Partida Rol por web

¡Serperior, será mejor que vuelvas! Gritó Millo temiendo el final de su pokémon. Te necesito para más tarde. Comentó apresurándose a lanzar la pokéball para recogerle. Con ese cambio, Millo había agotado todos los posibles para el combate y además había obligado a Ferrothorn, su nuevo pokémon a recibir el ataque de Galvántula. 

Jumpluff, dale duro a Volcarona y acaba con él de un impacto. Y efectivamente, el pokémon sobrevoló la zona haciendo multitud de cabriolas para terminar golpeando a Volcarona y dejándolo fuera de combate.

Después el Zumbido de Galvántula golpeó a Ferrothorn sin que este sintiera la más mínima preocupación por aquel golpe recibido.

Vamos Monarca! A la acción - dijo Azura dando una vuelta y liberando a su Venusaur - Marquesa usa Zumbido contra Ferrothorn y tú Monarca Bomba lodo contra Jumpluff - Azura se había puesto un poco nerviosa 

Azura acababa de cometer un error que probablemente le costase aquel combate. Había decidido sacar a Venusaur con la esperanza de que su habilidad clorofila le diera algo de ventaja, pero Jumpluff también la poseía y era un pokémon mucho más rápido que él. Además, su movimiento acróbata acabó de un solo golpe con el pokémon planta y lo dejó fuera de combate en un instante.

Azura acababa de perder dos pokémon seguidos y si Galvántula caía, habría perdido aquella oportunidad de hacerse con la medalla Rama. 

Después ordenó lanzar un nuevo zumbido sobre Ferrothorn, que en el turno anterior no había resultado muy efectivo. Después de aquello llegó el momento del pokémon acero, que introdujo sus raíces en el suelo para debilitar poco a poco la energía de galvántula y nutrirse de ella.

Azura en lugar de sacar a otro Pokémon decidió regresar a Galvantula a su pokeball - Me rindo, cometí un error y no es por alardear pero no es muy común, eres contra el primer líder de gimnasio contra el que pierdo - la chica solo asintió y sonrió - talvez en otro momento venga por la revancha, adiós.

 Milo suspiró profundamente en cuanto vio llegar al entrenador que tenía frente a él. El joven de pelo verde se hallaba sentado en un campo de hierba junto a una cesta y un mantel de cuadros, mirando a la puerta por la que acababa de entrar. En lo alto del gimnasio se podía ver un hermoso cielo azul con un potente sol que calentaba la piel de todos los presentes.

Bienvenido a mi gimnasio, mi nombre es Millo y este es el gimnasio Gres. Veo que ya tienes tres medallas, así que la Medalla Rama será la cuarta por la que optarás. Entendido. Dijo poniéndose en pie para prepararse para el combate. Lucharemos dos contra dos y el que derrote a tres pokémon vencerá. Dijo sonriente y con buen ánimo mientras se retiraba un pequeño palito de hierba seca. Después se agachó para tomar una botella de vino y servirse una copa para finalmente sacar un par de pokéballs y lanzarlas al aire. 

¡Bien, Whimsicott! ¡Demuestra a este entrenador de lo que tú eres capaz! ¡Tú, también, Serperior!

Chartreuse llegó al sitio admirando el paisaje arriba de ella, aunque limpió con su manga el sudor de su frente, producido por las altas temperaturas de tan intenso sol.

Por agradable que fuera el paisaje, la joven entrenadora no estaba ahí para ver el cielo, así que en cuanto vio al líder corrió al campo, lista para la batalla. Esta vez tenía que demostrar que era una aspirante que verdad podía convertirse en una campeona.

Miró curiosa como se servía una copa de vino previo a una batalla. ¿Sería ese el secreto para una buena batalla? Pensó en ese momento, pero luego negó con la cabeza. Vino o no, tenía que ganar.

-De acuerdo, entonces, empecemos. ¡Pancho, Laura, vamos! -La chica sacó al croagunk y al ludicolo de las pokebolas y los expuso al verde del campo con un ardiente clima-. Laura, vamos a darle una Sorpresa a ese Serperior. Y Pancho, con tanto calor no va a crecer este césped, ¡refréscalo con Danza Lluvia!

Toxicroak apareció justo en la espalda de Serperior sin que nadie fuera capaz de preveerlo. El pokémon planta se llevó tal sorpresa que no fue capaz de hacer nada más en ese momento. Mientras tanto, Whimsicott que se había visto potenciado por los rayos de luz del brillante sol que lucía en el campo de batalla preparó una pantalla para protegerse a él y a todos sus aliados. Pero Ludicolo, decidió empezar a ejecutar un baile de lo más divertido haciendo que el sol se viese ocultado por una imponente nube y justo después empezó a llover. 

Chartreuse tenía una mueca en el rostro siendo testigo de que aunque su estrategia con la toxicroak y la lluvia habían dado resultado, su oponente había convocado una pantalla protectora, la que la ponía en una situación difícil para los movimientos del ludicolo. -Buena estrategia, líder Milo, pero la lluvia nos dará la ventaja. Laura, sigue contra ese serperior, ¡Veneno X! -Señaló al pokemon serpiente, pero desviando la mirada hacia el ludicolo-. Y Pancho, también hiciste un buen trabajo, ahora quiero que apoyes a Laura, ¡haz Rayo hielo! -dijo la entrenadora con ímpetu, en su mente tratando de formular los siguientes movimientos de su rival.

Con el clima bajo control Ludicolo lanzó un potente rayo hielo sobre Serperior, aunque no lo suficiente como para derrotarle y todo gracias a la pantalla de luz que Whimsicott había creado para protegerles. Después de aquello, Serperior reflejó también el rayo hielo causándole el doble de daño a su creador dejándolo francamente herido. Mientras tanto, Toxicroak remataba a Serperior con un ataque venenoso y Whimsicott dejaba también fuera de juego a Ludicolo.

Ambos entrenadores habían derrotado a un pokémon del adversario y debían sacar al siguiente:

En el caso de Millo, quien sacó a escena fue un Jumpluff que le daba cierta ventaja sobre el Toxicroak rival. 

La joven entrenadora vio con gusto como el ágil ludicolo conectaba con el rayo hielo, sin embargo su expresión cambió a una diametralmente opuesta cuando vio que su propia ofensiva dejaba al ludicolo en una posición menos que favorecedora. -Pantalla de luz, Manto espejo, el líder está cubriendo a sus propio de refuerzos -dijo para ella misma mientras trataba de pensar la situación, pero tuvo poco tiempo para pensárselo, por que el whimsicott aprovechó su velocidad para dejar al ludicolo debilitado casi al mismo tiempo que el toxicroak lograba su propio gane.

Chartreuse se hizo con la pokebola y regresó al ludicolo a esta. -Bien hecho, Pancho. Confía en nosotros para el resto -Guardó la pokebola y sacó una diferente con la otra mano, lanzándola enseguida al campo, y revelando que se trataba de un lapras-. Laura, ese whimsicott ya hizo suficiente, ¡Veneno X! Y William, mantén al jumpluff ocupado, usa Liofilización. 

Millo se quedó muy sorprendido con aquel combate, pues Toxicroak lanzó un fuerte ataque venenoso que dejó fuera de juego a su Whimsicott de un solo golpe. Por suerte, Jumpluff logró reaccionar y descargó un ataque volador sobre él y como no lo vio venir también lo dejó fuera de juego de un solo golpe. 

Finalmente Lapras trató de congelar a Jumpluff y Millo se temió lo peor, pero por suerte, Whimsicott había creado una pantalla de luz que aún permanecía en el campo de batalla aunque él no estuviera ahí y logró evitar que el pokémon volador quedase fuera de juego al instante. 

Millo aún tenía una oportunidad con su cuarto pokémon, pero Chartreuse también pues Jumpluff estaba gravemente herida y si era capaz de ejecutar un movimiento rápido sería suficiente para vencer y conseguir la Medalla Rama.

¡Adelante Ferrothorn!

Una batalla de ingenio se desataba, y con tantos pokemon saliendo fuera del combate. Y justo cuando Chartreuse pensó que tenía todo de su parte para ganar, la pelea le enseñó a la entrenadora sobre estrategias por que la pantalla de luz todavía protegía a los pokemon rivales, como al Jumpluff, quien estuvo a punto de caer debilitada.

Chartreuse se encargó de darle un merecido descanso a la toxicroak. -Descansa, Laura. Esta será nuestra victoria. Se alzó con otra pokebola, de la cual salió el kingdra.

-William, sigue con tu esfuerzo, vamos, otra vez Liofilización, ¡Alonso, Foco Energía!
 

Chartreuse decidió sacar a combatir a su pokémon dragón pidiéndole que se concentrase para así poder ejecutar movimientos más dañinos más adelante. Después Jumpluff antes de sucumbir ante la liofilización de Lapras, logró lanzar una bomba germen sobre él y dejarlo en un estado bastante grave pero aún con suficiente fuerza para seguir combatiendo. 

Por último, Ferrothorn decidió continuar con una técnica de desgaste y decidió infectar a Kingdra con la esperanza de ir drenando lentamente sus energías.

-Buena esa, líder Millo -Reconoció Chartreuse viendo a los competidores en la batalla-. Pero somos dos contra uno, tenemos la ventaja -dijo la entrenadora sonriente, aunque en el fondo ni siquiera estaba segura de sus palabras-. William, lo hiciste muy bien, así que continúa con Liofilización -Apuntó al lapras con la mano para después caminar cerca del lado de donde se encontraba el kingdra, aunque todavía guardando su distancia, como cualquier entrenador durante una batalla. Miró por un momento al pokemon antes de volver la vista al frente-. Y tú, Alonso. El campo está llovido, estás concentrado, este es el momento que hemos estado esperando, ¡vamos con todo! ¡Usa Cascada! -Señaló con ímpetu al ferrothorn, sus esperanzas puestas en el siguiente ataque.

Millo había optado por la táctica del desgaste, y lo cierto era que Chartreuse aún tenía en pie a Kingdra y a un Lapras bastante debilitado. Ambos lanzaron sendos ataques sobre el pokémon cuya defensa era muy alta y más aún estando protegido todavía por la pantalla luz que Whimsicott lanzó al principio del combate. 

Después, Ferrothorn infectó también a Lapras, y aunque ambos pokémon lograron dañarle, las drenadoras recuperaron casi por completo la energía del pokémon de acero provocando que sus rivales hubiesen malgastado sus fuerzas prácticamente para nada.

Chartreuse se quedó con la boca abierta cuando vio que al final del último asalto, el ferrothorn se veía exactamente igual a como si no lo hubieran tocado. La situación no pintaba para nada bien. 

La entrenadora se rascó la cabeza, pensando en como esa pantalla de luz le estorbaba desde hace un rato, pero tendría que esfumarse en algún momento, lo cual le hizo reflexionar sobre su propia influencia en el campo, como la lluvia. 

-¡El agua, eso es! -Era una estrategia arriesgada y desesperada. Aún si funcionaba, no le aseguraba la victoria, sino solo una oportunidad para luchar por ella-. ¡Alonso, escucha! William está muy cansado, necesita refrescarse bien, ¡usa tu Cascada sobre él! -Tras esto, fue del lado del campo donde se encontraba el lapras-. William, esto también es importante. Todo este tiempo, la lluvia de Pancho ha estado mojando el campo, necesito que lo inundes con agua. Que las plantas queden tan aplastadas, que solo sobresalgan los charcos de lluvia -Chartreuse señaló al suelo en medio del campo, su expresión preocupada, pero también decidida-. ¡William, hazlo ahora, Salmuera!

Chartreuse había decidido ganar algo de tiempo y usar un ataque de agua sobre su propio pokémon para que Lapras absorbiese ese agua y se recuperase la vida. Después, Kingdra lanzó otro ataque de agua para inundar el campo de hierba y hacerlo más pantanoso. Y entonces, Ferrothorn echó raíces impidiendo ahora que Millo lo cambiase y recuperando definitivamente toda su energía.

Después, el día se despejó y ya no llovía y la barrera de luz que se había lanzado al principio había quedado totalmente disipada.

Chartreuse sonrió de medio lado al ver como el terreno se tornaba pantanoso, y el lapras recuperaba algo de vigor. Aunque no se vio así de contenta con el como el Ferrothorn parecía sanar sus heridas, incluso más de lo que era dañado, tomando en cuenta todo lo sucedido. Aún con eso, ya no podía dar marcha atrás, así que decidió seguir adelante.

-Como los que se hunden en los pantanos, ese ferrothorn ha jugado mucho a la defensiva sin saber que está parado sobre arena movediza -dijo la chica con confianza-. Vamos a trabajar duro en el siguiente ataque. ¡William, de nuevo con Liofilización! Alonso, has tu mejor esfuerzo, ¡Cascada!

Ni uniendo las fuerzas de Lapras y Kingra podían con la resistencia de Ferrothorn. Ambos pokémon lanzaron sus ataques sobre él sin llegar a causarle un gran daño. Después, Millo contraatacó con un fuerte latigazo que dejó fuera de combate a Kingdra. Quizá Chartreuse se había pensado que Ferrothorn no poseía ningún ataque agresivo, y más después de haber visto la estrategia que tenía. Pero si lo había pensado, se había equivocado y había logrado derrotar al dragón de la aspirante.

Después las drenadoras hicieron el resto, recuperando a Ferrothorn y dejaron en un lamentable estado a Lapras.

Ni tus dos pokémon juntos han podido con mi Ferrothorn, le dijo tenuemente, será mejor que te rindas, no veo necesidad de seguir forzando a tu Lapras.

Chartreuse había apostado todo por una estrategia arriesgada, y lo qeu sucede cuando hay un gran riesgo, también hay una gran probabilidad de que todo salga mal. Y ahora era algo que le tocó vivir en carne propia. Ese ferrothorn no era un pokemon, sino un objeto inamovible, y la fuerza de las olas de la entrenadora cada segundo perdían más fuerza. 

Con expresión preocupada, Chartreuse siguió el consejo del líder de Gimnasio y regresó al lapras a la pokebola. Tras esto, vio tanto a la pokebola del kindgra como del lapras. -Hicieron su mejor esfuerzo, y no podría estar más contenta por eso -Guardó a las pokebolas y entonces extendió su puño hacia la dirección en donde se encontraba el ganador de la batalla-. Ambos hicimos una gran estrategia, pero la tuya fue mejor. Así que gracias por un gran combate -dijo Chartreuse sonriente antes de abandonar el gimnasio.