Ilsa observa a Balder con absoluta perplejidad, mientras la venenosa tortura de la desconfianza se deposita en su espíritu como una serpiente. Lo cierto es que Ilsa comienza a vislumbrar un cierto amanecer. Independientemente de la veracidad de sus palabras, Oligis conocía al gremio de asesinos. Ése era un dato crucial. Que había dos grupos paralelos a Cerberus enfrentados es algo que se podía deducir del combate en el "Cerro de Oro", luego era posible que ese Adler y aquella Asceltis tuvieran realmente algo que ver. Ésa es la información que urge comprobar ahora. No obstante, era extremadamente sospechoso que Oligis no conozciese algunos datos básicos, como la importancia del propio Alex. O bien no lo ha dicho, o bien realmente no lo sabe. Quién puede saber qué piensan esas criaturas ladinas que se ocultan en lo más oscuro de la noche.
Ilsa se centró en las últimas palabras con Merak, tal vez no había querido caer en ellas hasta ese momento, y tal vez no tuvieran el significado que ella creía encontrar, pero de algún modo, le parecieron relevantes:
[-Me temo que confundes obligaciones con maquinaciones, querida. Después de todo te ha faltado tiempo para entrevistarte con alguno de los consejeros después del entierro del hombre que llamabas maestro.]
Merak parecía haber estado siguiéndola todo este tiempo, e insinuó conocer su reunión con Novak en aquél momento. ¡En cuál de todos bandos estás, maldito seas! Ilsa deseó que fuera en el suyo propio, como siempre hacía ese hechicero, pero algo le decía que algo tenía que ver con todo aquello.
-Me temo que no lo sé, querido Balder. No sé si podemos confiar en ese hombrecillo, pero ahora mismo creo que debemos acudir a la Sede del Gremio a preguntar algunas cosas...
Ilsa se sentía mejor con Balder a su lado. Ahora era más vulnerable que nunca, en todos los sentidos, y la sólida presencia de ese guerrero, toda vez que su querido Stepjan se hallaba impedido, le garantizaba una cierta sensación de protección. Se aferró a sus brazos y se despidió de Irina con un grácil gesto.
-Ve al Hospital con Stepjan, yo iré a casa de Zorya luego. Por cierto, tendremos que prepararnos a regresar aquí de nuevo. Al fin y al cabo, esta es la casa Svletana, y nos debemos a nuestros Antepasados, querida.
Por fin, después de aquellas palabras sintió el vértigo de verse convertida en Consejera de Uldholm. Aquél anuncio que Oligis había lanzado. Ilsa no pudo evitar el deseo de que aquello fuera cierto, por Merak, por Rowan, y, en el fondo, quizá sin querer reconocerlo realmente, pero en lo más profundo de su interior, junto a aquella serpiente venenosa, por ella misma y su familia. De algún modo, se sintió más cercana que nunca a esos ideales que defendía, y entonces los abrazó de forma más personal.
Pero algo era cierto, e Ilsa lo sabía a pesar de todo el regocijo. Rowan había muerto por desvelar un secreto. Fueran los Asesinos o ese grupo secreto del que Oligis había hablado, lo cierto es que había dos más que sabían de él, y no eran consejeros. Puede que aquella camarera de Rowan tenga aún algo que decir... si logramos localizarla. Tendría sentido que fuese informante de esa tal Asceltis...
Ilsa se guardó todo aquello dentro, y mirando su piel oscura y brillante, abriendo sus alas como un águila al amanecer, se dejó llevar por Balder, con los encontrados sentimientos de ligereza y gravedad esta vez algo más equilibridados, después de tanto tiempo.
En efecto. No estoy totalmente convencido, porque no olvido que Ilsa es de piel oscura y no blanquita, pero hasta que encuentre otra imagen que me satisfaga me quedaré con esta, que es muy evocadora.
Un saludo...
Por cierto, ¡seguiremos estas vacas, espero!
Vuelves a tu casa en la Periferia y pones el dinero de la maestra Svletana a buen recaudo. Cuando ya está seguro, bajas al sótano a buscar a tu prisionero. Hannah está allí, cuidando de él y manteniéndole con vida para ti.
- Mi señor, ha intentado tragarse la lengua otra vez, así que he tenido que dormirle... - Te dice. La chica aprende rápidamente, y es bien capaz de preparar un somnífero potente que actúe rápidamente. Mejor, así no tendrás que preocuparte por que trate de escapar en el translado al gremio, ni por evitar que consiga ver el camino de acceso.
Llamas a los dos aprendices que te acompañaron al funeral. Uno de fornidos hombres se carga al hombro al prisionero y se disponen a acompañarte al cuartel general del gremio, donde has solicitado audiencia con los asesinos más poderosos de la ciudad.
Camináis por callejones desiertos hasta que podéis descender a las alcantarillas y, una vez allí, os dirigís rápidamente a vuestro cuartel general por túneles que tan solo los asesinos conocen.
La escena continúa en
5.2 - El Círculo Interno
por cierto, ya me dirás cuándo puedo anotarme mi nueva remesa de venenos
En la próxima escena, probablemente. Necesitas importar alguno de los ingredientes (y acabas de conseguir la pasta para ello) y luego preparar los venenos, lo que lleva su tiempo. Si no me descuadráis el hilo temporal que tengo pensado (todo puede ocurrir), entre esta escena (5) y la siguiente (6) pasará alrededor de un mes, así que tendrás tiempo para ello.
Irina asiente y se dispone a prepararse para ir al hospital. Mientras, tú caminas con Balder en dirección a la sede del Gremio de Hechiceros.
La escena continúa en
5.2 - Política
¡seguiremos estas vacas, espero!
Sí, sí. Aunque, como os dije ayer, es posible que me pire la semana del 15...
no olvido que Ilsa es de piel oscura y no blanquita
No te preocupes mucho, el resto de los avatares también han ignorado ese detalle.