Partida Rol por web

Roy, en la escena del bar que pido la comida, luego llega Erin Cromwell y pide lo mismo que "el muchacho"... se refiere a mi? xD Podrias preguntarselo o algo?
Por cierto... esta bien que aqui te ponga esto? >.<''

hola!!

las dudas en la escena de ceraciond e pjs porfavor

a mi tampoco me quedo claro a quien le decia
te voy a averiguar

Enrojecí un poco por la situación, claramente me había confundido.

-Errr... lo siento. Se me fué la cabeza. Con tanto barullo... ya sabes -digo agachando un poco la cabeza.

"Que verguenza... habré quedado como un tonto. Que no diga nada por favor..."

Estoy algo nervioso esperando que empiece la convención...

Lo cierto es que sentía que si seguía hablando me pondría en evidencia o diría alguna idiotez y ya no me tomarían en serio.

Estiro el brazo y cojo una copa de champagne. No era mi prototipo de bebida predilecta, pero tenía que reconocer que estaba exquisita.

-Brindemos por eso... y porque sigan ofreciendonos todo gratis después del primer día. -Digo riendome.

"Bueno, al menos hay gente simpática."

"Si suelto que és un estimulante a palo seco se va a malinterpretar... seguro."

-El té Darjeeling es reconocido como uno de los mejores tes negros que existen, pocos tes lo superan... claro que no soy un experto en té, solo se lo que puedo leer. Y el te verde y el té negro es la misma planta tratada de diferente forma... así que a grosso modo, además de diuréticos como ha dicho Rivas, es estimulante, como el café. El verde es algo más fuerte creo... pero bueno, no me gustan los típicos tes que se suelen consumir (manzanilla, poleo, etc), prefiero cosas más "sobrias"... -Dije esto con gran pasión, dejando de lado la verguenza que pudiera sentir.

De repente se hizo el silencio. No me refería a que tácitamente me bebería el "culin" de té y me iría corriendo... pero no supe como decirlo. Me bebí de un trago el resto, dejando un hilillo, como era costumbre (rara vez me bebía el fondo del vaso) mientras tenía mi mente en otra parte.

"¿Qué estará pensando? Puto silencio incómodo..."

-Bueno... creo que aquí llega el "hasta luego". Nos volveremos a ver. -Digo guiñando un ojo inocentemente-. Espero que al menos te haya gustado el té.

Me acerco a Rafael y al hombre barbudo y con un gesto en señal de disculpa por la interrupción.

Estaba algo nervioso... no sabía como se tomaría el que lo interrumpiera. Apenas habíamos hablado y no sabía si tenía alguna relación con la chica o algún sentimiento como para sentirse como si me "metiera en su territorio".

-Yo me voy ya...un gusto Dr. Rivas, espero volver a verlo pronto y conversar un poco más. -Digo extendiendo la mano para saludarlo de manera afable.

Hago un asentimiento en dirección al hombre de la larga barba (Heraclides) en señal de saludo y me marcho a la recepción.

Me acerco a otro de los recepcionistas para no molestar a Nuria que se la veía muy ajetreada mientras saco mi tarjeta de la habitación del bolsillo.

"Dios... que sueño tengo... necesito un rato a solas."

-Disculpe, soy Lev McKagan. Vengo a la convención de Paraíso. Necesito dormir un poco así que estaré en mi habitación. ¿Podrían avisarme cuando vaya a dar comienzo la convención o el primer acto público del día? Estoy en la habitación 111. Muchas gracias.

Me voy hacia el ascensor para ir a mi habitación.

LLegé a mi habitación. Era espaciosa y lujosa. Me tiré a la cama de cabeza. Era grande, mullida y tenía un tacto tan suave... parecía que flotara en las nubes. Ví, una vez giré la cabeza para respirar, que habían colocado mis maletas de manera impecable cerca de la puerta.

"Solo me falta un cálido cuerpo femenino al que besar y acariciar... y debería admitir que esto es realmente el "Paraíso". Para que luego digan que el dinero no da la felicidad..."

Ese era uno de mis vicios. Las mujeres. No las perseguía, no las agoviaba, simplemente las deseaba con todo mi ser. La gente cercana me podía llegar a considerar un depravado, con gustos "raros", agresivos y paranóicos... pero siempre controlandolos, y sobre todo "respeto" hacia las personas. Eran como las dos caras de la moneda. Ninguna tomaba el control total de mí, pero ambas coexistian en una relativa calma.

"¿No molestará nadie...?"

Me pregunté. Necesitaba relajarme y dormir, y nada mejor para ello que un rato "íntimo". Así que me levante, baje las persianas, dejando la habitación en la penumbra. Fuí al baño a por un poco de papel y me metí directamente debajo de las sábanas...

Al rato caigo dormido.