Partida Rol por web

El Gimnasio Lirio se encontraba en Ciudad Caolín. Llegar hasta allí no suponía ninguna dificultad y encontrarlo aún menos. El edificio donde se albergaba estaba pintado en dos colores, blanco y negro, y en su puerta había dos majestuosas estatuas que representan a Reshiram y a Zekron. 

Al colocarse junto a la boca de uno de los dos dragones, una de las plataformas que hay en su espalda desciende para que el aspirante pueda subirse con el fin de ascender a la parte superior del edificio donde se alberga Iris, la líder del gimnasio. 

La planta superior está decorada con gran cantidad de estatuas, todas ellas de dragones, algunos ya extinguidos. Aquella sala era digna de pertenecer a uno de los grandes museos del mundo Pokémon, por lo que resultaba un gran atractivo para aspirantes y visitantes.

Aquellos que quisieran retar a su líder, tendrían que atravesar la sala y llegar hasta una enorme puerta de piedra. Tras ella se encontraba una chica de cabello azulado vestida con un abrigo de piel sintética rosada.

Me alegro de verte. Sonrió al aspirante. Bienvenido al gimnasio Lirio, yo soy Iris, la líder del tipo dragón y como bien sabrás se trata de uno de los tipos más poderosos. Hasta el descubrimiento del tipo hada eran prácticamente invencibles y entrenarlos no es una tarea sencilla. Nuestros pokémon son muy débiles contra las hadas y los tipo hielo, pero nos hemos entrenado bien para que eso no nos suponga una desventaja. Vas a ver de lo que son capaces mis dragones. ¿Estás preparado?

Por lo que veo, tan solo posees una medalla. Así que vamos a realizar un combate doble. Si los derrotas, la medalla Lirio será tuya. ¿Entendido?

¡Adelante, Haxorus y Kommo-o!

Ese lugar era como un sueño para un amante de los dragones como Sylver. Se entretuvo observando las estatuas de pokemon dragón que habia allí de camino al campo de batalla. El joven entrenador se sentia algo nervioso, puesto que no sabia con que majestuosos pokemon se iba a enfrentar. Pero sosspechaba que iba a ser algo epico. 

Abrió las puertas y la lider, Iris, se presentó.

- Mi nombre es Sylver, y llevaba desde niño deseando venir a este gimnasio. Tambien adoro a los Pokemon Dragón. 

- Vamos a demostrar de que pasta estamos hechos, Dracarys, Metagross! 

- Dracarys, Garra dragón a Haxorus! Metagross, Puño hielo a Kommo-o!

El combate dio comienzo en cuanto Sylver dio la orden. Era impresionante ver cómo dos pokémon tan grandes se movían a esa velocidad. Nadie fue capaz de imaginarse que Salamence golpeara con tanta fuerza y precisión y su garra impactó de lleno sobre Haxorus dejándolo totalmente inconsciente al instante.

Iris no tuvo tiempo de reaccionar cuando el Metagross ya estaba atacando con su puño de hielo. Pero Kommo-o era más resistente que Haxorus y pudo aguantar el golpe. 

Haxorus vio caer a su compañero e Iris supo lo que ordenarle al momento. ¡Kommo-o devuélvele el daño que nos ha hecho con tu potente enfado, demuéstrale lo fuerte que somos! Y según dijo aquellas palabras, Kommo-o salió disparado sin un objetivo claro para terminar impactando en el dragón del equipo del aspirante. Aquel impacto fue devastador y dejó el combate prácticamente igualado. Ambos entrenadores habían perdido un pokémon, aunque lo cierto es que Metagross era más rápido y que Kommo-o ya estaba herido. No había dudas sobre cómo terminaría el combate, pero Iris no estaba por la labor de rendirse y aún menos de entregar la medalla Leyenda en el primer combate en el que participaba.

Sylver hizo un gesto de dolor al ver como su querido Salamance caia ante la furia de Kommo-o. Viendo que este se habia quedado tocado por el puño hielo de Metagross decidió que era hora de terminar. Kommo-o era duro, pero Sylver estaba seguro de que no aguantaria otro golpe como ese. 

- Hora de la venganza... Metagross, rematalo con Puño Hielo! - Le gritó el joven aspirante. Odiaba ver perder a Dragones, pero precisamente por esa razón habia buscado un pokemon que pudiera presentarles batalla con opciones de ganar. 

Con Salamence y Haxorus fuera de combate, todo había quedado reducido a un "uno contra uno".  Y el broche final lo pondría aquel pokémon que fuera más rápido. 

El ganador fue Metagross que a pesar de que no era un pokémon especialmente rápido, lo era más que Kommo-o. Por eso encajó uno de sus fuertes puñetazos de hielo sobre el dragón dejándolo congelado al momento.

Iris se lamentó al ver el resultado final, pero después no pudo evitar sonreír. ¡Enhorabuena, te lo mereces! Has ganado tu segunda medalla. ¡La medalla Leyenda!

- Gracias maestra! Es un honor viniendo de ti. - Le dijo Sylver con un saludo. Recogió a sus pokemon, lamentandolo mucho por Salamance, y recogió la medalla para ponersela en la solapa. Se sentia muy orgulloso de ella. 

Se marchó a buscar su proximo logro. 

El Gimnasio Lirio se encontraba en Ciudad Caolín. Llegar hasta allí no suponía ninguna dificultad y encontrarlo aún menos. El edificio donde se albergaba estaba pintado en dos colores, blanco y negro, y en su puerta había dos majestuosas estatuas que representan a Reshiram y a Zekron. 

Al colocarse junto a la boca de uno de los dos dragones, una de las plataformas que hay en su espalda desciende para que el aspirante pueda subirse con el fin de ascender a la parte superior del edificio donde se alberga Iris, la líder del gimnasio. 

La planta superior está decorada con gran cantidad de estatuas, todas ellas de dragones, algunos ya extinguidos. Aquella sala era digna de pertenecer a uno de los grandes museos del mundo Pokémon, por lo que resultaba un gran atractivo para aspirantes y visitantes.

Aquellos que quisieran retar a su líder, tendrían que atravesar la sala y llegar hasta una enorme puerta de piedra. Tras ella se encontraba una chica de cabello azulado vestida con un abrigo de piel sintética rosada.

Me alegro de verte. Sonrió al aspirante. Bienvenida al gimnasio Lirio, yo soy Iris, la líder del tipo dragón y como bien sabrás se trata de uno de los tipos más poderosos. Hasta el descubrimiento del tipo hada eran prácticamente invencibles y entrenarlos no es una tarea sencilla. Nuestros pokémon son muy débiles contra las hadas y los tipo hielo, pero nos hemos entrenado bien para que eso no nos suponga una desventaja. Vas a ver de lo que son capaces mis dragones. ¿Estás preparada?

Por lo que veo, aún no posees ninguna medalla. Así que vamos a realizar un combate al mejor de uno. Si derrotas a mi pokémon, la medalla Lirio será tuya. ¿Entendido?

¡Adelante, Haxorus!

Mientras sus pasos resonaban por todo el largo pasillo, los nervios de Tea se sentían a flor de piel, presas de las ansias que el primer combate suponía.

La experiencia de la entrenadora, si bien nula en el campo de batalla oficial, se extendía a la teoría, misma que la llevó a elegir el reto donde más ventaja creía poseer para tratar de impulsar sus primeros pasos, no obstante la joven también poseía la certeza de que ello no sería fácil del todo, al fin y al cabo gimnasio, el lugar donde estaba por luchar no podría ser tal si cualquiera pudiese pasar con una simple ventaja de tipo...¿verdad?

Fuera de ello la decoración del sitio, su porte así como la historia que reflejaba, bien podrían ser suficiente motivo para causar maravilla a la par que intimidación desde la perspectiva de observadores noveles, muestra de tal majestuosidad salvaje que solo podía compararse bien con las criaturas que en suposición tenían su reino allí.

— No por nada los dragones son bestias temidas a lo largo de todo el mundo, muchos de ellos incluso dignos de leyendas a su alrededor... — reflejando inusitado brillo en sus ojos respondió a la cabeza del gimnasio, aquella que tan amable recibimiento le ofreció — Es un honor y un gusto para mi haber podido llegar hasta ti, y no, no tengo ninguna medalla aún, así que el que hayas aceptado mi reto significa mucho... — animada le sonrió, más luego de la breve explicación sobre las particularidades del combate, cuando el enorme reptil con mandíbulas como hachas emergió glorioso, un breve temblor se apoderó de la humanidad de la retadora.

Carecía de miedo, si eso es posible, embriagada a cambio de euforia y determinación, así que no tardó en llamar al campo a su propia compañera. Tomando la pokebola correspondiente, Tea susurró:

— Adelante Selene, es hora de la verdad... —

Acto seguido lanzó el dispositivo de captura y almacenaje, finalmente liberando al hada que a pesar de sus rasgos tiernos poseía una expresión tan aguerrida como la de su compañera humana. Presumiendo una gran cantidad de tiempo juntas, la pokémon además pareció anticiparse por instantes a lo que seguía, asumiendo una postura de preparación...

— ¡Digamos "hola" con un disparo de Fuerza Lunar! —

Y es que, sin ánimos de mentir, llevaban ya tiempo practicando el momento, más la discutible cursilería fue relegada cuando de las pequeñas e inhumanas manos de la criatura se generó rauda y hasta cierto punto agresiva una acumulación de luces color granate, estelas de brillo similar al presente en un caluroso cielo nocturno que en instantes tomó la forma del ataque: un disparo dirigido hacia el dragón de Teselia con toda la intención de hacer patente la ofensiva...

Iris no se sorprendió en absoluto cuando vio salir a Clefable de la pokéball. Estaba acostumbrada a que llegaran entrenadores de todo tipo, pero especialmente solían venir los que se especializaban en pokémon de tipo hada y hielo y contra ellos tenía un claro as en la manga.

Ya sabes que no tienes por qué preocuparte. Te enseñé a usar demolición para casos como éste. Así que, ¡acaba con él! 

El pokémon dragón de Iris dio un amplio salto para golpear con la palma abierta sobre el rosado cuerpo de Clefable. El impacto fue devastador pero Clefable tenía muy buena salud y logró aguantar. Instantes después, Tea le ordenó lanzar una hermosa y potente esfera granate que impacto de lleno sobre Haxorus.

El dragón no fue capaz de sobrevivir a tal impacto e Iris se llevó las manos a la boca preocupada por el estado de su compañero. ¡Haxorus, estás bien! Le gritó al tiempo que salía corriendo a comprobar su estado. Toma. Dijo lanzándole a Tea la medalla del tipo dragón, la medalla Leyenda es tuya. ¡Te lo has ganado!

El Gimnasio Lirio se encontraba en Ciudad Caolín. Llegar hasta allí no suponía ninguna dificultad y encontrarlo aún menos. El edificio donde se albergaba estaba pintado en dos colores, blanco y negro, y en su puerta había dos majestuosas estatuas que representan a Reshiram y a Zekron. 

Al colocarse junto a la boca de uno de los dos dragones, una de las plataformas que hay en su espalda desciende para que el aspirante pueda subirse con el fin de ascender a la parte superior del edificio donde se alberga Iris, la líder del gimnasio. 

La planta superior está decorada con gran cantidad de estatuas, todas ellas de dragones, algunos ya extinguidos. Aquella sala era digna de pertenecer a uno de los grandes museos del mundo Pokémon, por lo que resultaba un gran atractivo para aspirantes y visitantes.

Aquellos que quisieran retar a su líder, tendrían que atravesar la sala y llegar hasta una enorme puerta de piedra. Tras ella se encontraba una chica de cabello azulado vestida con un abrigo de piel sintética rosada.

Me alegro de verte. Sonrió al aspirante. Bienvenido al gimnasio Lirio, yo soy Iris, la líder del tipo dragón y como bien sabrás se trata de uno de los tipos más poderosos. Hasta el descubrimiento del tipo hada eran prácticamente invencibles y entrenarlos no es una tarea sencilla. Nuestros pokémon son muy débiles contra las hadas y los tipo hielo, pero nos hemos entrenado bien para que eso no nos suponga una desventaja. Vas a ver de lo que son capaces mis dragones. ¿Estás preparado?

Por lo que veo, tan solo posees una medalla. Así que vamos a realizar un combate doble. Si los derrotas, la medalla Lirio será tuya. ¿Entendido?

¡Adelante, Haxorus y Kommo-o!

El tercer combate de Joe seria en un gimnasio de lo mas peculiar. A cada paso le maravillaba lo que veía. Los Dragones eran desplegaban tanto poder y misterio que resultaba magnifico. Pero siguió adelante, lo que veía poco podía compararse a enfrentarse a ellos en batalla. Cuando llego a la arena, lo recibió la Líder. Tambien era una muchacha joven pero por su anterior derrota sabia que no podía confiarse. -Gusto en conocerte, mi nombre es Joe y me alegro poder tener otra batalla doble. Esta vez iremos con todo, le susurro a sus dos pokebolas antes de liberar su contenido.

Una vez fuera, Walrein y Seismetoad, Joe dio sus ordenes. 

-Necesitamos gana ventaja, ambos ataquen a Kommo-o, usen Ventisca y Puño Hielo!

BearBall se mantuvo en su sitio mientras inflaba su boca de frío poder mientras Pepa saltaba con el puño cerrado. 

Cuando Iris vio aparecer en el campo de batalla a dos pokémon de tipo agua torció el rostro. La mayoría de los pokémon de aquel tipo eran capaces de aprender movimientos de tipo hielo, y ese tipo era sumamente poderoso contra los dragones. Así que confió en que los suyos fueran más rápido que los de su oponente y tuvieran al menos una posibilidad.

¡No podemos dejar que nos ganen! ¡Hay que actuar cuanto antes! ¡Kommo-o, puño drenaje sobre Walrein! ¡Haxorus, demolición también contra él!

Los dragones fueron más rápidos que Walrein debilitándolo antes de que pudiera lanzar la ventisca sobre ellos. De no haberlo hecho aquel movimiento habría sido devastador y seguramente no lo habrían podido contar. A Seismitoad sí que le había dado tiempo a contraatacar, pero su puñetazo de hielo no fue suficiente para dejar K.O. a Kommo-o y ahora el combate había quedado relegado a un dos contra uno, dejando a Seismitoad solo ante el peligro.

Pese a utilizas los mejores movimientos de sus compañeros. La velocidad de los Dragones resulto abrumadora. Walrein no tuvo ninguna oportunidad de actuar, y aunque Seismetoad dio su mejor esfuerzo tampoco habia sido suficiente. 

-Bearball, regresa. Bien, solo quedamos tu yo. Utiliza nuevamente Puño Hielo contra Kommo-o!

Con solo Seismitoad en el campo de batalla Iris se relajó. Había confiado plenamente en sus dragones y lo había hecho bien. Respiró hondo y con energía le dio la orden a su Haxorus de que era el momento de enfadarse. Al pokémon se le inyectaron los ojos en sangre y de sus fosas nasales salió una especie de vapor. Antes de que el pokémon de Joe pudiera darse cuenta y esquivarlo, ya lo había dado un fuerte golpe.

El pokémon de Joe salió disparado varios metros hacia atrás gravemente herido. El aspirante pensó que su pokémon había quedado debilitado cuando se dio cuenta de que se equivocaba y logró ponerse en pie con la esperanza de dar un golpe que fuera suficientemente certero para lograr derrotar a uno de los dos, pero no lo logró.

¡Acaba con él! Dijo Iris a su Kommo-o y el dragón encajó un último puñetazo que terminó debilitándolo por completo.

Lo siento. Dijo Iris acercándose a Joe para tenderle la mano. Ha sido un combate muy interesante y de haber tenido a dos pokémon mucho más rápidos lo habrías ganado. De eso no hay duda. Tu Walrein tenía pinta de ser muy poderoso y esa ventisca podría habernos derrotado en un solo impacto. ¡Espero que tengas más suerte contra tu próximo gimnasio!

El Gimnasio Lirio se encontraba en Ciudad Caolín. Llegar hasta allí no suponía ninguna dificultad y encontrarlo aún menos. El edificio donde se albergaba estaba pintado en dos colores, blanco y negro, y en su puerta había dos majestuosas estatuas que representan a Reshiram y a Zekron. 

Al colocarse junto a la boca de uno de los dos dragones, una de las plataformas que hay en su espalda desciende para que el aspirante pueda subirse con el fin de ascender a la parte superior del edificio donde se alberga Iris, la líder del gimnasio. 

La planta superior está decorada con gran cantidad de estatuas, todas ellas de dragones, algunos ya extinguidos. Aquella sala era digna de pertenecer a uno de los grandes museos del mundo Pokémon, por lo que resultaba un gran atractivo para aspirantes y visitantes.

Aquellos que quisieran retar a su líder, tendrían que atravesar la sala y llegar hasta una enorme puerta de piedra. Tras ella se encontraba una chica de cabello azulado vestida con un abrigo de piel sintética rosada.

Me alegro de verte. Sonrió al aspirante. Bienvenido al gimnasio Lirio, yo soy Iris, la líder del tipo dragón y como bien sabrás se trata de uno de los tipos más poderosos. Hasta el descubrimiento del tipo hada eran prácticamente invencibles y entrenarlos no es una tarea sencilla. Nuestros pokémon son muy débiles contra las hadas y los tipo hielo, pero nos hemos entrenado bien para que eso no nos suponga una desventaja. Vas a ver de lo que son capaces mis dragones. ¿Estás preparado?

Por lo que veo, tan solo posees dos medallas. Así que vamos a realizar un combate triple. Si los derrotas, la medalla Leyenda será tuya. ¿Entendido?

¡Adelante, Haxorus, Kommo-o y !

El Gimnasio Lirio se encontraba en Ciudad Caolín. Llegar hasta allí no suponía ninguna dificultad y encontrarlo aún menos. El edificio donde se albergaba estaba pintado en dos colores, blanco y negro, y en su puerta había dos majestuosas estatuas que representan a Reshiram y a Zekron. 

Al colocarse junto a la boca de uno de los dos dragones, una de las plataformas que hay en su espalda desciende para que el aspirante pueda subirse con el fin de ascender a la parte superior del edificio donde se alberga Iris, la líder del gimnasio. 

La planta superior está decorada con gran cantidad de estatuas, todas ellas de dragones, algunos ya extinguidos. Aquella sala era digna de pertenecer a uno de los grandes museos del mundo Pokémon, por lo que resultaba un gran atractivo para aspirantes y visitantes.

Aquellos que quisieran retar a su líder, tendrían que atravesar la sala y llegar hasta una enorme puerta de piedra. Tras ella se encontraba una chica de cabello azulado vestida con un abrigo de piel sintética rosada.

Me alegro de verte. Sonrió al aspirante. Bienvenido al gimnasio Lirio, yo soy Iris, la líder del tipo dragón y como bien sabrás se trata de uno de los tipos más poderosos. Hasta el descubrimiento del tipo hada eran prácticamente invencibles y entrenarlos no es una tarea sencilla. Nuestros pokémon son muy débiles contra las hadas y los tipo hielo, pero nos hemos entrenado bien para que eso no nos suponga una desventaja. Vas a ver de lo que son capaces mis dragones. ¿Estás preparado?

Por lo que veo, tan solo posees una medalla. Así que vamos a realizar un combate doble. Si los derrotas, la medalla Lirio será tuya. ¿Entendido?

¡Adelante, Haxorus y Kommo-o!