Partida Rol por web

 Hacía un par de días que acababa de volver de San Francisco y Los Ángeles de dar una de sus conferencias sobre lo culto y la mitología, veía como cada vez la influencia de sus conferencias se hacía más notable posiblemente por que cada vez entre el público hubiera más personas relacionadas con Sombra de que lo relacionado con lo mundano, aunque siempre había algún interesado incondicional que no se perdía ninguna de sus charlas.

 Aunque las conferencias no reportaran grandes cantidades de dinero, servían para ver mundo y al menos para vivir con tranquilidad de poder pagar todos los meses el alquiler del hogar y las facturas del mismo. Esta vez su trabajo fue en casa, una conferencia en el New York Palace Hotel, una conferencia un tanto diferente, nunca antes había dado una conferencia en un hotel, y menos para las altas esferas de la sociedad, que poco o nada le interesaba sobre el misticismo o lo oculto.

 La lujosa decoración de la sala de conferencias distaba de las anteriores, aquí no había butacas gastadas, el escenario era bastante fuerte, no parecía que se fuera a romper a cada paso que se daba sobre él, y la iluminación era cómoda, no daba calor, ni fuerte y permitía ligeramente ver a las primeras filas de butacas, como se solía decir, todo un lujo.

Semanas atrás, cuando se había confirmado su presentación en el New York Palace Hotel, Elías comenzó a preparar algo diferente para la ocasión. No era tanto que le interesara hacer amigos y conocidos influyentes, era mas bien el reto de impresionar y hacer interesante el misticismo, incluso para un grupo de personas que se caracterizaban por el poco interés en el tema.

Y con este objetivo en mente, esta presentación la lleno de conceptos de negocios y teorías sociales de moda y mostró como, estos conceptos al parecer nuevos, tenían su origen en filosofías griegas o egipcias antiquísimas y escuelas de misterios herméticas que ya discutían, siglos atrás, cosas como: la viralidad de las ideas, metodologías del pensamiento casi idénticas al método científico, el vinculo de teorías arcanas con teorías de economía y tablas de inversión. Para terminar, Elías dio algunas aplicaciones practicas para mejorar la vida diaria a través de la practica y estudio de ciencias místicas.

-... Y es así, -Dice Elías como cierre-. Que las leyes que rigen el mundo moderno, y la disciplina que llamamos ciencia, ya sea que lo sepamos o no, han ido siempre precedidas por filosofías místicas de grandes hombres, olvidados por la historia y considerados mitos, pero cuyo conocimiento aun podemos encontrar, si es que lo buscamos. Gracias.

Los aplausos fueron realmente pocos, las luces de los móviles se habían estando encendiendo intermitentemente durante la convención, de este modo a algunos no les interesaba absolutamente de nada, habían sido mandados por sus jefes a aquella convención, otros sin embargo les había llamado ciertos aspectos y pusieron una atención mínima durante toda la charla, y sin embargo los más entusiasmados eran los que si habían ido a aquella convención por voluntad propia, ya fuera por curiosidad sobre el tema o porque buscaban ampliar sus conocimientos sobre el misticismo.

 El público poco a poco fue abandonando la sala una vez terminada la conferencia, algunos con más prisas que otros, ya fuera por las ansias de fumar, ir al baño, o por salir de allí a hacer su vida cotidiana y autómata. Entre tanto una de las mujeres de la primera fila, quién estuvo sonriendo cada vez que Elías pasaba la mirada por esa zona, seguía sentada en su asiento mirando a Elías, como si para ella no hubiera terminado la convención o el hecho de que todos estuvieran saliendo de la sala no le afectara, ni siquiera cruzaba la mirada con quién pasaba por delante, simple y llanamente la mantenía en él.

 Se trataba de una mujer madura, con el pelo bien arreglado de color azabache, sus ojos eran bastante llamativos siendo de un color azul claro, casi llegando a parecer helados, pero sin embargo mantenía un rastro afable, además de tener un atractivo físico considerado si se tiene en cuenta la madurez de aquella mujer. Llevaba un vestimenta formal, un traje de chaqueta femenino con camisa clara, y unos zapatos cómodos con una ligera elevación en la parte posterior.

 Se levantó de su asiento cuando todos los de su fila terminaron de salir para subirse lentamente hacia el escenario . - Señor Tremalion, Katherine Willow, relaciones públicas de Tisdale Enterprise. - Dijo a modo se saludo a la vez que se acercaba para estrechar su mano, si este quería. Desvió ligeramente su mirada hacia el público que aún seguía saliendo. - Quisiera hablar con usted sobre ciertos asuntos de la conferencia si fuera posible, claro. - Mostró una sonrisa afable haciendo un gesto con la mano hacia la salida lateral del escenario.

Definitivamente no era el resultado que esperaba. Había imaginado que al menos el publico se interesaría un poco mas. En fin, la paga era buena. Quien quiera que hubiera pagado por esta conferencia, había desperdiciado su dinero con este publico.

Estaba guardando mis cosas, preparándome para salir cuando la mujer de la primera fila, la bonita que había estado poniendo atención, comienza a subir con su mirada puesta en mi.

- Señor Tremalion, Katherine Willow, relaciones públicas de Tisdale Enterprise. Quisiera hablar con usted sobre ciertos asuntos de la conferencia si fuera posible, claro.

 Tenia que aceptar que aquello era una sorpresa.

-Desde luego. -dije terminando de guardar mis cosas y encaminándome a la salida del escenario con ella.

-

 Asintió con la cabeza acompañada de una sonrisa cuando Elías aceptó la invitación a hablar, esperó con paciencia a que él terminara de guardar sus cosas de la conferencia, manteniendo una postura recta y elegante, digna de una persona de su profesión.

 Una vez que Elías tuvo todo en orden comenzó a caminar hacia el lateral del escenario, apartó ligeramente la cortina del telón para que Elías pasara a la zona de bastidores, un lugar tranquilo, apartado, y en el cuál no hubo ningún operario ni ahora ni durante su discurso, únicamente estuvo el encargado de encender las luces, el cuál seguía se hacia evidente su presencia en el cuadro de luces al poder escuchar como los focos se apagaban, y como poco a poco la luz que entraba por la abertura del telón hacia los bastidores se hacia cada vez más ausente. La iluminación en el interior de la zona de bastidores era escasa pero lo suficiente como para ambos se pudieran ver a la perfección.

 Katherine busca algún interruptor de luz o algo similar para no estar en la penumbra. - Vaya por dios... - Comenta en voz baja al no encontrar nada en los alrededores. - Esperaba tener un par de minutos antes de que cortaran la luz. - Confesó mientras se daba la vuelta para encarar a Elías. - Bien, señor Tremalion, necesito su ayuda, le puede parecer extraño, e incluso inusual, y a la vez preocupante. - Hizo una ligera pausa. - Voy al grano. - Se dijo a sí misma. - Hace un par de semanas que no se nada de Seaven, no responde al teléfono y aún con mis contactos no logro encontrarlo, es como si se lo hubiera tragado la tierra, es por eso por lo que requiero de su ayuda. - Posiblemente aquello trajera consigo alguna que otra pregunta que estaría dispuesta a contestar si eran referentes a lo que le había traído hasta allí.

¿¡Seaven desaparecido. Que carajos!? Sin darme cuenta saco mi teléfono celular y miro la pantalla. ¿Cuando fue la ultima vez que hable con el? No podía recordarlo. Aun así, había que mantener la compostura, puede que solo estuviera en alguna de sus “aventuras”.

-¿Cual es su relación con Seaven, señorita Willow? ¿Y que tipo de ayuda necesita de mi?

 La luz del móvil de Elías iluminó ligeramente por un momento el espacio que se hallaba entre ambos. - No va a llamar. - Comentó al ver el gesto de Elías aunque quizás sólo fuera a mirar la hora, había removido cielo y tierra en buscarlo, no sabía cuantas llamadas le había hecho a su teléfono y lo que era más preocupante es que tampoco lo pudo rastrear.

 Escuchó la primera de las preguntas de Elías, posó la manos sobre su móvil y susurró algunas palabras arcanas, el móvil empezó a brillar como si te tratara de una antorcha, iluminando la zona hasta unos veinte pies de distancia. - Fui su pupila, por llamarlo de alguna forma, me ayudó a controlar la magia. - Comentó apartando la mano del móvil de Elías, al menos ahora tenían luz, aunque fuera luz mágica. - Necesito que investigue y lo encuentre. - Hizo una breve pausa. - Yo estoy atada al trabajo, si se lo pregunta, Sombra no da dinero para vivir en este mundo. Si encuentra algo de importancia podría tomar unos días de vacaciones para ayudarle, pero me temo que poco más puedo hacer. - Metió la mano en su bolso para sacar un pequeño billetero el cual tenía los talonarios. - Si hace falta le pagaré, sólo tiene que decir una cantidad razonable.

-Ya veo -Contesto al ver sus habilidades arcanas-. Yo también estudie bajo Seaven, supongo que lo sabe ya. Sin embargo, aun me falta mucho para dominar las artes místicas. No necesita decir mas, Seaven no era solo mi maestro sino también mi amigo. Dígame todo lo que sabe de su desaparición. En cuanto a lo del pago, con el dinero suficiente para cubrir mis gastos sera suficiente.

 Asintió a la palabras de Elías. - Me habló de ti, además de sus anteriores pupilos, y de como le ayudaste a acabar con aquél troll. No todo el mundo tiene ese valor para afrontar un reto semejante nada más conocer Sombra, la mayoría salen corriendo. - Sus palabras sonaron halagadoras, Seaven le contó esa historia un par de veces, aunque a cada vez la exageraba un poco más que la anterior, y resultaba un tanto confuso saber si la primera vez que le contó esa historia era la verdad al cien por cien, o ya había dejado volar su imaginación con esta.

 Sacó una pequeña carpeta de color beige de su bolso. - Eso es todo lo que tengo de él. - En el interior de la carpeta contenía información detallada de dónde se encontraba por última vez, así como las distintas zonas en donde tenía un piso franco para continuar con su caza de criaturas de Sombra. - Lo último que sé es que investigando algo Michigan o Wisconsin, porque estaba cambiando bastante de un estado a otro. - No podía dejar de estar preocupada, y eso se podía reflejar en su rostro. - Descubrió algo importante, al menos eso me dijo la última vez por teléfono, algo que tenía que investigar cuanto antes, y ni siquiera el resto de su equipo estaba con él. - Negó con la cabeza para pasar la mano por el pelo, en esos momento sentía impotencia, en no poder hacer nada por encontrarle, nada más que mandar a Elías a buscarlo.

-Ah claro, el incidente con el Troll. Fue una experiencia... interesante.

Tomo la carpeta y comienzo a hojearla mientras escucho a Katherine. Michigan y Wisconsin. ¿Que rayos puede haber en esos estados?

-Muy bien, señorita Willow, me pondré a ello inmediatamente -le digo mientras cierro la carpeta y la miro de nuevo-. Supongo que todo lo que necesito esta aquí -digo, levantando la carpeta-. ¿Hay algo mas que deba saber?

 Sonrió ligeramente al ver que le quitaba importancia a su halago, para entregarle la carpeta con las cosas que tenía de Seaven. Sacó del bolsillo de su chaqueta una tarjeta personal con su número de teléfono, aunque era la de Tisdale Enterprise, usaba el mismo teléfono para el trabajo y para su vida social. - Si lo que quiere es que le pague los gastos por buscarle necesitaría su número de cuenta bancaria para hacerle los ingresos oportunos. - Guardó el talonario en el mismo lugar de donde lo sacó. - También he de saber porque lugar empezará, cosas del transporte. ¿Avión, tren, autobús? - Nunca se sabía cuál era la predilección de cada persona, e incluso estaba la opción del coche propio aunque sería un viaje bastante largo para conducir por sí mismo.

-Deme unas horas para revisar esta información. -digo, refiriéndome a la carpeta-. Entonces le avisaré a donde iré primero.

Tomo su tarjeta y me la guardo. Y me despido con movimiento de cabeza. No podía esperar a llegar a mi departamento para revisar las notas de Seaven