Al poco rato salgo de la ducha, me seco lo más que puedo, nunca me gustó usar secadora para el cabello; recojo mi ropa regada por la habitación y me enfundó en ella rápidamente. Una vez lista me acerco a él y le sonrío.
-Lista, tampoco te haría esperar mucho-sonrío feliz.
Yo la espero vestido sentado en la cama. Paso de darme una ducha, estoy tan emocionado que sería perder el tiempo.
Cuando sale y se viste, ya estoy de pie junto a la puerta listo para salir.
¿Vamos? Le digo mientras le saco la lengua.
Lo tomo de la mano y salgo caminando por el pasillo con él. No puedo dejar de sonreír, la verdad es que estoy feliz. Aunque será algo extraño, después de todo no es algo que esperaba.
-¿Qué color te gustaría?
Pregunto de camino a la tienda.
El que quieras cariño... por que de blanco... va a ser que no, ¿no? Le digo mientras caminamos y comienzo a reirme a carcajadas.