Partida Rol por web

Había llegado el momento. Por fin había conseguido alcanzar el gimnasio Control. Su entrenadora, Samina tenía fama por ser una gran maestra del tipo psíquico. Aquellos pokémon tenían unas capacidades telepáticas muy fuertes y los hacían tan misteriosos como increíbles. Al llegar a lo que sería el campo de batalla pudo ver una superficie de cemento, lisa pero sin ningún tipo de apariencia. Pero cuando tocó el campo con uno de sus pies sintió un fuerte y potente dolor de cabeza. Un campo psíquico rodeaba al campo y el aspirante no estaba preparado para tener contacto con él. Había que tener muy bien entrenada la mente para soportar esa presión.

Frente a él estaba Samina que le recibió al insatnte: Bienvenido. Mi nombre es Samina y soy la líder de este gimnasio. Por lo que veo esta es tu primera medalla. Así que el combate lo realizaremos de forma simple y sencilla. Ambos sacaremos un pokémon y ganará el que derrote antes a su rival. 

Ya te aviso que aunque me veas con esta apariencia tan delicada, no pienso andarme con contemplaciones y estoy dispuesta a derrotarte. La primera medalla es la más importante y no dejaré que la consigas sin hacer un gran esfuerzo. ¿Estás preparado? Le preguntó al aspirante justo cuando sacó a escena a su Claydol.

Había llegado finalmente al gimnasio Control después de una caminata que le pareció eterna, se sintió emocionado porque era el primer gimnasio que retaba desde que había llegado, avanzó con paso decidido al interior del gimnasio y se sorprendió bastante de como era por dentro. Esperaba bastante más de este gimnasio, al momento de dar un paso dentro del campo de batalla sintió un dolor en la cabeza.

-¿Qué rayos es este dolor?.- Dice más para él que para la líder que al escuchar lo que dice agarra su Pokebola y mira a su Gengar.- Vamos Gengod, hagamos nuestro mejor esfuerzo.- Habla con su Gengar antes de lanzarlo para así comenzar el combate.

-¡USA BOLA SOMBRA!.- Grita al momento de sacar a su pokemon.

Si Gengar tenía una especialidad era la de ser un pokémon con mucha fuerza y una gran velocidad. Algo a lo que Samina debía temer. Samina sabía que su Claydol tenía una gran defensa y que con un poco de suerte podría resistir el golpe y confiaba que si sobrevivía, podría encajar uno de sus ataques a Gengar que además de un pokémon fantasma también era venenoso por lo que le hacía débil ante sus movimientos. Vilke se había arriesgado yendo allí con un pokémon que sería débil contra la líder, pero por suerte la velocidad de su pokémon hizo que acabara con su rival de un golpe directo lanzándole una esfera de oscuridad absoluta.

Agggh! Pues al final no te lo he puesto tan díficil. Le dijo Samina sacando la medalla. Mi Claydol tiene mucha resistencia, pero es que tu Gengar es muy poderoso. Toma, dijo entregándole la medalla mando, te lo mereces.

Había llegado el momento. Por fin había conseguido alcanzar el gimnasio Control. Su entrenadora, Samina tenía fama por ser una gran maestra del tipo psíquico. Aquellos pokémon tenían unas capacidades telepáticas muy fuertes y los hacían tan misteriosos como increíbles. Al llegar a lo que sería el campo de batalla pudo ver una superficie de cemento, lisa pero sin ningún tipo de apariencia. Pero cuando tocó el campo con uno de sus pies sintió un fuerte y potente dolor de cabeza. Un campo psíquico rodeaba al campo y el aspirante no estaba preparado para tener contacto con él. Había que tener muy bien entrenada la mente para soportar esa presión.

Frente a él estaba Samina que le recibió al insatnte: Bienvenido. Mi nombre es Samina y soy la líder de este gimnasio. Por lo que veo esta es tu primera medalla. Así que el combate lo realizaremos de forma simple y sencilla. Ambos sacaremos un pokémon y ganará el que derrote antes a su rival. 

Ya te aviso que aunque me veas con esta apariencia tan delicada, no pienso andarme con contemplaciones y estoy dispuesta a derrotarte. La primera medalla es la más importante y no dejaré que la consigas sin hacer un gran esfuerzo. ¿Estás preparado? Le preguntó al aspirante justo cuando sacó a escena a su Claydol.

  - Bueno, el letrero de puntuación dice que solo serán dos puntos, pero aun así no me puedo sentir tranquilo- son las primeras palabras de Akamatsu una vez da su primer paso en el sitio, había algo en el aire, la melodía que se escuchaba por los pasillos... algo que no le permitía sentirse a gusto .... ¿ Sera otro de esos lideres ermitaños, como el señor Izzi ?.... fue lo que le paso por la mente del chico mientras caminaba.

Una vez por fin llego al cuadrilátero de cemento esa sensación de malestar aumento, ademas, en el centro de este se encontraba la líder del sitio ... que hermosa, se nota que es una mujer de clase.... aunque no tanto como mi mamá...., quien al notar la presencia del niño, empieza a caminar por el centro del sitio sin mostrar ningún tipo de malestar.

  - Mi-mi nombre es Akamatsu, encantado- responde a la bella dama, la cual por mas que sus palabras demostraban comprensión por la situación del pequeño, la presión mental que estaba provocando el terreno volvía la escena un tanto extraña- Si-si, yo sacare a mi compañero Usopp, mi mejor y única carta de triunfo.

    Lanzando la pokeball sobre las losas, Usopp sale, pero a diferencia del joven ninja pareciera que el malicioso pokemon no se inmutara por el escenario ... debe ser la parte siniestra que le da cierta resistencia...

   - Vamos con todo Usopp!!, Usa desarme!!!- y tal como dio la orden , el pokemon empieza a correr como una flecha para impactar contra simétrico pokemon como lo era ese Claydoll

A pesar del tamaño de Claydol fue más rápido que el pokémon de Akamatsu y cuando lo vio aparecer, Samina se lamentó. Vaya, un Shiftry. ¡Qué mala elección has tenido! ¿No te das cuenta que los líderes del gimnasio nos preocupamos de estudiar nuestras debilidades y entrenamos a nuestros pokémon para fortalecerles? Tu pokémon es de tipo siniestro, y al enfrentarte a un pokémon psíquico lo normal es que enseñe a mi pokémon movimientos de tipo hada, lucha o bicho. 

Encima es de tipo planta también. Bueno, Claydol, demuéstrale a Akamatsu que no tenía que habernos elegido a nosotros. Lo lamento.

¡Doble rayo!

De todos los ojos del pokémon salieron múltiples rayos que golpearon fuertemente al Shiftry. Los movimientos de tipo bicho eran su gran debilidad y ahí se había encontrado con la horma de su zapato. 

Lo siento, dijo Samina verdaderamente preocupada por el estado de su rival.

  Y como con el resto de enfrentamientos, este acabo antes de que  Usopp pudiera hacer nada, la velocidad de Claydoll y la cantidad de rayos que impactaron contra el maderoso pokemon ,había echo que nuevamente mordiera el polvo contra el pavimento.

Usopp, responde!!- el niño corre junto a su malherido compañero este golpe habia sido mucho mas fuerte que los anteriores, sin perder mas el tiempo lo mete en su pokeball, le da una escueta reverencia a la lider y sale corriendo directamente al centro Pokemon.

Había llegado el momento. Por fin había conseguido alcanzar el gimnasio Control. Su entrenadora, Samina tenía fama por ser una gran maestra del tipo psíquico. Aquellos pokémon tenían unas capacidades telepáticas muy fuertes y los hacían tan misteriosos como increíbles. Al llegar a lo que sería el campo de batalla pudo ver una superficie de cemento, lisa pero sin ningún tipo de apariencia. Pero cuando tocó el campo con uno de sus pies sintió un fuerte y potente dolor de cabeza. Un campo psíquico rodeaba al campo y el aspirante no estaba preparado para tener contacto con él. Había que tener muy bien entrenada la mente para soportar esa presión.

Frente a él estaba Samina que le recibió al insatnte: Bienvenido. Mi nombre es Samina y soy la líder de este gimnasio. Por lo que veo esta es tu primera medalla. Así que el combate lo realizaremos de forma simple y sencilla. Ambos sacaremos un pokémon y ganará el que derrote antes a su rival. 

Ya te aviso que aunque me veas con esta apariencia tan delicada, no pienso andarme con contemplaciones y estoy dispuesta a derrotarte. La primera medalla es la más importante y no dejaré que la consigas sin hacer un gran esfuerzo. ¿Estás preparado? Le preguntó al aspirante justo cuando sacó a escena a su Claydol.

Al escuchar las palabras de Samina no pudo evitar emocionarse. - Por supuesto, quiero que mi primera medalla me cueste sudor y lágrimas.- Echa la mirada a un lado, saca la pokeball y la lanza. - ¡Pero esta vez me llevaré la victoria! Adelante Hanzo.

- ¡Hanzo usa Bola Sombra!

Antes de que Samina pudiera dar la orden a su Claydol, Saito pidió a su Decidueye que lanzara una potente bola sombra sobre su rival. El pokémon estaba ya cansado de perder combate tras combate y la rabia con la que lanzó el golpe fue devastadora y Calydol fue incapaz de soportar el golpe.

Samina se quedó boquiabierta ante semejante golpe y tras sacar su pokéball para devolver a su pokémon, sacó la medalla Mando y se la tendió a Saito.

Vaya golpe más impresionante. Buah! Ni lo hemos visto venir. Tu pokémon es muy fuerte y por eso la medalla Mando es para ti. ¡Enhorabuena!

El joven entrenador no se podía creer lo que paso, el golpe de Hanzo fue tan potente que acabo con el rival de un golpe. Tras varios segundos reaccionó. Aun no se lo creía, hasta que no le entregó la medalla Samina no lo logró asimilar. - Hanzo, lo hemos conseguido... ¡Lo hemos conseguido!

Saito no sabía como expresar tanta felicidad, abrazo muy fuerte a su Pokemon y acto seguido fue hasta Samina otra vez. - Muchas gracias, es un honor que esta sea mi primera medalla. Adiós, espero que nos volvamos a ver.- Con una sonrisa de oreja a oreja salió del gimnasio en dirección al centro pokemon.

Había llegado el momento. Por fin había conseguido alcanzar el gimnasio Control. Su entrenadora, Samina tenía fama por ser una gran maestra del tipo psíquico. Aquellos pokémon tenían unas capacidades telepáticas muy fuertes y los hacían tan misteriosos como increíbles. Al llegar a lo que sería el campo de batalla pudo ver una superficie de cemento, lisa pero sin ningún tipo de apariencia. Pero cuando tocó el campo con uno de sus pies sintió un fuerte y potente dolor de cabeza. Un campo psíquico rodeaba al campo y el aspirante no estaba preparado para tener contacto con él. Había que tener muy bien entrenada la mente para soportar esa presión.

Frente a él estaba Samina que le recibió al insatnte: Bienvenido. Mi nombre es Samina y soy la líder de este gimnasio. Por lo que veo esta es tu primera medalla. Así que el combate lo realizaremos de forma simple y sencilla. Ambos sacaremos un pokémon y ganará el que derrote antes a su rival. 

Ya te aviso que aunque me veas con esta apariencia tan delicada, no pienso andarme con contemplaciones y estoy dispuesta a derrotarte. Vienes a por la tercera medalla y no dejaré que la consigas sin hacer un gran esfuerzo. ¿Estás preparado para un combate triple? Le preguntó al aspirante justo cuando sacaba a escena a su tres pokémon

En su isla no abundaban los pokemon tipo psíquico, de hecho cruzarse uno era tan poco común que era material de hazañas. Por eso cuando su pequeña eevee evolucionó en una espeon no podía creerlo. Lo primero que hicieron fue probar lo que podía hacer y cuando ambos se convencieron de que podían enfrentar cualquier cosa, era hora de una nueva medalla, y que mejor que enfrentar pokemons tipo psíquico?.

El campo sin embargo, lo decepcionó, al menos hasta que puso su pie adentro y cayó sentado como si le hubieran dado un martillazo. Sonrió ahora si sintiendo el entusiasmo recorrerlo, con esfuerzo se puso de pie frente a a entrenadora que lo recibía.

-A eso vengo - Lanzó sus pokebolas al aire y sus tres amigos salieron a escena - Frida no perdamos tiempo Sincrorruido!! Darwin usa Rayo sobre Rapidash, Shiro lanzallamas sobre Claydol!!

El combate triple daba comienzo y con él Samina estaba dispuesta a darlo todo. ¡Adelante! Le dijo a su fiel Rapidash que sabía que sería el primer pokémon en actuar. Acaba con ese pokémon que tienes delante de ti, acaba con Jolteon usando fuerza equina. 

Las patas de Rapidash golpearon al pokémon con fuerza tirándolo al suelo para después sacudirle con tanta fuerza que lo dejó gravemente herido.

Después sigue tú, Raichu, demuéstrale el poder de tus mofletes y vuela el campo psíquico para golpear a Charizard con tu hermoso rayo. Dicho y hecho, los carrillos del pokémon empezaron a cargarse y un potente rayo fue a parar sobre las alas de Charizard que lo dejaron terriblemente herido y fuera de combate.

Después, Arahel ordenó a su Jolteon realizar también un poderoso rayo contra Rapidash, pero al no ser débil a la electricidad, el pokémon hada fue capaz de aguantar estoicamente el golpe. Y entonces, Espeon empezó a vibrar sus orejas para emitir una frecuencia que tan solo Samina y sus pokémon pudieron oír. Además, el campo psíquico potenció aún más el daño causado y la líder del gimnasio cayó de rodillas al tiempo que se tapaba los oídos porque no aguantaba más. Rapidash cayó debilitada, pero sus otros dos pokémon aunque heridos, pudieron continuar con el combate.

¡Claydol! Gritó desesperada. ¡Acaba con Espeon y hazle que se calle! ¡Doble rayo, por favor! Pero aunque el rayo de Claydol golpeón al pokémon psíquico, éste aún no cayó debilitado por lo que aún no estaba nada decidido.

Arahel gruñó frustrado al ver a su Jolteon caer al suelo, pero su amigo se levantó dispuesto a seguir peleando. No pudo decir lo mismo de su Charizard que fue atacado con un rayo tan bestial que lo dejo inconsciente, rapidamente lo regreso a su pokebola poniendolo a salvo antes de dar su siguiente ataque. Frida les había dado una buena ventaja y había que aprovecharla.

-Frida ya los tenemos sincrorruido otra vez!! Darwin vozarrón!! - Gritó dando un paso al frente y tirando su cuerpo hacia delante hasta quedar justo antes de la linea del campo. Shiro estaba herido, pero no sería en vano. Iban a ganar esa medalla.

¡Raichu! ¡Acaba con todo esto de una vez! ¡Juégatelo a doble o nada! ¡Necesito que surfees una ola que dañe a todos tus oponentes, pues ese Espeon es demasiado fuerte y no sobreviréis a un nuevo ataque! ¡Demuestra de lo que eres capaz!

Luego se acercó a Claydol antes de que Raichu lanzara su ataque. Lo siento, amigo, pero ya sabes que es por el bien del combate.

Y tras aquellas palabras, el pokémon surfero invocó una enorme ola que golpeó a todos los pokémon que quedaban en combate.

A pesar del último ataque desesperado, Raichu no fue capaz de abatir a su rival más poderoso y Espeon repitió su ataque anterior eliminando al último pokémon que quedaba en pie.

Aaaagh! Gritó Samina que había perdido el combate. ¡Ha estado sumamente igualado! Y nunca antes había visto usar a nadie el movimiento Sincrorruido con tanta precisión. ¡Está claro que lo has entrenado bien! Con una sonrisa y tras devolver sus pokémon a su pokéball, se acercó a Arahel para tenderle su tercera medalla:

¡Enhorabuena, la medalla Mando es tuya!