Partida Rol por web

Saber que se iba a enfrentar a la agente Mara era algo que imponía al joven Tarako. Había sido una agente de la ley y eso era de admirar, sin duda debía ser una mujer fuerte y combativa.

Hola. Respondió el joven pelirrojo. Y sin tiempo a decir nada mas se vio sorprendido por los dos besos de la agente. El muchacho se ruborizó y no fue capaz de articular palabra, aunque al menos pudo entender lo que la agente le explicó.

El campo de batalla era básico. No era lo normal en este reto y eso tranquilizó un poco a Tarako, pues no iba a tener que remar a contracorriente de primeras. Agarró su pokeball y la lanzó al campo de batalla. ¡Adelante Chubby!

Gengar era un arma de doble filo por el tipo siniestro de Scarfty, sim embargo, también era su mejor opción para acabar con él. Tenía que confiar en sus posibilidades. 

¡Chubby! ¡Brillo mágico! El chico dio la orden y Gengar sonrió maliciosamente.

Scrafty era un pokémon muy lento y más aún si se comparaba con Gengar pero poseía una gran resistencia poco habitual en los pokémon de tipo lucha aunque no fue suficiente para frenar el brillo mágico de su rival. Por suerte, lo que sí que lo frenó fue la banda focus con la que Mara había equipado a su pokémon y eso hizo que aguantara el golpe que apunto había estado de dejarlo fuera de combate. ¡Bien hecho, Scar! ¡Ya sé que estás agotado, pero intentar acabar ahora tú con el usando triturar! El pokémon siniestro dio un salto gigante con sus mandíbulas por delante con la intención de acabar con Gengar, tal y como su entrenadora se lo había pedido.

Tarako cruzó los dedos confiando en que la cinta focus que Gengar llevaba se activase, pero no fue así y el pokémon fantasma cayó al suelo fuera de combate. 

Scrafty se giró hacia Mara para darla un fuerte abrazo. ¡Había derrotado a Gengar y eso le había subido la autoestima!

El joven pelirrojo no contaba con esa artimaña de su rival, pero era el alto mando, ¿qué esperaba? Al ver a Gengar caer no pudo evitar sonreír. Sois buenos. Dijo el joven devolviendo a Chubby a su pokéball.

Otra vez la batalla estaba en su contra y otra vez decidía volver a apostar por Ptero. Tarako agarró la pokéball de su Aerodactyl y la lanzó al campo de batalla.

El pokémon de Mara estaba en las últimas, pero no sabía que más sorpresas podían ocultar. Tarako ordenó atacar espectante. ¡Ptero! ¡Golpe Aéreo!

Aerodactyl era mucho más rápido de lo que Scrafty se podía permitir y el golpe aéreo lo dejó fuera de combate casi de un soplido. ¡Ya sabía que no ibas a aguantar más! Le dijo Mara a su pokémon siniestro al tiempo que lo devolvía a la pokéball y después le daba un beso.

Después buscó la siguiente. Ese era el pokémon que tenía que derrotar a Ptero, un pokémon fuerte y rápido y con la capacidad de Mega Evolucionar.

Así que, si la cosa iba a ir de Megas, era el momento de sacar a combatir a su Gallade.

¡Vamos, querido! ¡Confío en ti! ¡Megaevoluciona! Le dijo a su Gallade:

¡Bien Ptero así se hace! Felicitó Tarako a su pokémon. Era un alivio haberse librado de Scrafty, pero sin duda lo que venía ahora era mucho peor. Iban a tener que sacar todo lo que tenían.

Ver un Megagallade no era algo que se viera todos los días, mucho menos enfrentarse a él. El joven pelirrojo ofreció a Mara la mayor de sus sonrisas. Esto va a ser muy interesante.

Mega contra mega. Pensó el muchacho justo antes de dar la orden a Aerodactyl. ¡Ptero megaevoluciona y golpe aéreo de nuevo! No era el ataque más potente del pokémon, pero si el más fiable y el que más podía dañar a su rival, ahora quedaba la duda de si Ptero sería más rápido y si ese ataque sería suficiente. Tarako estaba muy emocionado con el combate.

El combate estaba llegando a su fin. Si los movimientos eran suficientemente fuertes, puede que se resolviera todo en aquel asalto y lo más importante sería la velocidad de cada uno de los pokémon. Aerodactyl era uno de los pokémon más rápidos del tipo roca y eso Mara lo sabía. No llegabas a líder del alto mando si no tenías ese tipo de conocimientos, y por eso sacó a Gallade, que además de megaevolucionar también era muy veloz y era bastante probable que fuera el único capaz de enfrentarse al de Tarako.

Mara dio la orden clara y concisa, si encajaba el golpe, muy probablemente sería devastadora:

¡Drena toda su energía, M-Gallade! Le comentó inspirada

Aunque finalmente M-aerodactyl se adelantó, quizá la líder no se esperaba que el pokémon de Tarako también fuese capaz de evolucionar, y el golpe aéreo, aunque no fuera el golpe más brutal de todos, fue suficiente para acabar con M-Gallade que no poseía una defensa muy potente.

Aquello fue suficiente para hacer perder a la líder Mara.

¡Enhorabuena! Aplaudió Mara mientras sacaba el trofeo Ley. ¡Acabas de derrotar al primer líder del alto mando! Y eso se merece este trofeo:

La ex-agente se acercó hasta él y le tendió un trofeo de apariencia dorada con el símbolo del equivalente a la medalla ley.

Tarako felicitó a Ptero cuando con un soberbio golpe aéreo se impuso al Megagallade de la agente Mara. ¡Si! ¡Así se hace! Gritó sonriente acercándose a su pokémon corriendo. Pedazo de combate amigo. Se fundió en un abrazo con el dinosaurio volador, que mientras volvió a su forma original. 

Tras devolver a Aerodactyl a su pokéball, Mara se acercó al chico con su nuevo trofeo. Este lo recogió sonriente. Su sonrisa brillaba resplandeciente y brillaba tanto con el metal del trofeo. Gracias. Respondió Tarako a la agente. Ha sido un combate genial, su Scrafty me ha puesto en serios problemas. 

El muchacho pelirrojo se despidió agitando la mano y con una gran sonrisa. Había dado el primer paso para derrotar al alto mando y eso le hacía estar muy orgulloso.