente no es una seguridad pero es bueno estar preparado ante una Compañía que también tiene recursos. La cuestión es, caballeros, que sois los únicos con los que podemos contar en éste instante. Hemos movido ficha tras evaluar la situación y mee estoy encargando de ampliar el grupo de operaciones -volvió a coger la carpeta sobre la mesa- De momento investiguen la vivienda de la hermana de Lilian Korven, aunque algo me dice que el trabajo de su esposo es más un impedimento para nosotros que el verdadero motivo de lo sucedido.

Upper East Side, 09:15 (almacén)

Como siempre Kwan se mantenía en el segundo plano de las conversaciones. Su estilo era observar primero y reaccionar después, y aunque para muchos eso podía llevarle unos segundos para él se convertía en poco tiempo. Muchos años de entrenamiento lo habían convertido en un profesional de élite.

Ahora se centró en Spetock. Era la primera vez que lo veía en persona pese a que ya lo había visto en fotos. De momento no parecía más que alguien que miraba a otra persona por primera vez: con sana curiosidad.

Upper East Side, 09:15 (almacén)

Frost ya conocía a la mujer, y de hecho ya tenía una idea sobre ella en su mente. Pero para Brian de momento se limitó a reconocer su atractivo y su aspecto de seguridad, y frialdad. Ahora tocaba percibir el tono de aquel quien posee lo que quiere cuando quiere. Aquel era un tono d voz de acostumbrado a dar órdenes, pero parecía que ahora no estaba muy decidida que digamos.

- Pensé que vendría Mark, pero veo que han elegido a alguien más adecuado para ésta delicada situación -era interesante que ninguno de los dos se había saludado pese a que se encontraban ahora- Como siempre me mantengo como observadora y, de momento, es bueno que cada uno sepa lo que tiene que hacer... -sonrió mirando a los mercenarios- Por cierto Patrick, ¿y a quiénes has recurrido para completar el grupo? Ya había elgido a cuatro especialistas que operaban cerca de aquí.

La actitud de Patrick fue estoica al igual que su respuesta, que aunque en el fondo era contundente su forma de decirlo resultaba ambigua.

- Exactamente Michelle, mantente como observadora.

Frost se mantuvo callado mirando como los dos ejecutivos se medían el uno al otro. No pudo evitar una ancha sonrisa al ver el espectaculo de ambos bandos enfrentados. Como siempre Kwan se mantenía al marjen de todo, difícil saber por quien se decantaría, aunque quizá aquellos dos peleandose le podría reportar algún beneficio. Se mantuvo a la espera comodamente repantingandose en la silla como aquel que está observando una pelea de gallos hasta que se aseguró que el espectáculo había conluido.

Me encantan las reuniones familiares, son tan entrañables...

Tras hechar una mirada para ver la reacción de Spetock empezó de nuevo a preocuparse por el encarguito. ¿Sabemos en concreto que es lo que debemos buscar o solo vamos a dar palos de ciego a casa de la muerta?

Brian meneó la cabeza. El prefería las cosas claras. Una misión bien definida, un jefe, o jefa, asignado. Un trabajo establecido. Sin embargo las coas nunca terminaban siendo como uno quería.

Simplemente intentó olvidarse de la tensión existente entre los dos personajes y devolvió la mirada al oriental. Su frialdad lo delataba como un contendiente peligroso Espero no tener que enfrentarlo. Aunque, por más rápido que sea, un par de balazos serían suficientes para detenerlo se dijo antes de volver su vista a la carpeta y, en función de las palabras de Diaz buscar el dato

- Supongo que solo buscar pistas. A ver si sabemos donde se puede haber escondido la hermana - contestó a su nuevo compañero - Y ya veo que habrá algún policía de consigna. Supongo que lo podré dormir... no quiero tener, además, a la ley tras nosotros. Nunca es negocio - comentó mientras señalando con el dedo una hoja de la carpeta, leía la dirección

- Veremos que encontramos y volveremos... - aseguró tranquilo - Solo espero que haya más pistas que en el caso de Pierre... no me gustó nada que asesinaran a la asesina, es una forma demasiado burda de perder el rastro - completó en voz baja.

Con calma se levantó de la silla donde estaba con la carpeta en la mano y, mirando a Frost, preguntó - Tienes movilidad? Yo tengo el auto abajo -

Vale tío, tu conduces. -Dijo Frost en un tono que sera más propio de alguien dispuesto a irse una noche de juerga con un par de rameras que a un trabajo para la compañía. Parecía tener prisa por irse de aquella sala. No podía evitar lanzar miradas que iban de Varley a Kwan y vuelta. Se levantó aparentando tranquilidad con todos los músculos relajados, Frost se algró de llevar las gafas puestas, si el oriental era tan bueno leyendolos como lo había sido unos años antes uno de los dos no iba a salir vivo de la habitación.

Las otras preocupaciones de Frost hacían que no prestara la debida atención a lo que sucedía y aquello podía costarle la vida a él y com le habían adiestrado tambien al equipo. Antes de cometer algún fallo delante de los peces gordos decidió que era mejor largarse de una vez, poco más iban a sacar en claro.

¿Algo más? Lo suponía... -Dijo mirando a los dos ejecutivos- ¿Como nos ponemos en contacto?

Nos vemos mamita.

Upper East Side, 09:25 (almacén)

Si una víbora pudiera sonreír lo hubiera hecho como Michelle, y aunque estaba claro que mostrar una enemistad de forma tan clara no era lo mejor posiblemente lo hacía porque podía. Por otra parte el semblante de Díaz era como un libro cerrado del que sólo podíais sacar conclusiones por sus tapas. Unas tapas elegantes y educadas, pero que sin duda no estaba allí sólo por esas cualidades.

- Pierre... demasiado ambicioso y estúpido, pero el resultado era obvio. Cortaron el hilo a tiempo, Señor Spetock, pero eso no significa que no vayamos a encontrar el inicio -comentó- De momento vayan a la dirección de la hermana y al hotel -os dijo al tiempo que tendía la mano para recojer las carpetas- Por poco que encuentren será algo más que nada, y recuerden ser lo más discretos posibles.

Depositó las carpetas en el maletín de donde las había sacado y lo cerró.

- El número es el último que habéis recibido y es seguro durante cinco minutos cada hora en punto; y durante un minuto el resto. Resulta indiferente si llaman desde un móvil o cabina.

Después de aquello poc más había que decir, y no creíais que sería la última vez que tuviérais noticias de ellos. Pero ahora estábais solos y dispuestos a buscar alguna información aunque fuera a base de robar un bastón a un ciego.

La dirección de la hermana de Lilian está en West Hill Gardens. Realmente es una zona complicada porque tiene una muy buena seguridad, todo gracias a base de talones y gente con dinero y altos cargos. El hotel también está en la misma zona, a dos calles de distancia entre ambos puntos.

Mirad el mapa y una breve descripción en Las reglas de la calle

PD: decidme si me he dejado algún dato que ando malucha :(

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Edito: antes de continuar dejo un margen por si queréis decir/planear algo fuera de los ojos de la Compañía.

- Entendido - contestó el ex-policía mientras veía con pena como las carpetas de datos desaparecían en el maletín del ejecutivo - Nos contactaremos cuando sepamos algo - respondió mientras tomaba su mochila y se dirigía hacia la puerta del almacén.

Brian miró a su nuevo compañero y asintió con la cabeza - Bien, West Hills Gardens, supongo que allí será más importante el sigilo que el armamento... una lástima - se encogió de hombros sin parecer demasiado preocupado - supongo que dejaré la mayoría de mis cosas en el auto -

- Vamos yendo?... o necesitas pasar por algún lugar primero - preguntó mientras, se planteaba las alternativas - Por donde prefieres empezar... la vivienda o el hotel... supongo que en el hotel habrá más gente, pero no tengo problemas. Realmente, debemos ir a ambos sitios el orden no es importante -