La vida en Los Ángeles era aceptable, tanto su familia como sus amigos creían que era una pasante de arte y joyas, sin saber realmente como Sussy se ganaba la vida con el arte del sigilo y el robo, a veces incluso parecía que echaba de menos la voz de ese viejo que la había tratado como a su propia hija, de quién no tenía ninguna información desde que se marchara dejando tras de sí un colgante con forma de gato y una pequeña nota. Aquello fue todo lo que dejó, además del conocimiento impreso tanto en la mente como en los músculos de su pequeña pupila, esos movimientos con los que llevaba a cabo sus robos, con los que burlaba a los guardias y con los que podía salir de cualquier situación adversa que se viera si tenía que usarlos para escapar.
Para los humanos, Sussy era una mujer de estatura baja, quizás un poco más alta de lo que era real en ella, sin llegar a parecer una humana enana, sino más bien como una mujer de metro y medio. Aquella estatura le beneficiaba a la hora de entrar en los conductos o pasar desapercibida, pero por el contrario le costaba más cargar con pesos y las herramientas de gran tamaño se les hacia imposible de usar, sin embargo aquello no era un impedimento para que Sussy disfrutara de su trabajo.
Otra mañana sintiendo el calor del sol pasar por su ventana, mecer su mejilla con sus rayos, ya era de día, y el timbre de la casa comenzaba a sonar con un intervalo homogéneo entre sonido y sonido, había alguien esperando en la puerta de entrada en la casa, aunque Sussy no escuchó el sonido del telefonillo, quizás por que estuviera demasiado dormida.
Al acercarse a la puerta puede ver como se trata de el cartero de correo postal que viene a traerle un paquete personal, debía firmar en la PDA para recibir el paquete. Una vez con los tramites completados, le entregó el paquete, el paquete era normal a excepción de un pequeño dibujo de gato junto al nombre del destinatario. Por otro lado no era ni grande ni pequeño, su peso era bastante ligero.
Al abrirlo se puedo encontrar un CD en su respectiva caja protectora, en el cual se podía leer: "Watch me", aquello es todo lo que había en la caja.
El timbre de la entrada de casa me despertó, notaba el calor del sol entrando por la ventana ya era de día así que me levante para abrir la puerta, vestida con una camiseta de un equipo de futbol americano que al quedarme grande hacía las veces de traje, abrí la puerta al cartero aunque yo no es que fuera una sex-symbol tenía mi cosa, así que el hombre me miro algo fascinado. Cuando vi el paquete firme rápido y cerré la puerta rápido.
El paquete tenía un símbolo de un gato "¿Acaso podría ser de el, de Marcus?" Rápido abrí el envoltorio y el paquete el cd en su interior con unas palabras dejaban claro que quien fuera quería que viera lo que había en el CD, así que fui al ordenador y puse el CD, para ver lo que había en el, mientras el ordenador arrancaba me puse unos pantalones de estilo militar y unas zapatillas deportivas.
Después de eso me dirigí al ordenador, moví el ratón para clicar en la unidad de cd y ver aquello que venía en el paquete, lo cierto que no podía negar cierto nerviosismo casi ansiedad. Me puse los cascos para escuchar bien.
Vamos, vamos. Le decía al ordenador como si eso hiciera que fuera más rápido.
La unidad lectora empezó a leer el CD en cuanto fue introducido en esta, antes de poder seleccionar la unidad de CD un vídeo empezó a reproducirse automáticamente en el ordenador. La escena que aparecía en la pantalla era de poco agrado para Sussy, una habitación de piedra oscura, únicamente iluminada por el foco de la cámara mostraba a una persona encadenada al techo por los brazos, y al suelo por los pies, no era otro sino que el viejo Marcus, no tenía camisa, estaba más delgado de la última vez que lo había visto, posiblemente por estar allí encerrado, tenía alguna que otra herida cortante en su cuerpo, y moratones y cortes en la cara.
De pronto una voz distorsionada comenzaba a hablar en el vídeo. - Si quieres volver a ver con vida al viejo, solo tendrás que hacer una cosa a cambio de su vida. - Una mano salió a escena cogiendo la cara de Marcus por la mandíbula para mostrar su cara a la cámara. - En la Avenida Virginia con la veintidós en Santa Mónica, encontrarás más detalles al respecto, debajo de uno de las papeleras del lugar. Si llamas a la policía, lo mataré, Si creo que me la estas jugando, lo mataré. Si pasan cinco días sin noticias tuyas desde hoy, lo mataré. La elección es tuya, el viejo puede vivir o morir. Hasta más ver... gatita. - Una vez el vídeo termina el ordenador automáticamente se apaga, un ligero olor a quemado le llega a Sussy a su olfato, ese maldito cabrón le había quemado el ordenador.
El video me sorprendió atándome la última deportiva, cuando empezó me dio mala espina pero pronto esta sensación se tornó a miedo y furia "Es Marcus pero qué demonios hace así" Pronto el video me lo aclaro, al parecer el tipo había secuestrado a Marcus para que hiciera algo para él. "Pero ¿Porque no usar a Marcus? Era mejor con más experiencia yo apenas estoy empezando". Aunque algo me dio mala espina el final del video "Gatita eso solo me lo decía Marcus". Cuando estaba metida en esos pensamientos un olor a quemado me distrae
Cabron mi ordenador!!. Ya era tarde se había cargado el ordenador, perfecto encima esto. Me puse en pie comenzando andar por la habitación pensando en el video, pensando en que hacer "Policía ni de coña demasiadas explicaciones y seguramente los tendría controlado sino sobornados." Maldita sea tenía que tener noticias así del viejo. Tras un rato así tomo la cazadora y me dirijo a la puerta.
"Para que esperar lo odio veamos que se supone que debo hacer y de que va todo esto" Así que caminando voy al metro para ir a la dirección de la que hablaba el video, sin dejar de pensar en que andaría metido Marcus y en lo que yo misma acabaría metida. Una sensación de inquietud crecía en mi era inevitable después de lo visto.
Definitivamente el ordenador pasó a mejor vida, no se podía hacer nada por él, al igual que la prueba del disco también estaba quemada, ya no había nada que pudiera decir que Marcus estaba secuestrado por alguien y que pedía un trabajo a cambio de su liberación.
La dirección del video estaba en el otro lado de la ciudad, el metro de Los Ángeles era deficiente por no decir casi inexistente, aunque había sobre la mesa proyectos de ampliación de las líneas y la construcción de las nuevas líneas. Solo llegó a la mitad del recorrido después de estar metida una hora en el metro, y recorrer durante otra hora y media en bus hasta llegar a Santa Mónica, ya podría haber puesto el dichoso sobre más cerca de su casa, o incluso dejarlo en el buzón, aquello parecía otra broma. Por suerte al bajar del autobús vio que habia un Pizza Hut cerca, un poco más al sur siguiendo por Pico Blvd.
El parque contaba con un pequeño parking que daba salida a Pico Bvld, la zona que Sussy tenía que buscar era la del otro lado del parque. Después de recorrer unos doscientos metros, donde pudo ver que el parque contaba con bancos, papeleras de piedra, una cancha de baloncesto, una estructura de cemento y ladrillos que hacia de baño.
Había algunas madres con sus hijos en el otro extremo del parque cerca de una de las mesas, el lugar tenía dos o tres papeleras, por la zona entre Virgina Ave y la calle 22, incluso en la esquina estaba la delegación de vecinos de la zona.
Después de un par de minutos intentando averiguar en cual de la tres estaba, sin querer llamar demasiado la atención pudo darse cuenta de un pequeño saliente de un sobre anaranjado, de los cuales tenían pompas de seguridad en el interior para que los objetos no sufrieran daño, bajo una de las papeleras. Con mucho disimulo recogió el sobre y lo metió entre sus ropas, la cuestión ahora es donde iría a abrir el sobre.
Al final tenía el sobre, ahora debía buscar un lugar donde mirarlo, prefería un lugar público si alguien me seguía y quería hacer algo al menos tener una opción para escabullirme. Miraba alrededor "Quizás este paranoica, pero si han secuestrado a Marcus ¿Porque no a una criaja como yo?" Pensaba mientras disimuladamente miraba y andaba, decidí dirigirme a ese Pizza Hut, aparte podría comer algo, llevaba todo este tiempo sin comer, pese a mi peso tenía la facilidad de poder comer de todo así que comería un buen trozo de pizza.
Mientras volvía por mis pasos no podía dejar de pensar en Marcus "Maldita sea en que andarías metido" Palpe un poco el sobre por si tenía algo sólido como un teléfono o algo así, o podría ser solo un folio. El camino hasta el Pizza Hut fue algo más largo puesto que decidí tomar un camino alternativo por el que no pasara por lugares apartados, aparte de hacer un par de giros estúpidos, para confirmar que nadie me siguiera.
Durante el viaje al sitio que había seleccionado el pasillo no era muy amplio y estaba algo ocupado por gente y crios moviéndose montando ruido así que era un buen momento para sacar algo de dinero suelto, por lo que busque una presa fácil a la que levantarle la cartera, obviamente busque a un hombre o mujer que pareciera tener pasta y usar mi talento para hacer mi trabajo.
Cuando llego al Pizza Hut espero la cola para acabar pidiendo un trozo de Pizza Carbonara y una botella para beber. La que me atendió me dijo que podía sentarme que me lo llevarían, así que busque un sitio al final del restaurante era perfecto, me permitía ver la entrada y aparte estaba cerca de los lavabos y la salida de emergencia. Por lo que con calma y cuidado saque el sobre y comprobé su interior mientras esperaba, atenta que no se acercaran con la comida mientras manipulaba el sobre.
Por más que mirara hacia los lados o a su espalda todo el mundo seguía haciendo sus cosas, nadie la miraba, nadie estaba atento a ella, y nadie la seguía, el sobre tenía un peso medio, posiblemente apenas llegara al kilo o si llegaba estaba cerca de él. Al palpar el sobre se pudo dar cuenta de que si que tenía un teléfono móvil, además de otra cosa más y papeles, o al menos ese es el ruido que se pudo escuchar.
Después de dar tres o cuatro giros sin sentido por si alguien la seguí, y levantar la cartera a una mujer turista que visitaba Santa Mónica sin problema alguno, Sussana llegó hasta el Pizza Hut, donde pidió un trozo de porción, una botella y se fue al rincón ha observar si alguien iba tras ella, pero una vez más no había ningún indicio sobre la presencia de alguien que la siguiera.
Dentro del sobre había un teléfono móvil, un par de hojas que parecían ser unos planos de algún edificio, y a menos que lo sacara no iba a saber cual era, y un billete de avión hacia Chicago para dentro de cuatro días. La empleada del Pizza Hunt se acerco con la porción de pizza carbonara y la botella, además de unas servilletas. - Que aproveche. - Comentó la chica de forma agradable con una sonrisa en sus labios.
Una vez que la camarera se alejó lo suficiente, el teléfono empezó a sonar y vibrar, llamaba un número privado.
Gracias. Contesto educadamente a la camarera, justo cuando se marchaba el teléfono empezó a sonar, así que lo tome y conteste.
Diga. No quería ser borde o prepotente estando la vida de Marcus en juego así que sería lo más educada posible. ¿Que desea que haga?. No quería perder el tiempo mejor ir al grano y saber en qué me tendría que meter, de reojo controlaba a la gente mientras desenroscaba la botella de agua. Lo cierto que no podía evitar temer lo que me contestaría la persona al otro lado del teléfono, hasta lo que sabía ahora era, que sería en un edificio por los planos y posiblemente en Chicago, o si no lo que fuera debería llevarlo a Chicago en cuatro días. Por lo que no dispondría mucho tiempo para planear las acciones a tomar. El olor de la pizza al menos era agradable y mi estómago se hacía notar avisando que estaba vacío.
De nuevo aquella voz distorsionada se pronunciaba. - Buenos días señorita Brighton. - Comentaba la voz al otro lado del teléfono tomándose su tiempo, como si el tuviera todo el día para poder conversar, definitivamente el no tenía nada que perder. - Vaya, me gusta su disposición para el trabajo, lamentablemente el señor Markus no era apto para el trabajo, era digamos... - Hizo una breve pausa. - ...demasiado conocido. Este negocio es así, los viejos se retiran los nuevos le sustituyen, eso si antes no te coge la policía y te lleva a la nevera a pasar una temporada. - Hizo otra pausa. - Bien, señorita Brighton, tu objetivo esta en la 900 de Exposition Bvld, El museo de historia natura de Los Ángeles, dentro de un par de días se iniciará la exposición sobre el antiguo Egipto en una de las secciones del museo, como ya habrá visto tiene los planos del museo en ese sobre e incluso en este teléfono móvil, por si acaso se pierde por el museo. - Pareció que soltó una ligera risa la persona del teléfono. - Su objetivo es substraer un objeto de la tumba de la reina Nefertiiti, que se expondrá en el museo. El objeto también lo tiene detallado en uno de esos papeles, es sencillo, no es natural de la tumba, ni siquiera de la momia, con lo que substraerlo no será nada complicado, ni llamará la atención, si hace bien su trabajo. - De nuevo hacia otra pausa. - Cuando tenga el objeto debe ir a Chicago, en donde le daré más instrucciones. ¿Alguna pregunta, gatita?
Escucho con interés lo que dice la voz distorsionada, robar en un museo era algo serio, no era quitar una cartera o levantar unos relojes en una joyería. No podía negar que me sentía algo superada ahora mismo por el tema, no es algo que podría planear como me gustaba, tendría unos días para el tema y poco más. Tras unos segundos de tener estos tipos de pensamientos, me vuelvo a centrar en lo que tenía entre manos "Una mierda, eres capaz y lo sabes nena, asi que saca lo que tienes dentro" Me exijo.
Bueno tengo un par de cosas la primera quiero oír a Marcus para saber que es él y está bien. Además para lo que me pide necesitare algunas cosas y esas cosas costaran dinero cosa que hoy día no dispongo, así que si tanto desea esa cosa, necesitare algo de liquidez. Era cierto necesitaría algunas cosas si tenía que robar aquello en ese sitio. Ahora tras haber superado ese momento de pánico, no podía negar la sensación que tienes cuando te desafían a algo, excitación podría decirse, era un desafío aunque esta vez la vida de Marcus estaba en juego.
El silencio se hace por un momento en el teléfono después de la primera petición de Sussy. - Siento no poder complacerla, gatita. Marcus no esta disponible en este momento. Va a tener que hacer un acto de fe, si le interesa ver a Marcus, aunque la prueba ya la tuvo en su casa. - Dejo un momento por si Sussana tenía algo que replicarle. - De eso no tiene porqué preocuparse, el equipo le espera sobre la mesa del salón. Ganzúas, cuerda, linterna, un par de granadas de humo, su mascara correspondiente, navaja suiza, alicates, un cortador circular de cristal y un equipo de apertura de coches, por si la ocasión requiere que lo robe para escapar. ¿Necesita del supermercado algo más? - Comentó de manera un tanto graciosa, aunque la situación no tuviera nada de gracia para Sussana.
Lo cierto que ahora no se me ocurría que más podría necesitar para aquello, lo cierto que tenía que visitar el museo y hacerme una idea del lugar para planear el robo, podría ser algo no muy limpio, pero que debería ser efectivo. Aunque eso de no poder hablar con Marcus y tener que realizar un acto de fe, no era precisamente algo que me agradara mucho.
Está bien entendido, pues entonces nos veremos en Chicago, con eso que tanto quiere, pero no toque a Marcus. Le acabo por decir en tono serio y cuelgo "Entonces estaba decidido todo" Tome el sobre e introduje todo en el para llevarlo a casa. Al igual que el móvil lo metí con el mío en el bolsillo. Cuando acabe de comer la pizza, me fije en el ajetreo del bar para buscar un buen momento para darme el piro por la puerta de emergencia. Tras ello lo siguiente seria conseguir algo de pasta, así que iría al metro lo tomaría para ir a una zona de pijos empresarios a algún garito donde parasen y levantar algunas carteras.
Me dices que tiro para salir de la pizzeria, para ir a lo de las carteras.